A los escritores no nos gusta solo escribir. Aunque sí es cierto que nuestra mayor pasión es la escritura, en la vida del escritor también hay espacio para otras aficiones.
Yo, como muchos otros escritores del presente y del pasado, cultivo pasatiempos muy diferentes e incluso que no tienen nada que ver con la literatura. Por supuesto, estos hobbies pertenezcan a un mundo distinto al de la escritura, pero lo interesante es que a menudo terminan influenciando la manera de ser de uno y por lo tanto su forma de escribir.
Os voy a contar cómo algunas pasiones terminaron influyendo, o no, en el trabajo de distintos escritores y, en fin compartiré, con vosotros también los míos.
¿Listos para descubrir los hobbies más disparatados del mundo de la literatura?
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ToggleVladimir Nabokov y las mariposas
Todos conocemos a la famosísima obra Lolita del ruso Vladimir Nabokov, también conocido con su pseudónimo Vladimir Sirin. Pero la verdad es que este autor no llegó a ser conocido solo por sus libros.
La comunidad científica lo conocía por otros logros en el mundo de la lepidopterología, una rama de la entomología que estudia las mariposas. Su pasión lo llevó tan lejos como sus obras literarias. Su afición no fue simplemente un pasatiempo, sino que llegó a ser un estudio muy profundo. De hecho, terminó trabajando en el Museo de Zoología Comparada de la Universidad de Harvard.
Durante su periodo de investigación sobre las mariposas descubrió un gran número de nuevas especies de lepidópteros, y el entomólogo Francis Hemming nombró el género de las mariposas Nabokov en su honor.
Vladimir tenía una pasión tan grande hacia las mariposas como hacia la literatura, como lo confirman sus mismas palabras:
La literatura y las mariposas son las pasiones más dulces de la humanidad.
Y de hecho unió sus dos pasiones llegando a escribir diversas obras sobre las mariposas, y los mismos eventos que sucedían alrededor de sus actividades entomológicas llegaron a influir en sus obras. Como el mismo Nabokov cuenta, en una ocasión pensó haber descubierto un nuevo espécimen, pero la revista The Entomologist le respondió que ya había sido descubierto por un tal Kretschmar. Sucesivamente, Nabokov utilizará el mismo nombre para bautizar un personaje un poco afortunado en su novela Risa en la oscuridad.
El bóxeo para Julio Cortázar
Uno de los grandes genios del siglo XX, el argentino Cortázar, conocido en todo el mundo por su obra maestra Rayuela y por colecciones de cuentos e historias, nos relata en uno de sus cuentos su primera experiencia con el boxeo:
Fue nuestra noche triste; yo, con mis nueve años, lloré abrazado a mi tío y a varios vecinos ultrajados en su fibra patria.
Se refiere a un episodio del 1923 conocido en el mundo del boxeo. En aquella pelea, el púgil argentino Luis Ángel Firpo perdió contra norteamericano Jack Dempsey, marcando así la memoria de Cortázar y ciñéndolo para siempre a su gran afición. De hecho, esta pasión lo acompañará para siempre, e incluso intentará trabajar con locutor en las peleas, aunque su intento de carrera en ese sector tendrá una vida breve. En algunos de sus cuentos, Torito, se manifiesta su gran afición hacia este honorable deporte.
La cocinera Emily Dickinson
Ya os he dicho que como escritores no tenéis que ser esclavos de la inspiración, pero en este caso podemos hacer una excepción porque se trataba probablemente de algo inconsciente y porque es Emily Dickinson.
La poeta americana probablemente se sentía inspirada cada vez que horneaba panes y pasteles, así terminaba escribiendo poemas detrás de las recetas. Esta colección se ha recogido en la obra Profile of the Poet as Cook.
Aquí puedes leer una de las poesías de ese libro:
Las Cosas que jamás volverán son diversas
La niñez ciertas formas de Esperanza los Muertos
Aunque las Alegrías como los Hombres a veces Viajan lejos
Y aun así perduran
No sufrimos por el Viajero, o el Navegante,
Sus Caminos son bellos
Más bien pensamos sin descanso en lo que nos contarán
cuando estén de vuelta aquí
¡“Aquí”! Hay “aquís” típicos
Lugares profetizados
que el Espíritu no soporta
Solo cualquiera sea la Profundidad
De su Tierra Natal
Este poema se encontró detrás de la receta del budín de coco, un ingrediente muy exótico en ese siglo que llevaba a la mente a viajes y localidades lejanas, como su composición.
De hecho, fue conocida por ser una gran cocinera, e incluso ganó un concurso de panadería con una de sus recetas de pan. Pero cocinar representaba mucho más para ella, reflejaba probablemente su forma de ser más íntima, así como sus expresiones poéticas.
La esposa de su hermano, y también gran amiga, dijo de ella:
Hay muchos hogares a los que se enviaban constantemente sus delicados tesoros de frutas y flores y platos deliciosos para los enfermos que siempre extrañarán esos delicados vestigios de su desinteresada devoción.
Iván Turguéniev, escritores, caza y ajedrez
El escritor ruso era un cazador experimentado y le encantaba además jugar al ajedrez, como él mismo decía:
El ajedrez es una necesidad tan imperiosa como la literatura.
Pero fue justamente la caza la que ocupó una de sus obras. Turguéniev creció en la Rusia rural y estuvo siempre en contacto con la naturaleza y el mundo de la caza, así escribió Memorias de un cazador, una colección de relatos cortos en los que el autor nos describe el contexto rural desde el punto de vista del cazador.
Agatha Christie, su segundo amor y la arqueología
Durante su infancia, la pequeña Agatha soñaba con descubrir tesoros subterráneos, pero dejó de lado ese sueño hasta que volvió a casarse con su segundo gran amor.
Agatha conoció a Max Mallowan, un reconocido arqueólogo. Y desde ese momento en adelante quiso conocer todo lo que pudo sobre la arqueología y las antiguas civilizaciones; hasta que se convirtió en una experta y terminó colaborando con su propio marido en los trabajos de transliteración de textos cuneiformes y sumerios.
Esta gran pasión cultivada con tanta ferocidad influyeron en el contexto creativo de la misma Agatha, que terminó escribiendo novelas como Asesinato en Mesopotamia, Nombramiento con la muerte y Llegaron a Bagdad, obras en las que se ve claramente la influencia de sus estudios y sus descubrimientos en el mundo arqueológico y la convergencia del mismo con el mundo literario de la autora.
Hobbies de escritores, mis otras pasiones
Yo, por otro lado, he de decir que soy consciente de que gran parte de la creatividad y de la inspiración viene de esas actividades que hago durante nuestro tiempo libre. Todos mis hobbies y pasiones han tenido una influencia en mí como escritor y como persona. Mis mayores pasiones, además de la lectura y la escritura, son el tiro con el arco y la cinefilia.
Los arcos siempre me han llamado la atención, desde muy niño. Recuerdo que cada vez que tenía un palo y una cuerda quería hacer uno. Pero no era más que una atracción.
Hace unos años, en casa de mi agente editorial, su marido me mostró su arco, y me dejó probar uno que había comprado para cuando íbamos los amigos. Ese día hubiera pasado toda la jornada tirando flechas. Un mes después me inscribí a un club de tiro con arco para aprender. He participado en varios campeonatos regionales y he obtenido varios cuartos puestos. ¡Para llevar solo un par de años practicando, no se me da nada mal! Es una actividad que me encanta, me despeja la mente, me ayuda a relegar otros temas. Una actividad cien por cien recomendable.
Además, seguramente de manera inconsciente, los libros de aventuras y las figuras de plástico de indios y pistoleros con las que me gustaba tanto jugar fomentaron mi pasión por el arco, la historia y ese espacio creativo que es para mí la novela.
¿Qué esté relacionado con mi pasión por las novelas históricas? ¿Cuáles son vuestras pasiones? ¿Cómo influyen en vosotros?