La procrastinación, ese enemigo silencioso que acecha a muchos escritores, puede convertirse en una pesadilla a la hora de escribir. Cuando te encuentras frente a un proyecto de escritura, ya sea la redacción de un artículo, un cuento corto o una novela, es fácil caer en la trampa de posponer el trabajo para otro momento. La procrastinación se disfraza de distracciones que parecen urgentes, de la búsqueda interminable de inspiración o de la sensación de que “no es el momento adecuado”. Así que quiero hablarte, ahora que entramos en el verano, y para seguir con la idea de este artículo, de cómo vencer a la procrastrinación para que escribas todos los días.
Ante todo: si aspiras a alcanzar tus metas como escritor y llevar a cabo tus proyectos literarios con éxito, es imperativo establecer una rutina de escritura consistente. En este artículo, te voy a hablar de estrategias efectivas para mantener una práctica de escritura diaria, o como mínimo habitual. Estos consejos están especialmente diseñados para aquellos escritores que desean optimizar su tiempo, aumentar su productividad creativa y convertir sus ideas en realidad literaria palpable.
Me pongo como ejemplo: en mi última novela, que acabo de enviar a un premio literario, estuve escribiendo a un ritmo de locos de entre cuatro y ocho páginas diarias siguiendo estos pasos. Así que a ti también te podrán ayudar.
Tabla de contenidos
ToggleVencer a la procrastinación: establece metas realistas
Establecer metas realistas es esencial para vencer la procrastinación y mantener una rutina de escritura consistente. Cuando nos enfrentamos a un proyecto de escritura, puede resultar abrumador pensar en lo que tenemos por delante. La tentación de posponer la tarea para otro momento es grande, especialmente cuando sentimos que la meta es demasiado ambiciosa o inalcanzable. Si piensas en que tienes que escribir cuatrocientas páginas… Pfff, es inabarcable, se hace un mundo, ¿o no?
Sin embargo, descomponer tus objetivos en tareas más pequeñas y manejables puede hacer que la tarea parezca mucho más manejable y menos intimidante.
Ejemplo
Por ejemplo, en lugar de fijarte la meta de escribir un capítulo completo en un solo día, puedes establecer metas más bajas, como escribir una escena, o 500 palabras al día o dedicar 30 minutos a la escritura. Estas metas más modestas te permiten avanzar de manera constante hacia tu objetivo sin sentirte abrumado por la magnitud del proyecto. Además, al dividir tu trabajo en tareas más pequeñas, tienes la oportunidad de experimentar una sensación de “objetivo cumplido” al alcanzar esas metas. Esta sensación de progreso y satisfacción puede ser increíblemente motivadora y te ayudará a mantenerte enfocado y comprometido con tu trabajo a lo largo del tiempo.
Además, establecer metas realistas te permite adaptarte mejor a los cambios en tu horario y afrontar cualquier obstáculo que pueda surgir. Si un día te resulta difícil alcanzar tu meta de palabras o tiempo de escritura, puedes ajustarla según sea necesario sin sentirte derrotado. Lo importante es mantener un compromiso constante con tu proceso de escritura y avanzar hacia tu objetivo final, paso a paso. Con el tiempo, descubrirás que establecer metas realistas te ayuda a mantener una rutina de escritura más consistente y productiva, lo que te acerca cada vez más a convertir tus sueños literarios en realidad.
Vencer a la procrastinación: divide tu tiempo en bloques
Dividir tu tiempo en bloques de escritura puede venirte bien para vencer la procrastinación y mantener una rutina de escritura. De este modo reservas períodos concretos del día para enfocarte únicamente en tu trabajo creativo. Estos bloques de escritura te brindan la oportunidad de eliminar todas las distracciones y sumergirte por completo en tu tarea, lo que te permite aprovechar al máximo tu tiempo dedicado a escribir.
Una técnica popular que puedes emplear para organizar tus bloques de escritura es la técnica de Pomodoro. Esta técnica implica trabajar de manera intensiva durante un período de tiempo específico, generalmente 25 minutos, seguido de un breve descanso de 5 minutos. Repitiendo este ciclo varias veces, puedes mantener un ritmo de trabajo constante y evitar la fatiga mental que puede surgir al escribir durante largos períodos.
Al dividir tu tiempo en bloques podrás estructurar tu día de manera más eficiente y maximizar tu productividad. Experimenta con diferentes duraciones para encontrar lo que funciona mejor para ti y tu estilo de trabajo. Ya sea que prefieras bloques cortos y concentrados o períodos más largos de escritura ininterrumpida, la clave es encontrar un equilibrio que te permita mantener la concentración a lo largo del día. Con el tiempo, descubrirás que esta técnica te ayuda no solo a vencer la procrastinación, sino también a cultivar una rutina de escritura más productiva y gratificante.
Cómo vencer a la procrastinación: identifica tus momentos de mayor productividad
Identificar tus momentos de mayor productividad es fundamental para optimizar tu rutina de escritura. Todos tenemos períodos del día en los que nos sentimos más alerta y creativos, y reconocer estos momentos puede marcar una gran diferencia en tu productividad como escritor. Puede ser por la mañana temprano, cuando tu mente está fresca y despejada después de una noche de descanso, durante la hora del almuerzo cuando has tenido un descanso y estás listo para volver a enfocarte, o incluso por la noche, cuando el día llega a su fin y tienes menos distracciones.
Para identificar tus momentos de mayor productividad, es importante que observes tus patrones de energía y creatividad a lo largo del día. Presta atención a cuándo te sientes más alerta, enfocado y lleno de ideas. Lleva un registro de tus niveles de energía y productividad durante una semana o dos y observa si hay algún patrón que te ayude a tomar decisiones en este sentido. Una vez que identifiques tus momentos de mayor productividad, organiza tus actividades de escritura en torno a estos períodos.
Por ejemplo, si descubres que por la mañana temprano es cuando te sientes más enérgico y creativo, reserva ese tiempo para tus sesiones de escritura más intensas. Si prefieres escribir durante la hora del almuerzo, asegúrate de programar ese momento en tu día como un bloque dedicado exclusivamente a la escritura. Al estructurar tu rutina de escritura en torno a tus momentos de mayor productividad, podrás aprovechar al máximo tus recursos mentales y avanzar de manera más efectiva en tus proyectos.
Personaliza tu espacio de escritura
Crear un espacio de escritura inspirador es esencial para fomentar la creatividad y la concentración durante tus sesiones de escritura. Tu entorno de trabajo puede tener un impacto significativo en tu motivación y en la calidad de tu trabajo. Al dedicar un espacio específico para escribir, puedes establecer un ambiente propicio que te ayude a sumergirte en tu proceso creativo.
Puedes incorporar plantas para agregar un toque de naturaleza y frescura, colocar fotografías inspiradoras que reflejen tus intereses o metas como escritor, o incluso ambientar el lugar con música que te inspire. La clave es rodearte de objetos y elementos que te generen una sensación de bienestar y creatividad.
Es importante que tu espacio de escritura sea tranquilo y libre de distracciones . Busca un lugar en tu hogar donde puedas trabajar sin interrupciones, y asegúrate de que sea cómodo y acogedor. Mantén tu espacio ordenado y organizado (no hagas como yo) para evitar distracciones y facilitar tu concentración en la tarea que tienes entre manos.
Al crear un entorno inspirador para escribir, te sentirás más motivado y. Este ambiente te ayudará a sumergirte en tu escritura y a producir un trabajo de mayor calidad. Recuerda que tu espacio de escritura es un reflejo de tu creatividad y personalidad, ¡así que hazlo tuyo y disfruta del proceso de escritura en un entorno que te inspire!
Celebra tus logros
Cada vez que completes una sesión de escritura o alcances una meta, tómate un momento para reconocerlo y celebrar tu progreso. Este reconocimiento no tiene que ser algo complejo; puede ser tan simple como darte un pequeño premio o tomarte un helado. O simplemente decirte, a ti mismo “soy capaz de hacerlo”. No menosprecies el valor de las palabras que nos decimos a nosotros mismos.
Al celebrar tus logros, estarás reforzando tu autoestima. Te recuerda lo que has logrado como escritor y te inspira a seguir adelante con confianza y determinación. Además, te ayuda a mantener una actitud positiva, lo que puede mejorar tu bienestar emocional y tu rendimiento creativo.
Conclusión
Vencer a la procrastinación y establecer una rutina de escritura consistente puede ser un desafío, te lo aseguro. Lo sé porque lo vivo a diario. Pero con determinación y disciplina, es totalmente posible. Implementa estas estrategias en tu vida diaria y observa cómo tu productividad y creatividad aumentan. Recuerda: cada palabra que escribes te acerca un paso más a tus metas literarias.
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Teo muy agradecida por cada uno de tus consejos. Muchos éxitos y bendiciones para ti y tu equipo de trabajo.