Lo cierto es que, para mí, no hay nada como la planificación de plazos concretos para motivarme a alcanzar mis objetivos en la creación de un libro.
Estoy seguro de que esto le pasa a casi todo el mundo. Escribir sin una meta en mente lo hace más difícil. De la misma manera, si definimos unos objetivos sin determinar una fecha límite, quizás nunca terminemos nuestro trabajo.
A lo largo de tu carrera como escritor será fundamental concretar objetivos y plazos. Solo de esta manera sabrás hacia qué dirección vas y en cuánto tiempo tienes pensado lograr tus planes literarios. Recuerda que definir plazos y objetivos no solamente te proporcionará claridad, sino que te animará a seguir adelante con tu labor en la escritura en todos esos momentos en los que la constancia falla. Y sí, puede fallar, más de lo que nos gustaría admitir.
Por ello, para terminar de escribir un libro, será indispensable que definas estos elementos en cada aspecto a lo largo de la creación de tu novela.
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ToggleEncuentra una idea sin darle demasiadas vueltas
En el artículo anterior, te comentaba como la elección de una idea es el primer paso a dar para darle vida a una novela, y justamente al ser un elemento vital en la creación de tu historia, no puede no tener un plazo.
Aunque es cierto que las ideas se van desarrollando en tu inconsciente a lo largo de años, cuando llegue el momento de decidir qué idea utilizar para tu próxima novela, no pierdas demasiado tiempo en ello. De hecho, yo diría que deberías dedicarle máximo unos pocos días.
Escoge un tema que te guste, sin darle demasiadas vueltas, porque si te pones a pensar mucho en ello, podrías quedarte bloqueado en este primer paso prácticamente para siempre.
La investigación no es un proceso infinito del libro
Como puede que ya sepas, cada vez que empiezo una nueva novela dedico una parte de mi tiempo a investigar toda la información necesaria para su escritura. Esto es un paso que se aplica a todos los géneros literarios, pero especialmente en la novela histórica.
La información que vas a encontrar sobre el fondo de tu historia, como su ubicación, personajes y época, puede ser infinita. Por ello, te aconsejo que, también en este caso, establezcas un límite de tiempo para dejar este paso y poder, finalmente, entrar en el modo escritura. Ten en cuenta que el tiempo de documentación es relativo para cada uno y para cada historia, pero te llevará probablemente unos meses.
Empieza por plantearte cuáles son las preguntas que quieres responder, mantente informado sobre las fuentes de información que utilizas y asegúrate de que sean verídicas, visita tanto sitios por internet como bibliotecas físicas y digitales. También deberías buscar todos aquellos lugares que te gustaría describir e incluir en tu libro. Además, si tienes tiempo y te es posible, lo óptimo sería regalarte un viaje para investigar tú mismo esos sitios.
Si tras todo esto aún sientes que te falta información, mi consejo es que busques un experto en aquel ámbito que estás investigando. Déjate ayudar por aquellos que han estudiado y se han formado en un determinado tema por años, ya que a menudo son ellos los que tienen la información más difícil de encontrar. Si llegas a contactar con alguien, ¡no te olvides incluirlo en los agradecimientos de tu obra cuando hayas terminado de escribir tu libro!
Escribir todos los días con una meta alcanzable
Escribir es indispensable si lo que quieres es darle vida a una novela. Habrá días que tus palabras fluyen fácilmente, y otros en los que te parecerá que no tienes nada que decir. No importa. Más allá de cómo tu creatividad se sienta, ponte una meta diaria y nunca falles en mantenerla.
Puedes decidir, plantearte un número de palabras, que pueden ser quinientas como dos mil. Si no te gusta la idea, puedes definir el número de páginas que te gustaría escribir: media página al día, dos páginas… La meta la decides tú. Por otro lado, si prefieres definir un tiempo diario de escritura, también con eso vale; podrías plantearte escribir media hora cada día a un horario determinado, o incluso más.
Lo importante es que cumplas con tus propios plazos y objetivos para que te sientas estimulado durante el camino que lleva a la creación de un libro. Recuerda, además, revisar cada día este plazo y ajustarlo a tus necesidades si ves que no encaja con tu vida. Tu escritura diaria tiene que volverse parte de tu día a día y, para ello, tienes que ponértelo fácil y disfrutar de este momento contigo mismo.
Construye tu brújula literaria con un esquema
Cuando ya tengas una idea, una rutina de escritura bien establecida y hayas definido cuánto tiempo le vas a dedicar a investigar y documentarte sobre el tema de tu novela, tendrás que decidir si quieres hacer un esquema general sobre tu historia o no.
Puede que la idea de definir un esquema de tu historia no te guste mucho, o sí, pero, en ambos caso, he de advertirte que tener un posible itinerario desarrollado te lo va a poner todo mucho más fácil, sobre todo cuando te encuentres en un momento de dificultad. De hecho, un esboce de tu historia evitará que te bloquees a lo largo del camino, o peor: que te pierdas.
Si tienes miedo a que este paso cierre tu creatividad, no tienes por qué preocuparte: el esquema es algo flexible que puede ir cambiando. Es simplemente una especie de brújula del escritor, no un mapa con una ruta definida, que te permitirá reencontrar tu Norte, siempre y cuando lo necesites.
Se trata de un paso sencillo que no debería tomarte mucho tiempo, entre quince y treinta minutos, ya que, como sabes, en cualquier momento podrás ir definiendo los detalles a lo largo del camino.
Define el plazo del primer borrador de tu libro
Llegado a este punto, finalmente podrás avanzar en la escritura de tu libro con unos plazos y objetivos a seguir bien definidos que te motivarán a avanzar de una forma homogénea y constante.
Lo único que te falta es fijar una fecha límite para el gran final: el plazo de tu primer borrador. Teniendo en mente el objetivo diario de escritura que te has propuesto anteriormente, podrás calcular, más o menos, de manera objetiva, en cuánto tiempo podrías tener listo el primer borrador de tu novela.
Determina una fecha de entrega para ti, y si mientras avanzas te das cuenta de que has sido poco realista, sé flexible contigo mismo. ¡Estás aprendiendo a conocerte a ti mismo y a tus tiempos como escritor!
Excelente informacion hace tiempo he contemplado la idea de escribir pero no tengo ni idea de como empezar,pero al momento no puedo pagar ningún curso espero mas adelante lograrlo nunca es tarde