[et_pb_section fb_built=”1″ admin_label=”section” _builder_version=”3.22″][et_pb_row admin_label=”row” _builder_version=”3.25″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat”][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”3.25″ custom_padding=”|||” custom_padding__hover=”|||”][et_pb_text admin_label=”Text” _builder_version=”3.27.4″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” custom_padding=”||0px|||”] Sé bienvenido una vez más a nuestra guía de autopublicación. Nos encontramos en el cuarto paso, donde vamos a ver cómo conseguir el ISBN para autopublicar nuestra novela. Antes de nada, hagamos memoria de lo que hemos visto hasta el momento: • El primer paso para autopublicar nuestra novela: la corrección del texto. • Cómo buscar ilustradores para autopublicar nuestra novela. • Cómo registrar nuestra novela en la propiedad intelectual. Vamos ahora a conseguir el ISBN. Como recordarás, el registro de nuestro manuscrito no era un paso obligatorio, aunque sí recomendable. En esta ocasión, será imperativo llevar a cabo la gestión del ISBN, aunque en el siguiente apartado podrás ver en qué casos es así. ¿Comenzamos? Preguntas y respuestas para conseguir el ISBN De acuerdo, pero ¿y qué es eso del ISBN? Seguramente hayas escuchado estas siglas en multitud de ocasiones. Y estoy convencido de que las has visto un millón de veces, aunque es posible que hayan pasado desapercibidas. Para esta y otras cuestiones, vamos a intentar dar algunas claves acerca del ISBN. •¿Qué es el IBSN y para qué sirve? ISBN hace referencia a International Standard Book Number. Es un número de trece cifras que identifica a todas las publicaciones que se van a vender en el mercado editorial. ¿Sabes ese número que acompaña a los códigos de barras de los libros? Pues ese es el IBSN. Digamos que es como el DNI de cada libro. De esta manera, será identificado por cualquiera de las librerías con solo pasarlo por su escáner. ¿Todos los libros lo deben tener? No. Si bien es cierto que es obligatorio si deseas vender tu libro en librerías y que esté en el circuito comercial, para ciertas publicaciones no es obligatorio. Algunos ejemplos serían las revistas, los calendarios o publicaciones periódicas. Eso sí, si tienes pensado autopublicar tu novela, pero no venderla, (por ejemplo hacer solo unas copias para regalar a la familia) entonces no tienes necesidad de conseguir un código ISBN. ¿Qué debo solicitar para conseguir el ISBN? Hay que tener en cuenta que, en nuestro caso, al ser autopublicación, deberemos solicitar un ISBN de autor/editor. Según la web de la Agencia del ISBN, que es el estamento que los gestiona en España, este IBSN lo podemos solicitar “sin el concurso de una editorial profesional”. Dicho de otra forma, que si lo que queremos es gestionar nosotros nuestra novela y todo lo que eso conlleva, debemos pedir este tipo de ISBN: el de autor/editor. Y aquí radica uno de los temas más sensibles de la guía; un punto al que todavía no hemos llegado, pero que se mantiene escondido entre los arbustos económicos y burocráticos. Sí, me refiero a los autónomos. Se ha hablado largo y tendido sobre este tema tan espinoso. Hablaremos de ellos cuando llegue su turno, pero en este momento sale a colación porque, si queremos conseguir el ISBN autor/editor, deberemos estar dados de alta en la Agencia Tributaria como editores de libros (epígrafe de edición de libros). Como digo, este tema lo trataremos más adelante, pero recuerda que es algo que deberás pensar seriamente. Ya te contaré mi experiencia con este asunto, porque no es nada sencillo. Si vendieras con Amazon, esto sería de otra forma, ya que ellos emitirían la factura al lector que comprase tu libro. Yo no conozco mucho de Amazon y la venta de libros online, así que no podría facilitarte datos sobre ello. ¿Cuánto cuesta el ISBN? La solicitud para conseguir el ISBN cuesta 45 €. Este precio no ha cambiado desde que yo lo hice, hace ya algunos años. El ISBN dispone de algo llamado ‘datos ricos’, que por 35 € más tienes la posibilidad de añadir a tu libro muchos más metadatos sobre sus características, además de los datos bibliográficos básicos que describen tu libro. Esto incluiría una portada, resumen, índice, e incluso, un fragmento del mismo. A día de hoy sigo manteniendo mi libro en DILVE, que es la plataforma que se encarga de estos datos ricos. Echando un vistazo, pude añadir cosas como la materia con la que está relacionado mi libro, la temática, la fecha de edición, la página web, el público objetivo, los ilustradores que han participado. Hay multitud de datos que puedes añadir para que sea más fácilmente identificable y reseñable llegado el momento. [/et_pb_text][et_pb_image src=”https://teopalacios.com/wp-content/uploads/2020/05/1.png” alt=”Descarga eBook aquí” title_text=”Descarga eBook aquí” url=”@ET-DC@eyJkeW5hbWljIjp0cnVlLCJjb250ZW50IjoicG9zdF9saW5rX3VybF9wYWdlIiwic2V0dGluZ3MiOnsicG9zdF9pZCI6IjIzMDYzIn19@” url_new_window=”on” align=”center” _builder_version=”4.4.8″ _dynamic_attributes=”url”][/et_pb_image][et_pb_text admin_label=”Text” _builder_version=”3.27.4″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat”] ¿Cómo puedo conseguir el ISBN? Muy sencillo. Debes entrar en el formulario de solicitud y realizar el pago correspondiente. Cuando vayas a rellenarlo, recuerda tener a mano una copia de tu DNI y la tarjeta de crédito, en caso de no tener Paypal. Cuando hayas hecho todo esto, te enviarán una confirmación para que accedas a la plataforma ISBN y puedas cumplimentar el formulario de los datos de tu obra. Si todo está en orden, en poco tiempo tendrás tu registro y tu número de IBSN. En el enlace de la solicitud tienes información más completa sobre los procedimientos, por si necesitaras saber más. Te dejo algunos enlaces donde puedes recabar más información del ISBN, tanto de la Agencia del ISBN como de DILVE. – Agencia del ISBN. – DILVE. Tengo mi ISBN, ¿qué hago ahora? Una vez hemos conseguido nuestro ISBN, ¿qué hacemos con él? Pues bien, sabiendo que es el número que acompaña a nuestro código de barras, lo que tendremos que hacer es convertirlo en eso precisamente: un maravilloso código de barras. Si buscas por la red encontrarás multitud de páginas donde, con tu ISBN, generarás un código de barras descargable. O sea, un sencillo archivo de imagen para poder situar en tu libro. ¿Dónde lo situamos? Bien, si eres tú quien va a maquetar el libro, te recomiendo situar el código de barras en la contraportada. Debido a las características de mi libro, yo decidí poner el código en la
Cómo usar tramas secundarias en tu novela. El ejemplo de Dune
[et_pb_section fb_built=”1″ admin_label=”section” _builder_version=”3.22″ global_colors_info=”{}”][et_pb_row admin_label=”row” _builder_version=”3.25″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” global_colors_info=”{}”][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”3.25″ custom_padding=”|||” global_colors_info=”{}” custom_padding__hover=”|||”][et_pb_text admin_label=”Text” _builder_version=”3.27.4″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” global_colors_info=”{}”] Una de las razones por las que un escritor se puede enfrentar al famoso bloqueo es debido a la falta de tramas secundarias en su historia. Podemos tener una brillante idea, con la que desarrollar una historia, pero tarde o temprano acabamos por descubrir que no es suficiente. Para ello debemos enriquecerla, usar tramas secundarias. En este artículo, volveremos a tomar como ejemplo la novela Dune de Frank Herbert. Pues, es un buen ejemplo de cómo usar tramas secundarias. Como dicen las Bene Gesserit: veo planes dentro de otros planes. El arte de usar tramas secundarias En Dune, de Frank Herbert, novela en la que nos hemos basado para analizar cómo crear una historia usando el viaje del héroe y el worldbuilding, nos hallamos frente a varias tramas que se entrecruzan y se afectan las unas a las otras, es decir: Herberte sabe usar tramas secundarias. El uso de las principales tramas secundarias en Dune La primera trama secundaria que nos encontramos se inicia cuando el emperador retira los derechos de la explotación de la especia a la casa Harkonnen y los otorga a la casa Atreides, dos familias enemistadas desde tiempos inmemoriales. Este cambio desembocará en un enfrentamiento entre ambos, manejado en la sombra por el emperador, que pretende eliminar a loa Atreides por el modo en que están ganando reputación en el Landsraad, la agrupación de Casas Nobles, que junto a la Cofradía Espacial y la CHOAM conforman la base del poder en el imperio. Otra trama secundaria es la que llevará a Paul Atreides, hijo del duque Leto, por un largo camino en el que acabará por convertirse en el nuevo emperador. Esta trama confluye con las maquinaciones de las Bene Gesserit para crear el tan idolatrado Kwisatz Haderach, el que puede mirar donde ellas no pueden, y además se unirá con la trama secundaria de los Fremen que, basados en un mito creado por las Bene Gesserit, esperar la llegada del mesías que los liberará de la opresión a la que han sido sometidos, especialmente cruel, bajo el gobierno de los Harkonnen. Una tercera trama secundaria es la que tiene que ver con la especia melange, esa sustancia que permite alargar la vida humana varios cientos de años, además de elevar la consciencia de quién la consume. También permite que los Navegantes, de la Cofradía Espacial, descubran los caminos seguros por los que cruzar el espacio plegado por las máquinas Holtzman. Por lo tanto, la especia es esencial para el buen funcionamiento del imperio, y quien controle su comercio lo controlará todo. ¿Cómo usar subtramas sin perder la cabeza? Existen muchas otras tramas secundarias en Dune. Y tu te preguntarás. ¿Cómo manejar todas estas tramas? Bueno lo recomendable es usar un diagrama, una escaleta, o cualquier otro método que te permita ver de un solo vistazo las diferentes tramas y como interfieren las unas a las otras. Porque eso es lo esencial, si una trama no afecta de forma directa o indirecta en la trama principal ya la puedes desechar, puesto que no será más que relleno. Las tramas secundarias deben afectar a la trama principal, y pueden hacerlo directamente repercutiendo en los acontecimientos de la principal, o de modo indirecto. Es decir, afectan a los personajes de modo que alteran sus reacciones frente a los eventos de las demás tramas. Ejemplos de escaletas y diagramas en Excel, o en diagramas de bloques se pueden hallar fácilmente en la red. Cómo usar las tramas secundarias para hacer frente al bloqueo creativo Hay un tema muy manido entorno a la escritura, que es el famoso bloqueo frente a la página en blanco. Bien, eso se puede evitar con una buena planificación, pero el caso es que ese bloqueo puede presentarse durante la fase de planificación. ¿Qué debo hacer si la trama principal no puedo exprimirla mucho más? Puedes añadir una trama secundaria que afecte directamente al protagonista principal, y que en consecuencia repercuta en el modo en que este se enfrenta a la trama principal. Veamos cómo manejó las tramas Frank Herbert. Paul Atreides está, desde el principio, implicado en las maquinaciones de las Bene Gesserit, exponiendo que quizás él pueda ser el Kwisatz Haderach. En este punto ya tiene un tinte mesiánico que afectará al comportamiento de Paul a medida que desarrolle sus habilidades, como el uso de la Voz para controlar a sus enemigos. Esto le llevará, durante su huida por el desierto, a convertirse en el líder de los Fremen, espoleado por la creencia de que es el mesías que ellos esperan. Como vemos, las tramas secundarias modifican al personaje y lo transforman a cada paso que avanza en su propia trama: vengarse del emperador por la muerte de su padre, el duque Leto. Dune es, sin duda alguna, un ejemplo excepcional de cómo usar tramas secundarias para afectar y alterar la trama principal. Podemos imaginar a Frank Herbert, frente a una pizarra de corcho en la cual va ordenando tarjetas en las que ha escrito la sinopsis de las escenas de las diferentes tramas y ordenándolas para reforzar los momentos en que la trama principal pudiera flaquear. Que, dicho sea de paso, esa es otra de las funciones de las subtramas, otra forma de usar tramas secundarias: reforzar la historia en los momentos de baja tensión en la trama principal. Las subtramas fortalecen la historia, pero… Como he comentado en el párrafo anterior, usar tramas secundarias puede ser un recurso necesario para enriquecer una historia y para vencer el bloqueo en el escritor. No obstante, después de cada buena noticia existe un pero, y en este caso es un PERO muy grande. Las subtramas o tramas secundarias nunca deben eclipsar la trama principal. ¿Y cómo lo hacemos para que eso no ocurra? Es muy fácil, al planificar la historia, cada escena la debemos etiquetar según a qué trama pertenezca. Una
Cómo registrar una novela en la Propiedad Intelectual
[et_pb_section fb_built=”1″ admin_label=”section” _builder_version=”3.22″][et_pb_row admin_label=”row” _builder_version=”3.25″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat”][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”3.25″ custom_padding=”|||” custom_padding__hover=”|||”][et_pb_text admin_label=”Text” _builder_version=”3.27.4″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat”] Bienvenido de nuevo a la guía de autopublicación. Después de dar los dos primeros pasos, enfocados en la corrección de nuestro texto y en la búsqueda de ilustrador, en el tercer paso hablaremos sobre cómo registrar una novela en la propiedad intelectual. Un proceso que, con el paso del tiempo, se ha simplificado mucho. Además, intentaré darte respuestas a algunas de las preguntas más habituales sobre este asunto. Hay que tener en cuenta que estos son aspectos a tener en cuenta en España y que no tienen por qué ser iguales en otros países. Este es el primero de una trilogía de artículos en los que trataremos algunos temas digamos burocráticos; más relacionados con algo de papeleo. Como hemos comentado, el artículo que estamos iniciando será sobre el registro de la propiedad intelectual. En el siguiente conoceremos qué es el ISBN y cómo conseguirlo. Por último, en el tercero, sabremos qué es eso del depósito legal y cómo funciona. Los tres tienen lugar antes de enviar nuestra novela a imprenta. Sin embargo, el relacionado con el depósito legal tendremos que llevarlo a cabo en dos tiempos: una parte la haremos antes de enviar el manuscrito a imprenta; y otra, justo después de tener en nuestras manos el libro impreso y terminado. Pero tranquilo, lo veremos cuando llegue el momento. Así que, sin más preámbulos, comencemos por el principio. Hablemos sobre el registro de la propiedad intelectual. Pero antes, quiero invitarte a leer esta Guía para aprender a escribir una novela , y además entregarte este material descargable para que lo puedas leer cuando quieras. [/et_pb_text][et_pb_image src=”https://teopalacios.com/wp-content/uploads/2020/05/1.png” alt=”Descarga eBook aquí” title_text=”Descarga eBook aquí” url=”@ET-DC@eyJkeW5hbWljIjp0cnVlLCJjb250ZW50IjoicG9zdF9saW5rX3VybF9wYWdlIiwic2V0dGluZ3MiOnsicG9zdF9pZCI6IjIzMDYzIn19@” url_new_window=”on” align=”center” _builder_version=”4.4.8″ _dynamic_attributes=”url”][/et_pb_image][et_pb_text admin_label=”Text” _builder_version=”3.27.4″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat”] PREGUNTAS Y RESPUESTAS: LA PROPIEDAD INTELECTUAL Este es uno de los temas que más dudas puede generar a la hora de terminar nuestro texto y preguntarnos cómo registrar una novela en la propiedad intelectual. Vamos a ver algunas, tratando de arrojar algo de luz sobre ellas. ¿Es obligatorio hacer el registro de mi obra en la propiedad intelectual? No, no es obligatorio. Tu texto va a ser tuyo desde el primer momento, aunque nunca está de más tener una forma de demostrar que es de tu propiedad, en caso de posibles problemas en el futuro en ese aspecto. ¿Para qué sirve registrar mi obra en la propiedad intelectual? Ninguno de nosotros está exento de que alguien intente plagiar, suplantar o subir a alguna web para descargas alguno de nuestros textos. El registro nos podría ayudar en este tipo de casos, es decir, si se diera el caso en el que necesitásemos demostrar que somos autores de uno de nuestros escritos. Digamos que serviría como prueba de que el texto es tuyo y solo tuyo. ¿En qué momento registro mi obra? Podemos realizar el registro en cualquier momento. Eso sí, es muy recomendable registrar la obra una vez esté terminada o después de pasar por un corrector profesional, tal y como vimos en el primer artículo. Esto es bueno hacerlo sobre todo si quisieras enviarla a algún concurso o a una editorial. Yo suelo registrarla una vez he terminado de escribir, aunque más adelante decida hacer alguna modificación. Si esta fuese considerable, por mi parte sería casi obligatorio realizar un nuevo registro. ¿Dónde debo realizar el registro? Si deseas realizarlo en el registro público, regido por el Ministerio de Cultura y Deporte, puedes hacerlo en el Registro de la Propiedad Intelectual. Para ello, deberás acudir a una de las oficinas del Registro General de la Propiedad Intelectual o llevarlo a cabo de forma telemática. A continuación te dejo una serie de enlaces para que puedas indagar más. No te preocupes, que si se te hace un poco cuesta arriba, en el siguiente apartado hablaremos de los impresos necesarios, las tasas… – Oficinas de Registro. – Impresos de solicitud. – Preguntas frecuentes. CÓMO REGISTRAR UNA NOVELA EN LA PROPIEDAD INTELECTUAL La primera vez que llevé uno de mis textos a registrar, lo hice personalmente. Fue en Madrid, hace algunos años. Tuve que llevar los formularios impresos, rellenados y abonar la cantidad exacta en mano o ir al banco con el justificante y regresar. Más tarde descubrí que no tenía que ir desde donde vivo, casi limítrofe con otra provincia, para poder registrar mis manuscritos. En vez de invertir toda la mañana para meterme en la vorágine madrileña, tenía una oficina auxiliar de registros a seis kilómetros de casa. Pero esto no dejaba de mejorar porque, a día de hoy, realizo los registros desde casa con un certificado digital. En este punto, es importante resaltar los dos caminos posibles para hacer efectivo nuestro registro: de forma presencial. – Deberás entrar en los enlaces correspondientes del apartado anterior, tanto para localizar tu oficina más cercana, como para imprimir los formularios de solicitud y rellenarlos. – Recuerda echar un vistazo a las tasas de registro que, a 2019, está en 13,33 €. Esta cantidad no suele variar mucho o nada de un año para otro. Además, si realizas el registro de un conjunto de obras, a partir de la segunda deberás pagar únicamente 3,73 €. – No olvides encuadernar tu obra., ya que vas a tener que entregar una copia impresa. Con que sea en espiral, la clásica de siempre, bastará. – Además de añadirle paginación, ponle también una portada que incluya tu nombre y el de tu obra; quedará mucho mejor. De forma telemática. – En este enlace del Ministerio de Cultura y Deporte podrás acceder al apartado que te corresponda. Según vemos, Madrid y Andalucía tienen un acceso propio. En cambio, si resides en otra parte del país deberás acceder a la tercera opción del listado. – Para hacer el registro de forma telemática, debes poseer un certificado digital o DNI electrónico y, posiblemente, el programa Autofirma. Desconozco si se da en todos los casos. En Madrid, sí hay que tenerlo. Si
Cómo buscar ilustradores para autopublicar una novela
[et_pb_section fb_built=”1″ admin_label=”section” _builder_version=”3.22″][et_pb_row admin_label=”row” _builder_version=”3.25″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat”][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”3.25″ custom_padding=”|||” custom_padding__hover=”|||”][et_pb_text admin_label=”Text” _builder_version=”3.27.4″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat”]Hola de nuevo y bienvenido a un nuevo artículo de la guía de autopublicación. En este segundo paso hablaremos sobre cómo buscar ilustradores para autopublicar una novela. Además, te contaré mi experiencia con la ilustradora de mi libro y algunos detalles más que hay que tener siempre en cuenta. Si bien es cierto que para ciertos géneros de novela no suele ser habitual, hay otros como la ciencia ficción o la fantástica en los que los mapas o los dibujos suelen hacer acto de presencia de forma frecuente. Y, por supuesto, no debemos olvidarnos de la portada y la contraportada, piezas clave de toda publicación para dar una buena primera impresión de nuestra obra. Pero antes de sumergirnos en el artículo, quiero recordarte que, en el primer paso, hablábamos de la importancia de la corrección del texto una vez terminado nuestro manuscrito. Si lo deseas, puedes echarle un vistazo las veces que quieras en este enlace. Y sin más preámbulos, retomemos el camino que iniciamos para poder conocer los pasos necesarios para la autopublicación de nuestra novela. ¡Vamos allá! Salto al vacío Como ya he comentado anteriormente, mi experiencia en la autopublicación se basa en un álbum ilustrado. Sin embargo, aun guardando las distancias, tanto álbum ilustrado como novela conservan un gran abanico de similitudes en el momento de la publicación. Durante la creación de mi historia tuve la oportunidad de poder realizar por mi cuenta una serie de ilustraciones. Sinceramente, jamás he tenido mano para el dibujo, pero en aquel momento lo llevé a cabo como mejor pude, ayudándome de Illustrator y un sinfín de movimientos con las herramientas del pincel y la pluma. Al final logré algo llamativo, quizá hasta decente, pero para nada era algo que hubiera puesto a la venta en ningún sitio. Ni tan siquiera habría tenido el valor de regalarlo, así que se quedó en una edición única que conservo a buen recaudo. Es por eso por lo que llegamos al segundo paso de la guía de autopublicación: cómo buscar ilustradores para autopublicar nuestra novela. [/et_pb_text][et_pb_image src=”https://teopalacios.com/wp-content/uploads/2020/05/1.png” alt=”Descarga eBook aquí” title_text=”Descarga eBook aquí” url=”@ET-DC@eyJkeW5hbWljIjp0cnVlLCJjb250ZW50IjoicG9zdF9saW5rX3VybF9wYWdlIiwic2V0dGluZ3MiOnsicG9zdF9pZCI6IjIzMDYzIn19@” url_new_window=”on” align=”center” _builder_version=”4.4.8″ _dynamic_attributes=”url”][/et_pb_image][et_pb_text admin_label=”Text” _builder_version=”3.27.4″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat”]Cómo buscar ilustradores para una novela Si ya lo tenemos claro, hay numerosos caminos para poder buscar ilustradores para autopublicar nuestra novela. Si bien es cierto que, quizás, debas tomártelo con cierta calma e ir poco a poco. Yo reconozco que, en algunos momentos, llegué a aturullarme de tanto buscar y buscar, de tantas posibilidades de golpe, así que calma. Los pasos lentos pero seguros son los mejores para no echarse las manos a la cabeza más adelante. Aquí te dejo algunas vías para poder buscar ilustradores: Búsquedas de perfiles o etiquetas en redes sociales: Twitter, Instagram, Facebook… Asociaciones de ilustradores (nacionales, comunidades autónomas): FADIP (Federación de Asociaciones de Ilustradores Profesionales), APIMADRID (Asociación Profesional de Ilustradores de Madrid), APIC (Associació Professional d’il·lustradors de Catalunya), APIV (Associació Professional d’il·lustració Valenciana). Agencias de ilustradores. Ferias de ilustración. Cómo buscar ilustradores para una novela: la toma de contacto Personalmente, tuve la oportunidad de cruzarme con la ilustradora perfecta al apoyar uno de sus libros, a través de un crowdfunding. A partir de ese momento, lo que hice fue contactar con ella, comentándole quién era, cómo la había conocido y qué es lo que necesitaba. Enseguida me respondió, interesándose por el libro y preguntándome por detalles del mismo: si era algo que tenía pensado publicar o era para tenerlo yo, en cuántas ilustraciones había pensado, el tamaño. A partir de ahí todo fue rodado. Había comenzado a hacer suyo mi proyecto, y eso era muy emocionante. Le gustó mucho la idea, así que habló de enviarme algunos bocetos, aconsejándome para hacer algunos cambios y ampliaciones en algunas partes del texto. Creo que siempre es interesante atender a la visión de un ilustrador, aunque luego no realices ningún cambio. La forma en la que ven nuestros manuscritos cambia por completo, y descubren cosas que nosotros quizá no percibíamos de buenas a primeras. Durante varios años trabajé diseñando páginas web, y en varias ocasiones sufrí cómo algunas personas me decían de bajar el precio de un trabajo, tratando así de minusvalorarlo. Por esta razón, decidí adelantarme y consultarle por su forma de trabajar: si necesitaba que le pagara una parte al principio, la mitad, o lo que considerara para iniciar el proyecto. De esta forma, no solo te informarás de su forma de proceder, sino que además estarás estableciendo una confianza más sólida entre ambas partes, algo muy importante durante el proyecto. Con el paso de los días, las ideas fluían de un lado para otro, nos retroalimentábamos con ejemplos de libros, cambiando esto o dejando aquello. Al poco tiempo, comenzó a enviarme varios bocetos de algunas de las ilustraciones hasta finalizar el encargo. Amor a primera vista A diferencia del primer paso de la guía, donde hablamos de la corrección de nuestro texto, el buscar ilustradores para autopublicar nuestra novela no es un paso obligatorio. Es algo opcional, aunque debes sopesar seriamente seguir adelante sin alguien que sepa hacer algo que tú no sabes hacer. Cómo de sensato sería pasar por la creación de todo un libro sin haber prestado la atención suficiente a lo primero que los ojos de los lectores van a ver, que son la portada y la contraportada. No debemos olvidar que, en una obra autopublicada, la responsabilidad es absolutamente nuestra. Cada movimiento hacia delante, hacia atrás, quitando esto o añadiendo aquello debe ser sinónimo de mejora. Toda pieza que ahora pongamos en su sitio, bien encajada y pegada, no nos garantizará el éxito absoluto, pero sí que hayamos hecho todo lo posible para lograrlo. Siempre existirán factores externos dispuestos a ponernos obstáculos, pero que no quede que nosotros no hayamos dado todo por conseguirlo. El camino sigue… Hasta aquí este artículo sobre cómo buscar ilustradores para autopublicar nuestra novela. Antes de dejarte, párate
El primer paso para autopublicar una novela: la corrección
[et_pb_section fb_built=”1″ admin_label=”section” _builder_version=”3.22″ global_colors_info=”{}”][et_pb_row admin_label=”row” _builder_version=”3.25″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” global_colors_info=”{}”][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”3.25″ custom_padding=”|||” global_colors_info=”{}” custom_padding__hover=”|||”][et_pb_text admin_label=”Text” _builder_version=”3.27.4″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” global_colors_info=”{}”] Hola y bienvenido a esta de guía de autopublicación. En ella no pretendo darte fórmulas magistrales, ni mostrar únicamente lo tortuoso del camino. Es simplemente un ejemplo de experiencia real, de cómo fue mi recorrido en la autopublicación de un libro en formato físico y los pasos que seguí para ello. Tal cual. Te contaré aquello que salió bien, lo que no salió tan bien, qué mejoraría a día de hoy y si repetiría o no el mismo camino. Y para tratar el primer paso para autopublicar una novela hablaremos de la corrección de nuestro manuscrito, pilar imprescindible a la hora de sacar adelante nuestro texto en las mejores condiciones. Así que, si te apetece, comencemos por el principio. UN AUTÓGRAFO PARA JORGE Recuerdo que un día llevaba un libro recién comprado bajo el brazo. Tenía a su autor justo delante, dispuesto a estampar su firma entre las primeras páginas. Cuando llegó mi turno se lo entregué, lo abrió y comenzó a mover el bolígrafo de un lado a otro. A continuación, me lo devolvió y compartimos unas últimas palabras antes de dar media vuelta. Nunca me detengo delante del autor a leer la dedicatoria, entre otras cosas, porque me da vergüenza. Sí, lo sé, pero es algo que no puedo evitar. Finalmente me alejé, salí del edificio donde estaba y abrí el libro para leer lo que me había escrito. Y, aunque no recuerdo exactamente las palabras que me dedicó, sí recuerdo un «para Jorge». El inconveniente principal radica en que no me llamo Jorge, sino Jesús. Bueno, siempre me quedó el consuelo de que, al menos, acertó la primera letra. AUTOPUBLICAR ES UNA CARRERA DE OBSTÁCULOS Con la anécdota anterior quiero hacerte ver que el camino de la autopublicación puede ser algo parecido al ejemplo de la firma: tus intenciones son buenas, pero siempre puede haber obstáculos por el camino que te impidan que sea sencillo, bueno e incluso agradable. Yo iba contento y feliz con mi libro para recabar una firma, y ahora llevo varios años buscando al tal Jorge para entregarle la dedicatoria. Debo decirte que lo que yo autopubliqué era un cuento, lo que hoy se suele llamar álbum ilustrado. Y sí, puede que haya diferencias entre autopublicar en papel un cuento y una novela, pero en esencia el camino a recorrer viene a ser el mismo. Eso sí, desde ya te aviso que para llevar a cabo una empresa así debes contar con tiempo y dinero. Y ambos están unidos por algo muy importante: el esfuerzo. Si estás dispuesto a invertir estos tres elementos, y todas sus ramificaciones, entonces te invito a iniciar este viaje conmigo. Metámonos de lleno en el primer paso para autopublicar una novela. [/et_pb_text][et_pb_image src=”https://teopalacios.com/wp-content/uploads/2020/05/1.png” alt=”Descarga eBook aquí” title_text=”Descarga eBook aquí” url=”@ET-DC@eyJkeW5hbWljIjp0cnVlLCJjb250ZW50IjoicG9zdF9saW5rX3VybF9wYWdlIiwic2V0dGluZ3MiOnsicG9zdF9pZCI6IjIzMDYzIn19@” url_new_window=”on” align=”center” _builder_version=”4.4.8″ _dynamic_attributes=”url” global_colors_info=”{}”][/et_pb_image][et_pb_text admin_label=”Text” _builder_version=”3.27.4″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” global_colors_info=”{}”] HE TERMINADO MI NOVELA. ¿HE TERMINADO MI NOVELA? Como diría Manolo García: «Si he de ser sincero…» la inmensa mayoría de lo que escribo son relatos. Supongo que estarás de acuerdo conmigo en que una de las cosas que más pueden gustar, que mayor satisfacción puede ofrecer, es la de terminar un relato. Sobre todo de esos que son muy extensos, con una idea que lleva tiempo rondándote la cabeza, que tienen mucha preparación y son enrevesados en sus argumentos y personajes. Sin embargo, no hay nada más peligroso que terminar nuestro texto. O puede que sí. De hecho, quizá más peligroso que finalizar nuestra novela sea darla por finalizada. Y es que es, en ese preciso momento, en el que todos tus sentidos tienen que estar enfocados en tu manuscrito. No olvidemos lo básico y esencial: la autopublicación es completamente nuestra responsabilidad. Mi libro, que como te dije antes, era un álbum ilustrado. Dicho de otra forma: tenía muy poco texto. Si no recuerdo mal, el definitivo llegó a ocupar una hoja de Word. Teniendo en cuenta esa enorme extensión, te prometo que no fueron pocas las veces que repasé el manuscrito: diálogos, mayúsculas, tildes, comas, puntos, espacios… De arriba abajo, decenas de veces. Incluso se lo enseñé a mi familia para que pudieran echarle un vistazo. Recuerda: todo entraba en una hoja de Word. UN DETALLE LO CAMBIA TODO Nunca olvidaré aquella anécdota de un oficinista que utilizaba el correo electrónico. Lo usaba tanto, que decidió añadir una firma automática en cada envío. Pues tiempo, mucho tiempo después, se percató de que había estado enviando, en esa firma, un maravilloso «muchas gracias y un salido». Nunca hay que infravalorar el poder de una letra o de cualquier detalle, por nimio que pueda parecer… Por eso, créeme cuando te digo que, aun así, no fue suficiente que revisara tantas veces mi archivo. Varios meses después de tener el libro en mis manos, ya impreso, brillante y reluciente, me topé con una errata. Pero era una tan sutil, tan liviana, que aunque hubiera tenido la oportunidad de darme voces, lo habría sentido como un susurro. Ojalá hubiera podido verme la cara… ¡No podía creerlo! Sin embargo, ahí estaba, riéndose de mí. Sí, lo sé, mientras escribimos no prestamos toda la atención a posibles errores, o al menos no tanto: «Ya lo revisaré cuando acabe». Llegamos incluso a escribir de forma automática, dejándonos cosas por el camino, como palabras incompletas o mal escritas. Y es que, aunque estemos atentos, puede que tengamos delante un error y ni nos demos cuenta de que está ahí. Eso suele suceder, entre otras cosas, porque hemos estado mucho tiempo con nuestro texto. Conocemos cada parte, lo que va aquí y allí, y es casi como tener un cuadro en casa: que de verlo todos los días no sabríamos discernir ni de qué color es el marco. O con el ejemplo del correo electrónico de antes. Pues aquí sucedería lo mismo. Es por eso que, de vez en cuando, es
Cómo triunfar con tu primera novela de fantasía. El ejemplo de Elantris
[et_pb_section fb_built=”1″ admin_label=”section” _builder_version=”3.22″ global_colors_info=”{}”][et_pb_row admin_label=”row” _builder_version=”3.25″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” global_colors_info=”{}”][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”3.25″ custom_padding=”|||” global_colors_info=”{}” custom_padding__hover=”|||”][et_pb_text admin_label=”Text” _builder_version=”3.27.4″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” global_colors_info=”{}”] ¡Hola a todos! Espero que estéis listos para leer este artículo sobre Elantris, en el que ilustraremos cómo triunfar con una primera novela de fantasía. Y leed sin miedo este artículo, puesto que voy a darlo todo por evitar los destripes de la trama. Es inevitable que tenga que mencionar algunos sucesos de la historia, pero prometo no exponer nada crítico. Malditos spoilers… ¿Y qué es Elantris? ¿Y por qué? ¿Y de quién es? ¿Y cómo es él? ¿Y a qué dedica el tiempo libre? Elantris es la “opera prima” de Brandon Sanderson, un prolífico escritor de fantasía épica moderna que se ha convertido por méritos propios en uno de los referentes actuales de la literatura fantástica a nivel mundial junto a otros autores como George R. R. Martin, J. K. Rowling, Joe Abercrombie, Patrick Rothfuss, Robert Jordan o Terry Pratchett. Volviendo al tema: ¿no os suena el nombre del autor? En realidad no me extraña. El propio Tolkien, en su época, fue considerado un escritor de libros para niños y sólo con el paso de los años, tras la publicación de El señor de los anillos, fue creciendo su fama, su legado y su influencia en generaciones posteriores de autores. El tiempo dirá si alguno de estos escritores que he mencionado tendrá una influencia parecida en generaciones venideras. [/et_pb_text][et_pb_image src=”https://teopalacios.com/wp-content/uploads/2020/05/1.png” alt=”Descarga eBook aquí” title_text=”Descarga eBook aquí” url=”@ET-DC@eyJkeW5hbWljIjp0cnVlLCJjb250ZW50IjoicG9zdF9saW5rX3VybF9wYWdlIiwic2V0dGluZ3MiOnsicG9zdF9pZCI6IiJ9fQ==@” url_new_window=”on” align=”center” _builder_version=”4.4.8″ _dynamic_attributes=”url” global_colors_info=”{}”][/et_pb_image][et_pb_text _builder_version=”4.4.8″ global_colors_info=”{}”] Entonces, ¿quién es Brandon Sanderson? Nacido en 1975, este estadounidense es autor de sagas de fantasía épica ampliamente aclamadas por crítica y público, como pueden ser Nacidos de la bruma o El archivo de las tormentas. Tiene una capacidad creativa asombrosa: normalmente lleva en paralelo entre tres y cinco proyectos, tal y como puede verse en su propio sitio web. Y todo lo que escribe recibe más y más críticas positivas. Una fiabilidad impresionante… ¡Daos prisa! ¡Entre Stephen King y él van a agotar todas las ideas del mundo! Además, ha sido galardonado con muchos premios de género, entre los que destaca el Premio Hugo a la mejor novela corta en el año 2013 por El alma del emperador. Vamos, que el muchacho no es manco, precisamente… Y por si esto fuera poco, fue elegido por la familia de Robert Jordan para finalizar la saga que este malogrado autor dejó inacabada: La rueda del tiempo. ¿Que por qué eligieron a Sanderson para cerrar la saga? En primer lugar porque ya desde sus primeras obras demostró su potencial como autor y, en segundo lugar, porque es un fan confeso de la obra de Jordan, habiendo llegado a manifestar que ha leído cada uno de los libros de la saga ¡trece veces! Y no penséis que se trata de cuatro o cinco volúmenes… No, no, no. Cuando propusieron a Sanderson que acabase la obra, la saga contaba con diecisiete libros. Y Sanderson cerró, parece que de una forma impresionantemente redonda, con los tres volúmenes finales, dejando la cifra total en veinte novelas. Casi nada… Y, encima, imparte clases sobre teoría narrativa en talleres literarios. ¿Es que no duerme? ¿Qué mejor manera, entonces, de sumergirnos en el mundo de la creación de literatura fantástica que analizando la primera novela publicada por un autor emergente, prestigioso, admirado e, incluso, premiado? Hagamos notar también que Elantris fue la primera novela que publicó Sanderson pero fue la sexta que escribió. De ahí el entrecomillado “opera prima” de unos párrafos más arriba. ¿Qué implica y qué significa esto? Ante todo, significa que hay que perseverar, insistir, trabajar duro y no tirar nunca la toalla. En vez de iros a llorar a un rincón, analizad con ojo crítico lo que habéis escrito e invertid aún más esfuerzo en mejorar estas obras o en escribir otras que las superen. Y, si no sabéis cómo hacerlo, que no se os caigan los anillos al buscar formación a este respecto. ¡Nadie nace sabiendo! El propio Brandon Sanderson cursó en 2005 un máster en literatura creativa, tras el que escribió Elantris, que sí fue publicada. ¿Casualidad o causalidad? Yo me inclino por la segunda opción. A efectos prácticos, Elantris es la primera obra que Brandon Sanderson escribió tras finalizar su formación como escritor, y fue también la primera que le publicaron. Quedémonos con esta idea. Así, pues, ¿qué mejor ejemplo sobre cómo triunfar con una primera novela de fantasía que seguir la senda marcada por este hombre? El ámbito narrativo de Elantris Antes de sumergirnos en la novela en sí y diseccionarla, hagamos notar que la mayoría de las obras de este autor se ubican dentro de un universo ficticio al que ha llamado Cosmere, formado por una galaxia mucho más pequeña y con muchas menos estrellas que en la Vía láctea. Por supuesto, cuando Sanderson escribió Elantris no se planteó si introducirla o no en el Cosmere, ya que entonces no existía, sino que lo ha ido construyendo a partir de las obras que ha ido escribiendo con el tiempo. Esta novela, además, escapa a la pandemia literaria consistente en escribir trilogías, pentalogías, heptalogías y demás enelogías. Elantris vendría a ser lo que hoy día los más repelentes denominan novela autoconclusiva; como si esto fuera algo nuevo o que escapa a la normalidad. —Estoy escribiendo una novela. —¿Sí? ¿Y de qué va? —Pues mira, es de fantasía épica. —¡No me digas! ¡Y cuántos libros va a tener! —Ehm… ¿sólo uno? —¡Hala, tío! ¡Tú estás loco! ¿Una obra autoconclusiva? ¿Es que quieres morir escribiéndola? Haz algo más normal, ¿no? No sé… Escribe una pentalogía. Sí, en efecto: es todo muy… normal. Y, ahora sí, vamos a abordar Elantris desde diversos puntos de vista para analizar esta obra y poder aplicar lo que aprendamos a partir de ella en nuestros propios escritos. Cómo triunfar con tu primera novela de fantasía: La voz narrativa La escritura de Sanderson, al menos en esta obra, no es
Las influencias de Tolkien y cómo aprender de ellas
¡Hola a todos! Bienvenidos de nuevo a esta mesa de la posada en el que vamos a seguir hablando (cómo no) de fantasía. ¡La próxima ronda corre de mi cuenta! ¿De qué vamos a hablar hoy? Pues hoy toca analizar algunas de las influencias de Tolkien, aquellas que cosas que le inspiraron para que veamos por nosotros mismos cómo podemos basarnos en historias o hechos que conocemos para, dándoles una vuelta de tuerca, crear ricos detalles para nuestras propias historias. Si lo hizo el maestro, ¿por qué no nosotros? Esto ya me suena… Si habéis estado siguiendo mis artículos sobre fantasía, monopolizados actualmente por la figura de Tolkien (prometo diversificar en el futuro), quizás estéis pensando: «Pero, amigacho, ya hemos hablado de algunas influencias de Tolkien en artículos anteriores». No os falta razón. Lo que ocurre es que, sin ir más lejos, en el articulo sobre el worldbuilding en la obra de Tolkien, sencillamente las sugerimos. Hoy vamos a ir un poco más allá y vamos a analizar algunos de estos conceptos y su adaptación a las historias que este genio escribió. Y… ¿dónde está el origen de las influencias narrativas? Como bien indica Javier Pellicer en este artículo (que os recomiendo mucho), en el que expone su visión acerca de cómo Tolkien sirve de influencia a escritores posteriores: «Tolkien no dejó nada al azar». Las historias que construyó se forman a partir no sólo de su imaginación, sino de la propia interpretación que dio a aquellas historias (reales o imaginarias) que conocía de antemano; y es a éstas a las que llamamos “las influencias de Tolkien”. Se puede deducir, así, que todo escritor ha sido influenciado por otros anteriores, y éstos, a su vez, por otros también… Y así hasta… ¿dónde? ¿Dónde se origina la narrativa como tal? ¿Cuál es la fuente primigenia? Bien de forma oral o escrita, la narrativa ha estado presente en todas las culturas y épocas desde que el ser humano es humano. Podemos remontarnos a escritos del medievo, de la época clásica, o incluso anteriores, como el Poema de Gilgamesh. Y eso por no mencionar las historias orales que se contaban antes de crearse la escritura. ¡Imaginad lo amplio que puede ser nuestro baúl de referencias literarias! Esto Tolkien lo sabía muy bien, y supo usarlo en su favor para enriquecer sus escritos. 😉 Podríamos estar debatiendo sobre los orígenes de la narrativa hasta el día del Juicio Final, pero ¡dejemos de remolonear y métamonos ya en harina! El nexo de Tolkien con la mitología y sus propias experiencias Hay algo en El Señor de los Anillos que llega a la gente, y ese algo son sus conexiones con la mitología, compuesta por una serie de relatos llamados mitos, que forman parte de una cultura o religión determinada. Gran parte de estos mitos cuentan historias referentes al propio mundo. Michael Drout, profesor de inglés del Wheaton College, expone en un documental llamado Los monstruos de la Tierra Media que «Tolkien, en una carta, decía que quería crear una mitología para su país. Intentaba crear una mitología netamente inglesa, basada en el norte y el oeste, y no en el mar mediterráneo, como habían hecho los autores griegos, primero, y romanos, más tarde». Puesto que esa mitología no existía, se basó en sus propias experiencias vitales, propias de la era moderna, y en sus relatos favoritos del mundo antiguo. Empleó, para ello, diversos mitos del mundo antiguo como Beowulf, la leyenda del Rey Arturo, o las Sagas Vikingas. Las influencias de Tolkien respecto de su mundo Tolkien, por influencia directa de su madre y del Tío Curro, fue una persona muy católica, y no pudo resistirse a dejar retazos de sus creencias en la propia creación de su mundo, tal y como vimos en el ya mencionado artículo sobre la demiurgia. Joer, ¡qué palabra tan molona! Partiendo de la idea de un Dios único y omnipotente (Ilúvatar), estableció la creación de un conjunto de seres semidivinos (los ainur), de entre los cuales uno (Melkor, también llamado Morgoth) se reveló y tuvo que ser desterrado. Podemos ver aquí la relación directa entre la historia del destierro de Lucifer al rebelarse, tratar de corromper a los seres inferiores e intentar suplantar a Dios. Pero no sólo de Catolicismo vivía este hombre: ante la enorme influencia que la mitología greco-romana y, sobre todo, la nórdica tuvieron en su vida, Tolkien sacó de ellas también la idea de que podía hacer descender al mundo a seres divinos (en este caso los ainur) para que se relacionasen con los mortales. La mitología nórdica y la influencia de Tolkien En la mitología nórdica, además, el mundo está formado por tres niveles: Asgard, el más alto y en el que moran los dioses; Hel, el inframundo en el que habitan los muertos; y, entre estos dos, Midgard, que significa “Tierra Media”: un mundo habitado por elfos, enanos y humanos. Parece que Tolkien no se calentó mucho la cabeza para establecer el nombre de la tierra que habitarían los seres mortales de su legendarium. En el verso 512 de Beowulf se cita a las criaturas malvadas que descendieron de Caín tras matar a su hermano, Abel: los gigantes llamados jotuns; los elfos y los espíritus malignos (Dragons and Dragon Lore, Ernest Ingersoll, Dover Publications, Inc., 2005). Hay quien considera que, dentro de este grupo de espíritus malignos, se puede incluir a los orcos que Tolkien creó en sus historias por tener un origen también basado en la corrupción del espíritu. Pero Tolkien no se ciñó únicamente a esto, puesto que creó en su propio mundo la profecía que anunciaba un momento en que el mundo sería destruido: la Dagor Dagorath, la batalla de las batallas. El concepto de esta batalla es similar al del Ragnarök de la mitología nórdica: las fuerzas que se oponen al Dios supremo y sus creaciones volverán para un enfrentamiento final que destruirá el sistema establecido, llevando al mundo al caos y a su final destrucción. Resumiendo:
La ficción criminal medieval: el pastiche por excelencia
Desde que en los años ochenta del pasado siglo nos sobreviniera lo que todavía es el thriller medieval por excelencia, y me estoy refiriendo a El nombre de la rosa, han sido muchos los autores que han apostado por nuevas formas de acercarse al acontecer histórico en lo que podemos llamar ficción criminal medieval, o incluso en cualquier otra época pasada. Características de la ficción criminal en la edad media Es cierto que en nuestro país no ha sido tan explotado como en otros, como el Reino Unido, donde autores como Paul Doherty o Ellis Peters son claros referentes, pero no faltan títulos que muestran que también en España sabemos hacer gala del atributo posmoderno por excelencia, el pastiche; la mezcla entre la novela histórica y la novela negra, incluso novela policíaca. Podemos poner ejemplos como El perfume de bergamota, de Gastón Morata, o también El manuscrito de piedra, de García Jambrina, entre otros, todos ellos con el mismo patrón narrativo que inició Umberto Eco, que en definitiva es el de narrar una ficción criminal con escenario medieval. ¿Es entonces una novela negra, o novela policíaca, con un escenario algo estrambótico, o una histórica con una carga extra de acción y aventura? ¿Se trata de una nueva forma de thriller? De alguna manera, la ficción híbrida que aparece de la mano de Umberto Eco debe poder explicarse siguiendo los patrones de la literatura posmoderna, que es quien ampara su nacimiento. Por lo tanto, comprobamos que sí, que hace gala de un lenguaje que, aunque novedoso y propio, tiene lo que tiene que tener para ser considerado criminal; solo que en lugar de grandes suburbios de ciudad, nos encontramos con monasterios, castillos, catedrales y mancebías; en lugar de interrogatorios en dependencias policiales tenemos crueles inquisidores y las Colt o las Veretta dan paso a la pócima y el bebedizo venenoso. Pero el asesinato es lo que es: una muerte provocada y violenta. La ficción criminal medieval es novela negro-policíaca De manera que sí, podemos decir que satisface los requisitos necesarios para ser considerada, si no novela policial, si novela negra. Sobre todo uno, del que aún no hemos hablado. Y es fundamental: Supone posicionar al individuo, desde su moral, frente a la sociedad, para cuestionarla. Pero como este híbrido es posmoderno, lo hace a su manera, trayendo el pasado pero no de la forma tradicional en que lo han hecho todas las novelas históricas, sino evocándolo para reescribirlo, para abrirlo y evitar que se transforme en un discurso conclusivo. De ese modo propone una historia alternativa, conformada por aquellos que en su momento fueron excluidos de ella; por eso sus protagonistas, detectives circunstanciales, forman parte del “hampa” medieval: judíos conversos, mujeres, musulmanes y gente de dudosa procedencia. Este carácter posmoderno de la novela negra-histórica (o novela histórica-criminal, como queramos llamarla), también se traduce en sus escenarios, que salen de los ambientes burgueses para situarse en aquellos espacios que, en origen, están destinados a la quietud y el orden, como las catedrales, las universidades o las salas palaciegas. Se trata de reformular, a través de un tiempo pasado, la historia, la sociedad, el Yo. Por qué la ficción criminal medieval resulta tan fascinante Quizá haya un par de cosas más que hagan de este híbrido algo tan fascinante. Por un lado, el hecho de que tanto la novela negra como la histórica crecen y se desarrollan en momentos de crisis, por su talante crítico en los que los valores tradicionales se cuestionan. La crisis social es el envoltorio con el que ambos géneros se nos regalan, su objetivo es cuestionar la realidad y crear, a través de la metaficción, un espacio alternativo. La Novela posmoderna, de esta manera, aparece como una manera de relatar eliminando al narrador omnisciente, como una manera de mezclar perspectivas, y como una forma de incorporar lo poético como otra función dentro del propio texto. Esto es lo que podríamos denominar como metaficción, textos sobre textos, declaraciones acerca de las reglas de escritura literaria, intertextualidad.La metaficción apareció en un momento de gran reflexión sobre la persona, y es por esto por lo que la novela posmodernista es tan rica en detalles, con amplias perspectivas y en tanta mezcla de géneros, esto es, nuestro pastiche, nuestra particular forma de mezclarlo todo para formar algo único, en el que el todo es mayor que la suma de las partes. Para rizar aún más el rizo y siguiendo la argumentación de Raquel Crespo (Estudios sobre novela y cine negro (2015), pp. 165-171: 2015. Andavira editora.), tenemos el uso de la escolástica como forma de argumentación, muy similar al proceso deductivo afín a lo primeros detectives clásicos, una vez eliminado el principio de autoridad y la subordinación a la fe -algo que era ineludible en la Edad Media- y quedándonos con lo mejor que tiene: la escolástica incentivó la especulación y el razonamiento, pues suponía someterse a un rígido armazón lógico y una estructura esquemática del discurso que debía exponerse a refutaciones y preparar defensas. “¿Qué mejor manera de subvertir el discurso histórico que desde un género ficciones tan subversivo, por su propia naturaleza, que la novela negra?” Raquel Crespo Hay que disfrutar de la ficción criminal medieval Se trata, en definitiva, de una fórmula que llegó para quedarse, de la que todos disfrutamos, que abandera el uso de la cultura sin distinciones de casta, dónde se disuelve la ficción con pretendidas intenciones didácticas (la novela histórica tradicional) y el mero divertimento para la plebe (la novela negra original), dónde ya no hay lecturas elevadas y otras de segunda clase. En la que se entremezcla la acción trepidante propia de un thriller con las disertaciones filosóficas que incluyen el factor tiempo modificándolo, haciendo más acorde con nuestra sensación de lejanía espacio-temporal. El tiempo que cambia constantemente desde la pura inmediatez a la pausa propia del pensamiento en este tipo de relato. ¿Eres lector de ficción criminal medieval? ¿Qué novelas recomendarías dentro de este género?
Al pan, pan; y al coño, coño. El sexo en la novela negra
Con esta frase, que tomamos prestada del poeta irreverente Carlos Salem, uno de los mayores exponentes actuales del genero negro en español, queremos plantear algo que es, cuando menos, sorprendente. ¿Por qué hay tan poco sexo en la novela negra? Al menos, en la española. Y el que hay, está lejos del goce, del deseo y sobre todo, de lo femenino. Esto último, no solo en la literatura negra de nuestro país, sino a nivel global. ¿Alguien se plantea por qué no hay sexo en la novela negra? Así que hoy queremos ocuparnos de este asunto en nuestro curso de novela negra. Pero por más que buscamos alguna respuesta, no parece haber ninguna. A Rosa Rivas, en una entrevista en Cadena Ser a propósito del V encuentro de novela negra “Las casas ahorcadas”, se le pregunta por la materia que ahora hemos retomado nosotros, y ella afirma que nunca se había planteado la cuestión en sí y que no tiene respuesta. Se han hecho hasta bromas acerca de esto. A modo de ejemplo, la que plantea que los autores de género negro no sacan la “pistola” por miedo al gatillazo. En fin, de nuevo la perspectiva masculina. En definitiva, debemos pensar en el por qué de la ausencia sensual —y más aún de la sensualidad femenina— en un escenario como el actual, sobre todo después de fenómenos eróticos como cincuenta sombras de Grey, que ha destapado la caja de los truenos; o cuando es evidente que el sexo vende y que los guionistas de cualquier género buscan introducir cada vez más escenas eróticas, y además, cada vez más explícitas. Iniciativas sobre sexo en la novela negra Lo cierto es que pensamos en el sexo continuamente. Practicamos sexo, hablamos de sexo y deseamos sexo. Vivimos vidas transidas de sexualidad, nada de lo erótico nos queda lejos. No es que no existan iniciativas interesantes, para muestra, Versex, una propuesta que aunque no es estrictamente género negro, está abanderada por un Fernando Marías, que sí lo es, y que busca precisamente eso, desnudar la palabra sin hacerla parecer soez, en un marco poético. Una búsqueda amable del sexo. Y otra más, la antología Obscena, liderada por Juan Ramón Biedma, como forma de acercar la pornografía al noir y que aglutina a lo mejorcito de nuestro espacio para contar historias que, en boca de su líder, son pornocriminales. La realidad es que lo que sí está pasando es que este asunto que nos ocupa está a la orden del día en muchos de los festivales sobre el género que se realizan en nuestro país. Cada vez hay más mesas redondas, debates y charlas en las que se aborda esto. El sexo en los genes de la novela negra Un género que ha nacido y crecido en el arrabal, el suburbio, la prostitución, la sangre y la muerte y todo tipo de pasiones desmedidas, debería tener al sexo como línea transversal. Es cierto que aparece, sobre todo el erotismo disfrazado de juego de poder, uno en el que las consecuencias son radicales, terminan con la muerte y pasan por la pornografía más sórdida. Pero si enfocamos el sexo de una manera más amplia, hablamos del deseo y del placer, no encontramos apenas ningún ejemplo. La sexualidad que aparece tradicionalmente en el noir tiene que ver con lo masculino, con la brutalidad, y tiene una víctima que es siempre femenina. Es normal, la novela negra ha estado protagonizada por autores masculinos hasta los años 90 y aún en el siglo XXI, el deseo se muestra solo como algo incipiente. Es más, el amor y el sexo placentero era algo denostado por los popes de la novela negra. Decía Chandler que el amor desestabiliza la trama (Cartas, 1970:75) y lo cierto es que si analizamos el prototipo general del detective tradicional, es alguien que nunca está casado ni se le conoce relación estable. Es a partir de los años cincuenta cuando el sexo surge con cierta importancia dentro de las tramas policiales. Como ejemplo, Spillane, aunque sigue siendo más de lo mismo; aborda el sexo como algo a medias entre lo casto y lo cruel. Pero siempre desde una óptica varonil y de absoluta exaltación del pene, que abusa del tópico manido de hombre arrebatador y mujer indefensa y débil, que ama y admira a su salvador a partes iguales y con un toque masoquista que parece ir irremediablemente ligado a lo femenino. Se avecina un cambio de tendencia Esta visión masculina, fálica, del deseo y la sexualidad dentro del género negro, es algo que, debido básicamente al incremento de mujeres que escriben novela negra y al auge comercial del erotismo femenino, está cambiando. Es de esperar que en no mucho tiempo encontremos páginas escritas desde la perspectiva del deseo femenino, al mismo nivel que el masculino. Esto pasa porque las autoras olviden la perspectiva masculina y se dejen llevar por lo que les es más propio; solo así enriqueceremos nuestra realidad y, lo que es mejor, satisfaremos lo más íntimo del género negro, que es sin duda la crítica social, la identificación de los deseos más profundos del alma humana, los más oscuros, los más encarnados. En palabras de Marina López Martínez, “la sexualidad femenina en la literatura de lo irreparable escrita por mujeres no adopta siempre posturas tan radicales en las que la pasión, dolor y muerte se funden y retuercen como serpientes heridas, sino que, al contrario, la sensualidad se alza como un canto a la vida y las tentaciones femeninas tienden a la normalización. Por ello, esta plataforma insumisa llamada novela negra favorece muy especialmente la lucha contra las tendencias a encasillar a los personajes en unos roles predeterminados y permite derribar pensamientos y frases lapidarias machistas”. Ahora bien, para ello debe modificarse la doble moral que aún nos aqueja. Se debe dejar de esconder las escenas explícitas debajo de la alfombra, dejar de envolver la literatura erótica para que nadie nos señale con el dedo. Sacar el sexo del armario y
Historia de la novela negra: Razones para matar
Historia de la novela negra: razones para matar en la literatura “Es posible que algún día un anticuario literario, de tipo más bien especial, considere que vale la pena revisar los archivos de las revistas de detective baratas que florecieron a finales de la década del veinte y comienzos de la del treinta, para determinar cómo, cuándo y por qué medios el relato de misterio popular se despojó de sus refinados buenos modales y adquirió reciedumbre.” Chandler, El simple acto de matar, 1950 Aunque ya hemos hecho alusiones al tema en entradas anteriores, creo que es necesario plantearnos por qué surge un género centrado en la criminalidad, en los submundos urbanos y en un cierto aire decadente a nivel social. Si vamos a desmenuzar el género, es necesario conocer la historia de la novela negra. Y las respuestas que necesitamos para ello están en la historia, en la sociedad de la época. Echemos un vistazo. Subamos a la máquina del tiempo. Historia de la novela negra: el siglo XIX Así, debemos caminar hacia atrás hasta alcanzar el siglo XIX, puesto que entendemos, y ya lo hemos dejado dicho en alguna que otra entrada anterior, que consideramos la primera aportación al género la obra de Poe que lleva por título “Los crímenes de la calle Morgue. ¿Qué ocurre en aquel tiempo? Sobre todo, el cambio de paradigma global con el desarrollo industrial. A raíz de la revolución industrial, iniciada a mitad del siglo XVII en Gran Bretaña y extendida hasta mediados del siglo XIX en EEUU, un nuevo modelo económico, tecnológico y desde luego social comienza a desarrollarse; el éxodo masivo de personas a las ciudades buscando una forma mejor de vivir, las más de las veces transformando sueños en pesadillas en las que jóvenes pueblerinos acaban hacinadas en los barrios bajos de grandes, cada vez más grandes, ciudades. Esa aglomeración de muchedumbre, de hambre y de pobreza, junto al desengaño y la sensación de fracaso, genera el caldo de cultivo para un aumento de la delincuencia, lo que provoca que aumenten las “razones para matar”. La aparición de la policía Por eso destaca el surgimiento de la policía como institución social en respuesta al aumento de criminalidad. La policía se considera un invento francés, aunque se hubo tres modelos básicos de institución policial que surgieron en la época moderna; son el modelo francés, el inglés y el alemán (aquí puede consultarse más sobre la aparición de la policía y la novela negra). Pero cualquiera de ellos lleva aparejado la introducción de lo judicial, el surgimiento de un código civil y la separación del rey respecto a decisiones propiamente judiciales. En la Inglaterra de la época de Poe aparece la Policía Metropolitana de Scotland Yard en 1829, no mucho tiempo después. Y es de todos sabido la relación entre el detective Sherlock Holmes y Scotland Yard, que representa una crítica a los métodos de investigación policiales. Holmes inicia su investigación de forma paralela a la institucional, pero siempre acaba siendo el resolutor del enigma, llevando una clara ventaja a una policía que le busca para pedirle ayuda. De esta manera, la novela negra inicia su camino como instrumento de crítica de cara al poder judicial. La abolición de la tortura como método de confesión, que recorre casi todo el escenario europeo durante el siglo XIX, hace necesario el desarrollo de nuevas técnicas para alcanzar la verdad; la deducción como método y la aplicación del método científico cobran fuerza y eso aparece reflejado en los relatos de la época. Tal como cita el magnífico artículo de la ITAM sobre la historia de la novela negra, el propio Sherlock Holmes describe así el método que utiliza: “aquellas facultades de deducción y de síntesis lógica que han hecho mi provincia especial”. Las nuevas clases sociales Y, por último, pero también muy importante, la aparición de nuevas clases sociales, sobre todo de la burguesía, que cuenta con capacidad económica, instaura el fenómeno del ocio (no olvidemos que el cine nace por estas fechas). Hasta este momento, casi toda la narrativa era didáctica. Pero con la necesidad de encontrar elementos que llenen el tiempo de ocio, aparece una literatura de entretenimiento, dedicada a un público que ya no es selecto. Surgen en esta época los periódicos y, con ellos, o mejor dicho, dentro de ellos, con forma de pequeñas entregas, los relatos destinados al público de masas. Historia de la novela negra: el siglo XX Así queda establecido el origen del relato negro, tanto en su escuela inglesa como en la francesa, porque ambas siguen el patrón iniciado por Poe en EEUU y después por Conan Doyle en Inglaterra, con detectives de clase alta, superhéroes de la deducción y de casi todo. Pero la historia continua y no es demasiado colorida, sobre todo en EEUU, dónde se origina realmente lo que conocemos como novela negra pura y dura. A principios del siglo XX americano se suceden una serie de acontecimientos que se revelaran también en la narrativa de género tras una época de esplendor, los “felices años 20”, época en la que bajo la burbuja de felicidad, prosperidad y desenfreno, se está gestando el desastre. La imagen del investigador impoluto se disuelve en el magma de la Primera Guerra Mundial, de la crisis de 1929, con el gran crack de la bolsa de New York, y el relato enigma pasa a convertirse en relato duro en los años 20 y 30. Pero es quizá la Ley Seca lo que más influyó en el desarrollo del relato negro. Porque supone la aparición del crimen organizado, de la mafia, del fenómeno gansgter. La crítica social ahora se centra en la corrupción dentro del propio cuerpo de la policía. A nivel social, continua el éxodo rural hacia la ciudad, lo que multiplica la población. La clase obrera sigue creciendo y demanda su porción de ocio, de entretenimiento, de lectura adecuada a su forma de entender la vida. La aparición del pulp y la historia de la novela negra