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Cómo utilizar los puntos suspensivos

¡Saludos, pecadores ortográficos! Qué importante es el número tres, ¿verdad? Tres eran los mosqueteros más famosos, tres eran también las mellizas que acompañaron la infancia de toda una generación, y el cuento no sería lo mismo si lo protagonizaran dos o cuatro cerditos en lugar de tres. También está presente en otras cosillas de menor calado, como dando nombre a la regla de tres, enumerando las leyes de Newton o identificando al litio, pero a nadie le importa estas movidas.

¿Que por qué hablo ahora de un número? Porque tres son también los puntos que forman ese signo conocido como “puntos suspensivos”. Que quede muy claro: son tres, no dos o cuatro, como se ve muchas veces por ahí. Eso sí, hay un par de excepciones que aprenderemos un poco más abajo.

Abordemos juntos, sin más dilación, este nuevo y arduo acto de penitencia que se nos impone para la salvación de nuestras atribuladas almas pecadoras: aprender cómo utilizar los puntos suspensivos, el signo de puntuación más enigmático. Así, junto al artículo del mes pasado, ya le damos un buen repaso a los principales signos de puntuación.

¿Que cuáles van a ser las referencias que voy a tomar para escribir este artículo? Pues como siempre en estos casos: la Ortografía de la Lengua Española (OLE) y el Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD) de la RAE.

CÓMO UTILIZAR LOS PUNTOS SUSPENSIVOS. GENERALIDADES

Los puntos suspensivos (…) se escriben pegados a la palabra o signo que los precede, y separados por un espacio de la palabra o signo siguiente. Si cierran el enunciado, actúan como sustitutos del punto, y la palabra siguiente comenzará en mayúscula:

Si fuera posible… En fin, de nada vale soñar.

Pero si el enunciado continúa tras los puntos suspensivos, la palabra siguiente irá con minúscula inicial:

Estaba planteándome que… aceptaré la oferta. Creo que estaré a la altura.

CÓMO EMPLEARLOS PARA SEÑALAR PAUSAS O INTERRUMPIR ENUNCIADOS

Si queréis indicar una pausa puntual para expresar duda, temor o indecisión, o bien para mantener la expectación del lector, utilizad los puntos suspensivos:

No sé si llevar el chubasquero o no… Espero que no llueva.

Ha llegado la carta… Ojalá hayan aceptado.

Quería saber si… bueno…, no sé cómo decirlo… ¿te apetece ir al cine conmigo?  

¡Ay! Si ella supiera lo que pienso…

Pero también podéis utilizarlo siempre que queráis dejar un enunciado incompleto por cualquier otro motivo:

Es una historia muy larga… Ya te la contaré en otro momento.

CÓMO UTILIZAR LOS PUNTOS SUSPENSIVOS PARA NO TENER QUE ESCRIBIR TODO UN TEXTO

Los puntos suspensivos son un gran recurso para los que sufrimos de pereza crónica. Nos permiten interrumpir la escritura de enunciados cuando su final se sobreentiende o creemos que ya es conocido por el interlocutor. Este recurso también se utiliza mucho para no tener que escribir por completo un refrán o algún trocito de un texto literario muy conocido:

Ya sabes, hay que registrar la factura, hacer informe… En fin, lo de siempre.

A quien madruga…, así que pon la alarma bien temprano.

Mi poema favorito es de Lorca: “Verde que te quiero verde…”.

Y ya que nos vamos a la literatura, podemos también utilizar los puntos suspensivos para no tener que volver a escribir completo un título largo de una obra cuando ya lo hemos mencionado con anterioridad:

Estoy leyendo La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela         desalmada, de García Márquez. Cada página de La increíble y triste historia… es           mejor que el anterior.

Por cierto, también tenemos un artículo sobre cómo escribir los títulos literarios y de otras obras de creación.

CÓMO UTILIZAR LOS PUNTOS SUSPENSIVOS PARA NO PARECER UN MALEDUCADO (O SER MENOS CAFRE)

Si eres una persona educada en los buenos modales, pero no siempre puedes reprimir un precioso cabreo, puedes utilizar los puntos suspensivos para insinuar palabrotas o expresiones malsonantes, a modo de pitido televisivo:

¡Por mí puedes ir a tomar por c…, grandísimo hijo de…!

LOS PUNTOS SUSPENSIVOS PARA DAR ÉNFASIS O EXPRESIVIDAD A TUS TEXTOS

En este caso, los puntos suspensivos no interrumpen el texto, sino que indican que hay que alargarlo durante la entonación y así darle mayor fuerza. Pongo el ejemplo típico:

Ser… o no ser… Esa es la cuestión.

PUNTOS SUSPENSIVOS Y ENUMERACIONES

Podemos utilizar los puntos para poner fin a enumeraciones incompletas o elegir la palabra etcétera o su abreviatura (etc.). No se deben utilizar conjuntamente ambos recursos. Así que el siguiente ejemplo sería incorrecto:

Compré lápices, rotuladores, gomas…, etc. (o etcétera)

Os dejo a continuación las tres opciones correctas. Primera (…):

Compré lápices, rotuladores, gomas…

Segunda (etcétera):

Compré lápices, rotuladores, gomas, etcétera.

Tercera (etc):

 Compré lápices, rotuladores, gomas, etc.

CÓMO UTILIZAR LOS PUNTOS SUSPENSIVOS PARA SUPRIMIR ALGUNA PALABRA O FRAGMENTO EN UNA CITA TEXTUAL

Si iniciamos una cita textual con puntos suspensivos, estamos indicando que no la transcribimos desde su comienzo. Los puntos suspensivos irán justo después de las comillas, sin ningún espacio que separe ambos signos:

Entonces, Michael le dice a su futura esposa: “…Luca Brasi le apuntó a la cabeza con un arma y mi padre le aseguró que sus sesos o su firma estarían en el contrato”. Siempre me gustó esa escena.

Igualmente, podemos utilizar los puntos suspensivos para indicar que dejamos la cita incompleta al final. Igual que en el caso anterior, puntos y comillas irán pegados, sin espacio entre ellos:

Entonces, Michael le dice a su futura esposa: “…Luca Brasi le apuntó a la cabeza con un arma y mi padre le aseguró que sus sesos o su firma estarían en el contrato…”. Siempre me gustó esa escena.

Y también se pueden utilizar para indicar que se han suprimido palabras o fragmentos en medio de la cita. En este caso deberán ir entre corchetes […], la opción preferida por la RAE, o bien entre paréntesis (…):

Entonces, Michael le dice a su futura esposa: “Mi padre le hizo una oferta que no pudo rechazar […]. Sus sesos o su firma estarían en el contrato”. Siempre me gustó esa escena.

CÓMO UTILIZAR LOS PUNTOS SUSPENSIVOS CON OTROS SIGNOS

Como ya hemos visto, los puntos suspensivos pueden cerrar el enunciado, así que no debemos añadir un punto de cierre. Por lo general, solo escribiremos los tres puntos. Pero, como os prometí, hay un par de excepciones. Ahora vamos a ver una, pues cuando los puntos suspensivos van después de una abreviatura, se suman al punto propio de esta:

En el trabajo utilizo muchas abreviaturas: Ayto., admón., atte….

Eso sí, recordad que los puntos suspensivos nunca pueden ir detrás de etcétera o de su abreviatura etc.

Ahora bien, aunque no se pueda poner punto tras los puntos suspensivos, salvo la excepción, sí pueden tras ellos otros signos, como la coma, el punto y coma o los dos puntos, sin espacio entre ambos signos:

Hay limones, naranjas, peras…, cuando quieras ven y te doy y te llevas unos kilos.

Toca la guitarra, el bajo, el piano…; sin embargo, está harto de dar conciertos.

 Me cuesta mucho decirte esto…: ese pantalón te queda fatal.

También pueden junto a los signos de cierre de interrogación y exclamación, sin espacio que los separe. Si el enunciado interrogativo o exclamatorio está incompleto, los puntos suspensivos irán antes de los signos de cierre:

¿Que te dijo que eras un…? ¡Ese desgraciado me va a oír!

Precisamente, es en este caso cuando puede darse la otra excepción, pues si la última palabra del enunciado es una abreviatura,  se suma su punto, los puntos suspensivos y el punto del signo de cierre:

¿Hablaste con la Sra….?

Por último, si el enunciado interrogativo o exclamativo está completo, los puntos irán detrás de los signos de cierre:

¡Dijo que pasaba de trabajar!… Voy a tener que hablar muy seriamente con él.

Bueno, y con esto ya le hemos dado un buen repaso a los puntos suspensivos. Me despido hasta el próximo artículo. Mientras tanto, os recuerdo que podéis dejar comentarios y sugerencias. Y no olvidéis compartirlo entre vuestros amigos, familiares y conocidos. ¡Chao!

Sobre las comas ya hablamos algo en este curso.

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Sobre mí

Teo Palacios

Hace 10 años yo era como tú, un autor más con una novela bajo el brazo que nadie quería publicar. Hoy tengo cinco novelas publicadas por editoriales internacionales en ocho países, tengo firmados los contratos de dos novelas que aún no he escrito y ¡vivo de la literatura!

Teo Palacios

Escritor y creador del Método Pen

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