Muerte y cenizas – El proyecto Hace justo dos años y medio, estaba trabajando en una novela que se enmarca durante la guerra de la independencia, finales del S. XVIII y principios del S. XIX. Es una historia que me tiene enganchado desde que la descubrí, y en el que la protagonista es una mujer… Pero entonces, recibí una llamada de mi editora. Me decía quería que escribiera una novela al más puro estilo Sherlock Holmes… Pero ambientada en la Hispalis romana de la época de Trajano. Así nació Muerte y cenizas. De entrada, le tuve que decir que no sabía si sería capaz de hacer algo así. Las novelas de romanos tienen una legión de seguidores (que se lo digan a Posteguillo…) ,mucha gente conoce todo lo que se puede conocer de Roma desde la República al Imperio y su paulatino declive. Gente que es capaz de reconocer una época concreta simplemente viendo el tipo de armaduras que viste un soldado. Y yo, he de reconocerlo, soy un completo ignorante de todo el mundo romano. Pero la propuesta estaba lanzada, y le pedí unos días para pensarlo y decidir. Llamé a mi agente, Deborah Albardonedo y le comenté la conversación. La idea le gustó, y me aconsejo que lo pensara y la llamara cuando hubiera decidido algo.   Muerte y cenizas – El desarrollo Recibí aquella llamada de mi editora un miércoles por la mañana. Y no sé muy bien cómo se desarrolló todo… Pero lo cierto es que al día siguiente llamé de nuevo a mi agente y ya pude contarle toda la trama de la novela. Fue una de esas cosas que no están y de repente aparecen. Ni siquiera hubo que darles muchas vueltas: Un investigador que debía ser abogado, unos incendios que están destrozando la ciudad, una muerte extraña que hay que aclarar y unas prostitutas que están siendo asesinadas. Todas esas premisas surgieron en el plazo de solo cuatro o cinco horas, y su desarrollo fue extrañamente fácil. Sentí como si todo eso ya estuviera dentro y solo necesitara abrir una puerta para que saliera a relucir. A Deborah le encantó la idea y le vio todo el potencial. De modo que abandoné la novela en la que trabajaba (y que algún día retomaré) y me volqué en esta nueva historia. No todo fue así de fácil, por supuesto: vendría la labor de documentación, la búsqueda de elementos de la legislación romana para ambientar la historia y hacerla creíble, la creación del protagonista y su familia, las reuniones con una profesora de derecho romano, los muchos libros leídos… Pero hoy, Muerte y cenizas es ya una realidad. Te invito a que conozcas mejor mi nueva novela, que se aleja de todo lo que he hecho antes, a pesar de ser novela histórica. En Muerte y cenizas, acompañarás a un joven abogado en una investigación en la que nada es lo que parece, donde su vida está en peligro y el Imperio amenazado.   La sinopsis SIGLO I D. C. CONJURA EN HISPALIS EN TIEMPOS DE NERÓN Una oleada de incendios asola Hispalis. Las prostitutas son perseguidas y asesinadas en las calles. Y, cuando el cadáver del patricio Fabio Justo aparece de forma inexplicable entre los escombros de una de las insulae quemadas, la clase noble pedirá justicia e intentará detener el desastre. El joven abogado Gayo Longo Licinio se verá obligado, para su sorpresa, a resolver el misterio bajo la presión de los nobles, hostigados por las revueltas de la plebe. Mientras lidia, también, con los problemas que le causan tanto su bella esposa como su exigente padre, Gayo se irá adentrando rápidamente en un asunto que, cada vez, resulta más peligroso. Por ello comprará un nuevo esclavo: el famoso Léntulo, un gladiador picto, cuya misión será proteger a su amo. Pero las fuertes manos de Léntulo tal vez no sean suficiente para mantener a salvo a Gayo de una conjura que no sólo parece amenazar su vida, sino también la estabilidad de todo el Imperio.   El protagonista Muerte y cenizas narra la investigación que lleva a cabo Gayo Longo Licinio, un joven abogado hispalense, larguirucho, delgado y con una voz un tanto aguda. Es un hombre joven que demuestra una sagacidad sorprendente. Lo conocemos en pleno juicio en el que un hombre acusa a otro de haberle robado una piara de cerdos. Su exposición es tan sorprendente, que llama la atención de Ulpio Trajano (el padre del que más tarde será emperador). En Hispalis la situación es dramática después de que hayan ardido varios edificios en las últimas semanas. Se está preparando una revuelta, pero las autoridades no hacen nada hasta que Ulpio les presiona para que se descubra lo que ha llevado al joven Fabio Justo a una muerte extraña. Y el elegido para investigar lo ocurrido será Gayo. El abogado es un hombre apasionado, con una bella esposa que lo vuelve loco (en más de un sentido…) y un padre con el que no mantiene muy buena relación. No desea grandes honores. Simplemente quiere dedicarse a las cosas que le gustan: el oficio de abogado, obtener buenos ingresos de sus minas en Corduba y dedicarse a la cría de caballos. Pero todo eso quedará en un segundo plano cuando Ulpio le encargue que descubra qué ocurrió en la muerte de Fabio Justo y la vida de Gayo pase a estar amenazada debido a esa investigación.   La Hispalis romana La fisonomía de Hispalis era muy diferente a la actual. El litoral se encontraba muy cerca, en la actual Coria del Río, y su puerto era tan enorme que corría desde la zona de la actual catedral hacia el norte por la conocida y céntrica calle Sierpes. Tenía tantos muelles que algunos años antes de los acontecimientos narrados en esta novela toda la flota imperial atracó en ellos. Prácticamente nada queda en pie de aquella época, excepto algunos tramos del acueducto que llegaba desde Alcalá de Guadaira y poco más.