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Paz, guerra y literatura
Paz, guerra y literatura, tres elementos que muy a menudo van de la mano, especialmente en el género de la novela histórica. Lo cierto es que las letras han abordado estos dos asuntos contrapuestos de diferentes maneras, ganándose un rol importante en la concienciación de las personas. De hecho, muchos autores confían plenamente en la escritura como forma de difusión de los conceptos y los valores pacíficos. De la misma manera, lo que se escribe tiene la función grabar la memoria de los eventos recordándonos las consecuencias de los sucesos de guerra. Hace pocos días, el 21 de septiembre, fue el Día internacional de la Paz y quise plantearme el rol de la literatura en el desarrollo de la paz. ¿Cuál es el papel de los libros en la difusión de estas importantes nociones dentro de nuestra sociedad? La educación a la paz a través de la lectura La educación es la formación que desarrolla nuestro conocimiento, intelecto, razonamiento, así como el progreso de nuestra capacidad moral y afectiva. Por este motivo la educación, así como los libros que son su principal vector, son cruciales en el momento de aprender, formar opiniones y crecer como individuos. Para que la idea de paz se desarrolle e implemente en nosotros primero hay que enseñar qué es y en qué consiste. Así mismo hay que instruir sobre los hechos bélicos, para que se tome conciencia del extremo al que lleva su opuesto. Como podréis entender es de suma importancia que desde el periodo escolar se lean novelas y libros. Ya que permitirán que desde jóvenes se desarrolle una reflexión acerca de los hechos sucedidos a lo largo de la historia. Generando un debate sobre los eventos y ayudando a las nuevas generaciones a aprender de forma entretenida, como si ellos mismos lo hubieran vivido. La empatía es una de las claves no solo en la escritura, sino en la misma existencia, y a través de las novelas se puede impartir este sentimiento tan noble, que nos ayuda a comprender con profundidad y a recapacitar acerca de las acciones humanas. Un ejemplo de literatura para formar a los más chiquitos a través de la literatura es “Rain of Fire” (Lluvia de fuego), un libro infantil de la autora estadounidense, Marion Dane Bauer. Trata sobre la Segunda Guerra Mundial. El personaje principal es Steven, un niño cuyo hermano Matthew ha ido a la guerra y vuelve muy cambiado. Frío, distante y completamente reacio a hablar sobre su experiencia. A lo largo de la trama el niño piensa en aquellas historias de heroísmo, que ya no le parecían tan sorprendentes. Descubre las mentiras edulcoradas que las milicias le cuentan a los pueblos. Bauer está convencida que el cambio hacia un mundo pacífico empieza por uno mismo. No debemos olvidar que a través de las palabras escritas nos entretenemos y aprendemos adoptando nuevos puntos de vista. El trono de barro, una novela de paz y guerras La literatura nos da la posibilidad de realizar un análisis. En el caso de la novela histórica este análisis se realiza a partir de eventos pasados como pueden ser las guerras. Por ende, la literatura nos puede ayudar a observar los hechos desde otra perspectiva y con la información que tenemos actualmente. Los escritores somos capaces de crear una memoria y dejar un libro que vivirá eternamente para no olvidar la historia y no cometer los mismos errores del pasado. En una de mis novelas “El trono de barro” trato este tema. Hablo sobre la vida de Francisco de Sandoval, el duque de Lerma que pertenecía a una familia de la nobleza española. Sus padres eran Francisco Gómez de Sandoval y Zúñiga, marqués de Denia, e Isabel de Borja y Castro, hija del santo jesuita Francisco de Borja. Francisco de Sandoval y el pacifismo Francisco de Sandoval fue conocido por ser pacífico y muy prudente respecto a sus dictámenes. En 1592 fue designado para formar parte de la casa del príncipe Felipe II y allí comienza la amistad entre ambos. Comenzó a ejercer una gran influencia sobre el príncipe y finalmente cuando subió al trono como Felipe III. Quiso tener como amigo, consejero y mano derecha a Francisco de Sandoval, quien a partir de ahí se transformó en un personaje crucial para la política española de ese momento. Consiguió controlar el reino y tomar él solo todas las decisiones políticas entre 1599 y 1618. El “Pacifismo” fue por lo tanto la cualidad más destacada de su política exterior. Se puede evidenciar en los tratados internacionales que buscó impulsar con miras hacia una “Pax Hispánica” y lograr así reformar la Monarquía bélica de aquellos tiempos. Los eventos más importantes de su mandato se produjeron en 1609 con la firma de la tregua con los Países Bajos. En mi novela deseo contaros esta extraordinaria historia y mostrar que hay otra forma de gobernar. Han existido personas con poder que han optado por otros caminos a la hora de resolver conflictos y hacer política, como el duque de Lerma. Un proceso cultural hacia la paz Un proceso de pacificación no implica únicamente un cambio político en las mentalidades de los gobernantes, sino también un cambio en el paradigma social en cuanto a cómo concebimos la guerra y qué es necesario hacer a partir de ahora para llegar a la paz. La paz es un destino, es un largo camino y es una forma de vivir y contemplar el entorno que nos rodea, la paz sobre todo es esperanza. Comienza con el respeto hacia uno mismo y hacia otros. Creo en una educación global de la paz y que se desarrolle una cultura de ella. A través de la literatura, la poesía y el arte en general, se pueden crear puentes entre culturas y naciones. ¡Que los libros sean una contribución para la paz!
¿Hay una edad justa para empezar a escribir?
Muchas personas creen que es necesario ser un prodigio y empezar a escribir a los 12 años para lograr el éxito a los 20 como escritores. Creen que escribir es algo que debe darse de forma natural cuando eres un niño, y también sentir una gran pasión por la lectura, todo desde muy temprana edad. Lo cierto es que uno puede adquirir cualquier hobby a cualquier edad. O descubrir distintas aficiones en diferentes etapas de la vida. No necesariamente todo tiene que comenzar en el minuto uno, desde pequeños, o estar relacionado con la historia de nuestra familia y sus gustos particulares. Por ejemplo, si mi padre o madre han sido músicos, entonces, obligatoriamente, yo estoy forzado a seguir ese camino, ya que he escuchado instrumentos y discos desde la temprana infancia. Es fundamental entender que se puede comenzar a escribir a cualquier edad y hacer cualquier cosa que nos plazca a la edad que deseemos. Hay factores que afectan más o menos nuestra vida. Siguiendo el ejemplo anterior, si un niño es expuesto a la música desde que nació, quizás sí se incline por este camino. Sin embargo, grandes músicos famosos, a nivel internacional, no han tenido un historial de familia con afición por los instrumentos o por el canto. Ellos solos fueron quienes descubrieron esa pasión para sí mismos. La escritura está hecha para cualquiera que desee aventurarse a crear historias maravillosas, abrir su mente y viajar tanto como le apetezca. Tenga la edad que tenga. Yo empecé a escribir desde pequeño en el salón de mis padres, mientras leía increíbles aventuras de piratas, pero de ahí a transformarme en un escritor pasaron muchos años. Lo importante es aprender y mejorarse hasta conseguir el objetivo que uno se ha planteado. El prejuicio de la edad a la hora de empezar a escribir Vivimos en una sociedad que está en constante búsqueda de “talentos jóvenes” en cualquier ámbito o área. Al parecer, si has pasado los 35, ya no es interesante lo que tengas para contarle al mundo o lo que vayas a hacer con tu vida. Se piensa que el éxito es algo que se consigue antes de cierta edad. Pasado ese umbral, se subestima el logro ajeno y se cree que ya es muy tarde para ciertas cosas. La verdad es que se subestima la experiencia, la acumulación de años de formación en una disciplina, sea cual sea, y el aprendizaje y sabiduría que traen los años. Sí, claro que se puede ser exitoso desde niño, adolescente o adulto joven, pero eso no quita que haya algo así como una edad para el éxito. No hay porque tener todo resuelto ni a los 20 ni a ninguna edad particular. La edad pesa tanto que mucha gente se rinde antes de comenzar, porque piensa que está muy atrasada con respecto a otra. Como consecuencia, uno vive comparando con los demás, en lugar de concentrarse en sí mismo y ponerse al día con aquello que quieran lograr. Si uno ha decidido escribir o darle un intento a eso, no es momento para ponerse a pensar en el pasado, en lo que hicimos, en lo que no, en la carrera u oficio que hemos elegido. Nada de eso. Es cuestión de ponerse serios, olvidar el pasado y decir: Comienzo desde hoy Así sea un poema o un cuento corto, si hemos resuelto comenzar a escribir y dedicarnos a ello, exige organizarse y encontrar un horario para hacerlo, un día o un momento a la semana para desarrollar un hábito y que este se convierta en rutina. La edad es lo de menos si se apuesta por el empeño y una gran dedicación. Trabajo duro versus talento ¿Cuál es el “talento” del que todos hablan? ¿Algo dado que nos resulta fácil? ¿Ser un genio en cualquier cosa que hagamos antes de los 15 años? ¿Qué es el talento sin la dedicación, sin la constancia y voluntad que se requieren para pulir ese diamante en bruto? Podemos ser excelentes dibujantes a los 5 años, pero sin la práctica de ese don, o si no volvemos a coger un lápiz para dibujar en años, de nada servirá mostrar habilidad desde una edad prematura. El autor japonés Haruki Murakami comenzó a escribir a la edad de 29 años. No obstante, durante esos años ya había leído muchísimos libros, escrito ensayos y borradores antes de lanzar su primera novela. Ha ido acumulando años de prueba y ensayo y de perfeccionamiento. Por este motivo, en lugar de discriminar la edad de alguien, es imprescindible apreciar por todo el proceso que ha pasado en su vida, hasta el momento en el que se comienza a considerar a la escritura como algo serio. No se está empezando desde cero, sino desde la experiencia. El querer ser escritor no viene a la mente así, de un día para el otro. Es una idea que da vueltas por la cabeza de la persona desde mucho antes. Cuando la gente realmente lo considera y se dispone a hacerlo, ya han leído y escrito textos de todo tipo. Incluso escribir los sentimientos y desahogar todo eso en un papel es válido. No quiero que nadie se desanime por su edad. Prefiero que, a cambio, vayan para atrás en el tiempo y recuerden cada pequeña cosa que han escrito y leído, ya que la construcción de mundos y personajes la otorga todo eso que hemos hecho previamente y no se ha sabido apreciar lo suficiente. ¡Escribe, escribe y escribe! Mi consejo es que, si quieres ser escritor, sigas escribiendo o que empieces a hacerlo, pues nunca se es demasiado mayor para serlo. Concéntrate en el ahora, en vistas a un futuro como escritor, y ten en cuenta que lo que pase va a depender de lo que hagas en el presente. No te rindas ni abandones. Si sientes que necesitas desarrollar técnica y seguridad, puedes apuntarte a un curso de escritura, como el que ofrezco yo también. Conocerás personas de todas las
Descubriendo la novela histórica
La novela histórica es un subgénero narrativo que constituye una fusión entre historia y literatura. Tiene como fin revivir el pasado, pero siendo fiel a los hechos históricos reales que ocurrieron. Por ello, busca ser un complemento de la historia en general. Tuvo sus orígenes durante el Romanticismo del siglo XIX, y continuó perfeccionándose en los siglos XX y XXI de forma exitosa. Utiliza un argumento de ficción, al igual que en las novelas, pero esta se encuentra situada en un momento histórico específico, los hechos suelen ser verídicos y se desarrollan a lo largo del argumento. Hay presencia de datos históricos que pueden ser explayados en profundidad o ser simplemente mencionados para dar contexto y datos de color a la historia. Habitualmente, el, o la, protagonista es un personaje real, pero los hay también ficticios. Se podría decir que se trata de un híbrido entre la historia y la ficción, que propone un problema en particular: no es estrictamente historia documentada como tal, pero tampoco es una novela pura, con la narrativa que la caracteriza. Veamos sus principales características y recursos literarios. Principales características Hoy en día, la novela histórica es un género que ha cultivado una gran notoriedad, y existen distintos tipos y variantes del mismo. Como rasgo común, siempre se sitúa en un periodo de tiempo identificable dentro de una determinada época. Contempla una representación realista del pasado, combinada con recursos literarios de ficción y narrativos propios de la novela. Asimismo, pueden incluirse otros recursos, como el anacronismo, omisiones e hipérboles para lograr una consciente distorsión de la historia. El anacronismo se refiere a una descontextualización de algo por estar fuera de su época. Es una situación de incongruencia que no condice con el periodo histórico en el cual se desarrolla la historia. El anacronismo histórico se refiere a un hecho que es colocado en un momento incorrecto, que no corresponde a tal. La hipérbole es una figura literaria que consiste en aumentar o disminuir, de manera excesiva, el aspecto o propiedad de una cosa, un hecho o lo que sea de lo que se esté hablando. Busca exagerar lo verídico, con el objeto de hacer énfasis en él, para que se vea más interesante para el lector. Se espera que este sea capaz de reconocer cuándo este recurso está siendo utilizado, ya que no deben tomarse las palabras en un sentido literal, sino figurado. Tipos de novela histórica La novela histórica puede dividirse en dos grandes ramas: la Ilusionista y la Anti-ilusionista. El primer tipo de novela, como su nombre indica, procura crear una ilusión en el lector al otorgar legitimidad y autenticidad a los sucesos descritos. Para lograrlo, utiliza material biográfico y datos verificables con pruebas para que el lector pueda reafirmarlo. Durante los pasajes del libro, el autor hace uso de estos recursos, que sirven como evidencia para apoyar la narración. El objetivo es crear en el lector una sensación de certeza y legitimidad. Además, emplea descripciones detalladas de los personajes y de los lugares en donde transcurre la historia, entre otros elementos. El final suele ser cerrado, o sea, que las vicisitudes de los protagonistas hallan una solución de manera lógica y coherente El segundo tipo de novela se distingue de la anterior en que los hechos reales presentan lagunas o sesgos, dado que cada historiador tiene su versión de ciertos eventos aislados y se reinterpretan de diferentes maneras. Por este motivo, la tarea del escritor es inventar una línea argumental para crear un puente entre dichos sucesos, aunque sean puramente ficticios. Establece una relación entre la historia y la ficción, y los finales son abiertos e inconclusos, en donde los protagonistas no siempre logran resolver los problemas. El éxito de la novela histórica Es importante destacar que este género persiste por el gran público que ha cultivado a través de los años. El novelista Milan Kundera apunta a que este subgénero “no examina la realidad, sino la existencia”. Con esto se refiere no a lo que ha ocurrido, sino a miles de opciones humanas imaginarias que podrían haber ocurrido, al infinito de esas posibilidades que empiezan desde un pasado real. Frecuentemente, la novela histórica no ha sido bienvenida. De hecho, ha sido despreciada por las elites intelectuales, ya que no es considerada un género por sí mismo, sino un híbrido entre ambos, que no termina siendo ni una cosa ni la otra. Sin embargo, desde la época del Romanticismo goza de bastante éxito. La alta cantidad de ventas indican que se ha consolidado y ha mantenido un fiel grupo de seguidores, que cada día crece más. Existe una proliferación de nuevos autores, libros y sagas. Acorde con la escritora Ana Liarás, la novela histórica resulta atractiva para el público porque es capaz de fomentar en el lector el aprendizaje de la historia, acompañada de una buena trama. A su vez, destaca a los autores que logran “humanizar” a ciertos personajes y héroes, sacándolos del encuadre histórico, lo cual nos permite apreciarlos como una persona común. Los elementos imprescindibles Se puede afirmar que la novela histórica ha generado una gran popularidad alrededor de lectores de todo el mundo. Es una manera de aprender sobre historia, pero de forma más entretenida y dinámica. Al tratarse de una novela, debe tener ciertos elementos, como diálogos, acción y situaciones que pertenezcan a la ficción. Por más que los protagonistas deban ser personajes históricos reales o héroes, es recomendable que se incorporen personajes secundarios ficticios que hagan la narración más divertida. Es primordial que la novela tenga, en su esencia, una trama histórica y no de otro género literario. Esto no significa que no puedan añadirse elementos policíacos, románticos, de terror, mitología o ciencia ficción. Debe limitarse a utilizarlos en la medida justa, o se convertirá en una novela de alguno de estos géneros, dejando de ser novela histórica. La novela histórica es una expresión de la imaginación del autor y, a diferencia de los historiadores, puede darse el lujo de escapar al compromiso de objetividad y
Al-Mutadid, el rey abasí de la “La predicción del astrólogo”
Quiero compartir con vosotros el contexto y la historia de uno de los protagonistas más interesantes de mi novela “La predicción del astrólogo”: el rey abasí Al-Mutadid. Esta obra se desarrolla en una época y una atmósfera intrigantes que llenan cada página de hechos interesantes, personajes misteriosos y paisajes fascinantes. Contextualizada en el sur de España durante el siglo X, se enmarca principalmente en las provincias de Sevilla, Córdoba, Málaga y Granada, o, más bien, el antiguo territorio del Al-Ándalus y la Corte de Sevilla con todos sus referentes. Se trata de tiempos tumultuosos, ya que justo en esa época se produce la caída del califato de Córdoba. La región queda dividida en pequeños reinos, las Taifas, que combaten entre ellos para obtener el control total. Al fin, quien sale victorioso y toma posesión del trono de Sevilla es el mismísimo protagonista de la novela. No os voy a hacer ningún espóiler sobre la novela, tranquilos. Pero sí quiero contaros algún detalle más sobre el sugestivo contexto histórico que caracteriza esta obra y su maravilloso protagonista. Mi deseo es que cada palabra de mi obra os traslade directamente a las Taifas y que este artículo os guíe aún más hacia esta época lejana, pero increíblemente fascinante. La historia alrededor de “La predicción del astrólogo” Al-Ándalus es el nombre que utilizaron los musulmanes a lo largo de la Edad Media para referirse a gran parte del territorio que hoy conocemos como la Península Ibérica. Durante este periodo, comprendido entre los años 1040 y 1058, Sevilla llega a ser uno de los reinos más importantes de la región. En aquella época, el rey Al-Mutadid poseía un gran ejército altamente calificado y entrenado. Fue capaz de conquistar lo que actualmente corresponde a Murcia hasta la zona del litoral portugués. De hecho, gran parte de su biografía se desarrolla por la ciudad de Silves, hoy en día parte de Portugal. Una vez conquistada esta enorme porción de tierra, y tras grandes celebraciones de victoria, el rey decide consultar con sus ministros y consejeros cuál debería ser el próximo paso. Pero, además para tomar la mejor decisión, consulta también a su astrólogo personal, Hasan, quien era miembro de la corte de Sevilla. Sin embargo, este le manifiesta una predicción que no será de su agrado y vaticina que los hombres que vienen de lejos, más precisamente del sur, van a destruir todo lo que ha logrado en Sevilla con su ejército. El astrólogo hace referencia a los berberiscos. Como veréis en “La predicción del astrólogo”, los musulmanes no fueron los únicos en entrar en Hispania años antes, sino que también había otras tribus que conformaban la región con deseos de conquista. La concepción astrológica del pueblo árabe La inclusión de un astrólogo en la novela no es casualidad. De hecho, toda la historia gira en torno a la predicción de Hasan, el astrólogo de la corte sevillana. De aquí viene el título “La predicción del astrólogo”, como podréis imaginar. A partir del siglo X, se ha ido desarrollando la astrología en la península ibérica, más específicamente durante la denominada Edad de Oro del Islam, comprendida entre el siglo VIII al siglo XVI. La mayor parte de la recopilación de la información se encuentra escrita en árabe. Todos aquellos descubrimientos fueron realizados en distintos sultanatos, principalmente en Oriente Medio, Asia Central, Al-Ándalus y en el norte de África. Bajo esta perspectiva, los creyentes de esta disciplina y los adivinos, o personas que podían realizar predicciones, afirman que la personalidad de la gente está determinada por las estrellas, y que, tanto las acciones futuras como todos los eventos que formen parte de su vida, están escritos en estas. Para los astrólogos, los cuerpos celestes (los astros) tienen su correspondencia más abajo, es decir, en la tierra. Enuncian que si conocen lo que el futuro les tiene reservado para el mañana, pueden prepararse con anticipación con el objetivo de evitar lo maligno y asegurar lo benévolo. ¿Quién fue Al Mutadid? Ahora entra en escena nuestro esperado protagonista: Al-Mutadid. El rey pertenecía al linaje de los Attaf, quienes arribaron a la península ibérica a mediados del siglo VIII. Sus descendientes se asentaron en Sevilla, junto al río Guadalquivir. Durante su reinado, se denominaron Taifas a los pequeños reinos que se conformaron tras la división del Califato de Córdoba. Bajo la administración política de los abasíes, se pudieron unir los distintos componentes andaluces. Desde dicha caída, se opusieron fuertemente al poder bereber, que en ese momento era perpetrado por los hamudíes en Málaga. Los hamudíes eran originarios de Marruecos y se instalaron en Al-Ándalus a finales del siglo X. En los últimos años de su vida, intentó continuar con la expansión de su reino. Se vio expuesto a varias guerras, como, por ejemplo, contra la provincia de Granada y los hamudíes que se habían asentado allí años antes. Sin embargo, al pertenecer a otra etnia y cultura diferentes, no se sentían parte del pueblo árabe-musulmán. Ante semejante poder, y al contar con una fuerza militar robusta, los pueblos de Granada, Málaga y Carmona decidieron formar una coalición y hacerle frente a Sevilla para derrocarlo. Veréis como esta misma coalición cumplirá el fin con la predicción del astrólogo. Veracidad histórica de “La predicción del astrólogo” A lo largo de “La predicción del astrólogo”, se puede apreciar el conocimiento recopilado sobre una época muy desconocida de Sevilla en la historia de la península. Por supuesto que es imposible saber todos los detalles de la vida de ciertos personajes, especialmente los que no tuvieron mucho peso en términos históricos. Algunos de ellos han sido creados para los fines de la historia. En un artículo anterior, he mencionado los recursos de la novela histórica, y uno de ellos es crear una suerte de “relleno” para aquellos momentos en los que los eventos del contexto no quedan grabados de forma lineal en la historia. No obstante, creo firmemente que esta fabulación en la historia de un personaje real es uno de los elementos que más
Construir el escenario de una novela histórica
Uno de los temas centrales a la hora de escribir una novela es pensar en cuál será el escenario óptimo en el que se desarrollará nuestra historia. Es recomendable que todo autor cree y describa la ambientación con el fin de situar al lector bajo un contexto y entorno determinados, teniendo en cuenta de que, a menudo, en un género como el de la novela histórica, muchas de las construcciones antiguas ya no existen en la actualidad, o, en el mejor de los casos, han cambiado substancialmente, dejando pocos rastros de su forma original. Si carecéis de información en cuanto a la forma del escenario que queréis introducir, os aconsejo primero centraros en definir la trama de la historia y la presentación de los personajes. Tras una buena investigación, podréis añadir los datos que necesitáis para crear el escenario perfecto. No se trata de algo obligatorio ni mecánico. Es un simple consejo que os va a guiar hacia la creación del ambiente que queréis obtener. Para conseguir un escenario adecuado, es necesario ser capaz de utilizar recursos más sofisticados. Investigar sobre la información que existe del mismo, emplear la imaginación y la lógica, no caer en descripciones básicas, y tampoco en detalles innecesariamente minuciosos. Es importante dejarle espacio al lector para que él mismo pueda rellenar los huecos que faltan gracias a su propia imaginación. Entonces ¿cómo crear un escenario perfecto y describir aquellos lugares que, irremediablemente, no han resistido al transcurrir del tiempo? Escenario, ambientes y lugares desaparecidos Como acabamos de ver, en el género de la novela histórica es muy común que mucho de lo que queráis incluir en vuestra obra ya no exista, o que haya muy poca documentación sobre los escenarios del pasado. Lo más normal es que lo poco que quede sea tan solo unas cuantas piedras. En mi caso, todo lo que aparece en “Hijos de Heracles” ha desaparecido. La propia polis de Esparta ya no está, así como la tumba de Menelao y su esposa, o el santuario de Artemisia Ortia. También en “Muerte y cenizas” me ha pasado exactamente lo mismo, ya que toda la Sevilla romana está sepultada bajo la Sevilla actual. Afortunadamente, existen otros recursos a los que podréis acudir para describir todos esos lugares que ya han desaparecido. Yo mismo, para poder contextualizar y recrear estos “ambientes invisibles”, ¡tuve que hacer los deberes! Os aconsejo que investiguéis todo lo que os sea posible, buscando toda la información disponible sobre esos lugares. Un paso esencial e imprescindible. Mi otra recomendación es que extrapoléis la información que os falta en todas esas ciudades que tengan características parecidas a la vuestra. Y, por último, dejaros inspirar por espacios similares pertenecientes a la misma época. Es lo que yo mismo hice cuando, para describir los baños de “Muerte y cenizas“, recurrí a la decoración de unos baños situados en Roma. ¡Un gran recurso que os permite ver algo parecido a lo que estáis buscando para vuestra ambientación! Las emociones son un factor importante Los lugares que se quedan grabados en la memoria son todos aquellos que despiertan emociones. Es importante recalcar lugares que generen sentimientos y entrar en ellos, tal y como si fuéramos los personajes de nuestra obra. Recordad que las personas tienden a vincular un sitio con una emoción que este mismo despierta. Si conseguís trasmitir las emociones de vuestro personaje y hacer que las mismas se fundan con el escenario, estáis por buen camino, ya que si se logra que el lector conecte de la misma manera con sus propios recuerdos a través de una historia de ficción, habremos conseguido recrear el ambiente ideal. Os puede ser útil también emplear recuerdos sobre un viaje que habéis hecho, pues también pueden ser de ayuda al momento de elegir el lugar del relato o relacionarlo a un sitio parecido al contexto de vuestra novela. Todas las particularidades y detalles que se tienen en mente sobre una experiencia personal nos sirven para plasmar aquello que sentimos en la hoja e intentar llegar al lector de la misma manera. Por otro lado, la coherencia es una herramienta crucial a la hora de describir cualquier tipo de lugar. Si la historia transcurre en una ciudad bulliciosa, no sería correcto introducir elementos que no pertenezcan a esta, como ciertas especies de animales o árboles. ¡Así que cuidado con los detalles que decidiréis introducir en vuestro ambiente! ¡Haced que encajen de forma natural! Mira a través de tus personajes Los lugares que son especiales para nosotros pueden servir de inspiración. Sin embargo, no se debe olvidar que la historia se escribe a través de las vivencias y experiencias de los personajes. Por ello, es fundamental tener en cuenta la personalidad y carácter del protagonista y del resto de los personajes, para poder aceptar que sus sitios preferidos no necesariamente deben coincidir con el de uno. Otro recurso de gran utilidad para detallar un escenario es el de los sentidos. El más obvio es el de la vista, pero no debemos omitir el resto de ellos, ya que harán a nuestra descripción mucho más enriquecedora. El sentido del olfato, por ejemplo, está directamente asociado con la memoria. Un simple olor nos puede transportar inmediatamente a un lugar y retrotraer todo tipo de recuerdos. El tacto y el uso de movimientos son, a su vez, poderosas herramientas para ampliar la puesta en escena. Por ejemplo, un personaje que corre por un campo de flores, respira profundamente, siente el olor de los jazmines y desliza sus dedos entre sus pétalos para experimentar la suavidad de los mismos. El tiempo es un gran aliado El tiempo puede ser expresado en un horario determinado del día o la noche, una estación o época del año, e incluso en un período histórico. Los cambios de estación, como la llegada del cálido verano o del invierno, pueden significar mucho más que un simple cambio de temperatura en la vida de nuestros personajes. Dependiendo de la región en la que ellos se encuentren, un invierno gélido puede
Los beneficios de escribir a mano
Antes de que existieran las máquinas de escribir, los ordenadores y los e-mails, todos solíamos recurrir al uso del lápiz y del papel para anotar y escribir a mano cualquier cosa que se nos pasara por la mente. Ya fuera para recordar algo o para contar una historia, escribir manualmente era una acción diaria indispensable. En la actualidad, la escritura a mano ha sido relegada a un segundo plano, ya que el mundo virtual lo ha acaparado todo, o casi todo. No obstante estos cambios, algunas de las acciones que quedaron en el pasado, como enviar cartas o postales por correspondencia, mantienen un cierto encanto que la tecnología parece no conseguir reemplazar. Aunque detrás de esta fascinación por las acciones del pasado quizás haya algo más. Escribir a mano es una acción que proporciona muchísimos beneficios para la mente y el cuerpo. De hecho, puede llegar a ser un hábito que nunca dejemos de lado si somos conscientes de lo bien que nos hace. Comparto con vosotros los beneficios que nos aporta esta vieja costumbre de escribir a mano para que os entren ganas de agarrar un bolígrafo y un papel para dar rienda suelta a la imaginación. Escribir estimula tres regiones del cerebro En el momento en el cual decidimos escribir a mano, muchos profesionales de la salud aseguran que en el interior del cerebro se activan tres regiones principales: la motora, la visual y la cognitiva. La neuróloga Marta Ochoa, jefa del servicio de Neurología de HM Hospitales en Madrid, afirma que se movilizan numerosas redes neuronales. Como consecuencia de esto, la capacidad cognitiva evoluciona y presenta mejoras. En el caso de las personas adultas, la escritura a mano estimula al cerebro a la hora de fomentar la memoria llamada prospectiva. O sea, la habilidad de recordar y de llevar a cabo acciones en el futuro. ¿Cuántas veces os ha ocurrido que os habéis dirigido a tal lugar dentro de vuestra propia casa y, en el instante en el que habéis llegado a la meta, se os ha olvidado completamente qué ibais a hacer? De esto se trata justamente. También llamada “memoria del futuro”, es aquella que nos recuerda qué acción íbamos a realizar en un momento específico en el futuro, sumado a la efectiva concreción de dicha acción. Otro tipo de memoria, conocida popularmente como “memoria de elefante”, también es favorecida por escribir a mano. Propiamente dicha, la memoria semántica es la encargada de almacenar toda la información y el conocimiento con el que, alguna vez, hemos estado en contacto. Desde una cantidad enorme de datos que estudiamos, por ejemplo, para escribir una novela, hasta elementos pequeños y un tanto irrelevantes que nos permiten construir los detalles en la misma. Por lo tanto, escribir a mano estimula estas áreas del cerebro y sus respectivas características, mejorándolas en los individuos que ponen en práctica el arte de poner en marcha la mano con lápiz y papel. El aspecto psicológico y emocional de escribir a mano Escribir a mano también está relacionado fuertemente con lo emocional. Así lo explica la psicóloga del Instituto Centta, Silvia Citraño. Este tipo de actividad genera la canalización de las emociones y ayuda a expresar sentimientos que guardamos muy adentro. De hecho, al momento de plasmarlos al papel, uno se siente más relajado y liberado, como si se hubiera sacado una pesada mochila de encima. Además, no existe límite alguno ni restricción a la hora de escribir sobre aquello que nos acongoja o preocupa. Al escribir a mano, la persona piensa en eso que está escribiendo y lo repite en su mente. Por esta razón, es útil para esclarecer los pensamientos, las dudas y los sentimientos. Contribuye enormemente a la psique y a la salud mental, ya que es una manera de canalizar nuestras emociones de forma saludable para poder lograr entender mejor lo que nos pasa. Sin lugar a dudas, ayuda a conocernos mejor. Aumenta la comprensión, la creatividad y la organización Hoy por hoy, la gente se ha ido acostumbrando a escribir a través de pantallas táctiles y teclados. Como consecuencia de ello, lamentablemente, esto hace que se vaya hacia la pérdida del hábito de escribir a mano. Pero si nos tornamos conscientes del papel clave que juega la escritura en nuestra salud, podemos salvar esta costumbre. Esto sucede principalmente entre los jóvenes, aunque, en la actualidad, afecte a la gran mayoría de las personas. Escribir a mano incita a que nuestro cerebro funcione a toda máquina, ya que se encuentra en la plenitud de su rendimiento. Este esfuerzo contribuye a una mejor comprensión lectora, y también aumenta la capacidad creativa. Asimismo, mejora la manera de organizar la información a medida que se obtiene una mayor cantidad de datos de todo tipo. La escritura a mano es un proceso que consiste en escribir un primer borrador, corregir, editar y perfeccionar lo escrito. Algo que, habitualmente, se hace de forma casi automática, utilizando un ordenador. Al hacerlo “a la antigua”, uno permite que las ideas fluyan de manera ágil y orgánica. Escribir a mano nunca pasará de moda Los tiempos cambian y evolucionan. Es imprescindible y fundamental saber adaptarse a ellos para ser capaces de funcionar como una persona moderna del Siglo XXI. No sería lógico ni realista rechazar por completo la tecnología en pos de una escritura completamente a mano. Las nuevas tecnologías no son nuestras enemigas. Por el contrario, son herramientas magníficas que poseen una infinidad de utilidades y beneficios, siempre y cuando sepamos aprovecharlas correctamente. Sin embargo, de la misma manera que la escritura en papel no reemplazará al ordenador, este último tampoco podrá reemplazar jamás la magia y el encanto de plasmar todo lo que somos en una hoja en blanco, escrita con nuestro puño y letra.
Wallada, una poetisa en el mundo árabe medieval
Hoy os quiero contar sobre un personaje que es parte de mi libro “La predicción del astrólogo“, Wallada. Si bien su papel es más bien secundario, vale la pena dedicarle un artículo a esta mujer rebelde y sumamente vanguardista. Fue una poetisa del mundo árabe medieval. Al ser una princesa, pertenecía a la aristocracia, y esto, por supuesto, le traería ventajas y oportunidades a las que otras mujeres no hubieran podido acceder jamás. No obstante, ella fue una mujer muy adelantada para su época, y también para el cargo que ocupaba, donde se espera la extrema formalidad y obediencia. La vida de Wallada Wallada bint al-Mustakfi nació en Córdoba, aproximadamente, entre los años 994 o 1010, y murió el 26 de marzo de 1091. Fue una princesa de origen árabe y andaluza del mundo musulmán. Lo impactante de su persona fue que ningún obstáculo le impidió hacer lo que quiso cuando quiso. Se destacó por su poesía, su oratoria y su fuerte personalidad. Pudo sobrellevar las dificultades que se le presentaron de manera fantástica, tanto que, por esta razón, se han escrito numerosas historias sobre ella. Fue la hija de Muhammad III de Córdoba, uno de los últimos gobernantes omeyas cordobeses, que llegó al poder, en 1024, tras asesinar al anterior califa, Abderramán V. Su infancia transcurrió durante el periodo alto del Califato de Córdoba, bajo el gobierno de Al-Mansur Ibn Abi Aamir. Su adolescencia fue atravesada por el tumultuoso periodo que siguió a la sucesión del hijo de Aamir, que, en sus intentos por arrebatar el poder, llevó al califato a la guerra civil. Muhammad III no tuvo hijos varones, por lo tanto, no contaba con un sucesor de este sexo. Wallada heredó sus propiedades y las utilizó para abrir un palacio y un salón literario en Córdoba. Allí ofreció instrucción y capacitación en poesía y en las artes del amor a mujeres de todas las clases sociales, desde las que habían nacido en una cuna de oro, como ella, hasta las esclavas compradas por la propia Wallada. En ese mismo palacio, también acudieron varios de los grandes poetas e intelectuales de la época. No todo era poesía Durante esta época y, particularmente, entre los musulmanes, la poesía era algo muy cotidiano. Hay rumores acerca de los campesinos. Se dice que, mientras trabajan la tierra o recogían las cosechas, realizaban competencias de poesía y recitaban versos. Este dato demuestra que el nivel cultural de estos pueblos era notable y elevado. No obstante, historias como la de Al-Mutamid, el primer rey de Sevilla, quien también era poeta, hace reflexionar sobre algunas cuestiones. Un poeta por definición es una persona sensible. Sin embargo, dicho rey emparedó a sus enemigos en baños del alcázar de Sevilla, y poseía un baúl repleto de cráneos pertenecientes a los príncipes a los que había derrotado. Utilizaban las calaveras de soldados que habían muerto en batalla contra él como tiestos para las macetas de sus jardines. Por si esto fuera poco, asesinó a sangre fría a su propio hijo, el mayor, cuando este había intentado usurpar el trono. Por estas razones, recalco la importancia de poner las cosas en su debido contexto. Este se trataba de uno de guerras y conflictos, no solamente de poesía. La mujer más culta y escandalosa de Córdoba Como se ha mencionado previamente, Wallada no tuvo hermanos varones, con lo cual, todos los derechos reales recayeron sobre ella. Decidió venderlos y, de esta manera, ser independiente y así no necesitaría jamás de una tutela masculina. Nunca se casó ni negoció matrimonio alguno. En su salón literario, organizaba tertulias e intervenía libremente en ellas, discutiendo por igual con hombres y mujeres. Esta actitud le valió muchas críticas, ya que, en la sociedad en la que ella vivía, las mujeres solo tenían permitido relacionarse con los hombres de su propia familia y de las denominadas “familias sabias”. A través de padres y parientes masculinos, se impartieron distintos tipos de enseñanza hacia las mujeres. Ellos eran los poseedores del conocimiento y los responsables de transmitirlo. Wallada estaba muy en desacuerdo con esta tradición y, por eso, fue ella misma quien se puso a impartir clases y a enseñar, al igual que lo hacían los hombres. Y así, como muchas personas la criticaban, muchos otros también la admiraban, y fue como se convirtió en la mujer más culta y escandalosa de Córdoba. Se cree que no utilizaba el velo islámico, dejando su cabello libre mientras caminaba por las calles de la ciudad. Asimismo, en las orlas de sus vestidos, y entre las túnicas transparente, llevaba bordados versos escritos por ella misma. Algunos de los que se conocen decían: “Por Alá, que merezco cualquier grandeza y sigo con orgullo mi camino.” ” Doy gustosa a mi amante mi mejilla y doy mis besos a quien los quiera.” El legado que nos dejó Wallada A pesar de que existe poco registro sobre su obra, se han podido recuperar algunos de los poemas que intercambió con su amante, Ibn Zaydun. Él, después, se enamoró de una esclava del servicio de Wallada, situación que no solo le rompió el corazón, sino que, además, hirió su orgullo al haber sido “reemplazada” por una mujer de una clase social inferior. En el siguiente poema, hace uso de un lenguaje brusco y libertino, producto del enfado y el desamor: ” Si fueras justo con el amor que existe entre nosotros, no habrías escogido ni amarías a mi esclava; has dejado una rama donde florece la hermosura y te has vuelto a la rama sin frutos. Sabes que soy la luna llena, pero, por mi desdicha, de Júpiter estás enamorado” Ella utilizó su prosa para expresar abiertamente lo que sentía, sin ningún tipo de vergüenza o pudor. Lo más destacable de Wallada es que era una mujer inconforme con las normas de la época y, por eso, eligió su propio camino. Los privilegios que tuvo por haber pertenecido a la nobleza son innegables, sin embargo, no siguió el camino de todas
Historia y obras de Pablo Neruda
[et_pb_section fb_built=”1″ admin_label=”section” _builder_version=”4.16″ global_colors_info=”{}”][et_pb_row admin_label=”row” _builder_version=”4.16″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” global_colors_info=”{}”][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”4.16″ custom_padding=”|||” global_colors_info=”{}” custom_padding__hover=”|||”][et_pb_text admin_label=”Text” _builder_version=”4.18.1″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” global_colors_info=”{}”] Hoy, 12 de Julio, hace más de cien años nacía Pablo Neruda, chileno de indudable fama que, como veremos, fallece en 1973. Este escritor ha sido uno de los poetas más importantes de habla castellana. De hecho, sus obras han alcanzado los rincones de todas las bibliotecas y librerías del mundo. Pero no os quiero adelantar nada, ya que la vida del conocido poeta es, sin duda, emocionante, plagada de sucesos muy importantes, no solo a nivel literario, sino que también histórico y político. Sin más vueltas, os cuento vida y obras de Pablo, o, mejor dicho, Ricardo. El alter ego de Jan Neruda El verdadero nombre de Pablo Neruda era Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto. Eligió su nom de plum –así se le dice a los seudónimos de los escritores- inspirado en el escritor checo Jan Neruda, del cual él mismo era un gran admirador. Jan es recordado, en gran parte, por ser un gran autor de prosa, y Pablo es indiscutiblemente uno de los más importantes poetas del siglo XX. Existen muchas analogías entre ambos escritores, no solo a nivel literario, sino que incluso caracterialmente. El Neruda checo, por su parte, escribió algunos poemas notables, mientras que el Neruda chileno nos regaló antes de su muerte una notable obra en prosa, “Confieso que he vivido“. De tal forma, uno entra en el territorio literario del otro y, gracias a ello, es posible observar aún más de cerca el parecido entre los dos. Como por ejemplo, en el empleo de los paisajes y de la naturaleza como metáforas de lo humano: “Eres como un paisaje de montaña“ “Tus cabellos son como un bosque oscuro y fabuloso“ “Eres un mundo completo“ Esto es lo que escribe Jan. Al igual, Pablo, en sus versos, emplea recursos parecidos: “Cantabas en el viento como los pinos y como los mástiles. Como ellos, eres alta y taciturna.” “Acogedora como un viejo camino. Te pueblan ecos y voces nostálgicas. Yo desperté, y a veces emigran y huyen pájaros que dormían en tu alma.“ Ambos escritores fueron periodistas comprometidos que vivieron intensamente sus respectivas épocas, y se caracterizaron por sentir mucho el tema de la soledad. Un encuentro entre dos parecidos, querido por el mismo Pablo, que los ha convertido en compañeros anacrónicos. Las primeras obras de Pablo Neruda En 1921, escribe su primer poema, titulado “La canción de la fiesta”, y ,con tan solo 19 años, publica sus primeras obras, entre las que cabe destacar “Crepusculario”. Al no contar con mucho dinero en ese momento, el escritor vende algunas de sus pertenencias para poder financiarlo, como muebles, trajes, e incluso un reloj que había sido regalo de su padre. De todas maneras, esto fue insuficiente, por lo cual, termina acudiendo a la generosidad de un amigo que lo ayuda a pagar a la editorial para poder dar a luz los primeros ejemplares de su obra. En este primer escrito, Neruda consigue expresar la forma en la que sentía y veía el mundo exterior. Encuentra su voz y registro propios, además de aprender, desde muy joven, las distintas formas de creatividad que se le pueden aplicar al lenguaje. Por otra parte, es aquí que empieza a adquirir el rasgo romántico que caracteriza gran parte de su producción poética. Los juveniles poemas de amor El gran éxito literario en su vida ocurre poco después, cuando, en 1924, la Editorial Nascimiento publica el célebre libro “Veinte Poemas de Amor y una Canción desesperada”. Obra que le permitió ganar un enorme reconocimiento, tanto nacional como internacional. ¿Quién no reconocería alguna de las famosas palabras que forman el destacado poema número XX? Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo: “La noche está estrellada,y titilan, azules, los astros, a lo lejos.” El viento de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los versos más tristes esta noche.Yo la quise, y a veces ella también me quiso. En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.La besé tantas veces bajo el cielo infinito. Ella me quiso, a veces yo también la quería.Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. Puedo escribir los versos más tristes esta noche.Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.La noche está estrellada y ella no está conmigo. Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.Mi alma no se contenta con haberla perdido. Como para acercarla mi mirada la busca.Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque éste sea el ultimo dolor que ella me causa,y estos sean los últimos versos que yo le escribo. Más allá de que Neruda comenzara a ganar popularidad por su poesía, esto no lo eximia de sus problemas económicos. Por ende, con la ayuda de sus amistades, consigue un puesto como Cónsul de Chile a los 23 años. Así es enviado a Yangón, ciudad ubicada en Birmania, y empieza a viajar por distintos destinos del mundo por trabajo. Hasta que, en el año 1934, su profesión lo lleva a trasladarse a la Península Ibérica. “España en el corazón” Llegado a España, Neruda conoce y se relaciona con grandes escritores, como Federico García Lorca, Miguel Hernández, Rafael Alberti y otros
La amistad en los libros y en la vida real
La amistad es uno de los leitmotiv de la literatura y se encuentra en todo tipo de novelas y géneros. Tanto como elemento central, sobre el cual se construye la trama, así como constituyente secundario, para darle forma a la historia que estamos contando, o con el fin de desarrollar el carácter individual y las relaciones entre los personajes que componen nuestra trama. La razón por la que muchos escritores literarios han tratado el tema de la amistad es que es un punto central en nuestra vida cotidiana. Los grandes autores de todas las épocas no han podido evitar tener en alta consideración este sentimiento, que es uno de los valores fundamentales del ser humano. Caracterizada por un afecto mutuo, la amistad tiene una fuerte carga emocional que marca los cimientos de la vida social. Asimismo, antiguos filósofos que, en un principio, parecen ser sabios austeros, viviendo retirados en sus jardines y perdidos en sus pensamientos, terminan apreciando el valor de la amistad a lo largo de sus reflexiones. Un claro paradigma de esto es Epicuro. Para él, la amistad termina siendo un bien natural y necesario para el cuerpo y el alma. Tanto para la supervivencia, ya que cubre la necesidad de seguridad de cada ser humano, como para la felicidad personal, porque hace que no nos sintamos solos. Como él mismo escribe en “Las Máximas Capitales”: De los bienes que la sabiduría procura para la felicidad de una vida entera, el mayor, con mucho, es la adquisición de la amistad. El Día Internacional de la Amistad Tan importante es el concepto de amistad que la humanidad le ha dedicado una fecha especial para celebrarla. Se ha establecido una fecha a lo largo de este mes, el 30 de julio, de forma oficial, y se festeja internacionalmente por designación de la Asamblea de Naciones Unidas desde el año 2011. El énfasis de la organización se basa en fomentar la amistad entre los pueblos, las culturas y los distintos países. La idea es tender puentes entre estos, ya que nuestras diferencias no son motivo de separación, sino de entendimiento y unión. La amistad es entendida como un conjunto de valores que vale la pena promover, como la lealtad, el respeto, la confianza y la camaradería. Personalmente, creo que, hoy en día, se ha perdido la esencia y el valor de lo que representa una amistad verdadera. Las personas suelen confundir conocidos, con los que se tiene un buen trato, con un amigo real. Por este motivo, es crucial recordar los valores que conforman a este concepto y, sobre todo, hacer memoria acerca de esas personas que han estado allí para nosotros en los momentos difíciles, al igual que en los felices, ya que la amistad es un elemento imprescindible, tanto en la vida personal como en las novelas que escribimos y leemos. La amistad en la literatura Como hemos visto, ya desde la antigüedad se concebía la importancia de dicho sentimiento, ya fuera en obras de carácter filosófico o en tratados que analizaban el concepto de la amistad. En efecto, por nombrar uno, el gran retórico romano Cicerón, le dedica una obra entera, conocida como “De Amicitia“. En la misma, trata los diferentes matices de la amistad, exaltando la importancia de este sentimiento en las relaciones sociales y en la política romana. No solo los escritores del pasado han enfocado su atención en este tipo de relación humana. De hecho, un gran número de obras contienen amistades destacadas. Entre ellas, se distinguen muchísimas novelas. Os nombro solo tres entre tantas: “Reencuentro” En esta novela, Fred Uhlman cuenta la amistad entre Hans y Konradin. Una amistad que va más allá de la religión y las tensiones políticas de la época. El primero es un judío burgués de una familia de altos valores morales, mientras que el segundo, un aristócrata alemán que oculta a su amigo, avergonzado, el profundo odio racial que cultiva su familia. Sus afinidades alimentan una hermosa amistad que se ve afectada por el contexto que ambos viven. “Harry Potter” La genial novela fantástica de J.K. Rowling aborda temas actuales y reales en un mundo imaginario poblado por magos, hechiceros y seres fantásticos. El hilo principal que mueve la serie de novelas es la amistad entre Harry, Ron y Hermione, tres jóvenes magos que crecerán y aprenderán nuevas cosas, enfrentándose juntos a obstáculos colosales. “Sherlock Holmes” El famoso detective, nacido de la pluma del brillante Arthur Conan Doyle, no podría llegar a la solución de sus enigmas sin el apoyo del doctor Watson. Contrito e inadaptado, sigue siendo él mismo, pero Watson consigue humanizarlo: el doctor ve a través de su armadura y decide permanecer a su lado, incluso cuando Sherlock muestra su peor lado. Una amistad sincera, casi nunca mencionada, una nota de ternura en el rudo mundo del detective más famoso del mundo. La amistad en mis novelas Yo, como escritor, no he sido menos, ya que en todas mis novelas, el tema de la amistad está presente y es un importante elemento que afecta a los personajes y a la trama. En “La boca del Diablo“, entre otras, se presenta una amistad inicial entre Juan Lobo y Fray Bernardo. Dicha relación va creciendo de manera gradual, y también se crea un vínculo del estilo discípulo y alumno. Mientras que, en “El trono de barro“, por poner otro ejemplo, la amistad juega un papel muy significativo. El personaje Francisco de Sandoval logra mantenerse como miembro de la Corte durante muchos años gracias al incondicional apoyo de varios de sus amigos. Una vez en el poder, él promete recompensarlos generosamente como forma de agradecimiento. La amistad no se queda solo dentro de los libros, sino que tiene un fuerte impacto en la misma vida de los escritores que, a menudo, encuentran en el apoyo de sus amigos un elemento indispensable para la creación de sus obras. La amistad a la hora de escribir En mi experiencia personal, fue gracias a un amigo el motivo por el cual comencé