Después de ver en el primer artículo sobre la novela juvenil cuáles son sus características, en esta segunda entradas vamos a descubrir cómo escribir una novela juvenil atractiva. Esto implica que debes comprender a la perfección las expectativas y experiencias de tus lectores adolescentes. En este artículo te ofreceré consejos clave y técnicas narrativas que te ayudarán a crear una novela que conecte con los lectores jóvenes y pueda dejarles una impresión duradera.
Cómo escribir una novela juvenil: conoce a tu audiencia
Uno de los pilares fundamentales para aprender cómo escribir una novela juvenil atractiva es entender a fondo al tipo de lector al que te diriges. Dirás, con razón, que los adolescentes, con sus muchos estilos de vida y personalidades, no son un grupo homogéneo. Que cada lector busca historias que les llamen la atención personalmente, reflejando sus realidades diarias, desafíos y sueños.
En mi curso de escritura, el Método PEN, hacemos especial hincapié en la importancia de conocer a fondo a los lectores. Y créeme, esto va más allá de la simple observación superficial; implica una inmersión en su mundo. Es muy importante que entiendas qué motiva a los adolescentes, qué temas les apasionan y qué problemas les preocupan. Ya sea a través de encuestas, grupos o incluso a través de la interacción directa en plataformas donde ellos participan, como redes sociales y foros juveniles, debes conocer a tu audiencia. Este primer paso es esencial.
Has de ser concreto
Además, es importante conocer las subculturas dentro del enorme espectro de la juventud. Hay intereses para todos los gustos. Por ejemplo, algunos pueden preferir historias de aventuras y fantasía, mientras que otros se inclinan por romances realistas o dramas contemporáneos. Entender qué está buscando el público al que te diriges te permitirá crear personajes y tramas que no solo les entretenga, sino que también formen un vínculo genuino con tus lectores.
En el Método PEN enseño a los escritores a utilizar esta información para diseñar novelas que no solo captan la atención de los lectores, sino que también alimentan su imaginación y responden a sus inquietudes emocionales y sociales. En el caso de la literatura juvenil, si te acercas a los temas desde una perspectiva que los jóvenes encuentren cercana y relevante, aumentarás las posibilidades de que tu novela no solo sea leída, sino que también sea recomendada y discutida entre ellos.
Este enfoque dedicado a la comprensión de tu audiencia es lo que diferencia una novela juvenil promedio de una que realmente impacta y resulta relevante para sus lectores. Por eso, invertir tiempo y esfuerzo en conocer a tu audiencia es algo que siempre te dará beneficios a largo plazo.
Cómo escribir una novela juvenil: desarrolla personajes con los que identificarse
Crear personajes con los que el lector pueda identificarse es crucial para el éxito de cualquier novela, y no iba a ser menos en la juvenil.
Los personajes deben ser auténticos y tridimensionales, han de servir como si fueran un espejo de las experiencias, emociones y desafíos a los que se enfrentan los adolescentes en la vida real. Los lectores buscan personajes con los cuales puedan identificarse, que no solo se enfrenten a problemas, sino que también muestren vulnerabilidades y fortalezas a medida que se desarrolla su historia.
Autenticidad en la creación de personajes
La autenticidad es clave al desarrollar este tipo de personajes. ¿A qué me refiero? A crear personajes con profundidad emocional, que tengan deseos, miedos, fortalezas y debilidades claras. Un personaje bien desarrollado actúa de manera coherente a través de la novela, incluso mientras crece y cambia. Esto requiere un conocimiento profundo de su psicología y de cómo sus experiencias pasadas moldean sus acciones y reacciones.
Diversidad de experiencias
Los personajes deben representar la diversidad de la juventud. Esto incluye trabajar aspectos como la etnia, la orientación sexual, la religión o la clase social, así como sus experiencias y perspectivas. Si incluye suficiente gama de personajes, tu novela no solo se enriquece, sino que también se vuelve más inclusiva y representativa del mundo real en el que viven tus lectores. Por supuesto, todo esto debe tener una lógica. No tendría sentido que pusieras a Isabel la Católica, por usar un ejemplo extremo relacionado con la novela histórica, como una mujer africana solamente para que tu historia sea más inclusiva. Una vez más: los motivos son importantes.
Evolución y crecimiento
Los personajes de las novelas juveniles deben experimentar un crecimiento significativo a lo largo de la historia. Es lo que se conoce como arco dramático del personaje. Este desarrollo debe ser tanto interno como externo, y ha de reflejar cambios en su comprensión del mundo y en sus relaciones con los demás. Los conflictos y desafíos a los que se enfrentan deben servir como catalizadores para ese crecimiento, impulsando la trama y profundizando su carácter.
Por ejemplo, un adolescente puede comenzar la historia sintiéndose inseguro y dependiente. Sin embargo, a medida que avanza a través de las pruebas y desafíos que va superando, podría encontrar la fuerza para afirmarse y tomar decisiones importantes por sí mismo.
Relaciones dinámicas
Si queremos que el lector se identifique con los personajes de nuestra obra, las relaciones que mantengan estos personajes deben ser complejas y multifacéticas. A través de estas relaciones, los personajes pueden demostrar empatía, conflicto, amor y rivalidad. La intención es ofrecer múltiples facetas de su personalidad y, por lo tanto, mostrar un carácter más rico y profundo.
Cómo escribir una novela juvenil: crea una trama que enganche
Para asegurarte de que tu novela juvenil capture y mantenga la atención de los lectores, necesitas desarrollar una trama que sea convincente y emocionante. En este punto quiero darte varios consejos prácticos sobre cómo estructurar y enriquecer la trama de tu historia para asegurarte de que tus lectores se queden enganchados hasta la última página.
Establece conflictos claros desde el principio
Un buen punto de partida para cualquier trama que enganche es establecer conflictos claros desde el inicio. Los conflictos no solo impulsan la acción, sino que también crean una inversión emocional en los lectores. Asegúrate de que los conflictos sean relevantes para los temas de tu novela y que presenten desafíos significativos para tus personajes. Hay diferentes tipos de conflicto, así que podrías trabajar en temas internos, como luchar contra la inseguridad, o externos, como enfrentarse a un antagonista o a una situación difícil.
Utiliza giros narrativos impactantes
Los giros en la trama son esenciales para mantener a los lectores interesados en la lectura que le propones. Si quieres usarlos con acierto, has de planificar momentos inesperados que cambien la dirección de la historia de forma significativa. Estos giros deben surgir de manera lógica, ya sea de la trama o de los personajes, sin provocar situaciones forzadas.
Desarrolla un clímax emocionante
El clímax de tu novela debe ser el punto más emocionante de la historia, esto es un hecho. En este punto es donde los conflictos alcanzan su máxima tensión y los personajes se enfrentan a sus mayores desafíos. Este es un momento crucial que no solo debe resolver los principales hilos narrativos, sino que también ha de proporcionar una satisfacción emocional para el lector. De modo que asegúrate de que el clímax sea una conclusión digna de la historia que has ido desarrollando y que deje a los lectores con la sensación de que la lectura ha valido la pena.
Mantén una estructura organizada
La estructura de tres actos es una herramienta efectiva para organizar tu trama. Si quieres conocerla un poco mejor, te invito a que veas este vídeo de un directo que realicé en Youtube en el que trato el tema.
El primer acto introduce los personajes, el entorno y los conflictos iniciales; el segundo acto profundiza en los desafíos y desarrolla la historia; y el tercero lleva todo eso hacia el clímax y la resolución. Esta estructura no solo ayuda a mantener un ritmo constante, sino que también proporciona puntos de referencia claros para desarrollar tu trama.
Incluye subtramas enriquecedoras
Las subtramas pueden añadir profundidad a tu historia y ofrecer a los lectores un respiro de la trama principal sin que se pierda el interés. Eso sí, ten en cuenta que estas tramas secundarias deben estar conectadas con la trama principal y contribuir al desarrollo del personaje o al avance de la historia. Las subtramas son también una buena forma de explorar temas adicionales y enriquecer el mundo que has creado.
Cómo escribir una novela juvenil: utiliza un lenguaje apropiado
El uso de un lenguaje apropiado es esencial para conectar de manera efectiva con tu público juvenil. Debes adaptar el estilo y el tono de tu escritura para que los lectores adolescentes se sientan cómodos. En general, prefieren un lenguaje que refleje su propia manera de hablar y entender el mundo. Deja que te dé algunos consejos para asegurarte de que tu lenguaje y tu estilo sean los más adecuados para una novela juvenil atractiva.
Elige un tono auténtico
El tono de tu novela debe ser auténtico y apropiado para la edad de tus personajes y lectores. Un tono que imite la manera en que los adolescentes perciben y hablan sobre el mundo puede aumentar la credibilidad de tu narrativa. Evita sonar demasiado formal o pedante. Busca más bien un tono relajado y directo que refleje las emociones y experiencias de los jóvenes.
Desarrolla diálogos creíbles
Escribir diálogos es algo muy difícil, te lo digo por experiencia. Los diálogos en una novela juvenil también. Para empezar, deben sonar naturales y creíbles. Escucha cómo hablan los adolescentes de hoy para capturar su lenguaje, sus modismos y sus patrones de habla. Esto no solo añade autenticidad a tus personajes, sino que también hace que los diálogos sean más atractivos y relevantes para tus lectores. Asegúrate de que cada personaje tenga una voz distintiva que se ajuste a su personalidad y antecedentes.
Mantén la prosa clara y directa
Una prosa clara y directa es crucial para mantener la atención de los lectores jóvenes. Evita largas descripciones o florituras literarias que puedan desviar la atención de la trama principal. Se suele pensar, erróneamente, que la profusión de figuras literarias te hace un mejor escritor. En su lugar, utiliza descripciones concisas que sean fáciles de entender y que contribuyan directamente al avance de la historia o al desarrollo del personaje.
Evita los clichés
Es importante evitar clichés. Y no me refiero solo a la trama o los personajes. También hay que evitarlos en el lenguaje. Los adolescentes buscan frescura en las historias que leen, y reutilizar frases trilladas puede hacer que pierdan interés. No podemos seguir usando lo de “el pelo negro como el carbón” o “suave como la seda”. Debes ir más allá. Tendrás que esforzarte por encontrar nuevas maneras de expresar ideas y emociones que hagan que tu escritura destaque.
Cómo escribir una novela juvenil: promueve el empoderamiento
Promover el empoderamiento en una novela juvenil suele funcionar para conectar profundamente con los lectores adolescentes, quienes buscan inspiración y afirmación en las historias que leen. Una novela que fomente la autoaceptación y la resiliencia no solo es atractiva, sino que también es transformadora. Intenta tener en cuenta los siguientes consejos:
Presenta desafíos realistas
Para promover el empoderamiento, es crucial que tus personajes se enfrenten a desafíos realistas y de peso. Estos obstáculos deben ser significativos y al mismo tiempo representar las luchas que los jóvenes pueden estar experimentando en su vida real. Al enfrentar problemas tales como la intimidación, la inseguridad o desafíos académicos y personales, tus personajes se vuelven ejemplos de cómo superar adversidades.
Muestra el crecimiento y la superación
El empoderamiento se manifiesta a través del crecimiento personal. Tus personajes deben evolucionar a lo largo de la novela, aprender de sus experiencias y superar los desafíos que se vayan encontrando por el camino. Asegúrate de que este crecimiento sea evidente y creíble, y permite a los lectores ver cómo los personajes ganan confianza, desarrollan fortalezas y mejoran sus habilidades para manejar situaciones difíciles.
Incorpora modelos positivos a seguir
Incluir modelos a seguir positivos puede ser una forma muy potente de promover el empoderamiento. Estos personajes pueden ser mentores, amigos o incluso miembros de la familia que ofrecen apoyo, consejos y ejemplos de cómo manejar ciertas situaciones. A través de sus relaciones con el protagonista, pueden inspirar y motivar tanto a los personajes como a los lectores.
Enfatiza la resolución de problemas
Otra forma efectiva de fomentar el empoderamiento es a través de la resolución de problemas. Has de permitir que tus personajes se enfrenten a sus problemas de manera activa y creativa, encontrar formas de hacerlos independientes. Esto les enseña a los lectores que tienen el poder de cambiar sus circunstancias y controlar su propio destino.
Conclusión
Si te estás planteando cómo escribir una novela juvenil atractiva, es esencial que te metas en la psique y el mundo de los adolescentes. No es solo entender sus gustos, sino también los desafíos a los que se enfrentan día a día. Como has visto, conocer profundamente a tu audiencia y desarrollar personajes con los que se puedan identificar, crear tramas que les mantengan enganchados y utilizar un lenguaje que les resulte reconocible son aspectos cruciales para el éxito de tu novela.
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