La semana ha vuelto a ser fructífera. He avanzado unas 30 páginas en la novela, ya estoy casi en la página 180 y he superado el ecuador de la misma. Ahora mismo me encuentro en pleno nudo argumental, y sin embargo, todavía han de aparecer algunos personajes nuevos. Un modo más de mantener el interés del lector. Tengo que hacer algún cambio, ligeras modificaciones, pero eso lo dejaré para cuando termine de escribir y comience el repaso general. La verdad es que la cosa ya empezó bien el fin de semana pasado, en la Feria del Libro de Sevilla, en la que pude pasar un día estupendo con los buenos amigos Javier Márquez, MisterX, R2D2, Sempiterna, Capitán Nadie y más… No nos vemos cada semana, a veces, ni siquiera cada mes, pero pasar un rato juntos siempre es estupendo: reímos, hablamos, nos contamos proyectos, nos preguntamos sobre proyectos, intercambiamos ideas y nos ponemos al día. ¡Y siempre sabe a poco! A última hora del sábado algunos incluso fuimos a ver Ángeles y Demonios, la película basada en la obra de Mr.Brown. Por cierto, el doblaje es pésimo y tiene algún fallo de guión, pero resulta entretenida y ayuda a pasar el rato. El mismo sábado compré un par de libros. Es curioso, pero desde que empecé a escribir cada vez compro menos narrativa y más ensayo. En esta ocasión son dos libros que me servirán para documentarme para mi próximo proyecto. Porque ya tengo próximo proyecto, -es la primera vez que m pasa, hasta ahora era incapaz de pensar en otra novela mientras estaba escribiendo- un motivo más por el cual la semana está siendo productiva. Se tratará de una novela histórica, con mucha aventura, algo de intriga y un par de cucharadas de romanticismo trágico. Estará ambientada en la época de la conquista española de Sudamérica. Hasta aquí puedo leer. Además, ayer envié por fin Pecado Capital, la crónica novelada sobre la vida del Duque de Lerma, a la agencia. Ahora toca esperar a que la lean (son 480 folios nada menos) y me remitan su informe, para lo que pasará algún tiempo. Por último, un buen amigo me dio una alegría esta semana. El sábado por la noche le dejé el borrador de Hijos de Heracles y el martes me llamó por teléfono. Se había leído la novela en sólo dos días, y eso que según cuenta no es muy dado a la novela histórica. Su crítica era muy positiva y al parecer disfrutó de su lectura. Hasta ahora, el 100% de los que la han leído coinciden en su valoración positiva, lo que es una fuente de alegría. Ojalá todo aquel que la adquiera cuando se publique tenga la misma opinión. No hay ido mal la semana, ¿verdad?
Calentando Motores
En estas fechas hace un año y nueve meses exactamente yo estaba sordo y ciego. No tenía ni idea de cómo funcionaba el sistema editorial. Tampoco es que ahora sepa mucho, pero al menos tengo algunas cosas claras. Lo que sí tenía era una novela de fantasía épica recién terminada. Lo que no sabía muy bien era qué hacer con ella, aparte de enviarla al premio Minotauro. Tarea baldía, por supuesto… Al cabo de unos meses, y de pura casualidad, me enteré de que en Dos Hermanas se celebrara un congreso sobre literatura fantástica. ¡Literatura Fantástica! ¡Y al lado de mi casa! Huelga decir que me inscribí en lo que fue el II Encuentro de Literatura Fantástica de Dos Hermanas. Ese fue un punto de inflexión para mí en sentido literario. Allí conocí a varios autores noveles sevillanos con los que formaría una especie de taller que funcionó durante varios meses. Allí conocí también los foros literarios que tanto me ayudarían en los meses siguientes. Curiosamente, un año después me invitaban a formar parte del comité que organiza los Encuentros de Literatura Fantástica de Dos Hermanas, que este año se celebrarán por cuarto año. Y esta entrada es para daros un avance de lo que se está preparando, que ya os digo que es de alta categoría. Para empezar, contaremos con la asistencia de Care Santos. Para quien no conozca a Care Santos, diré que cursó estudios de Derecho y Filología y ha trabajado en periódicos como ABC, Diari de Barcelona o El Mundo. Tiene un buen puñado de novelas en su haber y ha obtenido diversos premios, como el Ateneo Joven de Sevilla, el Gran Angular, y recientemente conquistó el premio Barco de Vapor 2009. Su obra se ha traducido a varios idiomas. Es decir, Care Santos es una de las plumas más destacadas de la literatura infantil y juvenil en lengua castellana. Y ya ha confirmado su asistencia con nosotros. También nos visitará Felix J. Palma, cuya obra, El Mapa del Tiempo, obtuvo el Premio Ateneo de Sevilla y se está convirtiendo en una de las novelas con más éxito de los últimos meses. Tanto es así que hace poco se anunció que la novela sería traducida y publicada en: Estados Unidos, Noruega, Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Dinamarca, Holanda, Portugal y se está negociando la publicación en el Reino Unido. Algunos ya la comparan con La Sombra del Viento, de Ruíz-Zafón. David Lozano es otro de los autores que vendrá al IV encuentro. Ganó el Gran Angular en 2006 y su trilogía titulada La Puerta Oscura está obteniendo buenos índices de venta. Este año vamos a tener una visita de lo más interesante. Se trata de Eloy Martos. Es catedrático e ¡imparte clase sobre literatura fantástica ni más ni menos! Sin duda, su conferencia será de lo más interesante. Pero no todos van a ser autores de prestigio. En nuestro Encuentro se apuesta muy fuerte por autores noveles. Sin embargo, no significa que tengan menos calidad. Uno de los ponentes que es desconocido, por ahora, para el público es Leonardo Ropero. Leonardo es doble finalista del Premio Minotauro, en sus ediciones de 2007 y 2008. Dentro de unos meses será publicada su primera novela, La Estrella Oscura, que esperamos tener ya para su presentación en Dos Hermanas. David Prieto, Alejandro Guardiola y Raúl Gonzálvez ya han confirmado también su presencia en el IV Encuentro. Su cometido será llevar a cabo una mesa redonda sobre literatura fantástica. David Prieto es autor de Urnas de Jade, que cosechó unas críticas impecables, y Mentiras, la segunda parte, recién lanzada al mercado. Alejandro Guardiola es el autor de Sombras de una Vieja Raza, que próximamente verá la luz al fin. Esta obra fue finalista del premio Minotauro en 2006. Por su parte, Raúl Gonzálvez es editor de Grupo Ajec, una editorial granadina que apuesta enormemente por autores nacionales, aunque sean noveles, siempre y cuando su calidad sea la adecuada. Su editorial anunció hace poco el lanzamiento de una nueva línea, denominada Excalibur, que está centrada en la fantasía épica. Pero todavía no estamos del todo contentos con todo esto, de modo que seguimos trabajando en algunos otros asuntos, como la preparación de una mesa redonda sobre cine fantástico que puedo deciros que está casi cerrada. Y claro, teníamos que buscar un sitio apropiado para semejante elenco. Para este año, el marco en el que se celebrará el programa va a ser espectacular. Se trata de una casa palacio, uno de los ejemplos mejor conservados del neoregionalismo sevillano. Y como sé que os cuesta creer lo que os digo, aquí os traigo un par de imágenes del edificio. El salón en el que se celebrarán las conferencias y mesas redondas tiene capacidad para unas 80 personas sentadas cómodamente y está climatizado. Puede parecer una tontería, pero os aseguro que por esas fechas en Sevilla sigue haciendo calor… De modo que, os hago una recomendación: id reservando billetes de avión o de tren, vacaciones, hotel, hostal, o llamar a algún amigo para que os preste su casa, pero ni se os ocurra perderos este año el IV Encuentro de Literatura Fantástica de Dos Hermanas, un evento que va ganando solera e importancia conforme pasa el tiempo. Lo mejor que tiene, sin lugar a dudas, este evento, es el increíble ambiente que se vive, de amistad y cercanía, entre los autores y el público. En mi primera asistencia, me encontré tomando café ni más ni menos que con Juan Miguel Aguilera, Rafael Marín y Javier Negrete sin conocerlos absolutamente de nada previamente. ¿Alguien da más? La fecha para este año será la del sábado 26 y el domingo 27 de Septiembre. ¿Te lo vas a perder?
El Agente, el Autor, la Obra y la Editorial
Guillermo Schavelzon dijo durante una conferencia: “cuando una editorial reduce el número anual de nuevos títulos, la lógica de la rentabilidad lleva de manera automática a optar por aquellos más seguros, de éxito más probable y de menor riesgo comercial. Este criterio de selección suele estar reñido con la calidad literaria, la innovación y el aporte cultural. Vemos entonces como, en las grandes empresas editoras, las decisiones de contratación han pasado del área editorial al departamento comercial, algo que sucede en todos los países. El mercado señala, el mercado pauta, el mercado impone. Ya casi no existen esos editores que, hasta hace diez o veinte años, editaban para señalar tendencias, enriquecer y aportar. ¿Para qué correr riesgos con libros de éxito dudoso, si se puede editar libros de éxito garantizado?” Es decir, que el mercado tiene una tendencia, unos gustos que varían con facilidad de un año a otro. Hasta ahora, por ejemplo, la novela histórica gozaba de una salud de hierro. Sin embargo, comienza a haber indicadores que advierten de que eso está cambiando. Puesto que las editoriales son, como no me canso de repetir, un negocio, buscan conseguir la máxima rentabilidad, y eso se consigue a base de dos aspectos: 1) La obra de un autor reconocido y con éxito de público 2) A través de un libro que siga las tendencias del mercado. Lo que sucede es que el autor, y más aún el autor novel, desconoce los términos en los que se mueve el mercado. Es un nuevo aspecto por el que se impone la figura del agente literario, pues podrá guiarnos en cuanto a qué puede funcionar y qué no (lo digo por experiencia). Aún con eso, en el artículo que dedicábamos hace unas semanas a la importancia de conseguir un agente, se comentaba el hecho de que cada vez es más difícil lograr la representación de uno de ellos, aunque me alegra saber (es una alegría enorme, de hecho), que algunos de los asiduos a este blog ya han conseguido agente que los represente. ¿Por qué es tan difícil conseguir la representación de un agente literario? Guillermo Shavelzon nos contesta. ¿Cuántos manuscritos reciben al mes y a qué tipo de género literario pertenecen? De los autores de la agencia recibo tres o cuatro al mes, narrativa y no ficción, de escritores que piden representación recibo cinco o seis cada día. Es decir, que les llegan, mensualmente, entre 100 y 150 autores con su respectivo original en busca de representación. Por eso es tan difícil conseguir agente, porque están saturados. Sucede exactamente igual que con las editoriales. Y llegados a ese punto, el nivel de excelencia, en cuanto a calidad, o de popularidad, en cuanto a términos de mercado, de la obra en cuestión se sitúa en la estratosfera. Lola Gulias, de Kerrigan, habla de este tema: Si tuviésemos que hablar de porcentajes, ¿qué porcentaje de manuscritos supera la primera criba? ¿Cuántos manuscritos recibís, por término medio, en un mes? Recibimos una media de 40 manuscritos mensuales. Nos quedamos con 2 con mucha suerte…. ¿Qué criterios marcan entonces la elección de un autor y su obra por parte de la agencia? De nuevo responde Guillermo Shavelzon ¿Qué se busca en la obra de un autor novel para decidir representarla? Originalidad, innovación, calidad literaria, algo que sea realmente excepcional. Lola Gulias coincide: Buscamos originalidad argumental, técnica impecable, algo que destaque aquel manuscrito, aquel autor de todos los demás (muchas veces no conseguiremos publicar esa primera novela pero intentas percibir ese algo que lo va diferenciar). Puede ser la misma historia de siempre pero contada desde una perspectiva, con un matiz que la hace sobresalir. Y también Silvia Sánchez, de la agencia Asisabla ¿Qué buscáis en un autor novel? Ante todo excelente calidad y novedad. Resumiendo: que resulte imprescindible. Pero claro, una cosa es decir que se busca originalidad e innovación y otra cosa muy distinta saber cómo conseguirla… Porque la calidad se puede lograr con facilidad, o al menos, con cierta facilidad. Se pueden efectuar cursos literarios, cuidar al máximo el vocabulario, el léxico la gramática… eso, en cierto modo, es sencillo. Pero, ¿cómo ser originales cuando el rey Salomón ya dijo hace unos dos mil años que “no hay nada nuevo bajo el sol”? Pues se puede conseguir. Se trata de ofrecer, si no ya historias nuevas, porque toda historia será de amor, o de odio, o de venganza, o … Sí se puede ofrecer desde un punto de vista distinto. Por ejemplo, El Perfume resultó un éxito de ventas porque contaba una historia desde un punto de vista completamente innovador: el del sentido del olfato. Quien escribe novela histórica puede presentar su novela presentando un aspecto poco conocido de determinada cultura o personaje. De hecho, los historiadores no se ponen de acuerdo sobre la mayoría de las cosas. ¿Por qué no aprovechar ese filón? Hay mil opciones para ser original. Pero, ¿si no conseguimos la originalidad? Pues siempre podremos intentar seguir las tendencias del mercado. Es cuestión de ser flexible. Y eso no significa venderse al mejor postor, porque al fin y al cabo escribiremos la historia que nos guste, que queramos contar… aunque dentro de determinados parámetros que nos permitan obtener cierto éxito. Por último, hay un aspecto fundamental por el que conseguir agente literario: el hecho de que el agente podrá hacer llegar nuestra obra a distintas editoriales, siempre teniendo en cuenta cuál de ellas será el lugar más adecuado para nuestra novela. ¿Por qué? Porque el agente tiene una visión mucho más global y especializada del mundo literario que nosotros. Y porque le interesa colocar la novela en la editorial que mejor pueda cuidarla, presentarla, distribuirla y hacerle publicidad. Al fin y al cabo, también se trata de su negocio. ¿Y cómo elige un agente la editorial adecuada? A Guillermo Shavlezon le preguntaron en una ocasión: ¿Cuál es el criterio para elegir una editorial sobre otra? En mi forma de pensar esta actividad, la mejor editorial no es “la que
Profetizando
Cuatro líneas. He estado detenido en una de las partes más importantes de la novela porque tenía que escribir cuatro líneas. Suele pasarme cuando llego a los nudos argumentales de las novelas. Suele ser lo que más trabajo me cuesta desarrollar. Y tiene su lógica, porque no es lo mismo saber que tiene que pasar determinado asunto, a desarrollarlo. Esas cuatro líneas me han detenido durante una semana. En la novela en la que trabajo, el elemento místico y profético está bastante presente, digamos que forma parte del núcleo central de la historia. Pero claro, una cosa es saber que tal personaje de la novela está marcado por una profecía, y otra muy distinta es crear una predicción que señale, con miles de años de antelación, a una persona concreta de entre una población de más de 6000 millones de personas. Eso no es nada fácil… porque, pese al elemento fantástico que supone una profecía, debe resultar creíble, y más que eso, contrastable, veraz e históricamente factible. De modo que escribir esas cuatro líneas me ha tenido parado durante varios días, como digo. El resultado, es decir, la profecía en sí misma y su explicación, me ha dejado más que satisfecho, y quien ha leído esa porción coincide en que no sólo resulta creíble, sino que además es un nuevo motivo para quedarte enganchado a la trama de la novela. Por otro lado, esta semana he dispuesto de poco tiempo para escribir. A cambio, algunas de las causas que me producían stress y nerviosismo se van colocando en su lugar. No en cuanto a los temas relacionados con mi carrera literaria, que esos siguen su curso, lento y sinuoso, aunque hace unos días recibía un comunicado de parte de la editorial en el que me explicaban los poderosos motivos por los que el tema está avanzando con lentitud en las últimas semanas. Pero sí se van aclarando las cosas en otros aspectos. De modo que espero retomar el ritmo de escritura con tranquilidad en los próximos días. Ayer, además, me dieron una alegría. Desconocía este proyecto, pero resulta que la mayoría de los archivos de distintas instituciones están disponibles digitalizados y gratuitamente para los ciudadanos, sean o no investigadores. Es el registro PARES. Y creo que va a ser una magnífica fuente de información para mis proyectos futuros, para los que ya tengo un par o tres de ideas… Para terminar, esta semana he comenzado a realizar la primera entrevista que llevo a cabo para el blog. Es una conversación virtual que mantengo con una autora asidua a este sitio. La verdad es que el experimento me está gustando y creo que el resultado se está pareciendo bastante a una entrevista tradicional, donde las dos personas se encuentran frente a frente. Sin embargo, es por escrito y a distancia, lo que hace que la cosa vaya lenta. Pero creo que el resultado está siendo de lo más interesante. Pronto podréis leerla por aquí…
Los Peligros de la co-edición
Estos son malos tiempos. Los hijos desobedecen a los padres y todo el mundo escribe libros. Marco Tulio Cicerón. El hombre busca su bien a costa del mundo entero. Robert Browning . Es posible que Robert Browning nunca llegara a conocer la cita de Cicerón. Cicerón, desde luego, nunca conoció la cita de Robert Browning. Sin embargo, se complementan, ¡y de qué manera! cuando hablamos de los peligros del mundo de la co-edición. Quien sigue este blog desde hace tiempo ya sabe que creo que, en determinados casos, muy concretos y específicos, la co-edición no tiene por qué ser necesariamente mala. También sabe que ya he comentado que existen algunos aspectos negativos que afectan a la co-edición y la auto-edición. Pero tenía pendiente un último tema sobre este asunto. Uno mucho más delicado y peligroso. Uno que se basa, concretamente, en las dos citas que abren esta entrada: el hecho de que todo el mundo escribe, y el hecho de que el hombre busque su bien a costa del mundo entero. Porque, desgraciadamente, en algunos casos esto último se cumple por completo, sin medias tintas, sin medianías. De vez en cuando, surge una persona que no le importa el daño que pueda causar siempre y cuando ella pueda obtener algún tipo de beneficio. Y el mercado editorial no iba a ser menos que cualquier otro mercado. Digo desde ya, que esta va a ser una entrada excepcionalmente larga. Sí, más de lo habitual. Y también digo desde ya que no toda editorial de co-edición sea “mala”, o peligrosa o ilegal. Ni mucho menos. Las hay muy correctas, que cumplen la letra de sus contratos hasta la última coma. También hay gente buena por el mundo, afortunadamente. Pero de esas no vamos a hablar hoy, porque el mensaje de hoy no es el de buscar editoriales de co-edición de las que fiarse. El mensaje de hoy es para alertar de que “no todo el monte es orégano”, ya que hoy estamos de dichos y citas populares o famosas. Y no se puede fiar uno de todas las editoriales de co-edición porque ya hay más de un caso en el que una de estas editoriales ha quedado retratada. No es nada raro, puesto que el terreno está abonado para que los más “espabilados” puedan hacer su agosto aunque estén en febrero. No voy a dar nombres, que tampoco se trata de eso, igual que no los he dado en entradas anteriores. Basta hacer una simple búsqueda en internet usando los términos apropiados para encontrar lo que se busca. Pero sí voy a explicar detalles, actitudes, ilegalidades si queréis. Para empezar, decir que algunas comunidades autónomas (desconozco si lo hacen todas), en un intento, en mi opinión pobre y baldío de fomentar la cultura y favorecer el hecho de que se publiquen libros, hacen cosas como comprar unos 100 libros de aquellas tiradas que lo soliciten. No sé exactamente cómo funciona, pero ese es en definitiva el hecho: que la comunidad compra a la editorial unos 100 libros. Es una especie de subvención encubierta, por llamarlo de alguna forma y para que podamos entendernos. Hagamos un cálculo rápido, tal como hicimos hace varias semanas con este asunto. Si le compran cada libro por los 19€ que sugería aquella editorial de co-edición con la que estuvimos haciendo números, la venta de los 100 ejemplares le reporta a la editorial un total de 1900€. Un dinero que reciben así, sin más. Pero no es ese el único dinero que recibe la editorial, no… a eso hay que añadirle el dinero que ha pagado el autor. ¿Recordáis cuánto era? 4077€ por una tirada de 500 ejemplares, 6084€ por una tirada de 800. Total, que la editorial se embolsa, sin necesidad de que se lleve a cabo venta alguna, la friolera de 8000€. Así, por las buenas. ¿Cuánto cobraría una editorial tradicional en el mismo caso? Pues si tenemos en cuenta que el porcentaje que se queda la editorial es de aproximadamente un 30% de la venta de un libro, si el libro cuesta 19€, la editorial tradicional cobraría 570€ por la venta de los mismos 100 ejemplares. Y de esa cantidad, la editorial tradicional sí tiene que pagar gastos. De imprenta, de corrección, de portada… La verdad, cuando me he dado cuenta de esto, he tenido que parar, respirar, meditar y comentarlo con quien tenía al lado. La diferencia entre una empresa y otra, es que la primera, publicando 100 libros, obtiene una facturación de 8000€. Para que la editorial tradicional pueda obtener esa misma facturación, debe vender 1400 libros. 14 veces más. Se queda uno sin palabras. Pero, cuando las recupera, es para descubrir que el negocio es tremendo, absoluto. Sin arriesgar nada, una editorial se embolsa más de 6000€ —por aquello de descontar posibles gastos de personal, oficinas, etc…— por una tirada bajísima. Y como el negocio es total, atrae hacia ellos gente de todas las calañas. Gente a la que no le importa joder al mundo entero con tal de obtener beneficio. Y esa gente, con el bolsillo lleno de sus flamantes 8000€ ganados a costa de la ilusión y el trabajo de los demás, en especial la ilusión, olvidan que detrás de esas letras escritas y rubricadas en las que se ha comprometido a promover el libro por el que otro ha pagado, hay una persona con sueños y anhelos que está destruyendo, quemándolos como quemará su parte de lo obtenido con tan brillante negocio. Sin importarle absolutamente nada de lo que suceda con el autor. Y mucho menos con su libro, claro. A finales del año pasado se vivió un caso especialmente sangrante con una editorial catalana. El tema tuvo tal notoriedad que apareció en la televisión de Cataluña, TV3, así como en prensa escrita. Se formó una plataforma en la que diversos autores denunciaron en conjunto. Porque el tema no es simplemente perder el dinero. El dinero, con todo, es lo de menos. Lo peor es que ni siquiera
De los nervios
Caramelos, pipas y avellanas. Cigarrillos sueltos, chocolatina y garrapiñada, ¡lo voy pregonando toda la semana!, con mi canasta de mimbre… Así cantaban Los Del Río hace como treinta años, mucho antes de que saltara a la fama con su Macarena. Para quien no lo sepa, los dos son de aquí, de Dos Hermanas, y es que en estas calles hay mucho “arte”… Bueno, pues eso llevo yo cantando toda la semana, aunque con un ligero cambio en la letra: orfidales, tila y valeriana, lorazepanes sueltos myolastan y metaxalona, ¡me lo voy tomando toda la semana!… Pues sí, soy una persona nerviosilla, aunque suelo disimularlo bastante bien. Pero esta semana estoy de los nervios, muy, muy nervioso. ¿Por qué? Pues la verdad no lo sé muy bien, seguramente confluyen varios factores. Uno de ellos es el literario, claro. Llevo fatal las esperas sin saber algo concreto sobre las cosas. Si me dijeran, por ejemplo, tu libro saldrá el 16 de diciembre de 2016, pues lo llevaría mejor, pero como en este mundo nada se mueve en base a plazos y tiempos definidos, pues eso… al que es novel, como yo, todo le pilla de nuevo y lo descoloca. Y lo desespera. Y no hay remedio. Es decir, no se puede hacer nada. Excepto amoldarse, respirar hondo e intentar acoplar tus ritmos a los ritmos del mundo literario. Aunque nadie sepa muy bien cuáles son esos ritmos. Esta semana he escrito poco, un par de ratos, simplemente. En parte ha influido el tema de los nervios, que me han impedido centrarme en las escenas y los personajes. Por otro lado, también ha estado la feria claro… No soy yo muy feriante, sinceramente. Pero hay que reconocer que la Feria de Sevilla es un evento como pocos. Un lugar de relaciones sociales en un marco incomparable de colorido, de alegría, de bullicio. Ayer estuve un rato con Javier Márquez. Como siempre que nos vemos nos ponemos al día de nuestros proyectos y nuestros trabajos. Ayer estaba además con nosotros un buen amigo de ambos, MisterX. Lo de este chico es de traca. No conozco a nadie que demuestre más interés por los asuntos de los demás que él. Cada vez que estamos juntos, no para de hacer preguntas, la mayoría muy interesantes, sobre cómo funciona el mundo de la literatura, cómo trabajamos, cómo planeamos nuestros proyectos, etc… Total, que esta semana he avanzado poco en la novela por todos estos temas. Sí he tenido noticias con respecto al tema de la Feria de Londres: no habrá traducciones, al menos por ahora. La vedad es que no me ha sorprendido nada. Así que la semana que viene, intentaré dormir mejor –últimamente duermo fatal—, respirar con más sosiego y centrarme en escribir, que al fin y al cabo, es lo importante. Pero mientras, aún quedan un par de días de Feria…
Es tan bonito soñar…
Reconozco que soy por completo incapaz de imaginarlo, pero que no puede uno dejar de soñar con que le suceda. Además, parece que el mundo del best-seller se mueve últimamente en ese tipo de mega-lanzamientos en los últimos tiempos. Todos sabemos el tema de Carlos Ruíz-Zafón y lo sucedido con El Juego del Ángel. O al menos, sabemos una parte. Me explico… todos sabemos que Planeta lanzó nada más y nada menos que un millón de ejemplares en la primera edición de esa novela, inundando el mercado por completo. Se podía encontrar hasta en el kiosco de la esquina. Y eso sólo en español. A esa tirada gigantesca hay que sumarle las tiradas en francés, inglés, portugués… y sobre todo, en alemán. Y esto es lo que tal vez no todos sepamos. Sí, porque el mercado alemán es, junto al estadounidense, el más fuerte del mundo. No en vano la Feria del libro de Frankfurt es la más importante del mundo. Así las cosas, cuando fue a salir el último libro de Zafón, en Alemania se efectuó una puja —literalmente, es decir, la traducción del libro se la llevaría aquel que más dinero pusiera como anticipo encima de la mesa—que se saldó con una cifra escalofriante: un millón y medio de euros, según algunas fuentes. ¡Un millón y medio de euros de anticipo sólo por la traducción al alemán! A eso hay que sumarle el anticipo que se llevaría de Planeta, etc, etc… Es verdad que a Zafón le ha costado lo suyo pegar el bombazo literario. Tenía ya publicados un buen número de títulos cuando sonó la flauta con La Sombra del Viento. Hay otros a los que la cosa les funciona bastante mejor desde el principio. Uno de ellos es el señor Falconès. Ildefonso Falconés realizó un curso de escritura en el Ateneo de Barcelona. Allí se gestó La Catedral del Mar. Y allí comenzó la gran senda del triunfo de este abogado catalán. De su primera obra se han vendido unos cuatro millones de ejemplares, entre su edición castellana y las traducciones a varias lenguas. Ahora, se anuncia su nuevo libro, La Mano de Fátima, en la que al parecer va a novelar cómo fue la expulsión de los moriscos en 1609. Lo importante no es si la novela será buena o mala, que eso sólo se podrá saber cuando esté en librerías y la gente empiece a consumirla a mansalva. Porque a mansalva se consumirá, indefectiblemente. ¿Por qué? Pues porque editorial Grijalbo, perteneciente al grupo Random House Mondadori, el gigante más gigante de entre todos los gigantes mundiales de la literatura, va a lanzar nada más y nada menos que medio millón de ejemplares en su versión en español dentro de unos días. Otro bombazo editorial. Otro hartón de vender libros. Otra inyección de dinero para el bolsillo del señor Falconès, bendita sea su estampa, que diría un castizo. Y no queda ahí la cosa, porque este año se prepara un nuevo tirón en torno a un libro. En este caso, del señor que revolucionó el mercado editorial. Sí, hablamos de Dan Brown. No se conforma con haber vendido ¡¡¡¡80 millones!!!! De copias del Codigo Davinci, haber sacado un buen pellizco de la versión cinematográfica y vender, a remolque, otro puñado de millones de diferentes títulos, por mala que fuera la crítica. Dentro de unos meses, parece que al comienzo del otoño, se editará su nuevo libro, titulado El Símbolo Perdido. No se conoce el argumento. De hecho, en España por ejemplo ya se ha anunciado que el envío de los originales a los medios se efectuará lo más tarde posible, en un intento por mantener la intriga y el interés en torno al libro. Lo que sí se sabe es cuál va a ser la cantidad de ejemplares que tendrá la primera edición… Y agarraos, porque os vais a quedar de piedra. Random House Mondadori lanzará 6,5 millones de ejemplares para el mercado en Estados Unidos, Canadá e Inglaterra. La mayor tirada de la historia. ¿Alguien da más? ¿Alguien duda en que el libro se venderá como rosquillas? ¡Si casi van a tener que abrir librerías en las que el único título sea ese! Pero claro… el sector editorial está en crisis. Y mientras tanto, uno no puede dejar de soñar con que algo así llegara a sucederle. Hace unos días, Blas me preguntaba qué pasaba con aquello que había anunciado de que en torno al día del libro podría tener noticias. Pues lo que ha pasado es que sigo sin noticias, la verdad. Todo está igual que hace unos meses. Claro, que todo está igual para mí, no para vosotros. Porque hay un dato que no he comentado aquí por no levantar la liebre… Como sabéis, me representa la agencia de Sandra Bruna. Como también muchos sabréis, durante la pasada semana se llevaba a cabo la Feria del Libro de Londres. Es una feria exclusivamente para los “trabajadores del ramo”, es decir, libreros, editoriales, agentes, etc… A ella acudía Sandra Bruna. Llevaba en cartera un buen paquete de títulos con la intención de abrir mercado con ellos en otros países. Entre esos títulos se encontraba HIJOS DE HERACLES. La verdad, cuando me lo dijeron en la agencia, hace ya unos meses, me emocioné. Me emocioné porque demuestra por una parte el grado de implicación del agente en representar a sus autores, y por otro, lo que más me tocó la fibra, por el interés que dejaba claro por mi novela. No todos los autores tienen la suerte de que alguien respetado en el sector represente tu obra. Yo soy uno de esos pocos privilegiados. ¿Qué ha sucedido en Londres? Pues todavía no tengo ni idea. La feria ya ha concluido, pero todavía no me he puesto en contacto con la agencia para ver cómo ha ido la cosa. Esperaré unos días para que Sandra vuelva, respire un poco y vuelva a tomarle el pulso a su empresa, que tras las vacaciones de Semana
2012: cinco días
Este es el título provisional de la novela en la que trabajo. Sigo avanzando a un ritmo bastante bueno, y en los últimos cuatro días he escrito casi 30 páginas dedicándole un par o tres de horas cada día. No me puedo quejar, desde luego. Es muy curioso cómo surgen las ideas y luego evolucionan. Hace tiempo que tengo ganas de escribir una novela juvenil, al estilo Crónicas de Spiderwick más o menos. 2012: cinco días iba a ser esa novela. El argumento era más o menos sencillo, una pareja de hermanos queda huérfana y tienen que marchar a vivir con un familiar excéntrico en cuyo sótano tiene una serie de extraños objetos que les harían vivir alguna que otra aventurilla. Nada nuevo, desde luego, en cuanto a argumento. Tal vez sí en cuanto a la aventura en sí misma. Porque la idea era que estuviera basada en un hecho histórico real, un objeto real y un peligro real, o al menos, que pudiera parecerlo. La idea, como digo, llevaba tiempo rondándome y a decir verdad tuve que refrenarme para empezar a escribirla, porque después de dos años y tres novelas, en las que dos de ellas eran históricas y habían supuesto un enorme reto de documentación, necesitaba un respiro. Pero una noche la cabeza ya no se detuvo y comenzó a darle forma a la trama. En primer lugar, con el dios mexica Tezcatlipoca como argumento terrorífico y toda la parafernalia que lo rodeaba, el llamado cráneo de Tezcatlipoca, el espejo humeante, etc… Empecé a buscar información, y una cosa llevó a otra: uno de los protagonistas creció, otro menguó hasta convertirse en una niña de 4 años. Apareció la policía, con todo lo que eso conlleva. Como telón de fondo de todo esto, las profecías mayas con respecto al año 2012. Problemas familiares, enamoramientos imposibles y algún que otro personaje que aporta una pizca de ironía y sentido del humor, y que, creo, hará las delicias de al menos uno de los habituales de este blog. Finalmente un desarrollo tipo thriller que se separó definitivamente de la idea original. En eso se convirtió lo que iba a ser una novela juvenil. Lo que son las cosas… Ahora ando ya por la página 130, y la cosa sigue creciendo. Calculo que al final terminaré sobre los 300 folios, siempre a doble espacio y con Time New Romans 12. Porque, si he de mandarlo en ese formato, ¿para qué escribirlo en uno diferente? Así me ahorro trabajo y sé exactamente por dónde me muevo. Eso quiere decir que en más o menos un mes, la novela estaría terminada, lo que la convertiría en la que menos tiempo me ha llevado en su desarrollo. La música sigue estando presente en buena parte de las escenas. Hay un poco de todo, y posiblemente en el futuro sigan apareciendo nuevas piezas. Hoy os dejo con una de las piezas musicales que aparece en la obra, el Tango Fugata, deAstor Piazzola, y con Una Furtiva Lágrima, interpretada por Pavarotti. Sólo hay que ver la reacción del público para entender que estamos ante una actuación estelar. Os iba a dejar la escena en la que aparecen las dos piezas, y de hecho ya las tenía pegadas, pero lo he pensado mejor… Igual otro día…
Por qué conseguir un Agente Editorial
Por qué conseguir un agente editorial Cuando en 1990 la editorial Doubleday decidió no aceptar más manuscritos que no provinieran de agentes, recibía más de 10.000 obras no solicitadas por año, es decir 27 por día. De eso hace ya 27 años. Sabéis que siempre abogo por intentar conseguir un agente editorial si eres escritor. Pero hace un tiempo caí en la cuenta de que nunca había explicado con detalle por qué lo aconsejo. Me surgió, además, la idea de hablar sobre las distintas profesiones que pueblan el mundillo literario, y hacerlo desde una perspectiva un tanto diferente de lo que tengo acostumbrado: en base a entrevistas, -ya publicadas, por supuesto-, aunque regadas aquí y allá con algún comentario por mi parte. Lo haré así, porque ¿quién mejor que los profesionales de un campo para hablar sobre su trabajo? He decidido comenzar con el oficio de Agente Literario para explicar, precisamente, por qué deberías conseguir agente editorial que te represente. Guillermo Schavelzon es uno de los agentes literarios más prestigiosos en lengua castellana. Fue editor y director de Alfaguara, editor en México y tiene una larguísima trayectoria en el mundo editorial. Actualmente dirige la Agencia Schavelzon, ubicada en Barcelona. Su interés por la buena salud de la literatura hizo que su agencia redactara una carta con consejos muy útiles para aquellos que querían buscar agencia o editorial para sus textos. ¿Cuál es la misión de un agente literario y por qué es necesario? La misión es conseguir para el escritor/a que representa, el mayor número de lectores posibles en todos los países y en todos los idiomas, desarrollando una estrategia que le permita profesionalizar su actividad; es decir, vivir de lo que escribe. Es necesario porque al ser las agencia literarias empresas pequeñas y personalizadas, el agente se convierte en el interlocutor más estable para el autor con el transcurso de los años. Además, solo una agencia tiene una actitud proactiva en la venta de derechos al exterior, y a otros soportes, ya que es su especialidad. Hoy el 90% de los editores prefieren que sus autores tengan un agente con quien hablar claramente las cosas que con el autor es más complejo. El agente les garantiza a las editoriales que, si les ofrece una determinada obra, es porque ya sabe que es adecuada para su catálogo y su política editorial. En síntesis, el agente funciona como el primer comité de selección de la editorial, y a veces como el único. Recuerdo que hace un par de años, un editor catalán me comentaba que la clave del éxito de un autor radica en tener un buen agente. Parece que Schavelzon piensa igual, puesto que indica que la misión del agente es conseguir que su representado viva de lo que escribe, el sueño de todo escritor ¿Hay editoriales que recurren a su agencia para contratar a autores? Diría que el 95% de las editoriales de todo el mundo. Quedan pocas editoriales, manejadas por gente que se ha hecho bastante mayor, que no acude a las agencias en busca de contenidos. Es como no querer ir a la gasolinera a buscar la gasolina. Supongo que se puede, pero es complejo y trabajoso, ¿no? Es interesante eso de que las editoriales se dirigen a las agencias para contratar autores. Ya hace tiempo que escuché que había determinadas editoriales que buscaban un libro sobre X tema y no lo encontraban. Cuando mantuve mi primera entrevista con Sandra Bruna, mi agente, me comentó que sabía de editoriales que buscaban libros de fantasía juvenil, con un determinado contenido y un determinado estilo, y que sin embargo no encontraban lo que buscaban. De ahí que no me sorprende que realmente acudan a los agentes para ver si disponen de algo parecido a lo que necesitan. Lola Gulias fue agente en una de las más importantes agencias españolas, la de Antonia Kerrigan. Más tarde fundó su propia agencia y ahora trabaja como editora en Planeta. ¿Qué ventajas tiene un autor más o menos desconocido si trabaja con vosotros? Además de la traducción a otras lenguas, la asistencia a congresos, etc. ¿Tenéis alguna relación con editoriales extranjeras? Para el mercado español, ¿trabajáis sólo con autores españoles? De entrada, y tal y como se está configurando el mercado, la seguridad de que alguien va a leer ese manuscrito, y que si la agente lo envía a una editorial alguien lo va a tener en cuenta. Una vez la obra ya está publicada, la búsqueda de traducciones, cosa no fácil porque los cupos dedicados a traducciones de la mayoría de editores extranjeros también son limitados y no todo se puede traducir. Asistimos a todas las ferias internacionales y tenemos asiduos contactos con la mayoría de editoriales europeas; para determinados mercados también tenemos subagentes que trabajan in situ. Trabajamos mayoritariamente con autores españoles y latinoamericanos, pero también tenemos entre nuestros representados algunos autores europeos que escriben en español. La seguridad de que alguien va a leer el manuscrito… Aquellos que hayan seguido los Estudios de Marketing que fuimos considerando en el blog, recordaréis que en mi opinión, lo más difícil para un autor novel es que alguien valore con imparcialidad, ya no con interés, su novela. A través de un agente, esa reticencia desaparece, se estudia con interés lo que la agente le presente. ¿Por qué? Silvia Sánchez, de la agencia Asisabla, (creo que actualmente desaparecida) respondía perfectamente a esa cuestión: ¿Por qué es necesaria la figura del agente literario? (si es que lo es) Es necesaria por muchas razones. Básicamente ejerce de aval o garantía de la obra al ser un lector con perspectiva tanto literaria como comercial, y por otra parte, es el canal por el que debe entrar una obra a una editorial, de lo contrario las editoriales se convertirían en inmensos almacenes donde se acumularían todos los manuscritos. Además, el hecho de contar con agente supone que a la hora de negociar el contrato y conocer la industria, se esté debidamente defendido. Por otro lado, zapatero a
Felices excusas, y momentos mágicos
Sí, menos mal que teníais excusas para no venir, porque lo de ayer fue, sin duda, la experiencia más surrealista que he vivido desde que estoy metido en el embrollo este de escribir. Como sabéis, durante la tarde de ayer estaba previsto que participara junto a Javier Márquez en una mesa redonda en la que trataríamos el tema de cómo publicar una obra literaria. Pero la cosa no salió bien. La verdad es que la organización fue bastante caótica. Para que os hagáis una idea, la charla estaba prevista para las 7 de la tarde, pero a esa hora estaban empezando a montar la carpa donde se llevaría a cabo. Además, la cosa se organizó en el espacio en el que se estaban desarrollando diversos torneos de juegos de Rol, y se pretendía que la charla se escuchara por megafonía, lo que sin duda iba a molestar a toda aquella gente que estaba a lo suyo: jugar a Rol, y a la que, todo hay que decirlo, parecía que muy poco, por no decir nada, le interesaba el tema de cómo publicar una obra literaria. 50 minutos después de la hora prevista para que diera comienzo la conferencia, la cosa seguía sin tener buena pinta, y por parte de la organización se continuaba retrasando el inicio de la mesa redonda, aunque la carpa llevaba ya un buen rato en pie. De modo que finalmente les dijimos que por nuestra parte, y en vista del escaso interés por parte de todos, era mejor anular la conferencia. Y entonces vino la guinda del asunto, cuando los organizadores nos dijeron, literalmente: “ah, vale. Ya estaremos en contacto”. Vamos, ningún interés por el tema, que digo yo, que para qué se organizó entonces… Por otro lado, esta semana he vuelto a trabajar en la novela, que había abandonado desde el accidente del tren. Ha sido un ratito solo, menos de una hora, pero salieron casi 4 páginas. La cosa tiene buena pinta en cuanto a producción. Como os iba a contar la semana del accidente, ese día había estado en la Catedral de Sevilla, lugar clave en la novela (aunque no voy a contar su construcción, jejeje). El tema central de la novela es la búsqueda de un objeto que se encuentra perdido desde 1537 y los protagonistas investigan en la Catedral en busca de ese objeto. Estuve sacando fotos de los lugares de la Catedral que aparecerán en la novela de manera que pueda luego describirlos con detalle. Además, necesitaba conocer en qué lugar se encontraba cada cosa e incluso hasta qué punto puede uno encontrar información in-situ, e incluso tocar determinados elementos (imposible esto último, claro…) Aparte de eso, estuve también buscando información sobre las capillas en cuestión, y fue entonces cuando me encontré en uno de esos momentos que yo llamo mágicos durante el proceso de creación de una novela. Había decidido que una capilla concreta —tenía que ser esa y no otra—, sería el lugar más importante de toda la novela, la clave de todo. Sin embargo, el motivo por el que había decidido que fuera así era bastante vago e impreciso… se podría decir que cogido por los pelos. Pero durante la investigación, me encontré con una sorpresa tremenda en el retablo de esa capilla. Como decía, todo en la novela gira en torno a un objeto perdido en 1537, un objeto maya, para ser más exactos. Pues bien, en el retablo de ESA capilla que yo había elegido, se pueden contemplar unas pinturas dedicadas a 4 santos católicos: San Pedro, como sabéis el guardián de las llaves del cielo, San Bartolomé, que según la tradición expulsó a un demonio, Santiago el Menor, a quien Jesús encargó la custodia de la iglesia de Jerusalén tras su muerte, y Santo Tomás. Éste fue quien me dio la mayor sorpresa de todos, pues según algunos, llegó a predicar en el actual México y su recuerdo sería el que dio paso a la figura del dios Quetzalcoatl. Y todas, pero todos esas figuras representadas, pueden ser usadas en el argumento de la novela como parte importante de la capilla en cuestión. Sé que estoy siendo bastante impreciso, pero es que os estoy hablando justamente del “meollo” de la novela, el argumento central de ella, y por tanto no puedo dar más detalle. Pero creedme, fue un descubrimiento importantísimo para la consistencia del argumento, una inmensa alegría, un momento mágico (y ya llevo un buen montón en mi corta carrera literaria). Así que esta semana espero poder concentrarme ya en escribir en firme, porque, a falta de unos pocos flecos, el argumento de la novela está totalmente armado. Puedo decir además que está quedando una historia muy ágil, con un ritmo bastante alto. Tiene además bastante diálogo, lo que para aquellos que huyen de las descripciones será de agradecer. Total, que una vez más, estoy haciendo algo totalmente diferente de lo que había hecho antes, y la verdad es que no me lo propongo… Y como resultado, estoy entusiasmado con el tema. ¿Lógico, no?