Las cosas surgen de improviso y cuando menos te lo esperas. Hace unos días, aparecía por este blog una escritora llamada Laura Grau. La misma escritora que el pasado jueves día 4 presentaba su libro en La Casa del Libro de Sevilla. Unos días más tarde, yo mantenía una reunión para presentar un proyecto en el Ateneo Andaluz. No voy a dar datos, si la cosa sale, ya os contaré con detalle. La cuestión es que en esa reunión, me enteré de que una vez al mes, una asociación multidisciplinar de artistas lleva a cabo una muestra de su arte. En ella se reúnen pintores, actores, músicos, poetas… Y en esa reunión, me comentaron si existiría la posibilidad de preparar la presentación de un libro para la próxima muestra de la asociación. Sólo había un problema: la reunión la manteníamos el pasado martes, 2 de Junio, y la muestra de la asociación de artistas es mañana, día 7. Teníamos cinco días para buscar un autor que estuviera dispuesto a presentar su libro y organizarlo todo, o más bien, lo poco que pudiéramos organizar en tan corto espacio de tiempo. Entonces surgió el nombre de Laura Grau, a la que acababa de conocer por el blog y de quien sabía que estaba a punto de sacar su primer libro. Conseguí sus datos, nos pusimos en contacto, y mañana día 7, a las 13 h., presentará su libro en Dos Hermanas. Me hace especial ilusión, porque será además la primera vez que participe activamente en la presentación de un libro. Es una responsabilidad, claro, pero creo que lo disfrutaré mucho. Podría parecer una locura haberse embarcado en algo así con tan poco tiempo de preparación, pero las oportunidades surgen cuando surgen, y no cuando uno las busca. Cierto es que no se trata de una oportunidad para mí personalmente, pero sí es una oportunidad para la cultura, y una oportunidad para una autora novel, que ha luchado por sacar adelante su libro. Y eso se merece todo el apoyo que se le pueda dar, aunque sea poco. Aunque esté seguro de que con mayor tiempo para organizarlo la presentación podría resultar mucho mejor. Porque ha sido todo muy precipitado, pero la buena disposición de Laura ha sido ejemplar y definitiva para que podamos llevar a cabo el acto, que se realizará en el Parque del Palmarillo, en Dos Hermanas. Y ahora, pues me encuentro leyendo el libro de Laura a toda prisa, tomando notas mentales para hacer una presentación decente mañana. Así que invitados quedáis, aquellos que podáis desplazaros hasta aquí.
Un Café Con…
Blanca Miosi nació en Perú y reside en Caracas, Venezuela, desde hace veintisiete años. Estudió dibujo en la Escuela de Nacional de Bellas Artes del Perú y actualmente compagina el trabajo de diseñadora de moda con el de escritora. Publicó su primera novela El pacto en 2004 y en 2005, otra obra suya, El cóndor de la pluma dorada, quedó finalista en el concurso Yo escribo. Su última obra, La búsqueda (Roca Editorial 2008), un relato basado en la vida de su esposo, prisionero superviviente del campo de concentración de Auschwitz, tuvo una gran acogida. PREGUNTA: Dime, Blanca, si esta entrevista la estuviéramos haciendo físicamente juntos, ¿dónde te gustaría que la estuviéramos realizando? ¿En qué lugar quisieras que se llevara a cabo? RESPUESTA: Me gustaría que conversáramos en algún café de los que hay en Madrid, o en Barcelona, no sé en qué ciudad estás, cualquier lugar que escojas estaría bien para mí. Me encanta el capuchino y los cafés al aire libre con toldos y verdor. P: Yo vivo en Sevilla, no sé si la conocerás. Me ha sorprendido que prefieras una entrevista en España antes que en algún lugar conocido, que te transmita seguridad o confianza. ¿Has estado anteriormente en España? ¿Conoces Madrid o Barcelona? R: Ja, ja, es que soy muy aventurera, me siento muy bien fuera de mi entorno, no conozco España, pero es un motivo para que me cuentes cómo es tu lugar favorito. ¿Estás en Sevilla? ¡Entonces voy a Sevilla! P: Sevilla es una buena ciudad para visitar, te gustaría… Podría llevarte a algunos sitios más que interesantes. Hablas de ser aventurera. ¿Crees que un escritor debe ser aventurero para escribir? ¿Es una cualidad necesaria para ser escritor? R: No sé si es válido para todos los escritores, pero creo que la única forma de plasmar por escrito situaciones con visos de realidad es si se han vivido experiencias similares. Difícilmente podrías describir lo que siente un personaje enamorado si nunca lo has estado. O relatar un pasaje de terror si jamás has sentido el peligro o el miedo. Y hablando de aventuras, cierta vez, regresaba de Suiza y antes de llegar a Venezuela, el avión hizo escala en Guadalupe, una isla en las Antillas, donde debía quedarme una noche. Pero lo que no sabía era que la gente agolpada en el aeropuerto por salir, estaba huyendo de la probable erupción del volcán La Soufriere. No había cupo al día siguiente, ¡y sólo tenía 50 dólares! Me uní a un grupo de periodistas que se alojaban en la misma pensión y haciéndome pasar por una de ellos pude divisar en helicóptero la cima del volcán y sus alrededores. Una semana inolvidable. Creo que la suma de las experiencias a lo largo de la vida, enriquecen la obra de un escritor. P: Eso es lo que deben llamar “armas de mujer”… cuéntanos quién crees tú que es Blanca Miosi R: ¿Armas de mujer?, ja, ja, no… Creo que es la solidaridad humana en momentos de peligro. Yo creo que soy una persona bastante normal. Dentro de lo normal que soy, acostumbro ser muy organizada, de otra manera no podría hacer tantas cosas en lapsos relativamente cortos de tiempo. Por ejemplo: ahora mismo que contesto tu entrevista, estoy haciendo una a José Manuel García Marín, el autor de La escalera del agua. También estoy en constante contacto con mi agente y la editorial Viceversa. También atiendo mi taller, que es mi trabajo, donde debo diseñar, trazar, atender clientas, hacer presupuestos, aparte por supuesto, de intervenir en los foros, estar al día con mi blog y por último, por las noches, ya en casa, proseguir con la corrección de mi novela “La última señal”. P: Hablas de tu trabajo y de la falta de horas para llevarlo todo a cabo. Eres una mujer de éxito en tu profesión, ¿por qué querría alguien abonarse a una carrera loca e incierta como la de escribir libros, plagada de obstáculos y que si no sale bien puede terminar en una merma importante de la autoestima? R: El motivo principal es porque me apasiona escribir. Y no lo sabía hasta que empecé a hacerlo hace unos ocho años. Siempre he tomado la escritura como un placer más que como un trabajo, aunque cuando se empieza a publicar se adquieren responsabilidades y deja de ser un pasatiempo para convertirse en una tarea. No creo que este camino como dices, plagado de obstáculos, me amilane, no porque sea una persona con una alta autoestima, por el contrario, la publicación de mis libros la ha afianzado. P: Comentas un detalle realmente curioso en los tiempos que corren. La mayoría de la gente hoy día comienza a escribir muy pronto. Laura Gallego, por ejemplo, ganó su primer gran premio literario con 21 años. Suele suceder que el que se dedica a escribir lo hace desde bastante joven. Tú eres una excepción a esa norma. ¿Qué hizo que no empezaras a escribir en firme hasta ser una mujer madura? O dicho de otro modo, ¿qué cambió en tu vida para que decidieras empezar a escribir? E incluso más allá: ¿cómo es el salto de escribir para ti a intentar publicar lo que escribes? R: Cierto, parece que fuese una excepción a la norma. Lo cierto es que empecé a escribir inducida por mi madre, después que ella falleció. Dejó una autobiografía y me fascinó su estilo al contar su vida. Entonces me pregunté: ¿podría yo, al igual que ella, relatar con tales detalles y emociones? Hice la prueba y escribí las primeras cuatro páginas de mi primera novela: El pacto. Supe desde ese momento que jamás dejaría de escribir. Lo hice sin detenerme a pensar si publicaría o no. Simplemente escribía. Sin embargo esa primera novela impactó tanto a mi esposo que pensó que debería publicarla, y como yo no sabía absolutamente nada del mundo editorial, creía que había que pagar. Él me regaló la autoedición. Yo seguí escribiendo hasta completar ocho novelas más y
Dos Centenas
Pues sí, ya estoy en la página 200 de la novela que escribo. Durante esta semana he tenido poco tiempo, y apenas le he podido dedicar un par de tardes. Y me temo que en los próximos meses esta va a ser la tónica. También yo he de trabajar, que la nevera hay que llenarla, pagar las facturas, (que ahora, con el aire acondicionado puesto todo el día suben como la espuma), y comprar libros para poder escribir libros. Así que a partir de ya, que ha empezado la temporada fuerte en mi trabajo diario, el tiempo que me queda para escribir se reduce, y además, estoy tan agotado físicamente que me cuesta mucho más. Sin embargo, tengo una buena noticia, y es que ya he pasado el nudo argumental de la novela. A partir de ahora, ya todo lo que viene es desenlace. La novela está estructurada para contar una historia que se desarrolla a lo largo de cinco días. El primer día nos coloca en una situación inesperada, sorprendente y aparentemente sin motivo alguno. Los dos siguientes se dedican a explicar el por qué de lo sucedido en el día anterior. Acabo de empezar el cuarto día, que se inicia con un giro tremendo, una escena turbadora. Es el pistoletazo de salida para que todos los datos que se han ido descubriendo a lo largo de las dos jornadas anteriores, comiencen la carrera que llevará hasta la meta. Ya he superado los dos tercios de la novela. Ahora quedan entre 10 y 12 capítulos, que significará más o menos cien páginas más. Hasta ahora llevo 18 capítulos escritos. El hecho de que los capítulos siguientes vayan a resultar más cortos que los escritos hasta ahora no es casual. Se debe, precisamente a que van a irse desarrollando las distintas tramas a una velocidad mucho mayor, despejando incógnita tras incógnita hasta que todo cuadre finalmente. Sin embargo, como podéis ver, si se hace una media de la longitud de cada capítulo, más o menos salen todos igual. De esto tengo que hablar un día en el blog. Por lo demás, la semana ha resultado agradable. Exceptuando el susto que nos dio Javi el otro día, (¡recupérate, Búfalo!) por supuesto. Hace un par de días recibí un e-mail inesperado de una buena amiga. Sus palabras fueron de un gran valor para mí. Palabras de ánimo, salido del corazón, es evidente. No me cansaré de decir que el escritor es un ser egocéntrico, al menos en pequeñas dosis. El que escribe necesita recibir información sobre las sensaciones que produce su obra, el impacto que produce en otros. Y cuando una escritora que está acariciando el éxito con su obra, te indica en un mail que lo que tú escribes es de “valor histórico y literario” y que “tu autoestima debería estar por las nubes pues sabes muy bien que a cualquier escritor de mediocridades lo publican con más facilidad que a uno serio”, es inevitable que uno reciba una inyección de moral. Lo dice mi amiga (y de varios de vosotros) Blanca Miosi, y lo dice en relación a Pecado Capital, la novela que mandé a la agencia hace unos días. Ya hace unos meses que Blanca leyó el original y en su día me dio su opinión, muy positiva. Por eso me ha sorprendido recibir ese mensaje, porque no lo esperaba, aunque me ha venido muy bien para calmar ansiedades y tomar aire. Muchas gracias, Blanca. Por cierto, que en un par de días vais a poder disfrutar de una entrevista a Blanca Miosi en este mismo blog. No os la perdáis, en serio. Me parece que el resultado es notable.
Prosofagia
Hace tiempo que apenas puedo entrar en los foros literarios. No más allá de saber cómo andan los amigos (todos ellos muy activos) y qué se va cociendo en cada uno de los foros. Personalmente estoy registrado en tres foros: Sedice, Prosófagos y Ábrete Libro. De todos ellos, en el que menos activo he estado desde siempre ha sido el de Ábrete libro. Mal hecho por mi parte, porque además es un foro importante, con actividades de gran peso. De hecho, el año pasado organizaron la I jornada de literatura del foro. Este año van a repetir, curiosamente, el mismo fin de semana en que se ha organizado el encuentro de Dos Hermanas. Los que siguen este blog desde el principio, saben que siempre he dicho que el poder de los foros para el autor que comienza es increíble. Dejas de sentirte solo, y más que eso, encuentras, antes o después, gente que está en tu misma situación. Y más importante aún gente que está uno o dos pasos por delante de nosotros y que no le importa compartir su experiencia. Es muy curioso, pero varios escritores que conocí en los foros cuando no hacíamos otra cosa que soñar con publicar, o bien han visto ya cumplido su sueño, o lo van a cumplir en los próximos meses. Y eso une. Y eso anima. Y eso ayuda. En uno de esos foros, Prosófagos, hace cosa de un par de meses se puso en marcha una iniciativa interesante. Se trataba de realizar una revista literaria. Cierto, revista literarias hay muchas y es difícil ser original. Por eso, Prosofagia no intenta ser original. Lo que intenta es ser útil. ¿Útil para quién? Pues en la misma editorial del primer número se menciona lo siguiente: “¿Qué queremos ofrecer en estas páginas? Ficciones y pistas para el camino. Todos los que entramos en estos foros amamos la literatura, escribimos y pretendemos escribir cada vez mejor; y tal vez soñamos con publicar nuestras obras un día, o ya hemos empezado el arduo trayecto entre editoriales y agentes. Sabemos que cada escritor debe recorrer su propia senda; pero conocer las rutas de aquellos que ya han alcanzado experiencia y reconocimiento siempre es enseñanza y estímulo”. Es decir, que el espíritu de Prosfagia es el de enseñar, marcas caminos para los que empezamos en el tema este de escribir y querer publicar. La primera revista se publicó hace unas semanas. Es un monográfico que está dedicado a varias entrevistas que durante un tiempo han estado haciendo algunos miembros del foro. Podremos leer las palabras de Alberto Vázquez-Figueroa, Alette Geneve (gracias por seguir este blog, es un honor), Motserrat Rico, cuya última novela será traducida próximamente al ruso, Rosa Montero o Julio Maruri, nada más y nada menos. En esa primera revista me sorprendí cuando me dijeron que aparecería como colaborador. No lo esperaba y la verdad es que fue un placer y un orgullo. Prosofagia nace como revista bimensual. El siguiente número volverá a ser un monográfico en el que aparecerán algunos cuentos y relatos de los autores que intervienen en el foro propiamente dicho. Pero después de eso, parece que la revista se va abrir mucho más y contará con diversas secciones. Es posible que una de ellas se dedique a tratar asuntos que desde este blog se comentan a menudo: cartas a las agencias, preparar sinopsis, etc… Es decir, a guiar al autor novel. Puede que esté a cargo de una buena amiga, a la que la mayoría ya conocéis, Su blog, ha sido un referente para mí y para muchos otros, de modo que está más que facultada para llevar adelante el proyect. Puedo deciros que si finalmente la cosa se lleva adelante puede resultar de lo más interesante, porque se está planteando de un modo que, sin duda, llamará la atención. Como véis, trato el tema con suma precaución, porque no hay nada cerrado y estas cosas son muy volátiles. No quisiera por tanto pecar de indiscreción. La cosa, desde luego, pinta interesante. Pero eso será dentro de un mes, más o menos. Hasta entonces, ya podéis ir leyendo el primer número. Puedo aseguraros que no dejará indiferente a nadie.
A velocidad de Crucero
La semana ha vuelto a ser fructífera. He avanzado unas 30 páginas en la novela, ya estoy casi en la página 180 y he superado el ecuador de la misma. Ahora mismo me encuentro en pleno nudo argumental, y sin embargo, todavía han de aparecer algunos personajes nuevos. Un modo más de mantener el interés del lector. Tengo que hacer algún cambio, ligeras modificaciones, pero eso lo dejaré para cuando termine de escribir y comience el repaso general. La verdad es que la cosa ya empezó bien el fin de semana pasado, en la Feria del Libro de Sevilla, en la que pude pasar un día estupendo con los buenos amigos Javier Márquez, MisterX, R2D2, Sempiterna, Capitán Nadie y más… No nos vemos cada semana, a veces, ni siquiera cada mes, pero pasar un rato juntos siempre es estupendo: reímos, hablamos, nos contamos proyectos, nos preguntamos sobre proyectos, intercambiamos ideas y nos ponemos al día. ¡Y siempre sabe a poco! A última hora del sábado algunos incluso fuimos a ver Ángeles y Demonios, la película basada en la obra de Mr.Brown. Por cierto, el doblaje es pésimo y tiene algún fallo de guión, pero resulta entretenida y ayuda a pasar el rato. El mismo sábado compré un par de libros. Es curioso, pero desde que empecé a escribir cada vez compro menos narrativa y más ensayo. En esta ocasión son dos libros que me servirán para documentarme para mi próximo proyecto. Porque ya tengo próximo proyecto, -es la primera vez que m pasa, hasta ahora era incapaz de pensar en otra novela mientras estaba escribiendo- un motivo más por el cual la semana está siendo productiva. Se tratará de una novela histórica, con mucha aventura, algo de intriga y un par de cucharadas de romanticismo trágico. Estará ambientada en la época de la conquista española de Sudamérica. Hasta aquí puedo leer. Además, ayer envié por fin Pecado Capital, la crónica novelada sobre la vida del Duque de Lerma, a la agencia. Ahora toca esperar a que la lean (son 480 folios nada menos) y me remitan su informe, para lo que pasará algún tiempo. Por último, un buen amigo me dio una alegría esta semana. El sábado por la noche le dejé el borrador de Hijos de Heracles y el martes me llamó por teléfono. Se había leído la novela en sólo dos días, y eso que según cuenta no es muy dado a la novela histórica. Su crítica era muy positiva y al parecer disfrutó de su lectura. Hasta ahora, el 100% de los que la han leído coinciden en su valoración positiva, lo que es una fuente de alegría. Ojalá todo aquel que la adquiera cuando se publique tenga la misma opinión. No hay ido mal la semana, ¿verdad?
Calentando Motores
En estas fechas hace un año y nueve meses exactamente yo estaba sordo y ciego. No tenía ni idea de cómo funcionaba el sistema editorial. Tampoco es que ahora sepa mucho, pero al menos tengo algunas cosas claras. Lo que sí tenía era una novela de fantasía épica recién terminada. Lo que no sabía muy bien era qué hacer con ella, aparte de enviarla al premio Minotauro. Tarea baldía, por supuesto… Al cabo de unos meses, y de pura casualidad, me enteré de que en Dos Hermanas se celebrara un congreso sobre literatura fantástica. ¡Literatura Fantástica! ¡Y al lado de mi casa! Huelga decir que me inscribí en lo que fue el II Encuentro de Literatura Fantástica de Dos Hermanas. Ese fue un punto de inflexión para mí en sentido literario. Allí conocí a varios autores noveles sevillanos con los que formaría una especie de taller que funcionó durante varios meses. Allí conocí también los foros literarios que tanto me ayudarían en los meses siguientes. Curiosamente, un año después me invitaban a formar parte del comité que organiza los Encuentros de Literatura Fantástica de Dos Hermanas, que este año se celebrarán por cuarto año. Y esta entrada es para daros un avance de lo que se está preparando, que ya os digo que es de alta categoría. Para empezar, contaremos con la asistencia de Care Santos. Para quien no conozca a Care Santos, diré que cursó estudios de Derecho y Filología y ha trabajado en periódicos como ABC, Diari de Barcelona o El Mundo. Tiene un buen puñado de novelas en su haber y ha obtenido diversos premios, como el Ateneo Joven de Sevilla, el Gran Angular, y recientemente conquistó el premio Barco de Vapor 2009. Su obra se ha traducido a varios idiomas. Es decir, Care Santos es una de las plumas más destacadas de la literatura infantil y juvenil en lengua castellana. Y ya ha confirmado su asistencia con nosotros. También nos visitará Felix J. Palma, cuya obra, El Mapa del Tiempo, obtuvo el Premio Ateneo de Sevilla y se está convirtiendo en una de las novelas con más éxito de los últimos meses. Tanto es así que hace poco se anunció que la novela sería traducida y publicada en: Estados Unidos, Noruega, Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Dinamarca, Holanda, Portugal y se está negociando la publicación en el Reino Unido. Algunos ya la comparan con La Sombra del Viento, de Ruíz-Zafón. David Lozano es otro de los autores que vendrá al IV encuentro. Ganó el Gran Angular en 2006 y su trilogía titulada La Puerta Oscura está obteniendo buenos índices de venta. Este año vamos a tener una visita de lo más interesante. Se trata de Eloy Martos. Es catedrático e ¡imparte clase sobre literatura fantástica ni más ni menos! Sin duda, su conferencia será de lo más interesante. Pero no todos van a ser autores de prestigio. En nuestro Encuentro se apuesta muy fuerte por autores noveles. Sin embargo, no significa que tengan menos calidad. Uno de los ponentes que es desconocido, por ahora, para el público es Leonardo Ropero. Leonardo es doble finalista del Premio Minotauro, en sus ediciones de 2007 y 2008. Dentro de unos meses será publicada su primera novela, La Estrella Oscura, que esperamos tener ya para su presentación en Dos Hermanas. David Prieto, Alejandro Guardiola y Raúl Gonzálvez ya han confirmado también su presencia en el IV Encuentro. Su cometido será llevar a cabo una mesa redonda sobre literatura fantástica. David Prieto es autor de Urnas de Jade, que cosechó unas críticas impecables, y Mentiras, la segunda parte, recién lanzada al mercado. Alejandro Guardiola es el autor de Sombras de una Vieja Raza, que próximamente verá la luz al fin. Esta obra fue finalista del premio Minotauro en 2006. Por su parte, Raúl Gonzálvez es editor de Grupo Ajec, una editorial granadina que apuesta enormemente por autores nacionales, aunque sean noveles, siempre y cuando su calidad sea la adecuada. Su editorial anunció hace poco el lanzamiento de una nueva línea, denominada Excalibur, que está centrada en la fantasía épica. Pero todavía no estamos del todo contentos con todo esto, de modo que seguimos trabajando en algunos otros asuntos, como la preparación de una mesa redonda sobre cine fantástico que puedo deciros que está casi cerrada. Y claro, teníamos que buscar un sitio apropiado para semejante elenco. Para este año, el marco en el que se celebrará el programa va a ser espectacular. Se trata de una casa palacio, uno de los ejemplos mejor conservados del neoregionalismo sevillano. Y como sé que os cuesta creer lo que os digo, aquí os traigo un par de imágenes del edificio. El salón en el que se celebrarán las conferencias y mesas redondas tiene capacidad para unas 80 personas sentadas cómodamente y está climatizado. Puede parecer una tontería, pero os aseguro que por esas fechas en Sevilla sigue haciendo calor… De modo que, os hago una recomendación: id reservando billetes de avión o de tren, vacaciones, hotel, hostal, o llamar a algún amigo para que os preste su casa, pero ni se os ocurra perderos este año el IV Encuentro de Literatura Fantástica de Dos Hermanas, un evento que va ganando solera e importancia conforme pasa el tiempo. Lo mejor que tiene, sin lugar a dudas, este evento, es el increíble ambiente que se vive, de amistad y cercanía, entre los autores y el público. En mi primera asistencia, me encontré tomando café ni más ni menos que con Juan Miguel Aguilera, Rafael Marín y Javier Negrete sin conocerlos absolutamente de nada previamente. ¿Alguien da más? La fecha para este año será la del sábado 26 y el domingo 27 de Septiembre. ¿Te lo vas a perder?
El Agente, el Autor, la Obra y la Editorial
Guillermo Schavelzon dijo durante una conferencia: “cuando una editorial reduce el número anual de nuevos títulos, la lógica de la rentabilidad lleva de manera automática a optar por aquellos más seguros, de éxito más probable y de menor riesgo comercial. Este criterio de selección suele estar reñido con la calidad literaria, la innovación y el aporte cultural. Vemos entonces como, en las grandes empresas editoras, las decisiones de contratación han pasado del área editorial al departamento comercial, algo que sucede en todos los países. El mercado señala, el mercado pauta, el mercado impone. Ya casi no existen esos editores que, hasta hace diez o veinte años, editaban para señalar tendencias, enriquecer y aportar. ¿Para qué correr riesgos con libros de éxito dudoso, si se puede editar libros de éxito garantizado?” Es decir, que el mercado tiene una tendencia, unos gustos que varían con facilidad de un año a otro. Hasta ahora, por ejemplo, la novela histórica gozaba de una salud de hierro. Sin embargo, comienza a haber indicadores que advierten de que eso está cambiando. Puesto que las editoriales son, como no me canso de repetir, un negocio, buscan conseguir la máxima rentabilidad, y eso se consigue a base de dos aspectos: 1) La obra de un autor reconocido y con éxito de público 2) A través de un libro que siga las tendencias del mercado. Lo que sucede es que el autor, y más aún el autor novel, desconoce los términos en los que se mueve el mercado. Es un nuevo aspecto por el que se impone la figura del agente literario, pues podrá guiarnos en cuanto a qué puede funcionar y qué no (lo digo por experiencia). Aún con eso, en el artículo que dedicábamos hace unas semanas a la importancia de conseguir un agente, se comentaba el hecho de que cada vez es más difícil lograr la representación de uno de ellos, aunque me alegra saber (es una alegría enorme, de hecho), que algunos de los asiduos a este blog ya han conseguido agente que los represente. ¿Por qué es tan difícil conseguir la representación de un agente literario? Guillermo Shavelzon nos contesta. ¿Cuántos manuscritos reciben al mes y a qué tipo de género literario pertenecen? De los autores de la agencia recibo tres o cuatro al mes, narrativa y no ficción, de escritores que piden representación recibo cinco o seis cada día. Es decir, que les llegan, mensualmente, entre 100 y 150 autores con su respectivo original en busca de representación. Por eso es tan difícil conseguir agente, porque están saturados. Sucede exactamente igual que con las editoriales. Y llegados a ese punto, el nivel de excelencia, en cuanto a calidad, o de popularidad, en cuanto a términos de mercado, de la obra en cuestión se sitúa en la estratosfera. Lola Gulias, de Kerrigan, habla de este tema: Si tuviésemos que hablar de porcentajes, ¿qué porcentaje de manuscritos supera la primera criba? ¿Cuántos manuscritos recibís, por término medio, en un mes? Recibimos una media de 40 manuscritos mensuales. Nos quedamos con 2 con mucha suerte…. ¿Qué criterios marcan entonces la elección de un autor y su obra por parte de la agencia? De nuevo responde Guillermo Shavelzon ¿Qué se busca en la obra de un autor novel para decidir representarla? Originalidad, innovación, calidad literaria, algo que sea realmente excepcional. Lola Gulias coincide: Buscamos originalidad argumental, técnica impecable, algo que destaque aquel manuscrito, aquel autor de todos los demás (muchas veces no conseguiremos publicar esa primera novela pero intentas percibir ese algo que lo va diferenciar). Puede ser la misma historia de siempre pero contada desde una perspectiva, con un matiz que la hace sobresalir. Y también Silvia Sánchez, de la agencia Asisabla ¿Qué buscáis en un autor novel? Ante todo excelente calidad y novedad. Resumiendo: que resulte imprescindible. Pero claro, una cosa es decir que se busca originalidad e innovación y otra cosa muy distinta saber cómo conseguirla… Porque la calidad se puede lograr con facilidad, o al menos, con cierta facilidad. Se pueden efectuar cursos literarios, cuidar al máximo el vocabulario, el léxico la gramática… eso, en cierto modo, es sencillo. Pero, ¿cómo ser originales cuando el rey Salomón ya dijo hace unos dos mil años que “no hay nada nuevo bajo el sol”? Pues se puede conseguir. Se trata de ofrecer, si no ya historias nuevas, porque toda historia será de amor, o de odio, o de venganza, o … Sí se puede ofrecer desde un punto de vista distinto. Por ejemplo, El Perfume resultó un éxito de ventas porque contaba una historia desde un punto de vista completamente innovador: el del sentido del olfato. Quien escribe novela histórica puede presentar su novela presentando un aspecto poco conocido de determinada cultura o personaje. De hecho, los historiadores no se ponen de acuerdo sobre la mayoría de las cosas. ¿Por qué no aprovechar ese filón? Hay mil opciones para ser original. Pero, ¿si no conseguimos la originalidad? Pues siempre podremos intentar seguir las tendencias del mercado. Es cuestión de ser flexible. Y eso no significa venderse al mejor postor, porque al fin y al cabo escribiremos la historia que nos guste, que queramos contar… aunque dentro de determinados parámetros que nos permitan obtener cierto éxito. Por último, hay un aspecto fundamental por el que conseguir agente literario: el hecho de que el agente podrá hacer llegar nuestra obra a distintas editoriales, siempre teniendo en cuenta cuál de ellas será el lugar más adecuado para nuestra novela. ¿Por qué? Porque el agente tiene una visión mucho más global y especializada del mundo literario que nosotros. Y porque le interesa colocar la novela en la editorial que mejor pueda cuidarla, presentarla, distribuirla y hacerle publicidad. Al fin y al cabo, también se trata de su negocio. ¿Y cómo elige un agente la editorial adecuada? A Guillermo Shavlezon le preguntaron en una ocasión: ¿Cuál es el criterio para elegir una editorial sobre otra? En mi forma de pensar esta actividad, la mejor editorial no es “la que
Profetizando
Cuatro líneas. He estado detenido en una de las partes más importantes de la novela porque tenía que escribir cuatro líneas. Suele pasarme cuando llego a los nudos argumentales de las novelas. Suele ser lo que más trabajo me cuesta desarrollar. Y tiene su lógica, porque no es lo mismo saber que tiene que pasar determinado asunto, a desarrollarlo. Esas cuatro líneas me han detenido durante una semana. En la novela en la que trabajo, el elemento místico y profético está bastante presente, digamos que forma parte del núcleo central de la historia. Pero claro, una cosa es saber que tal personaje de la novela está marcado por una profecía, y otra muy distinta es crear una predicción que señale, con miles de años de antelación, a una persona concreta de entre una población de más de 6000 millones de personas. Eso no es nada fácil… porque, pese al elemento fantástico que supone una profecía, debe resultar creíble, y más que eso, contrastable, veraz e históricamente factible. De modo que escribir esas cuatro líneas me ha tenido parado durante varios días, como digo. El resultado, es decir, la profecía en sí misma y su explicación, me ha dejado más que satisfecho, y quien ha leído esa porción coincide en que no sólo resulta creíble, sino que además es un nuevo motivo para quedarte enganchado a la trama de la novela. Por otro lado, esta semana he dispuesto de poco tiempo para escribir. A cambio, algunas de las causas que me producían stress y nerviosismo se van colocando en su lugar. No en cuanto a los temas relacionados con mi carrera literaria, que esos siguen su curso, lento y sinuoso, aunque hace unos días recibía un comunicado de parte de la editorial en el que me explicaban los poderosos motivos por los que el tema está avanzando con lentitud en las últimas semanas. Pero sí se van aclarando las cosas en otros aspectos. De modo que espero retomar el ritmo de escritura con tranquilidad en los próximos días. Ayer, además, me dieron una alegría. Desconocía este proyecto, pero resulta que la mayoría de los archivos de distintas instituciones están disponibles digitalizados y gratuitamente para los ciudadanos, sean o no investigadores. Es el registro PARES. Y creo que va a ser una magnífica fuente de información para mis proyectos futuros, para los que ya tengo un par o tres de ideas… Para terminar, esta semana he comenzado a realizar la primera entrevista que llevo a cabo para el blog. Es una conversación virtual que mantengo con una autora asidua a este sitio. La verdad es que el experimento me está gustando y creo que el resultado se está pareciendo bastante a una entrevista tradicional, donde las dos personas se encuentran frente a frente. Sin embargo, es por escrito y a distancia, lo que hace que la cosa vaya lenta. Pero creo que el resultado está siendo de lo más interesante. Pronto podréis leerla por aquí…
Los Peligros de la co-edición
Estos son malos tiempos. Los hijos desobedecen a los padres y todo el mundo escribe libros. Marco Tulio Cicerón. El hombre busca su bien a costa del mundo entero. Robert Browning . Es posible que Robert Browning nunca llegara a conocer la cita de Cicerón. Cicerón, desde luego, nunca conoció la cita de Robert Browning. Sin embargo, se complementan, ¡y de qué manera! cuando hablamos de los peligros del mundo de la co-edición. Quien sigue este blog desde hace tiempo ya sabe que creo que, en determinados casos, muy concretos y específicos, la co-edición no tiene por qué ser necesariamente mala. También sabe que ya he comentado que existen algunos aspectos negativos que afectan a la co-edición y la auto-edición. Pero tenía pendiente un último tema sobre este asunto. Uno mucho más delicado y peligroso. Uno que se basa, concretamente, en las dos citas que abren esta entrada: el hecho de que todo el mundo escribe, y el hecho de que el hombre busque su bien a costa del mundo entero. Porque, desgraciadamente, en algunos casos esto último se cumple por completo, sin medias tintas, sin medianías. De vez en cuando, surge una persona que no le importa el daño que pueda causar siempre y cuando ella pueda obtener algún tipo de beneficio. Y el mercado editorial no iba a ser menos que cualquier otro mercado. Digo desde ya, que esta va a ser una entrada excepcionalmente larga. Sí, más de lo habitual. Y también digo desde ya que no toda editorial de co-edición sea “mala”, o peligrosa o ilegal. Ni mucho menos. Las hay muy correctas, que cumplen la letra de sus contratos hasta la última coma. También hay gente buena por el mundo, afortunadamente. Pero de esas no vamos a hablar hoy, porque el mensaje de hoy no es el de buscar editoriales de co-edición de las que fiarse. El mensaje de hoy es para alertar de que “no todo el monte es orégano”, ya que hoy estamos de dichos y citas populares o famosas. Y no se puede fiar uno de todas las editoriales de co-edición porque ya hay más de un caso en el que una de estas editoriales ha quedado retratada. No es nada raro, puesto que el terreno está abonado para que los más “espabilados” puedan hacer su agosto aunque estén en febrero. No voy a dar nombres, que tampoco se trata de eso, igual que no los he dado en entradas anteriores. Basta hacer una simple búsqueda en internet usando los términos apropiados para encontrar lo que se busca. Pero sí voy a explicar detalles, actitudes, ilegalidades si queréis. Para empezar, decir que algunas comunidades autónomas (desconozco si lo hacen todas), en un intento, en mi opinión pobre y baldío de fomentar la cultura y favorecer el hecho de que se publiquen libros, hacen cosas como comprar unos 100 libros de aquellas tiradas que lo soliciten. No sé exactamente cómo funciona, pero ese es en definitiva el hecho: que la comunidad compra a la editorial unos 100 libros. Es una especie de subvención encubierta, por llamarlo de alguna forma y para que podamos entendernos. Hagamos un cálculo rápido, tal como hicimos hace varias semanas con este asunto. Si le compran cada libro por los 19€ que sugería aquella editorial de co-edición con la que estuvimos haciendo números, la venta de los 100 ejemplares le reporta a la editorial un total de 1900€. Un dinero que reciben así, sin más. Pero no es ese el único dinero que recibe la editorial, no… a eso hay que añadirle el dinero que ha pagado el autor. ¿Recordáis cuánto era? 4077€ por una tirada de 500 ejemplares, 6084€ por una tirada de 800. Total, que la editorial se embolsa, sin necesidad de que se lleve a cabo venta alguna, la friolera de 8000€. Así, por las buenas. ¿Cuánto cobraría una editorial tradicional en el mismo caso? Pues si tenemos en cuenta que el porcentaje que se queda la editorial es de aproximadamente un 30% de la venta de un libro, si el libro cuesta 19€, la editorial tradicional cobraría 570€ por la venta de los mismos 100 ejemplares. Y de esa cantidad, la editorial tradicional sí tiene que pagar gastos. De imprenta, de corrección, de portada… La verdad, cuando me he dado cuenta de esto, he tenido que parar, respirar, meditar y comentarlo con quien tenía al lado. La diferencia entre una empresa y otra, es que la primera, publicando 100 libros, obtiene una facturación de 8000€. Para que la editorial tradicional pueda obtener esa misma facturación, debe vender 1400 libros. 14 veces más. Se queda uno sin palabras. Pero, cuando las recupera, es para descubrir que el negocio es tremendo, absoluto. Sin arriesgar nada, una editorial se embolsa más de 6000€ —por aquello de descontar posibles gastos de personal, oficinas, etc…— por una tirada bajísima. Y como el negocio es total, atrae hacia ellos gente de todas las calañas. Gente a la que no le importa joder al mundo entero con tal de obtener beneficio. Y esa gente, con el bolsillo lleno de sus flamantes 8000€ ganados a costa de la ilusión y el trabajo de los demás, en especial la ilusión, olvidan que detrás de esas letras escritas y rubricadas en las que se ha comprometido a promover el libro por el que otro ha pagado, hay una persona con sueños y anhelos que está destruyendo, quemándolos como quemará su parte de lo obtenido con tan brillante negocio. Sin importarle absolutamente nada de lo que suceda con el autor. Y mucho menos con su libro, claro. A finales del año pasado se vivió un caso especialmente sangrante con una editorial catalana. El tema tuvo tal notoriedad que apareció en la televisión de Cataluña, TV3, así como en prensa escrita. Se formó una plataforma en la que diversos autores denunciaron en conjunto. Porque el tema no es simplemente perder el dinero. El dinero, con todo, es lo de menos. Lo peor es que ni siquiera
De los nervios
Caramelos, pipas y avellanas. Cigarrillos sueltos, chocolatina y garrapiñada, ¡lo voy pregonando toda la semana!, con mi canasta de mimbre… Así cantaban Los Del Río hace como treinta años, mucho antes de que saltara a la fama con su Macarena. Para quien no lo sepa, los dos son de aquí, de Dos Hermanas, y es que en estas calles hay mucho “arte”… Bueno, pues eso llevo yo cantando toda la semana, aunque con un ligero cambio en la letra: orfidales, tila y valeriana, lorazepanes sueltos myolastan y metaxalona, ¡me lo voy tomando toda la semana!… Pues sí, soy una persona nerviosilla, aunque suelo disimularlo bastante bien. Pero esta semana estoy de los nervios, muy, muy nervioso. ¿Por qué? Pues la verdad no lo sé muy bien, seguramente confluyen varios factores. Uno de ellos es el literario, claro. Llevo fatal las esperas sin saber algo concreto sobre las cosas. Si me dijeran, por ejemplo, tu libro saldrá el 16 de diciembre de 2016, pues lo llevaría mejor, pero como en este mundo nada se mueve en base a plazos y tiempos definidos, pues eso… al que es novel, como yo, todo le pilla de nuevo y lo descoloca. Y lo desespera. Y no hay remedio. Es decir, no se puede hacer nada. Excepto amoldarse, respirar hondo e intentar acoplar tus ritmos a los ritmos del mundo literario. Aunque nadie sepa muy bien cuáles son esos ritmos. Esta semana he escrito poco, un par de ratos, simplemente. En parte ha influido el tema de los nervios, que me han impedido centrarme en las escenas y los personajes. Por otro lado, también ha estado la feria claro… No soy yo muy feriante, sinceramente. Pero hay que reconocer que la Feria de Sevilla es un evento como pocos. Un lugar de relaciones sociales en un marco incomparable de colorido, de alegría, de bullicio. Ayer estuve un rato con Javier Márquez. Como siempre que nos vemos nos ponemos al día de nuestros proyectos y nuestros trabajos. Ayer estaba además con nosotros un buen amigo de ambos, MisterX. Lo de este chico es de traca. No conozco a nadie que demuestre más interés por los asuntos de los demás que él. Cada vez que estamos juntos, no para de hacer preguntas, la mayoría muy interesantes, sobre cómo funciona el mundo de la literatura, cómo trabajamos, cómo planeamos nuestros proyectos, etc… Total, que esta semana he avanzado poco en la novela por todos estos temas. Sí he tenido noticias con respecto al tema de la Feria de Londres: no habrá traducciones, al menos por ahora. La vedad es que no me ha sorprendido nada. Así que la semana que viene, intentaré dormir mejor –últimamente duermo fatal—, respirar con más sosiego y centrarme en escribir, que al fin y al cabo, es lo importante. Pero mientras, aún quedan un par de días de Feria…