Hace unos días, cuando hablaba de Montse de Paz, os comentaba que me había pedido un favor que me había emocionado y llenado de orgullo. En aquel momento no podía decir qué era lo que me había pedido, pero ahora ya sí puedo, jejeje. Lo que me pidió Montse fue que le escribiera una reseña de su novela para una revista que se publica en un pueblo de Barcelona. Para muchos será una solemne tontería, pero para mí no lo fue. Por varios motivos. El primero de ello es la gran confianza que demostraba Montse en mí al pedirme semejante cosa. No hay que olvidar que es su primera novela, que todo lo que se diga sobre ella tendrá una importancia enorme para su futuro como escritora. Teniendo eso en cuenta, es un honor enorme que contara conmigo para algo así. Siempre es motivo de orgullo saber que los amigos se acuerdan de uno. Por otro lado, era la primera vez que me pedían algo parecido: que escribiera algo para ser publicado. GUAU! Es que se queda uno sin palabras… Si lo que quiere un escritor es que se le publique, tanto como sea posible, cualquier cosa: artículos, reseñas, opinión, novela, relatos… lo que sea, pero que se le publique. Y, de repente, me encontraba con que me pedían, a mí, que no me conoce ni cristo (lo pongo en minúscula para no ofender a nadie), que escribiera algo para una revista… ALUCINANTE! No pude evitarlo: dejé todo lo que estaba haciendo en ese momento y cogí el portátil de inmediato. Escribí lo que me salió del corazón, como hay que hacer siempre. La reseña en cuestión salió hace unos días, y por eso puedo, al fin, hablar de ello. Montse me ha mandado un número de Montcada Mírame. Una revista semanal de distribución gratuita que cuenta con una tirada de 5000 ejemplares. Y allí, en las páginas de cultura, aparece mi reseña sobre Estirpe Salvaje. Puesto que la gran mayoría no tendréis acceso a dicha revista, pues os traigo aquí el artículo completo. Como las aguas de un río caudaloso y tranquilo. Así resulta la lectura de ESTIRPE SALVAJE, la ópera prima de Montse de Paz, publicada recientemente por Espasa. Y digo que es como un río tranquilo porque la lectura se hace de forma placentera, disfrutando de cada frase. Pero además, el lector se ve incapaz de dejar el libro a un lado. Cada nueva situación, colocada con acierto por la autora, te obliga a continuar la lectura para conocer qué sucede con los protagonistas de la novela. Tal como lo hace la corriente del río. Unos protagonistas que se convierten de inmediato en parte de la “familia”. El mismo inicio de la novela, en el que unos pequeños se nos presentan jugando inocentemente en el bosque para, momentos más tarde, perder todo lo que tienen en el mundo, nos hace partícipes de su historia desde la primera página. Podría decirse que la crónica de Ruslan e Yvanka es una historia más de pérdidas, de crecimientos, de búsquedas. Pero nos quedaríamos cortos. Muy cortos. Porque su historia va más allá. Es la historia de una superación personal, de cómo en cada alma, en el interior de cada persona, permanece, latente y en silencio, una llama que espera a prender para conducir a su dueño por caminos inesperados, permitiendo que se eleve por encima de las miserias que lo rodean hasta un futuro mejor. ESTIRPE SALVAJE es una exaltación del amor fraternal, el valor y la amistad. Y es también una repulsa de la vanidad, de los placeres sin freno, de la falta de escrúpulos y de moralidad. Montse de Paz nos muestra, a través de las vivencias de Ruslan e Yvanka, que merece la pena luchar para crecer, que nunca debemos darnos por vencidos, sin importar la tragedia que nos golpee en la vida. Curiosamente, lo hace colocando a los personajes de la novela en situaciones incómodas, peligrosas, incluso desagradables. Y sin embargo, al lector le llega, no la situación en sí misma, sino la capacidad de dichos personajes para sobreponerse a ellas. ESTIRPE SALVAJE es una historia que te incrusta a tu sillón de lectura favorito, que te transporta al reino de Slavamir cada vez que abres sus páginas, sin prisa, meciéndote dulcemente mientras navegamos por la corriente del río de la imaginación. Y al timón, Montse de Paz. El artículo aparece firmado por Teo Palacios —escritor—. Me consta que la novela se está vendiendo muy, muy bien, De hecho, mucha gente está intentando conseguir un ejemplar, pero al parecer, la 1ªedición se ha agotado. Al menos, en La Casa del Libro y otras librerías importantes ya anuncian que se han quedado sin existencias. Esto refuerza mi idea sobre la novela, sin duda, una lectura interesante y entretenida, que se puede leer con ligereza, o con profundidad, meditando en temas tan complejos como los niños de la guerra, tal y como dice la propia autora. Nunca le agradeceré lo bastante a Montse que contara conmigo para esto. Es una más de todas las cosas que ha hecho por mí.
Si no fuera por estos ratitos…
El sábado amaneció un mal día, qué le vamos a hacer. La verdad, no creo que cogiera a nadie por sorpresa, ya el día anterior había estado lloviendo. La cuestión es que el sábado no paró, y encima, el aire vino a tomarse unas tapas con la lluvia. El resultado os lo podéis imaginar: La I Feria del Libro del Aljarafe desierta… La verdad es que algo decía que la cosa no iba a salir demasiado bien… Para empezar, los carteles y dípticos en los que se anunciaba la mesa redonda mostraban una información errónea. En algunos de ellos no aparecía ninguno de los que íbamos a presentar la charla, en otros aparecían unos sí y otros no. No sé muy bien por qué pasó pero pasó, y no se trata de buscar culpables ni nada de eso, que al fin y al cabo no se acaba el mundo porque el nombre de uno aparezca o no en un papelito. Pero, oye, las cosas bien hechas, bien hechas están… y esta vez, pues no fue así. De cualquier modo, no deja de ser una anécdota más del día. Llegamos a Tomares a eso de las 14:15, con caravana en la autopista en la que había incluido un accidente múltiple. Afortunadamente no parecía nada grave, el típico choque en cadena por la lluvia. Inmediatamente después llegó el resto de los que participaríamos en la mesa redonda de Literatura Fantástica: Javier Márquez, como siempre muy bien acompañado, y Pepe Carrasco, muy bien acompañado también… por Javi y su acompañante. Dile a “la jefa”, Pepe, que esto no se le perdona tan fácilmente. Que para resarcirse, qué menos que una invitación a un buen “5J”, con su correspondiente regadío. En fin, la idea era ir a comer algo para comenzar a calentar motores y que la mesa propiamente dicha, fuera algo así como la continuación de lo que habíamos estado conversando durante el rato en el que nos acompañaran los cuchillos y tenedores. Lo que ocurre es que no fue tan fácil encontrar esos tenedores… tuvimos que preguntar varias veces hasta encontrar un lugar que, buena pinta tenía, eso sí, con su chimenea encendida, su mesita junto al fuego, las respectivas de cada uno quitándose las botas y acercando pies al fuego para calentarlos… Lástima que el tiro de la chimenea no estuviera todo lo limpio que debería y aquello se convirtiera pronto en la posada “El Poni Pisador”. Y la comida… bueno, no daré demasiados detalles, pero no fue lo satisfactoria que prometía: ni en calidad, ni en precio. Pero lo que sí es verdad, es que el ambiente fue de lo más literario. Fue soltar los abrigos y paraguas, pedir la bebida y algo de picoteo mientras esperábamos los platos y comenzar a ponernos al día de inmediato de cómo van los proyectos de cada uno, de qué planes hay para el futuro, de lo bien que se está vendido Capitán Nadie y su continuación, El Regreso de Capitán Nadie, ambos de Pepe. Javi contaba una conversación de lo más interesante que había tenido días atrás con una editorial que parece quiere apostar muy, muy fuerte por su primera novela que, ya os lo digo, va a ser un bombazo. Tuve la suerte de leerla hace un par de meses y es que uno se la lee del tirón. Y yo… pues a lo mío, comentando cómo me van las cosas con Sandra (que no pueden ir mejor) y poniéndoles los ojos como platos al contarle qué editorial se ha interesado por Hijos de Heracles, que por ahora no voy a anunciar hasta que la cosa esté avanzada, pero con la que ya he empezado a trabajar en determinados aspectos de la novela. Como no puede ser de otro modo, nos tentó la idea de ponernos a criticar a todo el mundillo literario, pero supimos controlar nuestros más bajos instintos y la conversación fue, como siempre que nos juntamos, de lo más entrañable, amistosa, enriquecedora y positiva que podáis imaginaros. Y al cabo del rato, Javi, como siempre Javi, comentó algo que creó que todos pensábamos en ese momento: “¿no os parece increíble estar sentado en una mesa, hablando de literatura y del mundo literario, con otros escritores?”. En ese sentido, he de reconocer que en Sevilla somos privilegiados. No sólo nosotros tres que nos juntamos el sábado, sino algunos otros, como los amigos de Sevilla Escribe (que vinieron a la mesa redonda, como no podía ser de otro modo). El ambiente de fraternidad literaria que se respira por aquí es envidiable. Tan a gusto estábamos junto a aquella chimenea que pensamos en la posibilidad de traernos hasta allí a los asistentes al acto que tendría lugar poco después, por aquello de no perder el ambiente, ni el calor. La idea se nos fue de la mente tan pronto como pedimos la cuenta… para la próxima, nos hemos juramentado para no pedir absolutamente nada que no aparezca en la carta. Nos fuimos buscando un aire más limpio y lo que nos encontramos fue con uno mucho más húmedo y frío. No paraba de llover y cuando llegamos a la Feria del Libro, los Stands estaban cerrados, apenas se veía un alma. Es una auténtica pena, porque el esfuerzo económico y de medios ha sido más que importante, y ver aquel jardín, que debía rebosar de gente mirando unos libros y otros, completamente vacío fue una imagen desoladora. Tuvo, eso sí, un punto positivo, y es que se cambió el lugar previsto para dar la charla. Estaba programado que se llevara a cabo en una carpa, grande y vistosa, pero carpa al fin y al cabo, con sus rendijas en cada esquinita para que el aire, que soplaba y mucho, pudiera campar a sus anchas y cortarnos hasta las ideas. Pero debido al mal tiempo cambiaron el lugar y pudimos estar, muy cómodamente instalados, en una sala interior, con su calefacción, sus micros y todo. La verdad, que con el día
Vacío
Esa es la sensación con la que acabé el sábado a las 4:01 h. de la mañana. Llevaba ante el ordenador unas 10 horas (casi sin descanso), pero no quería dejarlo… Estaba escribiendo las últimas páginas de PECADO CAPITAL. Empecé el proyecto a finales de Marzo, así que han sido 9 meses muy intensos. No sabéis cuánto. Para empezar, la historia, como siempre me pasa, se ha desarrollado por cauces que no eran los previstos cuando la descubrí y algo me empujó a escribirla. Fue durante un viaje a la ciudad de Lerma, dónde conocí a su famoso Duque, el maravilloso palacio que levantó en la villa, la singularidad de su historia, de su ascenso en la Corte española de Felipe III y su posterior caída en desgracia. Pero también conocí allí la historia de otro hombre mítico para la historia de España: el Cura Merino, héroe de la guerra de independencia contra los franceses. Tanto me impactaron los dos personajes y su entorno que decidí escribir sus historias. La idea original era enlazar la historia de ambos en una misma novela, narrando lo que ocurría en una época y otra de la historia mientras que el Duque iba levantando en Lerma edificio tras edificio, gastando una fortuna inmensa en ello mientras que España se encontraba en la más absoluta de las ruinas y el cura emboscaba a los franceses hasta el punto de desesperar a Napoleón. Esa era la idea original. Pero… ¡Ay!, las novelas tienen vida propia… Como tenía que comenzar a documentarme con alguno de los dos personajes, me daba igual cual, hice un rastreo por internet sobre libros que hablaran de uno y otro. Del Duque había más información disponible, así que me decidí a empezar por él. Y el primer libro que compré para iniciar la investigación: El Duque de Lerma, Realeza y Privanza en la España de Felipe III, le dio un vuelco total al planteamiento de la historia. La vida política del Duque, y sus problemas personales y familiares, eran tan profundos, tan intensos, que la idea de centrar su historia en base a las construcciones en Lerma no se sostenía por ninguna parte. Aquellas construcciones eran el efecto, y no la causa, de la importancia del Duque. No podía, por tanto, mezclar su historia con la del Cura Merino. Durante un tiempo intenté casarlas, buscarles vínculos, tenía incluso pensado cómo se presentarían los cambios entre una época y la otra… Pero nada… la novela empujaba por otro lado y ante eso, amigos, hay que rendirse. Y hay que rendirse porque si fuerzas algo hacia dónde no quiere estar, el resultado es antinatural, la historia se resiente, deja de parecer verídica para convertirse en algo artificial y pierde toda la frescura, o la profundidad, que realmente debería tener. Durante los tres o cuatro primeros meses prácticamente no escribí nada. Me dediqué a investigar, a leer, a tomar notas, a conocer a cada uno de los personajes que aparecen en la historia, porque absolutamente todos, menos una honrosa excepción, son personajes históricos, y lo que se cuenta acerca de ellos es cierto, o al menos, todo lo cierto que ha llegado hasta nuestros días. Al final, los títulos de la bibliografía que he consultado para escribir esta historia suman un total de 48. No todos son libros, claro; hay muchos ensayos, artículos, documentos antiguos a los que pude acceder gracias a la maravillosa herramienta de Google Books… y evidentemente no he leído de cabo a rabo esos 48 títulos. Algunos sí, otros sólo los he consultado para buscar determinada información. Pero las horas dedicadas a la investigación de esta novela han sido innumerables, tres, cuatro o cinco veces más de las dedicadas a escribirla. Y claro, como la obra va por dónde ha querido (aunque tenía un esquema de 40 folios que he seguido escrupulosamente con lo que debía ir contando en cada capítulo), el resultado es un tanto… ambiguo, extraño, no sé… Me explico: No se trata, desde luego, de una novela “al uso”. Me refiero a que no tiene una estructura novelesca, con sus descripciones sobre personajes, lugares y demás. Estas cosas existen, claro, a lo largo de la novela (existen de modo incluso fanático, porque me he negado a describir cualquier lugar o físico de persona de la que no tuviera una idea clara). Pero no es una novela del tipo a las que estamos acostumbrados. Sin embargo, no es tampoco una crónica de lo ocurrido, porque los personajes tienen una importancia terrible a lo largo de la novela. De hecho, todo lo que se cuenta es para explicar los motivos de por qué cada personaje actuó de tal o cuál forma. Tiene además, mucho de libro de historia, de divulgación histórica me refiero. Se habla con profundidad de los acontecimientos nacionales e internacionales que se suceden a lo largo de los años. Por ejemplo, la importancia de los problemas económicos está patente en todo el libro. También las relaciones internacionales. Hablo con muchos detalles y profundidad de temas como la Paz de Vervins, la guerra de Saboya, y de otros como la triunfal entrada de la Reina Margarita en Madrid con motivo de su boda. Algunos tal vez crean que aportar tantos datos históricos sea un error, que puede apartar al lector de la obra. No estoy de acuerdo. Creo que, sin todo ese ambiente, sin conocer todos los detalles de lo que ocurría a su alrededor, sería imposible entender las motivaciones de los personajes. Y en esta obra lo importante son, sin duda alguna, los personajes. Os pongo un ejemplo: Francisco de Sandoval y Rojas comenzó su vida en la corte como Marqués de Denia. Pero su casa, aunque tenía una antigüedad mayor o al menos igual que la de Medina-Sidonia, u otras, se encontraba en la ruina. Y llevaba así varios siglos… Sin conocer cuál era la verdadera situación de la familia Sandoval, no podemos entender por qué Francisco se lanzó a degüello, a por todas, arriesgándolo
La Vida Propia de la Novela
Durante el encuentro de literatura fantástica de hace unos días, hubo un tema recurrente: ¿los personajes de una novela pueden llegar a cobrar vida propia o por el contrario deben permanecer bajo el control del autor? Hubo opiniones para todos los gustos: Nerea Riesco, José Carlos Somoza, Javier Márquez, Pepe Carrasco y José Ángel Muriel comentaban que a ellos los personajes sí se les rebelaban en ocasiones del papel que ellos, como autor, les habían asignado, y que eso podía llegar a enriquecer sus novelas . Por su parte, Santiago García-Clairac declaraba que en absoluto permitía que eso le pudiera suceder. Sus personajes existían con un propósito concreto, que él, como autor-arquitecto (Santiago comparó en varias ocasiones la labor del escritor con la del arquitecto por aquello de organizar la trama, los personajes, etc…) les había otorgado y que, como subordinados a él, tendrían que cumplir tal y como estaba marcado. Bueno, pues yo no voy a entrar en si un personaje puede cobrar vida o no. En realidad, voy a ir un poco más allá. Y es que, lo que de verdad está vivo no son los personajes de la novela. No, lo que realmente está vivo es la novela en sí misma. Suele decirse que no es el escritor quien elige la historia, sino la historia quien elige al escritor. No sé yo si eso será verdad, pero lo que sí es verdad es que, normalmente, el escritor no hace con la historia lo que tiene pensado desde el principio. Para nada. Lo normal es que el autor tenga un momento de inspiración, ¡CHAS! ¡ESTO SERÍA UNA HISTORIA GUAPÍSIMA (OTROS DIRÁN COJONUDA) PARA CONTAR! Vale… la historia te atrapa y quieres contarla. Y ahora, te pones ante el ordenador, o el papel o la máquina o las notas y empiezas a darle forma… ¡Y nunca termina con la forma que has pensado darle! Pongo un ejemplo: HIJOS DE HERACLES. HIJOS DE HERACLES es mi segunda novela. Hoy es una novela histórica que cuenta lo ocurrido en Esparta entre los años 735 A.C. y 655 A.C., momento en el que se dio forma a la idiosincrasia espartana y sus habitantes dejaron lo que era una vida rica en cuanto a cultura y economía para cerrarse en sí mismos y convertirse en el mito de hombres y mujeres valerosos y abnegados que ha llegado hasta nuestros días. Pero esa no era la idea original. Al principio, esa novela comencé a concebirla como la continuación de mi primera novela: LA PIEDRA DE ALDUR, una historia de fantasía épica. Vamos, nada que ver una cosa con la otra. Un día, sin embargo, se me encendió la luz, llegó la inspiración, me miraron las musas, o lo que quiera que pasara. Pero de pronto me di cuenta de que la historia que estaba empezando a escribir (la de dos hermanos enfrentados), no tenía nada que ver con la primera y que estaba escribiendo algo con entidad propia, completamente ajeno a lo anterior. Decidí que el pueblo en el que esos hermanos crecieran debía ser duro, especialmente duro , manteniendo a sus habitantes bajo un yugo cruel. Y para eso, comencé a estudiar al pueblo espartano. Un día le mandé los 8 primeros capítulos (de un total previstos de unos 15) a Leonardo Ropero, un buen amigo y gran escritor. Y tanto había estudiado al pueblo espartano, que cuando llevaba leídos 4 capítulos me dijo: “Teo, esto es en realidad una novela histórica fuera de contexto. ¿Por qué no escribes la novela histórica que hay aquí dentro en realidad?”. Bueno, no lo dijo con esas palabras, pero sí con ese sentido. Lo cierto es que yo le había estado dando vueltas a esa posibilidad, había buscado un periodo histórico que pudiera encajar con la historia, pero no lo había encontrado. Sin embargo, tras las palabras de Leo, me animé de nuevo e intenté una nueva búsqueda. Y de repente, ahí estaba. Había un momento en la historia de Esparta en el que varios acontecimientos que yo había imaginado para mi historia de fantasía épica encajaban como un guante. Pero claro, ese periodo histórico aparecía enriquecido con tramas paralelas maravillosas, intrigas y asesinatos. Y lo más importante: los dos hermanos sobre los que yo estaba basando la novela fantástica que escribía, encajaban a la perfección con dos personajes históricos. Además, uno de ellos era motivo de una controversia histórica interesante, lo que me permitía jugar con su vida de forma increíble. Y para colmo, se trataba de un periodo de la historia de Esparta fascinante ¡Y SOBRE EL QUE NO HAY NADA ESCRITO! Es muy anterior a las Termópilas, que se ha erigido como lo único de importancia en la historia espartana. Es, de hecho, un periodo tan oscuro, que cuando me puse en contacto con un especialista en la historia de Esparta para comentar el proyecto y solicitar su ayuda en determinadas cuestiones (a lo que accedió muy amablemente durante varios meses), me dijo textualmente: “me alegro de que alguien, por fin, se atreva a escribir algo sobre la Esparta arcaica, aunque dicho proyecto sea una locura”. Terminé la novela, por supuesto. Durante el pasado mes de Agosto, Sandra, mi agente, la ha leído y valorado. Hace unas semanas me llegó su comentario sobre ella. Pero lo que me comenta ya os lo diré otro día, que esta entrada es para hablar de otro asunto. Algo parecido a todo esto me pasó con Pecado Capital, que es el proyecto en el que trabajo ahora, como algunos ya sabéis. Pero eso os lo cuento también otro día. Así que, volviendo al tema principal… Algunos dicen que sus personajes cobran vida mientras escriben una novela. La verdad, no me sorprende. A mí, me cobran vida las novelas completas: personajes, situaciones, fechas… e incluso historia. A lo mejor soy uno de esos a los que una historia ha elegido para ser contada. ¿Quién sabe?
Encuentros Fantásticos
Hace justo un año, estaba completamente solo. Sí tenía una novela terminada, que además, mandaría en unos meses al Premio Minotauro. De hecho, estaba convencido de que tenía posibilidades de ganarlo. Pero no tenía ni idea de cómo se movía el ambiente editorial, qué pasos eran los más adecuados para un escritor novel, o incluso los más inadecuados… vamos, que estaba perdido. Y hace justo un año, eso, comenzó a cambiar. Fue a raíz del II Encuentro de Literatura Fantástica de Dos Hermanas. Yo no me enteré de que se iba a celebrar hasta una semana antes, entonces decidí que era buena idea y necesario que acudiera. Además, uno de los ponentes era un autor al que deseaba conocer: Javier Negrete. No conocía de él más que el hecho de ser el penúltimo ganador del Minotauro. ¡Tenía que hablar con ese hombre como fuera! Así que allá me presenté, pague mi inscripción (un precio ridículo, creo que fueron 8 o 10€) y me senté a escuchar de qué iba todo aquello. De entrada, me sorprendió ver que había bastante gente; mucho más de una cincuentena. Al final me enteré que la asistencia fue de más de 70 personas. Además, algunos venían de lejos, incluso de Madrid. El primer discurso corrió a cargo de Rafael Marín. Para mí, entonces, un completo desconocido. Se titulaba: NO ES LA RAMITA DE PEREJIL: ES LITERATURA. Y en mi opinión resultó apoteósico. Rafa, a quien ya puedo llamar así, hizo una explicación impresionante de por qué la literatura fantástica no debería considerarse como un simple adorno (de ahí el título, emulando a Arguiñano, supongo), algo menor dentro del panorama de la literatura. A partir de ahí, la jornada resultó terriblemente corta. A continuación, David Mateo hizo un repaso por la historia de la literatura fantástica en España. La verdad es que se curró muchísimo la presentación. Toda una lección de erudición. Tras la presentación de una obra de Alfonso Merelo, con quien he tenido el gustazo de coincidir en alguna otra ocasión, se hizo una pausa para el almuerzo. La sensación de soledad continuaba, claro, porque de los que había allí no conocía a nadie, exceptuando a mi acompañante. Pero una cosa llevó a la otra, Negrete me firmó muy amablemente con dedicatoria incluida Señores del Olimpo (muy recomendable), y… me acerqué tras media hora de dudas a un grupito que se había formado por los pasillos donde se celebraba el aperitivo. Y entonces, se acabó el estar solo. La charla fue terriblemente interesante. Casi nadie conocía al otro y sin embargo, nos unía el gusto por la literatura, y por lo fantástico. Uno de ellos era Joaquín Revuelta (de quien no voy a empezar a hablar porque como empiece no paro… todo para bien, por supuesto). Otros dos se convirtieron en amigos y compañeros en un abrir y cerrar de ojos. El último era todo un personaje, al que lamentablemente he perdido la pista.Nos fuimos a tomar a tomar un café antes de la sesión de la tarde. Ángel, (uno de los recién conocidos) no paraba de enseñarle sus textos a todo el que se le acercaba. Los guié hasta un pub de estilo inglés cercano al centro donde se celebraban las conferencias y cuando llevábamos allí como 20 minutos, aparecieron Rafa Marín, Javi Negrete, Juanmi Aguilera, y alguno más. Se sentaron en la mesa junto a la nuestra, pero ellos a su historia y nosotros a la nuestra. Hasta que alguien les preguntó algo y entonces, Rafa nos miró y nos dijo: acercad la mesa, si estáis tan lejos no podemos hablar. Y allí nos tiramos el resto del descanso hablando con primeros espadas de la literatura fantástica de España como si nos conociéramos de toda la vida. Luego hemos vuelto a coincidir en alguna otra ocasión, y la verdad es que el buen rollo, la amabilidad y la simpatía que destilan todos los encuentros es formidable. Ya digo, como si nos conociéramos desde hacía años. Regresamos al centro para continuar con la jornada, que comenzó con una mesa redonda que dio para tanto que se hizo necesario continuarla unos meses después en otro encuentro del que ya hablaré. Para terminar, Juanmi Aguilera y Javi Negrete nos hablaron durante dos buenas horas de las ucronías y de sus trabajos en ese sentido. Por la noche, algunos se fueron a cenar con estos personajes. Yo no pude… A raíz de ese encuentro, surgió una buena amistad entre varios de los asistentes. Además, conocí la existencia de Sedice, que tanto me ha ayudado personalmente. Pero lo más importante, fue que ese día comencé a descubrir qué había detrás del mundo editorial, como funcionaba y se movía. Y además, hice buenos amigos relacionados con la literatura. Y este año, la historia se repite… Los días 3 y 4 de Octubre se llevará a cabo el III Encuentro de Literatura Fantástica de Dos Hermanas. La cosa para mí ha cambiado tanto, que ahora formo parte del equipo organizador de dichos encuentros. Y el programa para este año es de auténtico lujo. Sólo os voy a decir, que la inauguración corre a cargo de José Carlos Somoza, que además formará parte de una mesa redonda al día siguiente, sábado, junto a Rafa Marín, y dos buenos amigos: Javi Márquez y José Ángel Muriel. Habrá también una conferencia temática sobre el universo del Ejército Negro, de Santiago García-Clairac y pondrá la guinda al fin de semana Nerea Riesco. ¿Es o no es un cartel de Lujo? Pues eso… que si no sabes cómo funciona el mundo literario, si eres un autor novel que busca a otros en su misma situación, si eres seguidor de alguno de los autores que forman parte del programa o simplemente, te gusta la buena literatura, no puedes dejar de asistir el viernes 3 y el sábado 4 de Octubre al III Encuentro de Literatura Fantástica de Dos Hermanas. Además, ¡yo estaré presente!
PECADO CAPITAL
Allá por el mes de Junio, me enteré de que estaba previsto que en Septiembre se estrenara una película histórica: LA CONJURA DEL ESCORIAL. Fui a verla hace un par de días. La película en sí misma es bastante mala, sobre todo a nivel técnico. Hay un par de buenas actuaciones (J. Ormond ó J. Puigcorbè) y el vestuario, como casi siempre en las películas de época españolas, es maravilloso. Pero aunque la trama es históricamente correcta, lo cierto es que el doblaje es pésimo en casi todos los personajes (se trata de una co-producción), las escasas coreografías de lucha resultan penosas y un largo etc de detalles que hacen que la película no sea recomendable. Esto en sí mismo suele ser aplicado a gran parte del cine español de corte histórico, aunque hay excepciones maravillosas, como ALATRISTE. Vamos, es un poco “más de lo mismo”, algo esperado. Y sin embargo, yo quería, deseaba, ¡llevaba meses esperando que se estrenara la película! El motivo es simple: los sucesos narrados en la peli son inmediatamente anteriores a lo que narro en la novela en la que estoy trabajando. Puedo decir que el proyecto de la novela es anterior a mi conocimiento sobre la película. En realidad, nació a finales del mes de Marzo, durante un viaje a Lerma. Allí terminé mi segunda novela, HIJOS DE HERACLES, y nació este proyecto, en el que cuento la vida del Duque de Lerma. Este es uno de los personajes más importantes de la historia de España, logró firmar la paz con Inglaterra y los rebeldes de los Países Bajos. Pero a la vez, se enriqueció enormemente en un país que estaba en la ruina. No sólo él, también aquellos que lo apoyaban. Mientras tanto, un rey indolente se desentendía de los asuntos del gobierno. Y, por su parte, la reina intentaba reconducir la situación de acuerdo a lo que entendía que era lo correcto. Todo esto crea un ambiente de intrigas políticas, asesinatos y venganzas. Y en ese contexto es en el que se mueve la novela, que puedo decir es histórica al 98%. De hecho, ahora mismo, cuando llevo 180 páginas escritas, algo más de 1/3 de la historia y algo menos de la mitad, llevo utilizados un total de 33 títulos como bibliografía. Algunos sólo los he utilizado para encontrar un dato que se me escapaba. Otros cuatro, sin embargo, forman la espina dorsal de la historia. Si sumamos las páginas de esos 4 títulos, sin contar el resto, suman más de 1500 páginas. Es agotador, pero la satisfacción es tremenda. ¿Y qué tiene que ver todo esto con la película? Pues que puedo imaginar ahora lo que siente un autor de quien llevan al cine una novela. Algunos de los personajes de la peli aparecen, aunque sean fugazmente por la diferencia temporal, en la novela, y verlos plasmados en la pantalla fue una sensación extraña, gratificante y emocionante. A partes iguales. Os dejo aquí las palabras de introducción a la novela, por si queréis darle un vistazo: Paréceme que mis días han pasado tan fugaces como las hojas que caen durante el otoño. Mas, si hago memoria, los sucesos se agolpan en mi mente mostrando ante mis ojos una vida abundante en honores, aunque colmada de sinsabores y desazones, pues sobre mis hombros descansó durante veinte años, al igual que si fuera un nuevo Atlas, el devenir del mayor reino cristiano que el mundo ha de conocer. Muchas son las acusaciones que pesan contra mi persona en esta época triste, donde el caos parece haber dominado a los hombres, y los nuevos gobernantes del reino se lanzan a batallas perdidas y a la búsqueda de culpables de hechos que en poco o nada conocen, todas ellas falsas y guiadas por enemigos falaces que durante años persiguieron mi caída. Por ello, heme aquí, cuando los días con los que el Cielo quiso recompensarme han de estar, forzosamente, a punto de concluir, con pluma presta y sentidos aguzados, dispuesto a escribir mis memorias desde la casa de Valladolid en la que fijé mi residencia tras ser expulsado de la Corte. Pues esa fue la recompensa que yo, Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, I Duque de Lerma y Cardenal de San Sixto, el más voluntarioso y trabajador de los servidores del muy cristiano rey Felipe III, recibí tras años de velar por la figura de mi señor. Quiera Dios que a lo largo de estas letras pueda mostrar a aquél que las lea que en el desempeño de mis muchos oficios fui siempre honesto y voluntarioso. Que nadie se asuste, que la novela no está escrita en ese lenguaje. Sólo lo utilizo en un par de capítulos. Por cierto, que el título de la novela es PECADO CAPITAL.
El Secreto del Éxito
Gracias a aquellos amigos que conocí en el encuentro de literatura, pude tomar un contacto mucho más intenso, y sobre todo realista, de lo que era el mundo literario. Yo pensaba que con mi flamante primera novela debajo del brazo podía ir a cualquier lado, que antes o después encontraría quien me publicara, soñaba incluso con ganar el minotauro!!! Iluso de mí… Gracias a estos contactos y a otros que fui haciendo casi de inmediato, y también a ponerme a leer como loco todo lo que caía en mis manos que tuviera algo que ver con los autores noveles, me di cuenta de lo muy equivocado que estaba. No son pocos los que han escrito 3, 4 8 novelas y no han visto publicada ninguna de ellas. Y es que no basta con escribir bien. Porque entendemos que las novelas escritas son buenas, esto es: tratan temas interesantes, están escritas sin demasiados errores, con una prosa cuidada etc, etc… todo eso ya lo damos por hecho. Entonces, ¿qué hacía falta para ver mi primera novela en papel? La respuesta a esta pregunta me llegaría durante la HISPACON 2007 que se celebró en Sevilla. Este es otro evento que también dará para muchas entradas en el blog, pero hoy voy a tocar un tema en concreto. El último día, asistí a la HISPACON con 38 de fiebre. Pero mereció la pena. Tuve el placer de conocer a un editor, Pedro (obviaré la editorial…). Estuve charlando con él durante unas 2 horas. Y entonces, le pregunté por algo que me rondaba desde hacía un tiempo: la posibilidad de buscar agente literario. Su respuesta fue fulminante: es imposible tener éxito como escritor sin contar con un buen agente. Tal como ya he contado, unos días después de esta HISPACON, el primer editor al que le enviaba los 2 primeros capítulos de mi novela me pedía la obra completa porque le había parecido interesante. Se la mandé en seguida, por supuesto. Pero fue entonces cuando me decidí a buscar agente: Si el primer editor que leía dos capítulos pensaba que podría ser interesante… ¿no era eso a caso una señal de que podía ser interesante también para un agente? En la próxima entrada, os contaré cómo fue mi búsqueda, y cómo me encontré, cuando no me lo esperaba, representado por una de las más valoradas de España.
Mis propios comienzos
Y tras la primera entrada, aquellos que no me conozcan, que supongo serán la mayoría se preguntarán: ¿pero este quién es? Algunos opinan que esa pregunta hay que contestarla cuando uno está cerca de su final y tiene todo su camino andado, pero como imagino que no querréis esperar tanto me presentaré como un recién llegado al mundo literario español. Hace más o menos un año y medio que comencé a escribir (esto no es del todo cierto, pero ya os pondré al día de mis verdaderos comienzos en otro momento). Me puse con una novela de corte fantástico a la que he titulado LA PIEDRA DE ALDUR. La finalicé en unos meses, trabajando en ella una media de entre 8 y 10 horas diarias. 350 páginas que cambiaron por completo mi pensamiento, mi entorno y mis aspiraciones. La envié al Premio Minotauro 2007. Quedé en el puesto número 6. ¿Qué por qué lo sé? Porque la novela es buena y sin embargo no estaba entre los 5 finalistas… En el mes de Octubre tuve la oportunidad de asistir a la HISPACON 2007, que se celebró en Sevilla. Allí pude charlar con editores y demás y en una de esas charlas, concerté el envió de la novela a una editorial que acepta manuscritos. Le envié los dos primeros capítulos para que pudiera valorar si le interesaba el estilo y la temática, y me contestó que tardaría unos 2 meses en darme una respuesta. Eso era un lunes. Para mi sorpresa, en sólo 4 días, el jueves de esa misma semana, me escribía solicitándome la novela completa, pues la historia le parecía interesante. Estaba en una nube… ¡mi primera novela, lo primero que escribía en realidad, llamaba la atención del primer editor al que se la mandaba! Debía tratarse de un error, seguro, y sin embargo, no tardé más que unos días, (los justos para repasar un poco el texto), en enviarle el original completo. Era el inicio de una aventura que me llevaría, al cabo de unos meses, a conseguir dar un paso de gigante en mis aspiraciones literarias.
Un Humilde Comienzo
Quiero iniciar este blog hablando del que creo es uno de los mayores genios de la literatura: John Ronald Reuel Tolkien. Su aportación literaria se limita a unos pocos libros, de entre los que el más conocido es, sin duda, El Señor de los Anillos. Este profesor de Oxford nacido en Sudáfrica, cambió por completo el panorama literario de aquellos que más lo necesitan: los jóvenes que se inician en la lectura. Gracias a su obra, desde mediados del S. XX la literatura juvenil cambió definitivamente, convirtiéndose poco a poco pero de forma imparable en un fenómeno de masas. Y sin embargo, también él tuvo un inicio. Alguien tuvo que valorar la primera historia que envió a un editor: El Hobbit. Corría el año 1936. Tolkien había prestado partes de su historia a algunos amigos y alumnos, entre ellos C.S. Lewis y finalmente, en 1936, envió el manuscrito a la editorial Allen & Unwin. Stanley Unwin, presidente de la empresa, opinaba, con toda la razón, que los mejores críticos de una historia para niños eran, precisamente, los niños. De modo que les encargaba a sus hijos la lectura de estas historias y les pedía un informe de las mismas. El Hobbit se lo entregó a Rayner Unwin, (el apellido del chico podría haber sido creado ex profeso por el propio Tolkien) su hijo menor. En 1936, tenía 10 años. Él fue el primer “crítico” del gran Tolkien, y este que os presento aquí el informe que ofreció a su padre: Bilbo Baggins (Bolsón en castellano) es un hobbit que vive en su agujero hobbit y que nunca ha tenido una aventura. Entonces, Gandalf el mago y sus enanos lo persuaden para que los acompañe. Tienen una aventura muy excitante, luchando con trasgos y wargos, y al final llegan a la Montaña Solitaria. Matan a Smaug el dragón, que guardaba la montaña y tras una terrible lucha con los trasgos, consigue volver a casa… ¡rico! El libro, con ayuda de mapas, no necesita ilustraciones. Es bueno, y gustará a todos los niños entre 5 y 9 años. Rayne Unwin. Este fue el primer informe que recibió uno de los libros más leídos del último siglo. Y es que, hasta los grandes comienzan desde abajo.