Allá por el mes de Junio, me enteré de que estaba previsto que en Septiembre se estrenara una película histórica: LA CONJURA DEL ESCORIAL. Fui a verla hace un par de días. La película en sí misma es bastante mala, sobre todo a nivel técnico. Hay un par de buenas actuaciones (J. Ormond ó J. Puigcorbè) y el vestuario, como casi siempre en las películas de época españolas, es maravilloso. Pero aunque la trama es históricamente correcta, lo cierto es que el doblaje es pésimo en casi todos los personajes (se trata de una co-producción), las escasas coreografías de lucha resultan penosas y un largo etc de detalles que hacen que la película no sea recomendable. Esto en sí mismo suele ser aplicado a gran parte del cine español de corte histórico, aunque hay excepciones maravillosas, como ALATRISTE. Vamos, es un poco “más de lo mismo”, algo esperado. Y sin embargo, yo quería, deseaba, ¡llevaba meses esperando que se estrenara la película! El motivo es simple: los sucesos narrados en la peli son inmediatamente anteriores a lo que narro en la novela en la que estoy trabajando. Puedo decir que el proyecto de la novela es anterior a mi conocimiento sobre la película. En realidad, nació a finales del mes de Marzo, durante un viaje a Lerma. Allí terminé mi segunda novela, HIJOS DE HERACLES, y nació este proyecto, en el que cuento la vida del Duque de Lerma. Este es uno de los personajes más importantes de la historia de España, logró firmar la paz con Inglaterra y los rebeldes de los Países Bajos. Pero a la vez, se enriqueció enormemente en un país que estaba en la ruina. No sólo él, también aquellos que lo apoyaban. Mientras tanto, un rey indolente se desentendía de los asuntos del gobierno. Y, por su parte, la reina intentaba reconducir la situación de acuerdo a lo que entendía que era lo correcto. Todo esto crea un ambiente de intrigas políticas, asesinatos y venganzas. Y en ese contexto es en el que se mueve la novela, que puedo decir es histórica al 98%. De hecho, ahora mismo, cuando llevo 180 páginas escritas, algo más de 1/3 de la historia y algo menos de la mitad, llevo utilizados un total de 33 títulos como bibliografía. Algunos sólo los he utilizado para encontrar un dato que se me escapaba. Otros cuatro, sin embargo, forman la espina dorsal de la historia. Si sumamos las páginas de esos 4 títulos, sin contar el resto, suman más de 1500 páginas. Es agotador, pero la satisfacción es tremenda. ¿Y qué tiene que ver todo esto con la película? Pues que puedo imaginar ahora lo que siente un autor de quien llevan al cine una novela. Algunos de los personajes de la peli aparecen, aunque sean fugazmente por la diferencia temporal, en la novela, y verlos plasmados en la pantalla fue una sensación extraña, gratificante y emocionante. A partes iguales. Os dejo aquí las palabras de introducción a la novela, por si queréis darle un vistazo: Paréceme que mis días han pasado tan fugaces como las hojas que caen durante el otoño. Mas, si hago memoria, los sucesos se agolpan en mi mente mostrando ante mis ojos una vida abundante en honores, aunque colmada de sinsabores y desazones, pues sobre mis hombros descansó durante veinte años, al igual que si fuera un nuevo Atlas, el devenir del mayor reino cristiano que el mundo ha de conocer. Muchas son las acusaciones que pesan contra mi persona en esta época triste, donde el caos parece haber dominado a los hombres, y los nuevos gobernantes del reino se lanzan a batallas perdidas y a la búsqueda de culpables de hechos que en poco o nada conocen, todas ellas falsas y guiadas por enemigos falaces que durante años persiguieron mi caída. Por ello, heme aquí, cuando los días con los que el Cielo quiso recompensarme han de estar, forzosamente, a punto de concluir, con pluma presta y sentidos aguzados, dispuesto a escribir mis memorias desde la casa de Valladolid en la que fijé mi residencia tras ser expulsado de la Corte. Pues esa fue la recompensa que yo, Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, I Duque de Lerma y Cardenal de San Sixto, el más voluntarioso y trabajador de los servidores del muy cristiano rey Felipe III, recibí tras años de velar por la figura de mi señor. Quiera Dios que a lo largo de estas letras pueda mostrar a aquél que las lea que en el desempeño de mis muchos oficios fui siempre honesto y voluntarioso. Que nadie se asuste, que la novela no está escrita en ese lenguaje. Sólo lo utilizo en un par de capítulos. Por cierto, que el título de la novela es PECADO CAPITAL.
El Secreto del Éxito
Gracias a aquellos amigos que conocí en el encuentro de literatura, pude tomar un contacto mucho más intenso, y sobre todo realista, de lo que era el mundo literario. Yo pensaba que con mi flamante primera novela debajo del brazo podía ir a cualquier lado, que antes o después encontraría quien me publicara, soñaba incluso con ganar el minotauro!!! Iluso de mí… Gracias a estos contactos y a otros que fui haciendo casi de inmediato, y también a ponerme a leer como loco todo lo que caía en mis manos que tuviera algo que ver con los autores noveles, me di cuenta de lo muy equivocado que estaba. No son pocos los que han escrito 3, 4 8 novelas y no han visto publicada ninguna de ellas. Y es que no basta con escribir bien. Porque entendemos que las novelas escritas son buenas, esto es: tratan temas interesantes, están escritas sin demasiados errores, con una prosa cuidada etc, etc… todo eso ya lo damos por hecho. Entonces, ¿qué hacía falta para ver mi primera novela en papel? La respuesta a esta pregunta me llegaría durante la HISPACON 2007 que se celebró en Sevilla. Este es otro evento que también dará para muchas entradas en el blog, pero hoy voy a tocar un tema en concreto. El último día, asistí a la HISPACON con 38 de fiebre. Pero mereció la pena. Tuve el placer de conocer a un editor, Pedro (obviaré la editorial…). Estuve charlando con él durante unas 2 horas. Y entonces, le pregunté por algo que me rondaba desde hacía un tiempo: la posibilidad de buscar agente literario. Su respuesta fue fulminante: es imposible tener éxito como escritor sin contar con un buen agente. Tal como ya he contado, unos días después de esta HISPACON, el primer editor al que le enviaba los 2 primeros capítulos de mi novela me pedía la obra completa porque le había parecido interesante. Se la mandé en seguida, por supuesto. Pero fue entonces cuando me decidí a buscar agente: Si el primer editor que leía dos capítulos pensaba que podría ser interesante… ¿no era eso a caso una señal de que podía ser interesante también para un agente? En la próxima entrada, os contaré cómo fue mi búsqueda, y cómo me encontré, cuando no me lo esperaba, representado por una de las más valoradas de España.
Mis propios comienzos
Y tras la primera entrada, aquellos que no me conozcan, que supongo serán la mayoría se preguntarán: ¿pero este quién es? Algunos opinan que esa pregunta hay que contestarla cuando uno está cerca de su final y tiene todo su camino andado, pero como imagino que no querréis esperar tanto me presentaré como un recién llegado al mundo literario español. Hace más o menos un año y medio que comencé a escribir (esto no es del todo cierto, pero ya os pondré al día de mis verdaderos comienzos en otro momento). Me puse con una novela de corte fantástico a la que he titulado LA PIEDRA DE ALDUR. La finalicé en unos meses, trabajando en ella una media de entre 8 y 10 horas diarias. 350 páginas que cambiaron por completo mi pensamiento, mi entorno y mis aspiraciones. La envié al Premio Minotauro 2007. Quedé en el puesto número 6. ¿Qué por qué lo sé? Porque la novela es buena y sin embargo no estaba entre los 5 finalistas… En el mes de Octubre tuve la oportunidad de asistir a la HISPACON 2007, que se celebró en Sevilla. Allí pude charlar con editores y demás y en una de esas charlas, concerté el envió de la novela a una editorial que acepta manuscritos. Le envié los dos primeros capítulos para que pudiera valorar si le interesaba el estilo y la temática, y me contestó que tardaría unos 2 meses en darme una respuesta. Eso era un lunes. Para mi sorpresa, en sólo 4 días, el jueves de esa misma semana, me escribía solicitándome la novela completa, pues la historia le parecía interesante. Estaba en una nube… ¡mi primera novela, lo primero que escribía en realidad, llamaba la atención del primer editor al que se la mandaba! Debía tratarse de un error, seguro, y sin embargo, no tardé más que unos días, (los justos para repasar un poco el texto), en enviarle el original completo. Era el inicio de una aventura que me llevaría, al cabo de unos meses, a conseguir dar un paso de gigante en mis aspiraciones literarias.
Un Humilde Comienzo
Quiero iniciar este blog hablando del que creo es uno de los mayores genios de la literatura: John Ronald Reuel Tolkien. Su aportación literaria se limita a unos pocos libros, de entre los que el más conocido es, sin duda, El Señor de los Anillos. Este profesor de Oxford nacido en Sudáfrica, cambió por completo el panorama literario de aquellos que más lo necesitan: los jóvenes que se inician en la lectura. Gracias a su obra, desde mediados del S. XX la literatura juvenil cambió definitivamente, convirtiéndose poco a poco pero de forma imparable en un fenómeno de masas. Y sin embargo, también él tuvo un inicio. Alguien tuvo que valorar la primera historia que envió a un editor: El Hobbit. Corría el año 1936. Tolkien había prestado partes de su historia a algunos amigos y alumnos, entre ellos C.S. Lewis y finalmente, en 1936, envió el manuscrito a la editorial Allen & Unwin. Stanley Unwin, presidente de la empresa, opinaba, con toda la razón, que los mejores críticos de una historia para niños eran, precisamente, los niños. De modo que les encargaba a sus hijos la lectura de estas historias y les pedía un informe de las mismas. El Hobbit se lo entregó a Rayner Unwin, (el apellido del chico podría haber sido creado ex profeso por el propio Tolkien) su hijo menor. En 1936, tenía 10 años. Él fue el primer “crítico” del gran Tolkien, y este que os presento aquí el informe que ofreció a su padre: Bilbo Baggins (Bolsón en castellano) es un hobbit que vive en su agujero hobbit y que nunca ha tenido una aventura. Entonces, Gandalf el mago y sus enanos lo persuaden para que los acompañe. Tienen una aventura muy excitante, luchando con trasgos y wargos, y al final llegan a la Montaña Solitaria. Matan a Smaug el dragón, que guardaba la montaña y tras una terrible lucha con los trasgos, consigue volver a casa… ¡rico! El libro, con ayuda de mapas, no necesita ilustraciones. Es bueno, y gustará a todos los niños entre 5 y 9 años. Rayne Unwin. Este fue el primer informe que recibió uno de los libros más leídos del último siglo. Y es que, hasta los grandes comienzan desde abajo.