A NUESTRO TALLER LITERARIO
Esta mañana hemos ido otra vez a clase
Y allí se encontraba esperándonos Teo, nuestro profesor…
Todos muy educados hemos entrado,
y a nuestro profe hemos saludado
“Buenos días”, “Buenos días”, nos ha contestado.
Después de los saludos comienza por fin la clase
y con su oratoria nos deja otra vez embobados.
Porque esto de escribir, señores, parecía ser más fácil hasta que hemos empezado,
pero ahora que ya es tarde, descubro que no es así.
El primer día, con la presentación, nos habló del Narrador Omnisciente,
y todos nos miramos pensando “¿eso qué es?”
Después de una cuantas clases, también del Equisciente y el Deficiente,
pero tuvo que repetirlo para que nos enteremos bien.
Empezamos a coger apuntes a toda prisa,
sin perder siquiera una palabra.
que como perdamos una, ya no podemos seguir…
Y se escucha a cada momento:
¡Por favor, Teo!¿Puedes repetir?
Y Teo, con toda la paciencia del mundo, empieza de nuevo a hablar
pero ese no es el problema,
¡es que ahora no parará!
Y otra vez escribo lo mismo, qué barbaridad.
Nos habla de la Novela con verdadera pasión,
nos habla de sus personajes, del argumento y del narrador
y ahora resulta que hay tres o cuatro,
y yo que pensaba antes que sólo había dos.
Entonces, el que escribe y el que lee, ¿quienes son?
Qué mareo… qué follón.
La verdad es que con él mucho aprendemos,
y nos tiene entretenidos.
Lo peor es cuando nos dice:
“vamos a ver los deberes que hemos hecho en los últimos días, chicos”.
Entonces viene lo difícil, pues nadie lo quiere hacer,
y eso que realmente nos gusta,
pero quién se atreve a leer ahora ni siquiera un cuento,
si ahora hay que hacerlo con estudios y con talento.
Lo malo es cuando leemos, y él se empieza a sonreír,
pues otra vez no lo hemos entendido,
y el pobre ya no sabe cómo hacerlo para poderlo conseguir.
Nos explica que el escritor se convierte en autor cuando comienza la novela
y que el narrador es el que nos la cuenta,
y que no debe faltar la historia, el argumento, el conflicto, los personajes y el obstáculo.
Que antes de empezar hay que hacer la estructura y planificar,
por su puesto, manteniendo el clímax hasta el final…
¿Quién quiere leer hoy?, nos pregunta muy contento,
y ya nadie se atreve a contestar.
qué miedo de repente nos ha entrado,
con lo que nos gustaba escribir y hablar…
¡Ay, Teo, hijo!, qué lío nos has “montado” peguntándonos si en la novela el conflicto es fácil de distinguir,
¡Si el conflicto ahora es el nuestro por ponernos a escribir!
Pero ahora fuera de bromas,
y ya hablando muy formal.
en este pedazo de curso,
se aprende cantidad.
Así que animo al que le gusta la escritura y la lectura,
a que, rápido y sin pensar,
se apunte a éste taller literario,
que acaba de nacer;
verá como con Teo, aprende muuuuuuuuuucho,
y se lo pasará muy bien.
Rosa María Martos Guillén.
¡Buenísimo!Felicidades a Rosa María!
Qué bonito detalle!
Estarás encantado ¿no?
Saludos.
Jope, pues tienes que estar que te sales de los zapatos, desde luego.
Un dellazo.
Saludos.
Tremendamente divertido. 😉 ¡De seguro pasó el curso con sobresaliente!
Y yo que pensaba que a los profesores se les rayaba el coche a la puerta del insti.
Se ve que tú estás hecho de otra pasta. Ánimo con tu taller.
Teo, ¡qué gustazo! Enseñar lo que te apasiona es una de las cosas más hermosas que puede haber en la vida. Y más cuando los alumnos responden así. Me encantaría asistir a alguna clase, en serio. Seguro que aprendería algo necesario, sobre todo cuando una escribe “de oído”.
Un abrazo y felicidades. El éxito de este curso te puede abrir muchas puertas… En pocos años, tendrás un buen caché y se te van a rifar, ya lo verás.