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¿Tiene mala fama la novela histórica?

Hace unos días, Javier Tazón escribió un artículo en el que revisaba los que según él son los vicios de la novela histórica. Contestando a ese artículo, Sebastián Roa escribió un segundo enumerando lo que según él son los aciertos de la novela histórica. Habiendo leído ambos, planteé en mi muro de Facebook una pregunta a los que me visitan allí: ¿con cuál de las dos opiniones estás más de acuerdo?

Yo no había querido poner mi propia opinión, más allá de un “no estoy de acuerdo con lo que propone Javier Tazón”, para no condicionar a nadie. Me interesa más en este tipo de cosas conocer la opinión de los que nos leen que la mía, que al fin y al cabo ya sé cuál es. Pero creo que se impone explicar el por qué no estoy de acuerdo con Javier Tazón.

Vaya por delante que no lo conozco. He oído hablar de él un par de veces, pero ni hemos coincidido, ni lo he leído, ni me lo han presentado, ni siquiera, creo, hemos llegado a comentar juntos en un post de Facebook. No dudo, por tanto, de su calidad como escritor, ni como profesor. Seguramente sea hasta buena persona. Pero aun con todo eso no estoy de acuerdo con su artículo. ¿Por qué?

1)      Ya la primera frase “La novela histórica tiene una bien merecida mala fama” me parece una falacia. La novela histórica NO tiene mala fama. Sus seguidores son legión; en España es uno de los géneros más leídos y por primera vez en mucho tiempo, los autores españoles empiezan a ser considerados al mismo nivel que los extranjeros. ¿Dónde está entonces la mala fama? Cierto es que se la menosprecia en los círculos más exquisitos, aquellos en los que se asegura que la novela de género está uno, o varios, escalones por debajo de la narrativa. Pero eso es algo general que sufren todos los demás géneros. Así que no, la novela histórica no tiene mala fama, y no hay nada en el artículo que indique por qué esa aseveración.

2)      Menciona que “en un elevadísimo porcentaje, las obras que se publican son más dignas de kiosco que de librería”. No discuto que muchos de los libros que se publican no estén a la altura. Es un mal inherente a la edición de un libro. El editor es una persona y tiene una opinión personal sobre lo que quiere o no quiere publicar. A veces, está atado por lo que puede publicar. Pero de ahí a decir esa frase me parece, ciertamente, un atrevimiento. Incluso una falta de respeto hacia el trabajo de los demás, a los que rebaja en su categoría de escritor. Soy de los que piensan que si te dedicas a escribir ya eres escritor. Distinto es que seas escritor publicado; escritor profesional; escritor de éxito; o escritor superventas.

3)      Trata a la novela histórica de “subgénero”. Mal. La novela histórica es un género literario en sí mismo, que, a su vez, ahora sí, contiene varios subgéneros: ficción histórica, thriller histórico…

4)      “El autor sabe que, si hace las cosas bien, si se esfuerza y crea un producto artístico de calidad, no va a ganar ni un euro más, puede, incluso, que nadie quiera publicarle la obra.” Esta nueva aseveración tampoco me parece acertada. Volvemos a caer en la mal extendida opinión de que los editores no quieren publicar buenas novelas. No, señores, no. Si las cosas se han hecho bien, y con eso quiere decirse que se ha creado una buena historia, buenos personajes, el argumento es sólido, se tiene un buen conflicto, el clímax está bien trabajado y la novela se ha escrito con corrección, con toda seguridad será publicada. Tal vez no en Planeta, ni en Random House. Puede que ni siquiera en uno de sus sellos; pero hay suficientes editoriales en España como para encontrar una editorial decente que publique una “buena” novela. Los editores no rechazan las buenas obras porque sí. Distinto es que hayamos escrito una buena obra pero que no tenga mercado (ahora mismo, por ejemplo, todo el tema templario está más que muerto y enterrado. Nadie compra a día de hoy una novela de templarios porque se saturó el mercado hace unos años). Y otro asunto es, desde luego, que creamos haber creado una buena obra y que, sin embargo, no dé la talla. Pero eso no es problema de los editores, más bien es una cuestión de falta de perspectiva.

5)      Decir que “a mayor calidad menos ventas, y a menor calidad mayor venta” es otra falacia. Suena al más que manido discurso de “yo no vendo porque soy bueno y los lectores no me comprenden”. De nuevo, me parece una falta de respeto hacia los autores que sí venden y que son MUY buenos. Y de paso, también hacia todos los lectores que los leen, que deben ser bastante tontos para no darse cuenta de que están leyendo malos libros.

6)      Dice también, y se queda tan tranquilo, que hay escritores considerados “top-plus” a los que la crítica ensalza y las instituciones veneran a pesar de que “en realidad son pésimos”. Pero, son pésimos, ¿según quién? Según la crítica y las instituciones son excelentes. Son pésimos según Javier Tazón, el autor del artículo. Hace mucho tiempo que me dan escalofríos las verdades absolutas. Uno puedo tener su opinión, por supuesto. Y decir que tal o cuál escritor no es de su agrado. A mí, por ejemplo, no me termina de gustar Pérez-Reverte (y sí, sé que para muchos esto será un anatema). Pero es una opinión personal. Jamás se me ocurriría decir que Pérez-Reverte (por seguir con el mismo ejemplo) es un autor pésimo, porque no soy quien para juzgar su calidad literaria, solo para opinar sobre si me gustan o no sus libros. Un autor pésimo es aquel que no crea buenas tramas, que no maneja bien la gramática, que sus personajes son planos, o repetitivos, o… ¿De verdad se puede decir que esos autores ensalzados por la crítica y las instituciones son “pésimos”? Me parece más que aventurado.

Por estos, y por algunos motivos más, creo que Javier Tazón se equivoca en su artículo. No entro a comentar los “vicios” que según él asolan al panorama novelístico-histórico. Me parece que podrían haber sido un buen artículo sobre “qué cosas evitar” si escribes novela histórica. Pero denigrar todo un género y a los que se esfuerzan día a día por trabajarlo (desde editores a escritores y todo el enjambre de gente que hay en medio) me parece un grave error.

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Sobre mí

Teo Palacios

Hace 10 años yo era como tú, un autor más con una novela bajo el brazo que nadie quería publicar. Hoy tengo cinco novelas publicadas por editoriales internacionales en ocho países, tengo firmados los contratos de dos novelas que aún no he escrito y ¡vivo de la literatura!

Teo Palacios

Escritor y creador del Método Pen

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