¡Saludos, pecadores ortográficos! Qué importante es el número tres, ¿verdad? Tres eran los mosqueteros más famosos, tres eran también las mellizas que acompañaron la infancia de toda una generación, y el cuento no sería lo mismo si lo protagonizaran dos o cuatro cerditos en lugar de tres. También está presente en otras cosillas de menor calado, como dando nombre a la regla de tres, enumerando las leyes de Newton o identificando al litio, pero a nadie le importa estas movidas. ¿Que por qué hablo ahora de un número? Porque tres son también los puntos que forman ese signo conocido como “puntos suspensivos”. Que quede muy claro: son tres, no dos o cuatro, como se ve muchas veces por ahí. Eso sí, hay un par de excepciones que aprenderemos un poco más abajo. Abordemos juntos, sin más dilación, este nuevo y arduo acto de penitencia que se nos impone para la salvación de nuestras atribuladas almas pecadoras: aprender cómo utilizar los puntos suspensivos, el signo de puntuación más enigmático. Así, junto al artículo del mes pasado, ya le damos un buen repaso a los principales signos de puntuación. ¿Que cuáles van a ser las referencias que voy a tomar para escribir este artículo? Pues como siempre en estos casos: la Ortografía de la Lengua Española (OLE) y el Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD) de la RAE. CÓMO UTILIZAR LOS PUNTOS SUSPENSIVOS. GENERALIDADES Los puntos suspensivos (…) se escriben pegados a la palabra o signo que los precede, y separados por un espacio de la palabra o signo siguiente. Si cierran el enunciado, actúan como sustitutos del punto, y la palabra siguiente comenzará en mayúscula: Si fuera posible… En fin, de nada vale soñar. Pero si el enunciado continúa tras los puntos suspensivos, la palabra siguiente irá con minúscula inicial: Estaba planteándome que… aceptaré la oferta. Creo que estaré a la altura. CÓMO EMPLEARLOS PARA SEÑALAR PAUSAS O INTERRUMPIR ENUNCIADOS Si queréis indicar una pausa puntual para expresar duda, temor o indecisión, o bien para mantener la expectación del lector, utilizad los puntos suspensivos: No sé si llevar el chubasquero o no… Espero que no llueva. Ha llegado la carta… Ojalá hayan aceptado. Quería saber si… bueno…, no sé cómo decirlo… ¿te apetece ir al cine conmigo? ¡Ay! Si ella supiera lo que pienso… Pero también podéis utilizarlo siempre que queráis dejar un enunciado incompleto por cualquier otro motivo: Es una historia muy larga… Ya te la contaré en otro momento. CÓMO UTILIZAR LOS PUNTOS SUSPENSIVOS PARA NO TENER QUE ESCRIBIR TODO UN TEXTO Los puntos suspensivos son un gran recurso para los que sufrimos de pereza crónica. Nos permiten interrumpir la escritura de enunciados cuando su final se sobreentiende o creemos que ya es conocido por el interlocutor. Este recurso también se utiliza mucho para no tener que escribir por completo un refrán o algún trocito de un texto literario muy conocido: Ya sabes, hay que registrar la factura, hacer informe… En fin, lo de siempre. A quien madruga…, así que pon la alarma bien temprano. Mi poema favorito es de Lorca: “Verde que te quiero verde…”. Y ya que nos vamos a la literatura, podemos también utilizar los puntos suspensivos para no tener que volver a escribir completo un título largo de una obra cuando ya lo hemos mencionado con anterioridad: Estoy leyendo La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada, de García Márquez. Cada página de La increíble y triste historia… es mejor que el anterior. Por cierto, también tenemos un artículo sobre cómo escribir los títulos literarios y de otras obras de creación. CÓMO UTILIZAR LOS PUNTOS SUSPENSIVOS PARA NO PARECER UN MALEDUCADO (O SER MENOS CAFRE) Si eres una persona educada en los buenos modales, pero no siempre puedes reprimir un precioso cabreo, puedes utilizar los puntos suspensivos para insinuar palabrotas o expresiones malsonantes, a modo de pitido televisivo: ¡Por mí puedes ir a tomar por c…, grandísimo hijo de…! LOS PUNTOS SUSPENSIVOS PARA DAR ÉNFASIS O EXPRESIVIDAD A TUS TEXTOS En este caso, los puntos suspensivos no interrumpen el texto, sino que indican que hay que alargarlo durante la entonación y así darle mayor fuerza. Pongo el ejemplo típico: Ser… o no ser… Esa es la cuestión. PUNTOS SUSPENSIVOS Y ENUMERACIONES Podemos utilizar los puntos para poner fin a enumeraciones incompletas o elegir la palabra etcétera o su abreviatura (etc.). No se deben utilizar conjuntamente ambos recursos. Así que el siguiente ejemplo sería incorrecto: Compré lápices, rotuladores, gomas…, etc. (o etcétera) Os dejo a continuación las tres opciones correctas. Primera (…): Compré lápices, rotuladores, gomas… Segunda (etcétera): Compré lápices, rotuladores, gomas, etcétera. Tercera (etc): Compré lápices, rotuladores, gomas, etc. CÓMO UTILIZAR LOS PUNTOS SUSPENSIVOS PARA SUPRIMIR ALGUNA PALABRA O FRAGMENTO EN UNA CITA TEXTUAL Si iniciamos una cita textual con puntos suspensivos, estamos indicando que no la transcribimos desde su comienzo. Los puntos suspensivos irán justo después de las comillas, sin ningún espacio que separe ambos signos: Entonces, Michael le dice a su futura esposa: “…Luca Brasi le apuntó a la cabeza con un arma y mi padre le aseguró que sus sesos o su firma estarían en el contrato”. Siempre me gustó esa escena. Igualmente, podemos utilizar los puntos suspensivos para indicar que dejamos la cita incompleta al final. Igual que en el caso anterior, puntos y comillas irán pegados, sin espacio entre ellos: Entonces, Michael le dice a su futura esposa: “…Luca Brasi le apuntó a la cabeza con un arma y mi padre le aseguró que sus sesos o su firma estarían en el contrato…”. Siempre me gustó esa escena. Y también se pueden utilizar para indicar que se han suprimido palabras o fragmentos en medio de la cita. En este caso deberán ir entre corchetes […], la opción preferida por la RAE, o bien entre paréntesis (…): Entonces, Michael le dice a su futura esposa: “Mi padre le hizo una oferta que no pudo rechazar […]. Sus sesos o su firma estarían en el contrato”.
Cómo utilizar el punto y coma
¡Saludos, pecadores ortográficos! Siento haber dejado desamparadas vuestras atribuladas almas ortográficas durante tanto tiempo, pero yo mismo he tenido que pasar por una larga y dolorosa penitencia. Por todo el mundo es sabido que, en una familia, el hijo mayor es el responsable, el pequeño es el tesorito de la casa y el segundo es el ignorado. Pues bien, en la familia de los signos ortográficos, entre el punto y la coma está el punto y coma, signo al que yo también había condenado al ostracismo. ¡Dios de la Buena Redacción, apiádate de mí! Y es que el punto y coma es un signo muy útil del que nos acordamos muy poco, quizás por desconocimiento. Entono el mea culpa; por eso, aquí estoy, dispuesto a poner fin a una injusticia histórica. En este artículo vamos a descubrir cómo utilizar el punto y coma con la Ortografía de la Lengua Española (OLE) y el Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD)de la RAE como referencias. CÓMO UTILIZAR EL PUNTO Y COMA. GENERALIDADES El punto y coma (;) es un signo que se escribe pegado a la palabra o signo que le precede, y separado por un espacio de la palabra o signo posterior. La primera palabra tras el signo irá escrita en minúsculas: Pensó que la victoria estaba en su mano; sin embargo, muy pronto descubriría que estaba equivocado. Tradicionalmente, se decía que el punto y coma servía para señalar una pausa mayor que la de la coma y menor que la del punto, algo bastante impreciso. Por eso, vamos a enumerar una serie de casos en los que está indicado sobre los otros signos. CÓMO UTILIZAR EL PUNTO Y COMA. USO EN ESTRUCTURAS COORDINADAS Podemos utilizar el punto y coma para separar los diferentes componentes de estructuras coordinadas, siempre y cuando incluyan comas o sean de cierta longitud. Si elegimos el punto y coma para estos casos, debemos utilizarlo siempre, aunque alguno de los componentes no incluya comas o sea cortito: Quedaron pocos hasta el final: Marcos, con la camiseta de su equipo del barrio, presumiendo de sus conquistas amorosas; Belén, tan inquieta como siempre y sin parar de fumar; mi prima Marta; el novio de mi prima. Pero si el último elemento está encabezado por una conjunción, es preferible que le preceda una coma. Es una manera de anticipar el final de la enumeración (aunque el punto y coma tampoco sería incorrecto): El equipo hizo cuatro fichajes: Juan Díez, portero; Manolo Sánchez, lateral derecho; Rubén Rodríguez, centrocampista defensivo, y Pepe López, delantero centro (mejor que ; y Pepe López…). Por último, aunque se suele utilizar coma antes de etcétera (o la abreviatura etc.), hay ocasiones que es preferible recurrir al punto y coma para evitar ambigüedades. Así, en el siguiente ejemplo, utilizamos el punto y coma para indicar que encontramos más cosas en otros sitios: Allí encontramos de todo: en unas cajas, viejos folletos no utilizados; en un baúl, fotos y dibujos de paisajes; en una maleta, billetes de avión; etc. Sin embargo, y a pesar de ser parecido, en el siguiente ejemplo, lo que indicamos al elegir la coma es que encontramos más cosas dentro de la maleta: Allí encontramos de todo: en unas cajas, viejos folletos no utilizados; en un baúl, fotos y dibujos de paisajes; en una maleta, billetes de avión, recuerdos de viajes, etc. Sobre las comas, ya hablamos algo en este curso. CÓMO UTILIZAR EL PUNTO Y COMA. USO EN LISTAS El punto y coma también se puede emplear para separar cada uno de los componentes de una lista cuando se escriben en diferentes líneas (precedidos por un guion o una viñeta). La primera palabra de cada elemento irá en minúscula y, eso sí, el último elemento se cerrará con un punto: El proceso selectivo constará de las siguientes fases: cuestionario tipo test sobre todo el temario y temas de cultura general; examen con preguntas de desarrollo sobre el temario; conocimientos informáticos: elaboración de un documento administrativo. Podréis encontrar más cosillas sobre este tipo de listados en el último apartado de este artículo. CÓMO EMPLEARLO PARA SEPARAR ORACIONES El DPD nos dice que el punto y coma sirve «Para separar oraciones sintácticamente independientes entre las que existe una estrecha relación semántica». Mejor verlo con un ejemplo: Es mejor que no decir nada; lo único que conseguirás es empeorar las cosas. Eso sí, nos aclara que la elección del signo depende del vínculo: si el vínculo es mayor, utilizaremos punto y coma, pero si es menor, es más conveniente el punto y seguido. Así que lo deja un poco en nuestra valoración. Incluso sería correcto utilizar los dos puntos. SU USO DELANTE DE CONECTORES También en este caso, el uso del punto y coma es un poco a nuestra elección, aunque con matices. Delante de conectores adversativos, concesivos o consecutivos (pero, aunque, sin embargo, no obstante, sino, por tanto…) podemos utilizar la coma cuando las oraciones siguientes tienen poca longitud: Iré, pero poco tiempo. El punto y coma se utiliza si la oración que sigue tiene cierta longitud: El profesor no puede venir; no obstante, los organizadores de las charlas buscarán un buen sustituto. Y el punto es más conveniente si la oración siguiente es bastante larga: La situación es grave. Por tanto, la empresa va a contratar un servicio de asesoramiento que prepare un plan de choque para afrontar la actual coyuntura y preparar las actuaciones a desarrollar en siguientes ejercicios. En este artículo, yo mismo os expliqué un poquito mis manías al respecto. Bueno, con eso ya le dimos un buen repasito al hermano olvidado de los signos de puntuación: el punto y coma. Ya no hay excusa que valga para volver a marginarlo, ¿o sí? Contádmelo en los comentarios, donde también podéis dejar vuestras sugerencias para futuros actos de penitencia ortográfica o gramatical. Por ahora, quedáis limpios de pecado hasta el próximo artículo.
Sinónimos de pero: Deshazte de las repeticiones
Me gusta escribir, pero me da pereza ponerme ante el teclado. Me encantaría vencer el miedo al folio en blanco, pero es que suelo quedarme bloqueado. Mi madre siempre confió en mi talento, pero también advertía de mi falta de constancia… ¡Bienvenidos a un nuevo artículo, pecadores ortográficos! Pero, perito, pero… ¿Os sentís identificados? ¿El profe de narrativa señala la constante repetición de esta conjunción en vuestros relatos? ¡Bienvenidos al club! Sí, a mí también me pasa a veces, aunque gracias a utilizar recursos como el Wordcounter consigo evitar algunas broncas de mis correctores. Es una de las herramientas para escritores que os propuse en un artículo anterior, ¿recordáis? En ese artículo también mencionaba la utilidad de los diccionarios de sinónimos para evitar repeticiones. Como podéis comprobar en el sencillo ejemplo del inicio, ninguna de las oraciones propuestas es incorrecta de por sí; sin embargo, la constante repetición de la conjunción pero indica una pobreza de recursos por parte del escritor. Para evitarlo, en el presente artículo os voy a facilitar un listado de palabras y expresiones que pueden servir de sinónimos de pero, siempre dependiendo del contexto. Algunos de ellos os obligarán a reestructurar vuestras frases y otros, a diferencia de pero, pueden aparecer en diferentes lugares dentro de la oración. Jugando con unos y otros podréis ofrecer escritos mucho más ricos y atractivos a vuestros lectores. ¡Ojo! Quiero dejar claro que no estoy diciendo que tengáis que prescindir del uso de la conjunción pero, necesaria muchas veces; solo os pido que evitéis el abuso. Ahora bien, en caso de utilizarla, hay que cuidar la puntuación. Seguro que os sorprende comprobar que entre pero y un signo de interrogación o de exclamación nunca va una coma, ¿verdad? En este artículo aclaramos muchos aspectos de la puntuación que te sorprenderán. SINÓNIMOS DE PERO A pesar de. Al utilizar esta expresión como sinónimo de pero tendremos que modificar muchas veces la estructura de la oración. Así, Fue un gran estudiante, pero su mal carácter le cerró muchas puertas cambiaría a A pesar de haber sido un gran estudiante, su mal carácter le cerró muchas puertas (o Su mal carácter le cerró muchas puertas a pesar de haber sido un buen estudiante). Ahora bien. Entre mis manías al escribir está la de poner punto y coma antes de esta expresión equivalente a pero. Sin embargo, si preferís anteponer una coma o un punto, también será correcto. Eso sí, deberá ir siempre seguida de coma: El coche es muy potente; ahora bien, no es demasiado cómodo. Así y todo/ Con todo. También estas expresiones sustitutas de pero me gustan más precedidas de punto y coma, aunque el punto o la coma son igualmente válidos, y van siempre seguidas de coma, tal y como ocurría con la expresión del apartado anterior: Eva ha obtenido buenos resultados; así y todo (o con todo), todavía tiene que mejorar. Aun así. La puntuación en este caso es similar a la de las expresiones anteriores: Sí, es mi silla favorita; aun así, tengo que deshacerme de ella. Aunque. De todos los sinónimos de pero, este es mi favorito; tanto que debo de andarme con cuidado para no acabar abusando de él. Puede encabezar oraciones en casos en los que pero no lo permite. Así, tan correcto es escribir Fue un gran goleador, aunque algo indolente como Aunque algo indolente, fue un gran goleador. Empero. Esta conjunción adversativa también es uno de los sinónimos de pero, aunque no se utiliza mucho en el castellano actual: Pecaba de bisoñez, empero derrochaba valor. En cambio. Esta expresión, al contrario que pero, puede ir en diferentes lugares dentro de la oración, siempre diferenciada del resto de enunciado por comas (aunque puede ir precedida de punto o punto y coma si inicia la frase): Él es la típica persona que se ahoga en un vaso de agua; en cambio, su mujer es muy despreocuada (o también su mujer, en cambio, es muy despreocupada). Eso sí. Al sustituir la conjunción pero por esta expresión también conseguimos reforzar o resaltar la idea expuesta en el enunciado: La obra duró varios meses; eso sí, la casa quedó preciosa. Mas. Escrita así, sin tilde, esta palabra es uno de los clásicos sinónimos de pero. Sin embargo, hay que tener en cuenta las aclaraciones del Diccionario Panhispánico de Dudas https://www.rae.es/dpd/mas y limitar su uso a contextos muy determinados. Algún toque de atención me llevé yo por utilizarla donde no debía; aun así, os dejo un ejemplo: Está castigado, mas se lo toma todo a cachondeo. Mientras que. Otra expresión interesante para la lista de sinónimos de pero: A Ana le gusta veranear en la playa, mientras que su hermana prefiere la montaña. No obstante. Este es otro de los sinónimos de pero que pueden ir en diferentes sitios dentro de la oración. Cuando va al inicio, puede ir precedido de punto, punto y coma o solo coma, pero siempre irá seguida de coma. Si va en medio de la oración, siempre la enmarcaremos con comas: Dijo que aprobaría todas las asignaturas; no obstante, hasta que vea el boletín no lo creeré (o Hasta que vea el boletín, no obstante, no lo creeré). Por el contrario. Otra expresión que puede sustituir a pero en sitios distintos dentro de la oración: Emilia es muy tímida; su hermana, por el contrario, es el alma de toda fiesta (o Emilia es muy tímida; por el contrario, su hermana es el alma de toda fiesta). Si bien. Cada vez tenemos más socios, si bien aún no son muchos. Sin embargo. Esta expresión es otro de mis sinónimos de pero favoritos. Es un caso similar a no obstante en cuanto a su colocación y puntuación: No he comido casi nada; sin embargo, no tengo ni pizca de hambre. Sino/ Sino que. Podemos utilizar la conjunción sino como un sinónimo de pero cuando la primera parte de una oración es negativa. Es decir, en vez de A Marcos no le gusta correr, pero sí
Anglicismos en el fútbol y el baloncesto. Deshazte de ellos de una vez
¡Welcome a nuestro segundo artículo sobre anglicismos! ¿Cómo? ¿Qué no has leído el primero? ¡Pues deja de perder el tiempo y haz clic aquí, grandísimo pecador ortográfico! El tema es bastante peliagudo como para dejarlo pasar: ¡nos invaden las expresiones bárbaras de los hijos de la Pérfida Albión! Como si no tuviéramos bastante con importar ese veneno que ellos llaman comida, también tenemos que soportar como someten al ostracismo a las bellas palabras de nuestros divinos idiomas hispanos. Pero en este artículo toca hablar de la influencia de los anglicismos en el castellano, dejaremos el resto de lenguas para otros articulistas. Y nos vamos a centrar en el mundo del deporte, uno de los más afectados por este mal. Concretamente hablaremos de los anglicismos en el fútbol y el baloncesto. Vale, que buena parte de los deportes más populares en nuestro país nacieron en países angloparlantes, como el fútbol, el baloncesto o el balconing, pero para nombrar la mayoría de lances y percances de esos juegos podemos prescindir de anglicismos y sustituirlos por una palabra castellana. Consultaremos a la RAE y a la Fundeu para aclararnos. ANGLICISMOS EN EL FÚTBOL Y EL BALONCESTO. PRIMERO, EL BALOMPIÉ Bueno, supongo que pretender cambiar el nombre del deporte rey por el más castizo balompié será demasiado, pero sí podemos evitar otros términos habituales: Córner. Como este anglicismo ya lo utilizamos todos, la RAE lo recoge en su diccionario. Eso sí, hay que escribirlo con tilde por ser palabra grave acabada en consonante distinta a -n o -s. Sin embargo, en el Diccionario panhispánico de dudas aconsejan llamarlo saque de esquina (propio de España) o tiro de esquina (propio de América) Derby. Si consultamos a la RAE, vemos que este término se admite si lo adaptamos a la grafía castellana como derbi y así nos evitamos escribirlo en cursiva (normalmente, aquí sí la utilizo para destacar la palabra del resto del texto). No obstante, nos recuerdan que también se le puede llamar clásico. En España suele reservarse para los encuentros entre el Barça y el Real Madrid, pero se puede utilizar en cualquier encuentro de gran rivalidad. Dribbling. Es un regate o gambeta, depende de en qué lado del Atlántico vivamos, aunque la RAE también admite drible. En la RAE aconsejan recurrir a regateador o gambeteador mejor que a driblador (o dribleador, utilizado en algunos países de América). Tanto el anglicismo original como los intentos de adaptación a la gramática castellana están prohibidos por la Santísima Inquisición de la Lengua. Fair-play. Anglicismo innecesario para la expresión juego limpio. Goal average. La RAE admite la forma castellanizada de este anglicismo, golaveraje, pero si os sangran los ojos solo con leer este engendro, utilizad diferencia o promedio de goles (o tantos). Aquí tenéis más información. Hat-trick. Si marcas tres goles en un mismo partido no presumas de ello utilizando este anglicismo, pues consigues un triplete (España) o una tripleta (América). Mira lo que dice la Fundeu al respecto. Hooligan. La RAE recoge este anglicismo en su diccionario bajo la definición de “hincha británico de comportamiento violento y agresivo”. Como podéis comprobar, este término se empleaba originalmente para referirse a los futboleros británicos más bestias, pero su uso se ha extendido para denominar también a cafres de otros lugares. Aunque su uso es admisible, la Fundeu recomienda hincha (o fanático) violento o barra brava (en América). Mister. En la vida cotidiana es un señor, pero en el fútbol es el entrenador. MVP. Es la sigla de most valuable player; es decir, el mejor jugador o jugador más valioso del partido. Fuera sigla, fuera expresión inglesa. Penalty. Este anglicismo, que hace referencia al lanzamiento desde el punto situado a once metros de la portería y que es tan deseado cuando es a favor de tu propio equipo como temido cuando es en contra, está tan extendido que la RAE lo recoge en su diccionario, pero hay que escribirlo así: penalti. Play-off. Este anglicismo también se utiliza mucho en el baloncesto y se refiere a una eliminatoria o a una fase de ascenso. La fundeu recoge más posibilidades. Pressing. Ese defensa pesado que persigue al delantero hasta cuándo va a vaciar la vejiga le hace una presión asfixiante. Anglicismo absurdo. ANGLICISMOS EN EL FÚTBOL Y EL BALONCESTO. TURNO PARA EL ¿BASKET? No, los anglicismos basket o basketball no están admitidos por la RAE. Sí puedes castellanizarlos como básquet, básquetbol o basketbol y sus deportistas son baloncestitas o basquetbolistas . Además de los anglicismos que comparte con el fútbol, como MVP o play-off, el baloncesto también utiliza muchos otros. Vamos a verlos: Alley-opp. Es una de las jugadas más espectaculares del baloncesto: un jugador lanza el balón muy cerquita de la canasta para que un compañero salte, lo intercepte en el aire y lo introduzca en el aro, normalmente machacando. Para este anglicismo, la Fundeu dice que no hay alternativa y propone escribirlo tal cual, pero entre comillas o en cursiva. Ball handling. La traducción para este anglicismo que se refiere a los ejercicios para mejorar la destreza con el balón es clara: manejo del balón. Cheerleader. En la era de la corrección política es posible que muy pronto ya no salgan ninguna animadora en el descanso. Coach. Utilizar este anglicismo en lugar de entrenador es tan innecesario como hortera. Draft/drafteado. Aunque la RAE no recoge draft en su diccionario, la Fundeu dice que se puede utilizar este anglicismo sin cursiva ni comillas debido a la gran extensión de su uso. Sin embargo, se ve que drafteado no les gusta tanto y proponen seleccionado, elegido o reclutado. ¿Qué opináis sobre esto? Dream Team. Hubo varias formaciones a las que se les puso la etiqueta de equipo de ensueño en la historia del baloncesto (y en otros deportes), pero los de mi generación siempre pensamos en el maravilloso equipo de Estados Unidos de Barcelona 92. Final four. La Fundeu propone final a cuatro y algunas opciones más en este artículo. Man-to-man. Anglicismo muy innecesario que podemos sustituir por su traducción literal:
Escribir las abreviaturas: género, número y otros detalles
¡Hola de nuevo, contumaces pecadores ortográficos! En este artículo, seguiremos ilustrando a quienes tengáis las manos más vagas para que continuéis reposando en vuestra propia pereza. Y es que hay detallitos sobre las abreviaturas que se quedaron esperando en el tintero desde el artículo anterior sobre el tema. Vamos a echar un ojo a las limitaciones a la hora de escribir las abreviaturas, veremos cómo hay que leerlas y también aprenderemos a adaptarlas según el género y el número. Y es que los pecados se disfrutan más con pleno conocimiento de todos los aspectos de su naturaleza. Cómo escribir las abreviaturas. Restricciones Como ya comentamos en el artículo anterior, la Santísima no suelta el látigo ni en aquellos casos en los que nos permite gozar de inocentes pecados. Hay una serie de restricciones a la hora de utilizar las abreviaturas que debemos respetar: No podemos escribir las abreviaturas donde nos salga de las narices. De hecho, en su manual de ortografía, la RAE nos dice que el uso «suele limitarse a contextos muy determinados, como listas, fórmulas de tratamiento, saludo o despedida, y referencias o indicaciones escuetas de muy diversa índole». Por poner un ejemplo, sería incorrecto sustituir en un enunciado cualquiera la palabra calle por su abreviatura (Me pasaré por tu c/ un poco más tarde), pero sí estaría bien cuando la abreviatura forma parte de una dirección (Ella vive en la c/ Pastor nº 2). Las abreviaturas de tratamiento solo pueden utilizarse cuando acompañan al nombre o apellido de una persona: Jorge Pérez, Sra. Fernández. Pero no se podrán abreviar estas palabras si forman parte del nombre de una ciudad, un pueblo u otra cosa que no sea una persona: San Sebastían (y no S. Sebastián), San Miguel de la Escalada (y no San Miguel de la Escalada). Las abreviaturas de unidades de medida solo pueden acompañar a una cantidad escrita en cifras, nunca en letra: 50 pts. (y no cincuenta pts.), 20 kg. (y no veinte kg). Lectura de las abreviaturas Las abreviaturas son solo un recurso de escritura para ahorrarnos trabajo a los que tenemos los dedos vagos, pero la palabra que representan ha de ser leída completa (D. Carlos se lee don Carlos). Sin embargo, las abreviaturas de expresiones con más de una palabra, como S. A. o bien S. L., pueden leerse pronunciando las palabras enteras, es decir, sociedad anónima o sociedad limitada, o deletreándolas (ese a; ese ele). En estos casos, como es más común deletrear que leer las palabras completas, la Santísima nos permite ser todavía un poco más vagos y prescindir de los puntos: SA, SL. Cómo escribir las abreviaturas. El género En el caso de palabras que puedan ser masculinas o femeninas, normalmente reflejaremos el género también en sus abreviaturas. Hay dos posibilidades: Que la abreviatura en masculino acabe en vocal. La abreviatura acabará en –o o en –a: o dcha. (por derecho y derecha), excmo. o excma. (por excelentísimo y excelentísima). Que la abreviatura en masculino acabe en consonante. En este caso, si creamos la abreviatura mediante truncamiento, el femenino se creará añadiendo una a volada después del punto: Prof. y prof..ª (abreviaturas de profesor y profesora). Pero si la creamos por contracción, es preferible que se escriba la a normal, aunque volada tampoco sería incorrecto: (contracción de señor) y Sra. (de señora); Dr. (de doctor) y Dra. (de doctora). No obstante, hay abreviaturas como Lic. o Ing. que sirven para ambos géneros (licenciado/a o ingeniero/a). Cómo escribir las abreviaturas. El plural Si formamos las abreviaturas por truncamiento y, por lo tanto, acaban en consonante, añadimos –s para formar el plural, como en págs. (abreviatura de páginas) o en advs. (de adverbios), pero las abreviaturas formadas por una sola letra forman el plural duplicándola: AA. (abreviatura de Altezas), ss. (de siglos) o AA.VV. (de asociaciones de vecinos). Respecto al último ejemplo, la expresión en singular sería asociación de vecinos, pero aunque la segunda palabra vaya en plural, la abreviatura sería A.V., no se tiene en cuenta que vecinos vaya en plural. Si formamos la abreviatura por contracción, añadiremos una –s si acaban en vocal o no conservan la parte final de la palabra, como en almtes. (contracción de almirantes) o en rvds.. (de reverendos), o bien con –es cuando conservan el final de una palabra que haría el plural de esa manera, como en cneles. (de coroneles). Si tienen letras voladas, el plural se hará también con este tipo de letras, como en B.os, (de barrios). Las abreviaturas formadas con una barra en vez de un punto son siempre invariables en cuanto a número. Varias cosillas a tener en cuenta Hay que separar con un espacio las abreviaturas que acompañan a cifras: 25 pts., 11 págs. Las abreviaturas no se pueden dividir con un guion al final de una línea (Almte, nunca Alm-te); si no se pueden escribir enteras en esa línea, se escribirán en la siguiente. Lo mismo pasa con las abreviaturas compuestas de varios elementos (como E. P), todos ellos tienen que escribirse en la misma línea. Una abreviatura no puede ser la única palabra de una línea. Si esto pasa, hay que escribir la palabra entera. Veamos un ejemplo: Necesitamos material de oficina, haz un pedido: folios, bolígrafos, grapadoras, etc. En el caso anterior, no podemos escribir la abreviatura, tendríamos que escribir la palabra etcétera completa. Bueno, ¡esto es todo, amigos! Por ahora dejaremos la pereza de lado, pero seguro que pronto encontramos otro maravilloso pecado ortográfico en el que aliviar nuestros impulsos más primarios. Mientras tanto, podéis dejar vuestras sugerencias y comentarios un poco más abajo. ¡Hasta la próxima!
Anglicismos en el cine y la televisión. Deshazte de ellos de una vez
¡Welcome a un nuevo artículo, pecadores ortográficos! Smile, bebé. La vida es wonderful: llevabas los leggins más cool en la última sesión de spinning del gym, tu último post está full de likes y uno de tus tweets fue trending topic, así que prepárate una sabrosa burger y unas popcorns y corre a sentarte frente a la tele, que después de los spots va a empezar tu reality-show favorito. Regálate este momento, disfruta, pues cada día estás más cerca de alcanzar tu sweet dream: ser el nuevo influencer de moda. Smile, always smile. Y seguro que después de leer todo lo anterior podréis suponer el tema de este mes: sí, los anglicismos. Más concretamente, los anglicismos en el cine y la televisión. Aunque podría pensarse que su uso cada vez más extendido se debe a la posición predominante de los países anglosajones en el teatro mundial, yo creo que es más bien al goce que los hispanohablantes experimentamos al abandonarnos en el estéril páramo de nuestro pecado favorito, muy relacionado con nuestro proverbial complejo de inferioridad: la envidia. Y es que casi todo anglicismo en el cine y la televisión, y en general casi todo anglicismo, tiene su equivalente en castellano, así que la única explicación tiene que ser esa. O que somos gilipollas. Lo difícil de entender es por qué envidiamos a los hijos de la Gran Bretaña. ¿Serán sus dorados cabellos? ¿Desearíamos lucir su misma tez nívea? ¿Admiramos la gracia que exhiben en los balcones cuando se someten a la voluntad del dios Baco? Para eso no tengo respuesta, pero sí que puedo proponer alternativas a varios anglicismos. Como el tema da para mucho, en este artículo, el primero de unos cuantos, me voy a centrar en dos de los medios que más están haciendo por extender estos términos bárbaros: el cine y la televisión. Anglicismos en el cine y la televisión, un breve listado Biopic. Este anglicismo deriva de la expresión inglesa biographic picture y se puede sustituir por película biográfica o, simplemente, biografía. Vale, admito que biopic es más corto. A ver si inventamos algo… Celebrity. Esta palabra les encanta a los tertulianos de los programas de cotilleo. Es un anglicismo en el cine y la televisión muy innecesario, porque puedes decir famoso/a o celebridad. So easy, babys. Fake news. Con la crisis del coronavirus, se ha puesto más de moda que nunca este anglicismo en el cine y la televisión. En la Fundeu proponen cambiar este anglicismo por noticias falsas o noticias falseadas. Fashion. Si algo es muy fashion es que está de moda. ¿Tanto cuesta decirlo en cristiano? Indie. Si decimos película o cine independiente evitamos el anglicismo. It-girl. Aunque este anglicismo es propio del mundo de la moda, otro sector muy agilipollado en este sentido y que probablemente también merecerá un artículo, los medios lo repiten hasta la saciedad. Hace referencia a una chica que está a la última; es decir, a una chica de moda o chica icono. Late night. Si vas a ver un late night, vas a ver un programa nocturno. Lo sé, seguirás diciendo late night. Magazine. Este anglicismo hace referencia a un programa de variedades. Pero si esta expresión es demasiado larga para ti y te gusta más el nombre en inglés, estás de enhorabuena: la RAE admite escribir en redonda su adaptación al castellano: magacín o magazín. Making of. Para esta expresión os dirijo directamente a un artículo de la Fundeu que lo explica muy bien (como siempre). Pay per view. Traduce, que es sencillo: pago por visión. Performance. En este caso, si el término hace referencia a ese espectáculo de improvisación e interacción con el público propio de artistas como Marina Abramovich, entonces utilizaremos la voz inglesa escrita en cursiva, pues no está adaptada a nuestro idioma. Sin embargo, si nos referimos a cualquier historia que nos montemos delante de un público, tenemos palabras como espectáculo, representación o actuación, como bien nos recuerda la Fundeu en este artículo. Prime time. El Diccionario panhispánico de dudas lo explica muy bien. En vez de este anglicismo es mejor utilizar horario estelar u horario de máxima audiencia. Reality show. Este va a ser uno de los anglicismos más difíciles de erradicar, pero intentadlo: programa de telerrealidad. Si no lo conseguís, probad a utilizar el castizo chou en vez de show. Es todavía más ridículo, pero también mucho más auténtico (esto último es broma, ¿eh?). Remake. Es una nueva versión o adaptación. Utilizar el anglicismo es tan innecesario como la mayoría de versiones y adaptaciones. Script. Es el guion o libreto de toda la vida. Por cierto, guion se escribe así, sin tilde. Share. Este anglicismo en el cine y la televisión es el que más les quita el sueño a la gente de la tele, que también podían preocuparse de llamarla cuota de pantalla o porcentaje de audiencia. Show. Ya aparece en el diccionario de la RAE como espectáculo de variedades. Si queréis escribir el anglicismo, tenéis que hacerlo en cursiva, pero también podéis utilizar la palabra espectáculo o cualquiera de las propuestas en este artículo de la Fundeu. Showman o show-woman. Otro anglicismo en el cine y la televisión que podéis utilizar en cursiva, pero que tiene sus equivalentes en castellano, como animador (a), presentador (a) u hombre o mujer espectáculo. Sitcom. Seguro que todo el mundo ha visto series de humor en las que suelen repetirse lugares y personajes, como Friends, El príncipe de Bel Air, Los problemas crecen, Cosas de casa o Modern Family, Pues a ellas se refiere este anglicismo, a una comedia de situación. Soundtrack. Esta sí que no os la paso, ¿eh? ¡Banda sonora siempre! Spin-off. Es una serie basada en algún personaje o lugar de otra serie de gran éxito, como Joey (que salió de Friends) o Aída en España (hija de 7 vidas). Si la gente se acostumbró a etiquetarlas con ese anglicismo, también puede aprender a llamarlas series derivadas. Spoiler. Lo de este anglicismo es heavy (¡Uy!). En la
Por qué es necesario un buen corrector para tu novela
[et_pb_section fb_built=”1″ admin_label=”section” _builder_version=”3.22″][et_pb_row admin_label=”row” _builder_version=”3.25″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat”][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”3.25″ custom_padding=”|||” custom_padding__hover=”|||”][et_pb_text admin_label=”Text” _builder_version=”3.27.4″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat”] ¡Bienvenidos a otro acto de penitencia, amados pecadores ortográficos! Si en el artículo anterior aliviamos las almas proclives a caer en el pecado de la pereza hablando de cómo usar las abreviaturas, en este nos ocuparemos de quienes padezcáis del molesto vicio de la soberbia. Cierto es que todavía nos quedan algunas cosillas que decir sobre las abreviaturas, pero estos días de confinamiento por la dichosa pandemia nos están dando material muy jugosito. Como la imagen que podéis ver a continuación. Por eso vamos a ocuparnos de por qué es necesario un buen corrector para tu novela. Si las redes sociales suelen ser el medio de expresión favorito de amargados y maleducados, con el encierro forzoso y el consiguiente aburrimiento la cosa se sale de madre. Pero, gracias a este caso concreto, aprovecharemos para comentar lo conveniente que es confiar nuestros escritos a alguien que nos corrija los más que probables fallos. Es decir, que contratemos a un buen corrector. Y voy a remarcar lo de «buen corrector» porque lo que hizo la correctora improvisada de Facebook es un desastre, aunque no por lo que dijo, que era en parte correcto (y, de hecho, la interpelada hizo los cambios), sino por cómo lo escribió: mal y borde. Y es que la soberbia a veces nos empuja a dar lecciones sobre cosas que todavía no hemos aprendido, así que toca corregir a la correctora. ¿Estaré cayendo yo también en la trampa del pecado? [/et_pb_text][et_pb_image src=”https://teopalacios.com/wp-content/uploads/2020/05/1.png” alt=”Descarga eBook aquí” title_text=”Descarga eBook aquí” url=”@ET-DC@eyJkeW5hbWljIjp0cnVlLCJjb250ZW50IjoicG9zdF9saW5rX3VybF9wYWdlIiwic2V0dGluZ3MiOnsicG9zdF9pZCI6IiJ9fQ==@” url_new_window=”on” align=”center” _builder_version=”4.4.8″ _dynamic_attributes=”url”][/et_pb_image][et_pb_text _builder_version=”4.4.8″] POR QUÉ ES NECESARIO UN BUEN CORRECTOR: los vocativos Mi compañero Jesús Bravo habló hace poco de este tema, y le dio tanta importancia que lo colocó como el primer paso antes de publicar una novela. En la primera línea de la respuesta de la correctora, esta hace una llamada a la pobre corregida, la etiqueta; como es lógico, taché todo y dejé solo la inicial del nombre, que en este caso no funciona como sujeto, sino como vocativo. Pues bien, cualquier escritor tiene que saber que los vocativos se escriben siempre entre comas, pues su omisión puede cambiar mucho las cosas, como vemos en el ejemplo de la derecha. Cierto que en el caso que nos ocupa es una etiqueta de Facebook y podíamos pasar la cosa por alto, pero viendo el tono de la correctora no me da la gana. Punto. Por supuesto, al escribir siempre se nos puede pasar alguna de estas comas y, por eso, existe la figura del corrector. Un corrector tiene que saber sí o sí esta norma; su desconocimiento por un profesional sería imperdonable, un vuelo directo a morir en la hoguera. A nuestra amiga A., que seguramente no lo sabe, la invito a que se abstenga de comentar lo que escriben los demás y a que deje de dárselas de correctora. Y que se pasee un ratito por este artículo. POR QUÉ ES NECESARIO UN BUEN CORRECTOR: La tilde diacrítica Continuemos destripando la intervención de la correctora improvisada: «…igual que a tí la tuya…». Bueno, escribir ti con tilde es un error habitual, quizás por asimilación a mí o sí, que cuando funcionan como pronombres sí llevan tilde diacrítica para diferenciarlas del posesivo mi (mi coche) y de la conjunción condicional si (si tú me dices ven, lo dejo todo). Un buen corrector debe estar al loro de las tildes diacríticas. ¡Ay, A.! No seáis como A., aprended un poquito más sobre el uso del acento diacrítico. POR QUÉ ES NECESARIO UN BUEN CORRECTOR: Las comillas La correctora continúa con su lección magistral: «Y no es “ ha ” sino “ a ” ». En esta frasecita hay más de un error, pero en este apartado solo vamos a comentar el primero. Como bien dice la RAE, las comillas «se escriben pegadas a la primera y la última palabra del período que enmarcan, y separadas por un espacio de las palabras o signos que las preceden o las siguen». Eso lo sabe un futuro corrector desde la primera semana del primer trimestre de primero de Corrección, y aquí las comillas están separadas de la palabra que enmarcan. Mal, requetemal, queridísima pseudocorrectora. ¡Entra aquí, insensata! POR QUÉ ES NECESARIO UN BUEN CORRECTOR: Las comas Sigamos analizando la misma frase de antes: «Y no es “ ha ” sino…». Como ya hemos comprobado con el vocativo, las comas tampoco son el punto fuerte de nuestra correctora, si es que tiene alguno además de la mala leche. Cuando sino tiene valor adversativo, debe ir precedido de una coma. Os dejo un articulillo que lo explica. Y si continuamos analizando la bella intervención de A., veremos que es muy posible que el de la soberbia no sea el único pecado que comete gozosa, pues la continua ausencia de comas en su escrito parece indicar que ha alcanzado la excelencia en el campo de la pereza ortográfica. Veamos: «“Él” aunque vaya en mayúscula también se acentúa ya que sigue tratándose de un pronombre…». Dejando de lado la obviedad de que una palabra no deja de ser un pronombre, adverbio o lo que sea por escribirla en mayúsculas, «aunque vaya en mayúscula» debía estar escrita entre comas, tal y como explica la Santísima Inquisición de la Lengua al hablar de los incisos en el apartado 1.1. de este artículo, pero es que también le es aplicable lo que dice en el 1.2.8. a) sobre las oraciones que empiezan con aunque. Igualmente, hay que poner coma antes de ya que, como aclara la Fundeu en este artículo. Y, para finalizar, también debe ir precedida por coma la última palabra de la lección de ortografía de nuestra apreciada correctora, anda, pues es una interjección derivada de un imperativo y, como todas las interjecciones, tiene que ir aislada del resto del texto. Ya lo explicamos en un artículo anterior de este curso de ortografía y
Cómo escribir las abreviaturas. Normas generales a tener en cuenta
[et_pb_section fb_built=”1″ admin_label=”section” _builder_version=”3.22″ global_colors_info=”{}”][et_pb_row admin_label=”row” _builder_version=”3.25″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” global_colors_info=”{}”][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”3.25″ custom_padding=”|||” global_colors_info=”{}” custom_padding__hover=”|||”][et_pb_text admin_label=”Text” _builder_version=”3.27.4″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” global_colors_info=”{}”] ¡Bienvenidos al artículo de este mes, queridérrimos pecadores ortográficos! ¿La pereza es vuestro pecado favorito? Pues estáis de enhorabuena, porque esta vez vamos a tratar esa maravillosa herramienta que nos permite gastar menos tinta y esfuerzo: las abreviaturas. El artículo hoy está destinado a repasar cómo escribir las abreviaturas. Tengo el placer de comunicaros, estimadísimos miembros del Sagrado Apostolado de la Vagancia, que en esta ocasión contamos con la venia de la Santísima Inquisición de la Lengua para pecar hasta quedarnos a gusto. Por supuesto, siempre que nos atengamos a lo establecido en las resoluciones que ha dictado al respecto, incluso para aquellas abreviaturas que utilizamos en el ámbito privado, para nuestro goce y disfrute personal. Y es que la Santísima distingue entre dos tipos de abreviaturas: las abreviaturas convencionales, que son aquellas de conocimiento y empleo general, y las abreviaturas personales, que son las que podemos utilizar para nuestros escritos particulares, como las que abundaban en los apuntes que tomábamos durante nuestra etapa estudiantil. Pero el consejo es formarlas de la misma manera. Vamos a verlo. [/et_pb_text][et_pb_image src=”https://teopalacios.com/wp-content/uploads/2020/05/1.png” alt=”Descarga eBook aquí” title_text=”Descarga eBook aquí” url=”@ET-DC@eyJkeW5hbWljIjp0cnVlLCJjb250ZW50IjoicG9zdF9saW5rX3VybF9wYWdlIiwic2V0dGluZ3MiOnsicG9zdF9pZCI6IiJ9fQ==@” url_new_window=”on” align=”center” _builder_version=”4.4.8″ _dynamic_attributes=”url” global_colors_info=”{}”][/et_pb_image][et_pb_text _builder_version=”4.4.8″ global_colors_info=”{}”] Definición de abreviatura y otras cosillas La Ortografía de la Lengua Española define las abreviaturas como la «representación gráfica reducida de una palabra o grupo de palabras, obtenida por eliminación de algunas de las letras o sílabas de su escritura completa». Deben conservar las tildes de la palabra original, como en párr.. (abreviatura de párrafo), y sus mayúsculas, como en Barna. (abreviatura de Barcelona). Sin embargo, las abreviaturas de tratamiento siempre irán mayúsculas: D. (abreviatura de don), D.ª (de doña), Emmo. (de eminentísimo), y también otras por pura tradición: C.P. (de código postal), P.D. (de posdata). Cómo escribir las abreviaturas: formación La RAE, sobre cómo escribir las abreviaturas, indica dos procedimientos: por truncamiento o por contracción. El truncamiento consiste en cargarnos las letras o sílabas de la parte final de la palabra. En este caso, hay varias cosillas que comentar: Las abreviaturas creadas de esta manera siempre tienen que terminar en consonante: pág. (abreviatura de página), (de siguiente). Señalar como excepción el a. de a.C. (antes de Cristo). Si el lugar donde le pegamos el hachazo a la palabra coincide con un dígrafo, debemos mantener este en la abreviatura: párr. (abreviatura de párrafo), arch. (abreviatura de archipiélago). Si queremos abreviar una expresión formada por varias palabras, podemos utilizar solo las iniciales de cada una de ellas: Ú.c.s.m. (Úsase como sustantivo masculino), p.m. (revoluciones por minuto). Los nombres propios se abrevian con la inicial, que debe ir seguida de un punto, pero siempre que sepamos a qué nombre se refiere tendremos que leerlo completo. Es decir, si vemos escrito Francisco J. Pérez, y sabemos que la se refiere a José, lo leeremos. Sin embargo, si dudamos a qué nombre se refiere (podría ser también Javier), lo leeríamos de la siguiente manera: Francisco jota Pérez. La abreviatura por contracción consiste en dejar solo las letras suficientes para que se sepa a qué nos referimos. En este caso, las abreviaturas contendrán siempre la letra inicial y pueden conservar la letra o sílaba final (Rguez. por Rodríguez; apdo. por apartado), o bien formarse con la inicial y alguna letra central (avd. por avenida; por reverendo). En este grupo también se incluyen las abreviaturas con letras voladas, que deben ir siempre después del punto (M.ª por María, o B.º por barrio). Es decir, que cuando escribís así el nombre de vuestra amiga Mª Luisa, sin punto, estáis contraviniendo las recomendaciones de la Santísima, con lo peligroso que puede ser eso. Dentro de las abreviaturas con letras voladas, encontramos aquellas que se refieren a los números ordinales, que se forman con la cifra, el punto y la letra volada: 1.º por primero, 2.º por segundo… Pero ojo, esto no se puede aplicar en el caso de los números romanos, debemos escribir XI Concurso y no XI.º Concurso. Cómo escribir las abreviaturas: qué signos podemos utilizar Por lo general, para tener en cuenta cómo escribir las abreviaturas, debes saber que se cerrarán con un punto, como en pág. o en cta. Pero, ¿cómo se comporta este punto si va seguido de otros signos? ¿O funciona él mismo como signo de puntuación? Vamos a ver algunos casos: Si después de la abreviatura debe ir otro signo (coma, punto y coma, signos de exclamación o interrogación…), mantendremos el punto y luego escribiremos el signo, incluso si ponemos puntos suspensivos: Han puesto muchas abreviaturas en el informe: apdo., bibl., atte…. Ya veis, cuatro puntitos. Parece raro, pero es lo correcto. Como este punto no se considera un signo, la palabra siguiente debe ir en minúsculas, salvo que sea un nombre o palabra que deba ir siempre en mayúsculas: En ese contexto se suele escribir “admón.” en vez de la palabra completa. Pero cuando coincide que la abreviatura es la última palabra de una frase o párrafo, entonces sí funciona como punto final (o seguido), no se pondrán dos puntos juntos: Mi madre vive ahora en Barna. No obstante, si la abreviatura tiene letras voladas, el punto que las precede no funciona como signo, habría que poner el punto seguido o final: La jefa siempre escribe su nombre precedido por Dir..ª. Sin embargo, las abreviaturas también pueden cerrarse con la barra (/). Aunque hay alguna abreviatura de una sola letra que la lleva, como c/ (de calle), por lo general se reserva parar abreviar expresiones de dos palabras, como c/p (corto plazo) o s/n (sin número). ¡Ah! Como podéis ver, se escribe sin espacios entre las dos letras que forman la abreviatura. Bueno, vamos a dejar aquí la cosa, que extendernos en un tema como este sería poco coherente; y también porque mi mano empieza a verse afectada por su proverbial pereza. En fin, que dejaremos algunos detallitos de las abreviaturas para el siguiente artículo, pues
Redundancia o Pleonasmo. Qué son y cómo identificarlos.
[et_pb_section fb_built=”1″ admin_label=”section” _builder_version=”3.22″][et_pb_row admin_label=”row” _builder_version=”3.25″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat”][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”3.25″ custom_padding=”|||” custom_padding__hover=”|||”][et_pb_text admin_label=”Text” _builder_version=”3.27.4″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat”] ¡Bienvenidos, pecadores ortográficos! Si en el artículo anterior hablábamos de cómo utilizar los dos puntos, hoy nos enfocaremos en algo más sutil. A ver si recuerdas esta canción: “Laura no está, Laura se fue…” ¡Cuánto suspirabais algunas (y algunos) al escuchar esta ya mítica canción! Y más cuando os sumergíais en las profundidades de ese mar azul que dormía en los ojos de Nek, el cantante italiano que volvía locas a las adolescentes y veinteañeras de finales de los noventa. Bueno, supongo que si te llamas como la prota de la canción estarás un poco hasta las narices de que te la canten, pero seguro que tú también te has preguntado alguna vez dónde está la Laura por la que llora este pobre hombre. Pues bien, Laura no está, Laura se fue para no tener que aguantar a un tío que dice cosas como «Y si te como a besos sabrás lo mucho que me duele este dolor». Y creo que ya podéis imaginar que el artículo de este mes va de redundancia o pleonasmo, de cómo identificarlos para así poder evitarlos. ¿Que no sabéis de qué estoy hablando? ¡Pues vamos allá! Redundancia o Pleonasmo. Qué son. La redundancia y el pleonasmo son dos conceptos que algunos autores tratan como sinónimos y otros consideran que reflejan realidades diferentes. Si consultamos el diccionario de la RAE, vemos que define la redundancia como la «repetición o uso excesivo de una palabra o concepto», mientras que el pleonasmo sería el «empleo en la oración de uno o más vocablos innecesarios para que tenga sentido completo, pero con los cuales se añade expresividad a lo dicho». Es decir, que al pleonasmo, tal y como señala la abreviatura que precede a la definición, lo considera un recurso retórico más que un error. Sin embargo, la consideración de las redundancias como error también está en entredicho por muchos estudiosos de la lengua. En este curso, que no pretende nada más que ser una guía para ayudar en la práctica de la escritura, no nos vamos a meter en este tipo de discusiones, nos limitaremos a comentar unos cuantos ejemplos de uso frecuente para que podáis identificarlos y, de esta manera, utilizarlos o no, pero con plena consciencia de estar haciéndolo. Ojo, toda la información que te estoy brindando es muy útil para que puedas escribir una novela exitosa sin problemas. [/et_pb_text][et_pb_image src=”https://teopalacios.com/wp-content/uploads/2020/05/1.png” alt=”Descarga eBook aquí” title_text=”Descarga eBook aquí” url=”@ET-DC@eyJkeW5hbWljIjp0cnVlLCJjb250ZW50IjoicG9zdF9saW5rX3VybF9wYWdlIiwic2V0dGluZ3MiOnsicG9zdF9pZCI6IiJ9fQ==@” url_new_window=”on” align=”center” _builder_version=”4.4.8″ _dynamic_attributes=”url”][/et_pb_image][et_pb_text _builder_version=”4.4.8″] Redundancia o Pleonasmo. Algunos casos comunes Sube arriba/Baja abajo/ Sal afuera/Entra adentro. Estas frases son muy propias de madres cabreadas, ¿verdad? Pues bien, ¿se puede subir hacia abajo? Parece que es innecesario acompañar al verbo, pero algunos apuntan a que puede haber más de un «arriba»; por ejemplo, si hay varios pisos y un ático, al decir «Sube arriba» podríamos estar refiriéndonos a este último y ya no habría redundancia o pleonasmo, sino que estaríamos aclarando el destino. Sin embargo, podríamos ser más específicos y decir «Sube al ático» para evitar la duda. Sobre todo, si lo que queremos es orientar a algún expresidente del Gobierno. Personas humanas. Aunque algunas no lo parezcan, en principio todas las personas son humanas, así que si quitamos el adjetivo nos libramos de la redundancia. Insistir reiteradamente. El verbo «insistir» ya implica reiteración, acompañarlo del adverbio es una redundancia o pleonasmo. Volver a repetir/reiterar. Los verbos «repetir» y «reiterar» ya suponen volver a hacer o decir algo que ya se hizo o se dijo. Acompañarlos de la construcción «volver a» es una redundancia o pleonasmo por innecesario. Me encanta muchísimo. Podéis decir que algo os gusta muchísimo o que os encanta, que sería una expresión equivalente, pero si algo os «encanta muchísimo» estáis cayendo en una redundancia. Si es que ya suena mal… Sigue vigente en la actualidad/ actualmente en vigor. Tanto «vigente» como «en vigor» implican que algo sigue vivo, que es una realidad en el presente. Con decir que «esa normativa está vigente (o en vigor)», ya se entiende. No obstante, con estas construcciones no siempre caemos en redundancia o neoplasmo, como bien comentan en este artículo de la Fundeu. Más mayor. Tu hermana es «mayor» que tú, no «más mayor». En este artículo de la Fundeu os aclaran cuándo al utilizar esta expresión no caes en redundancia o neoplasmo. Breve lapso de tiempo. Aunque el diccionario de la RAE define lapso como «tiempo entre dos límites» y sería innecesario añadirle el complemento de tiempo, la propia RAE considera admisible el uso de esta expresión pese a ser una redundancia. Tengo mi opinión personal al respecto. ¿Se puede tener una opinión que no sea personal? Es una redundancia o pleonasmo. Ver algo con mis propios ojos. Tampoco se puede ver algo con otros ojos que los propios. Sin embargo, en la Fundeu nos absuelven si utilizamos esta expresión, que sirve para añadir énfasis a nuestras palabras. Asentir con la cabeza. Hace ya un tiempo vi un vídeo de un filólogo criticando sin piedad uno de los libros de Carlos Ruiz Zafón. Se reía porque ponía que un personaje “asentía con la cabeza” por considerarlo una redundancia o pleonasmo de principiante. Sin embargo, en el diccionario de la RAE se define asentir como “admitir como cierto o conveniente lo que otra persona ha afirmado o propuesto». ¿Veis en esta definición alguna referencia a la cabeza? No, porque se puede asentir de palabra, con otros gestos, con el pulgar… Vamos, que el crítico del vídeo se pasó un poco de listo: esta expresión no es redundancia o pleonasmo. Volar por los aires/Vuelo aéreo. No puedes volar por mar o tierra, así que ambas expresiones serían redundantes. Sin embargo, hay autores que no consideran pecado lingüístico grave la primera frase por añadir expresividad al verbo o por dar a entender brusquedad o violencia en la acción. Cita previa. No se puede tener
Cómo utilizar los dos puntos, consejos prácticos para no volverte loco
[et_pb_section fb_built=”1″ admin_label=”section” _builder_version=”3.22″ global_colors_info=”{}”][et_pb_row admin_label=”row” _builder_version=”3.25″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” global_colors_info=”{}”][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”3.25″ custom_padding=”|||” global_colors_info=”{}” custom_padding__hover=”|||”][et_pb_text admin_label=”Text” _builder_version=”3.27.4″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” global_colors_info=”{}”] ¡Bienvenidos, pecadores ortográficos! En este artículo retomaremos la senda de la penitencia y nos adentraremos en el aterrador submundo de la puntuación para intentar aclarar cómo utilizar los dos puntos. Sí, es un tema que nos genera algún quebradero de cabeza cuando nos sentamos a machacar las teclas. Porque, ¿se pueden poner los dos puntos detrás de una preposición? ¿Pueden aparecer los dos puntos más de una vez en la misma oración? Y la palabra que los sigue, ¿va en mayúscula o minúscula? No temáis, con la Biblia del Correcto Castellano en nuestras manos y la bendición de la Santísima Inquisición de la Lengua, podremos salir airosos de esta odisea en el Averno. ¡Vamos a por los dos puntos! CÓMO UTILIZAR LOS DOS PUNTOS. UNA PRIMERA APROXIMACIÓN Aquí los tenéis “:”. La RAE los define como un «signo de puntuación que representa una pausa mayor que la de la coma y menor que la del punto» y añade que «detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue, que siempre está en estrecha relación con el texto precedente». Además, recuerda que hay que escribirlos pegados a la palabra anterior y separados por un espacio de la palabra o signo que los sigue. Como regla general, la palabra que escribamos después de los dos puntos debe ir en minúsculas salvo que el signo introduzca una cita o en determinados casos propios de textos epistolares. Por último, desde la Academia nos recuerdan que no debemos escribir dos puntos más de una vez en el mismo enunciado. Por lo tanto, el siguiente ejemplo sería incorrecto y tendríamos que probar con otro signo o bien redactar el texto de otra manera: Puede escoger entre estos regalos: una mochila, unas gafas de sol o una bolsa de deportes en cualquiera de los siguientes colores: rojo, azul o negro. Sin embargo, no sería incorrecto repetir los dos puntos cuando introducimos en el texto las palabras textuales de otra persona, que irían entre comillas. Veamos un ejemplo: El médico me dijo lo siguiente: «Tiene dos alternativas: o toma correctamente la medicación o lo ingresamos en un psiquiátrico». En el texto anterior, el uso de los dos puntos es correcto porque la parte sin comillas y la entrecomillada se consideran enunciados diferentes. [/et_pb_text][et_pb_image src=”https://teopalacios.com/wp-content/uploads/2020/05/1.png” alt=”Descarga eBook aquí” title_text=”Descarga eBook aquí” url=”@ET-DC@eyJkeW5hbWljIjp0cnVlLCJjb250ZW50IjoicG9zdF9saW5rX3VybF9wYWdlIiwic2V0dGluZ3MiOnsicG9zdF9pZCI6IiJ9fQ==@” url_new_window=”on” align=”center” _builder_version=”4.4.8″ _dynamic_attributes=”url” global_colors_info=”{}”][/et_pb_image][et_pb_text _builder_version=”4.4.8″ global_colors_info=”{}”] CÓMO UTILIZAR LOS DOS PUNTOS. ENUMERACIONES Los dos puntos se emplean para abrir una enumeración que explique o aclare un enunciado: Compré varias frutas: peras, manzanas y naranjas. Igualmente, cuando lo que hacemos es escribir antes los elementos de la enumeración, con los dos puntos podemos cerrarla e introducir el enunciado o concepto al que se refieren: Rápido, técnico y con carácter: así debe ser nuestro nuevo delantero. EL USO DE LOS DOS PUNTOS EN LAS CITAS TEXTUALES Ya hemos visto en el primer apartado que los dos puntos sirven para introducir las palabras textuales de otra persona, que deben ir escritas entre comillas y con la primera palabra en mayúscula. Os invito a que echéis un vistazo a nuestros artículos sobre el uso de las mayúsculas. Como dijo Sócrates: «Yo solo sé que no sé nada». Puede que os estéis preguntando por qué no utilicé los dos puntos en el primer apartado, cuando os comentaba entre comillas la definición que hacía la RAE sobre este signo. Pues bien, el motivo es que me limité a poner algunas frases textuales dentro de un texto construido en estilo indirecto, es decir, un texto en el que reproducía la idea de la fuente pero no todas sus palabras exactas. Este recurso es correcto siempre que se utilice el mismo sujeto en el texto y la cita. Por ejemplo, en la frase La jefa dijo que «yo no voy a firmar ese contrato» estaríamos utilizándolo mal, pues «la jefa dijo» está en tercera persona y la cita textual va en primera. Tendría que ser o La jefa dijo que no iba a firmar ese contrato o bien La jefa dijo: «Yo no voy a firmar ese contrato». CÓMO UTILIZAR LOS DOS PUNTOS. ENCABEZAMIENTO DE CARTAS, CORREOS ELECTRÓNICOS Y DOCUMENTOS SIMILARES En este tipo de documentos, utilizaremos los dos puntos tras el saludo y para introducir el cuerpo del texto: Estimado señor: / Querida María: A este respecto, hay un error muy común que ya os explicamos en un artículo anterior. CÓMO UTILIZAR CORRECTAMENTE LOS DOS PUNTOS. INTRODUCCIÓN DE EJEMPLOS Los dos puntos también se emplean para introducir algún ejemplo que aclare el contenido de un enunciado: Fue un director muy prolífico: dirigió más de cien películas. La verdad es que llevamos todo el artículo introduciendo ejemplos con los dos puntos. LOS DOS PUNTOS EN TEXTOS JURÍDICOS Y ADMINISTRATIVOS Nos referimos a textos como decretos, sentencias, certificados o notificaciones. Suele ser habitual que haya un verbo escrito con todas sus palabras en mayúsculas que introduce al texto principal del documento. Detrás de ese verbo hay que poner los dos puntos y el texto principal debe ir en un párrafo aparte y con su primera palabra en mayúsculas: CERTIFICA: / INFORMA: / NOTIFICA: Que D. José María Pérez Pérez, residente en la calle… Además, la RAE nos recuerda que solo en este caso la conjunción que es compatible con los dos puntos. CÓMO UTILIZAR LOS DOS PUNTOS. PAUSA ENFÁTICA Los dos puntos se utilizan para indicar que hay que hacer una pausa enfática después de fórmulas introductorias como ahora bien, esto es, en otras palabras, es decir, en definitiva, y otras similares. También podríamos recurrir a la coma en estos casos, pero ese énfasis se perdería y, con ello, el suspense o las expectativas que deseamos generar en nuestros lectores. María siempre ha sido muy sincera. En otras palabras: es una borde. El jefe puede ser muy exigente. Ahora bien: también sabe ser justo. LOS CONECTORES DE ORACIONES Y