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ToggleEl secreto de Harry Potter: los bandos contrarios
Hoy vamos a justificar todo lo que dijimos hace ya un mes acerca de Harry Potter y su éxito. Y vamos a ver que, en realidad, desde el principio, la Rowling se esfuerza por crear bandos contrarios en su particular universo. A saber:
Harry será extraordinario
Recordad que una de las primeras cosas que un autor debe hacer es colocar a su protagonista en una posición tal que despierte simpatía. Pues bien, la Rowling no se toma ni un primer párrafo de descanso. Mirad esto, porque así es como empieza Harry Potter y la piedra filosofal:
“El señor y la señora Dursley, que vivían en el número 4 de Privet Drive, estaban orgullosos de decir que eran muy normales, afortunadamente. Eran las últimas personas que se esperaría encontrar relacionadas con algo extraño o misterioso, porque no estaban para tales tonterías.”
Intentaré no repetir demasiado que, sobre todo en esta primera entrega, estamos hablando de literatura infantil y juvenil. Con eso en mente y la ayuda de las frases que he subrayado en negrita, el lector ya sabe que la familia Dursley no va a ser la protagonista. Porque los libros hablan de cosas especiales, ¿no? Entonces, alguien que se considera muy normal y que además cree que los misterios ¡los misterios nada menos! son tonterías ¿no será más bien una familia de la que desconfiar? Pero no solo eso. Fijaos que con dos frases (tres si cuentas la explicativa del final, cuatro si incluyes la de la dirección), la autora nos ha dejado claro, por oposición, que Harry será extraordinario y que por tanto esta familia no estará en absoluto orgullosa de él. De hecho, un par de párrafos más abajo se nos dice que Potter es el secreto vergonzoso de los Dursley. “Lo de los Potter” los mata de vergüenza. Qué horror, lo de esos Potter que casualmente le dan título al libro. No voy a decir que estamos ante una técnica magistral, pero reconozcamos todos que es inteligente, porque ya ha creado bandos contrarios: el de las personas normales y el de las especiales.
La singularidad
Recordad que también hablamos el otro día de que los héroes tiene que tener alguna característica por la que destaquen de entre la multitud. En este caso, Harry no es ni más ni menos que “El niño que sobrevivió”. Así se titula además el primer capítulo.
Después de describir un horrendo día en el mundo Dursley; horrendo porque ha estado lleno de extraños sucesos, dos magos comentan el acontecimiento que en realidad da origen a la saga: Voldemort ha muerto pero no sin antes asesinar a los padres de Harry (suenan violines, la imagen se desatura, etc). Ahora bien:
“—Eso no es todo. Dicen que quiso matar al hijo de los Potter, a Harry. Pero no pudo. No pudo matar a ese niño. Nadie sabe por qué, ni cómo, pero dicen que como no pudo matarlo, el poder de Voldemort se rompió… y que ésa es la razón por la que se ha ido.”
Lo que no está mal para un bebé de un año ¿no?
El maltrato
De todas formas, hasta ahora todo son pistas. Aún no hay dos bandos contrarios que interactúen. Cuando se sabe que Harry es un pobre niño maltratado y engañado es diez años después, en el capítulo segundo:
“El saco de boxeo favorito de Dudley era Harry, pero no podía atraparlo muy a menudo. Aunque no lo parecía, Harry era muy rápido. Tal vez tenía algo que ver con eso de vivir en una oscura alacena, pero Harry había sido siempre flaco y muy bajo para su edad. Además, parecía más pequeño y enjuto de lo que realmente era, porque toda la ropa que llevaba eran prendas viejas de Dudley, y su primo era cuatro veces más grande que él. Harry tenía un rostro delgado, rodillas huesudas, pelo negro y ojos de color verde brillante. Llevaba gafas redondas siempre pegadas con cinta adhesiva, consecuencia de todas las veces que Dudley le había pegado en la nariz. La única cosa que a Harry le gustaba de su apariencia era aquella pequeña cicatriz en la frente, con la forma de un relámpago. La tenía desde que podía acordarse, y lo primero que recordaba haber preguntado a su tía Petunia era cómo se la había hecho. —En el accidente de coche donde tus padres murieron —había dicho—. Y no hagas preguntas.”
Harry el empático
En principio no habría que cargar más las tintas ¿no? Pues en realidad parece que sí. Porque es necesario subrayar las buenas cualidades de uno de esos dos bandos contrarios. Así que llega el cumpleaños de Dudley, el primo grosero de Harry, y nos encontramos con Harry el empático:
“Harry se movió frente al vidrio y miró intensamente a la serpiente. Si él hubiera estado allí dentro, sin duda se habría muerto de aburrimiento, sin ninguna compañía, salvo la de gente estúpida golpeando el vidrio y molestando todo el día. Era peor que tener por dormitorio una alacena donde la única visitante era tía Petunia, llamando a la puerta para despertarlo: al menos, él podía recorrer el resto de la casa.
[…]La serpiente torció la cabeza hacia tío Vernon y Dudley, y luego levantó los ojos hacia el techo. Dirigió a Harry una mirada que decía claramente: —Me pasa esto constantemente. —Lo sé —murmuró Harry a través del vidrio, aunque no estaba seguro de que la serpiente pudiera oírlo—. Debe de ser realmente molesto. La serpiente asintió vigorosamente.”
Los bandos contrarios y el conflicto
Y es entonces cuando nos encontramos que Harry no está solo en su bando. Hagrid, el guardabosques de Hogwarts es quien lleva al niño a casa de sus tíos al principio del libro. Hagrid y no Dumbledore. Lo lleva porque Dumbledore, según sus propias palabras, le confiaría su propia vida. Atendiendo al desarrollo de los acontecimientos es eso lo que hace: pone en sus manos la vida de Harry, y con ello la de la única persona capaz de salvar al mundo mágico.
Sin embargo, las parejas no se solidifican hasta que los dos miembros están de acuerdo en lo mucho que se quieren y esto se ve un poco más adelante. De nuevo el truco es efectivo porque el público es infantil. Es un juego ínfimo que se resume así:
“—Voy a romperles la cabeza —dijo Hagrid—. Harry, debes saber que eres un mago.”
Con esa sola frase la Rowlin quiebra en dos la realidad del protagonista, que ya no es un niño maltratado sino un mago maltratado con acceso a la verdad sobre sí mismo. Un mago agradecido, amable, encantador, por cierto. No se queja nunca.
La llegada a Hogwarts
Pero conocer su identidad y salir del círculo de influencia de sus tíos no significa que Harry vaya a dejar de ser un marginado. No, para eso tenemos a Draco Malfoy y a Severus Snape. Draco sobre todo sirve como contrapunto malvado a todas las virtudes de Harry. Esto es así desde la selección:
“Puedes pertenecer a Gryffindor,
donde habitan los valientes.
Su osadía, temple y caballerosidad
ponen aparte a los de Gryffindor.
[…]
O tal vez en Slytherin
harás tus verdaderos amigos.
Esa gente astuta
utiliza cualquier medio
para lograr sus fines.”
[…]Malfoy se adelantó al oír su nombre y de inmediato obtuvo su deseo: el sombrero apenas tocó su cabeza y gritó: ¡SLYTHERIN!
[…]Harry se aferró a los bordes del taburete y pensó: «En Slytherin no, en Slytherin no»”.
No hay más preguntas, sus señorías. Harry se presenta, de serie, como valiente, osado, templado y caballeroso, de una raza a parte, mientras que Malfoy es uno de esos seguidores de Maquiavelo para quienes el fin justifica los medios.
He aquí a protagonista y supuesto antagonista. Ya tenemos los dos bandos contrarios presentados y cada uno en su rincón para iniciar la pelea.