Una de las cosas que más escucho, que más me dicen, que más me preguntan, es esta: ¿Se puede aprender a ser escritor? Hay muchos que opinan que un escritor no puede aprender su oficio. O naces siendo escritor, o jamás podrás ser escritor. Se dice que Cervantes o Quevedo o Lope de Vega nunca fueron a aprender a escribir.
¿Necesita un escritor nacer con el don de la escritura o puede formarse y desarrollarse a través del aprendizaje y la práctica? A lo largo de este artículo, quiero desmentir algunos mitos comunes sobre el talento innato y os hablaré de cómo la educación y la práctica constante pueden transformar a cualquier autor novel en un autor profesional. Incluso te hablaré de muchos escritores famosos que han perfeccionado su arte mediante una combinación de formación académica y dedicación personal.
Si lo prefieres, te invito a que puedas ver este vídeo en directo en mi canal de YouTube en el que profundizo en este tema:
Tabla de contenidos
ToggleEvolución del aprendizaje del escritor
La formación de escritores ha evolucionado significativamente a lo largo de los siglos. De hecho, ha pasado de ser una práctica autodidacta a una disciplina académica con estructuras formales.
La primera escuela de escritura creativa formal se estableció en la Universidad de Iowa en 1936. El Programa de Escritores de Iowa se convirtió en un modelo para otros programas de escritura creativa en Estados Unidos y en el mundo.
En el Reino Unido, la Universidad de East Anglia lanzó su programa de Escritura Creativa en 1970. A lo largo de todos estos años, ha producido numerosos escritores de enorme éxito, incluidos Ian McEwan y Kazuo Ishiguro.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, los talleres y programas de escritura creativa se expandieron a nivel mundial. En Estados Unidos, los programas MFA se convirtieron en una vía muy seguida por aquellos que deseaba ser escritores y buscaban perfeccionar su oficio.
Las escuelas de verano y los talleres intensivos, como el Taller de Escritores de Clarion, se especializaron en géneros específicos como la ciencia ficción y la fantasía.
¿Se puede aprender a ser escritor? La llegada de Internet
Y con la llegada de internet, la formación en escritura creativa se hizo todavía más accesible.
Gracias a infinidad de programas de escritura creativa ha tenido un impacto notable en la literatura contemporánea. Han surgido voces diversas y novedosas que han sido apoyadas y desarrolladas a través de estos programas.
La estructura formal y el entorno colaborativo de los talleres han permitido que los escritores reciban críticas constructivas y mejoren continuamente su trabajo, contribuyendo a elevar los estándares de la escritura moderna.
La historia de la formación de escritores muestra claramente que la educación y la formación estructurada pueden jugar un papel crucial en el desarrollo de las habilidades literarias. Los ejemplos de escritores famosos que se beneficiaron de una formación académica y la evolución de las escuelas y talleres de escritura creativa demuestran que el arte de escribir puede cultivarse y perfeccionarse a través de la educación y la práctica disciplinada.
¿Se puede aprender a ser escritor, o necesitas el don de la escritura?
La idea de que los grandes escritores nacen con un talento innato y no pueden ser formados es algo que forma parte de la cultura en la que vivimos. Hay una serie de mitos de los que me gustaría hablar en este punto:
El niño prodigio
La figura del niño prodigio, alguien que muestra habilidades excepcionales desde una edad temprana, es común en muchas historias de escritores famosos. Por ejemplo, se dice que William Shakespeare comenzó a escribir obras maestras casi de inmediato, lo que alimenta la idea de que sus habilidades eran innatas y no desarrolladas a través de la formación y la práctica.
La musa inspiradora
Otro mito es el de la musa inspiradora, donde se cree que ciertos escritores reciben inspiración divina o mágica. Este concepto sugiere que la creatividad y el talento no pueden ser enseñados, sino que son dones otorgados a unos pocos afortunados.
El genio solitario
La imagen del escritor como un genio solitario que trabaja aislado y crea obras maestras sin la ayuda de otros refuerza la idea de que el verdadero talento literario no necesita formación. Este mito ignora el hecho de que muchos escritores colaboran con editores, mentores y comunidades literarias.
Algunos escritores, como John Keats, son vistos como el “Mozart de la literatura”. Es decir, personas que alcanzaron la maestría literaria a una edad muy temprana. Keats, quien murió a los 25 años, dejó un legado de poesía que se considera de alta calidad, lo que contribuye al mito de la genialidad precoz.
Emily Dickinson es otra figura envuelta en leyendas. Aunque escribió durante su vida, gran parte de su obra fue publicada de manera póstuma. La percepción de Dickinson como una reclusa que escribió poesía brillantemente sin influencia externa refuerza la idea de la genialidad innata.
¿Se puede aprender a ser escritor? La idealización del talento
La sociedad a menudo idealiza el talento innato. Esta idealización puede llevar a la creencia de que, sin un don natural, es inútil intentar convertirse en un gran escritor.
Desmontando mitos
El mito del talento innato
Existe una creencia generalizada de que solo el talento innato es suficiente para ser un buen escritor. Se piensa que aquellos con un “don” natural no necesitan formación ni práctica para alcanzar el éxito. Y que, además, sin ese talento, hagas lo que hagas, no llegarás al éxito.
Realidad
Si bien el talento es necesario, lo cierto es que no es suficiente por sí solo para mantener una carrera exitosa en la escritura. He tenido a muchos alumnos de un talento descomunal que no han llegado a publicar nunca sus obras… simplemente porque no tuvieron la constancia necesaria para terminarlas.
Incluso los escritores de mayor talento necesitan desarrollar sus habilidades a través de la práctica constante, la formación y la revisión crítica.
Ernest Hemingway, considerado uno de los escritores más talentosos del siglo XX, era conocido por su estricta disciplina de escritura y la constante revisión de su trabajo. Su talento innato se complementó con una ética de trabajo rigurosa y una búsqueda continua de perfeccionamiento.
El mito del escritor prodigio
Hay un mito que insiste en que solo los escritores prodigio tendrán éxito. Muchas personas sostienen que solo aquellos que muestran habilidades excepcionales desde una edad temprana pueden tener éxito en la escritura. Se piensa que si no eres un prodigio, nunca podrás alcanzar el nivel de los grandes escritores.
Realidad
Muchos escritores no empiezan a destacar hasta más tarde en la vida y alcanzan el éxito a través de la dedicación y la formación. La escritura es una habilidad que se puede desarrollar con el tiempo, independientemente de cuándo se empiece.
Ejemplo: Toni Morrison publicó su primera novela, “The Bluest Eye”, a los 39 años. Morrison es un ejemplo de cómo la perseverancia y la formación pueden llevar al éxito literario, ganando el Premio Nobel de Literatura en 1993. Por no hablar de Saramago, que no comenzó a escribir hasta pasados los cincuenta años porque, según él mismo decía, no tenía nada que contar.
El mito de que la formación mata la creatividad
Un mito muy habitual, y que personalmente me parece el más divertido y falso de todos, asegura que la formación en escritura puede sofocar la creatividad, imponiendo reglas estrictas que limitan la originalidad y la expresión personal del escritor. Es como asegurar que un cocinero no puede aprender cocina porque sofocaría su creatividad.
Realidad
La formación en escritura, la BUENA formación en escritura, no busca restringir la creatividad, sino proporcionar herramientas y técnicas que permitan al autor expresar sus ideas de manera más efectiva. La creatividad y la formación pueden coexistir y complementarse mutuamente. De hecho, la formación, una formación de calidad, lo que hará será darte herramientas con las que desarrollar con mayor profundidad tu creatividad.
Ejemplo: George Saunders, un escritor conocido por su estilo innovador y creativo, ha hablado sobre cómo su formación en escritura creativa le ayudó a refinar su voz y a explorar nuevas formas narrativas.
Desaliento de la formación y la educación
Las historias de genios naturales pueden desalentar a las personas de buscar formación en escritura, ya que pueden sentir que la educación no puede sustituir a un talento con el que no nacieron. Incluso se crea la idea de que, si no has nacido para escribir, no puedes escribir
La idea de que un verdadero escritor no necesita ayuda puede impedir que los escritores noveles busquen mentorías, participen en talleres o se inscriban en programas de escritura. Esta reticencia limita su desarrollo y potencial literario.
Por supuesto, harás bien en asegurarte del curriculum de quien imparta dicha información, y por favor, huye de todos aquellos que te aseguren que en pocos meses vas a estar escribiendo best-sellers. Llevo más de 15 años asesorando editoriales, así que te puedo asegurar que sin mucho trabajo detrás no conseguirás auténticos resultados.
La noción de que la escritura es un don innato puede llevar a minusvalorar el esfuerzo y la práctica constante. Esto es perjudicial porque minimiza la importancia del trabajo duro y la dedicación en el desarrollo de habilidades literarias.
¿Se puede aprender a ser escritor? La diferencia entre talento y habilidad
Lo cierto es que la escritura es una habilidad que se puede aprender y perfeccionar con la práctica y la formación adecuada. ¿Por qué? Porque hay una diferencia importante entre talento y habilidad.
Para comprender la naturaleza de la escritura y el desarrollo de un escritor, es crucial diferenciar entre talento innato y habilidades adquiridas.
El talento innato se refiere a las habilidades y capacidades naturales con las que una persona nace. Estas pueden incluir una predisposición genética para ciertos talentos o habilidades que parecen manifestarse sin un aprendizaje formal. En otras palabras, podríamos estar hablando de cosas como:
Una facilidad natural para comprender y usar el lenguaje.
Una imaginación viva y creativa desde una edad temprana.
Una intuición para la narrativa y el desarrollo de personajes.
Definición de habilidades ddquiridas
Las habilidades adquiridas son aquellas que se desarrollan y mejoran a través de la educación, la práctica y la experiencia. En la escritura, esto puede incluir:
Conocimientos técnicos sobre gramática y sintaxis.
Adquisición de técnicas narrativas.
La capacidad de revisar y editar el propio trabajo de manera crítica.
La experiencia obtenida a través de la escritura y el acompañamiento de un mentor.
Para que podamos entender esto: nadie duda de que Cristiano Ronaldo, Adele, Meryl Streep o Al Pacino tienen talento. Para el fútbol, la música o la actuación. Pero todos ellos practicaron su técnica. Entrenaban a diario. Dedicaron horas y horas de su vida a ser mejores, a pulir su talento, a mejorar.
Adele estudió en la BRIT School for Performing Arts and Technology en Croydon.
Meryl Streep estudió en Vassar College, donde obtuvo una licenciatura en Drama e Inglés, y luego en la Yale School of Drama.
Al Pacino asistió a la High School of Performing Arts en Nueva York y luego estudió en el Actors Studio bajo la tutela del legendario Lee Strasberg.
Cristiano Ronaldo dice que “el talento sin trabajo duro no es nada.”
Entonces, ¿por qué para escribir esto no vale? ¿Por qué vale para cualquier otra cosa pero no para escribir? La respuesta es simple: es un prejuicio. Y si nos vamos a la RAE, la definición de prejuicio es clara: opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal.
Porque los que dicen que no se puede aprender, no saben lo que se puede llegar a aprender y a conseguir.
Autores famosos que aprendieron a escribir
Hay muchos que dicen “dame un solo nombre de un autor famoso que fuera a un curso de escritura”. Pues voy a daros varios.
Muchos escritores han demostrado que la formación y la educación pueden tener un impacto significativo en sus carreras literarias.
Raymond Carver, conocido por sus relatos cortos minimalistas, asistió al taller de escritura de la Universidad Estatal de Chico y más tarde a la Universidad Estatal de Humboldt. Su formación formal en estos talleres le permitió perfeccionar su estilo único y aprender de otros escritores y mentores.
George Saunders completó una Maestría en Bellas Artes (MFA) en Escritura Creativa en la Universidad de Syracuse. Saunders ha hablado abiertamente sobre cómo su formación académica le proporcionó las herramientas y el ambiente necesarios para desarrollar su voz literaria.
Margaret Atwood, autora de “El cuento de la criada”, ha hablado sobre la importancia de la educación y la formación en su carrera. Atwood asistió a la Universidad de Toronto y luego completó un máster en Radcliffe College, lo que le proporcionó una base sólida en literatura y escritura.
La escritura, como cualquier otra habilidad artística, puede beneficiarse enormemente de la formación y la práctica. Si bien el talento innato puede ofrecer una ventaja inicial, son las habilidades adquiridas a través de la educación, la práctica constante y la crítica constructiva las que permiten a un escritor desarrollar su máximo potencial. Los ejemplos y testimonios de escritores exitosos demuestran que el camino hacia la excelencia literaria está abierto a todos los que estén dispuestos a aprender y mejorar continuamente.
La formación en la escritura no solo proporciona las herramientas técnicas necesarias para mejorar, sino que también ofrece una comunidad de apoyo y oportunidades para recibir una guía constructiva.
¿Se puede aprender a ser escritor? Beneficios de una buena formación
Mejora de habilidades técnicas
Gramática y sintaxis
La formación estructurada ayuda a los escritores a dominar las reglas gramaticales y el uso correcto de la sintaxis, lo que es esencial para crear textos claros y efectivos. Comprender y aplicar estas reglas permite que el contenido sea más accesible y profesional.
Estructura narrativa
Los cursos de escritura enseñan a los escritores cómo construir una narrativa sólida. Esto incluye la creación de arcos argumentales coherentes, el manejo del ritmo y el tempo de la historia, o la estructura de los capítulos, entre cientos de otros temas, para mantener el interés del lector.
Desarrollo de personajes
La formación en escritura creativa proporciona técnicas para crear personajes profundos y complejos. Los escritores aprenden a desarrollar personalidades, motivaciones y arcos de personajes que resuenen con los lectores y enriquezcan la historia.
Acceso a guía constructiva
Participar en programas de formación permite a los escritores recibir evaluaciones críticas de sus mentores. Esta guía es invaluable para identificar áreas de mejora y fortalecer las habilidades existentes.
Perspectivas diversas
Los grupos de escritura ofrecen una variedad de perspectivas, lo que puede ayudar a los escritores a ver sus trabajos desde diferentes ángulos y considerar aspectos que quizás no habían notado antes.
Creación de una red de apoyo y comunidad
Conexiones profesionales
La formación en entornos estructurados permite a los escritores conocer a otros autores, editores y profesionales del sector literario. Estas conexiones pueden abrir puertas a futuras oportunidades de publicación y colaboración.
Motivación y apoyo
Estar rodeado de otros escritores que comparten objetivos similares puede ser una fuente de motivación y apoyo emocional. La comunidad puede ofrecer ánimo durante los momentos de bloqueo creativo y celebrar los éxitos juntos.
¿Y qué hacemos con Cervantes o Lope de Vega?
La formación en escritura es una herramienta poderosa que puede transformar las habilidades y la carrera de un escritor. Desde mejorar la gramática y la estructura narrativa hasta proporcionar un feedback valioso y crear una red de apoyo, los beneficios son innumerables. Con una variedad de opciones de formación disponibles, desde talleres locales hasta programas universitarios y cursos en línea, los escritores tienen muchas oportunidades para desarrollar y perfeccionar su oficio.
Es cierto: Cervantes no fue a un curso de escritura. Tampoco Lope de Vega. En la época de Cervantes, los recursos y oportunidades para la formación en escritura eran casi inexistentes. La educación se centraba en la retórica y la gramática clásicas, y el aprendizaje se hacía a través de la imitación y la práctica. Hoy en día, tenemos acceso a una abundancia de recursos educativos y programas de formación especializados que no estaban disponibles en el pasado.
Cervantes tampoco tenía móvil. Pero si viviera hoy lo usaría, ¿verdad?
Además, si alguien quiere pensar que es un genio como Cervantes, pues allá cada uno… Yo prefiero ser más humilde y aprender de Cervantes y de sus técnicas. Y de las técnicas de los grandes maestros que han venido después. Y eso puede aprenderse.
La formación de escritores y el Método PEN
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No permitas que los mitos sobre el talento innato limiten tu potencial. La escritura es una habilidad que, al igual que cualquier otra, puede ser afinada y mejorada con la práctica y la formación adecuada.
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