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Caracterización de personajes. Cómo crear personajes reconocibles I

¿Caracterización de personajes es lo mismo que creación de personajes?

La creación de un personaje es una cosa muy seria que requiere mucho cuidado y, con suerte, mucho tiempo. Esto que voy a decir ahora os va a sonar raro pero, como los personajes no son personas aunque deban parecerlo, el trabajo de decidir sus características y que todas ellas sean coherentes es arduo. Para crear un personaje hay que tener en cuenta su historia personal, la de su familia, su contexto sociocultural; si es de clase alta, media o baja, si es culto, si es huérfano o miembro de una familia numerosa, si es el primer hijo o el último. Todo eso es importante porque determinará su manera de comportarse y es el modo de comportarse de los personajes lo que hace que la historia se desarrolle de una manera o de otra. Pero la caracterización de personajes es otra cosa.

La caracterización de personajes es más simple

Además de decidir todo lo anterior, también hay que tener muy claro cuáles serán los rasgos físicos de un personaje y los rasgos básicos de la personalidad que mostraremos desde el inicio en la novela. Una buena caracterización de personajes tiene en cuenta el aspecto y el carácter. En teoría basta con unas pocas características muy bien definidas. Pongamos algunos ejemplos gráficos fuera de Harry Potter: Si hablamos de un hombre con pantalón negro, camisa blanca, espuelas, sombrero de ala ancha y capa corta negra con una espada ligera seguramente todos pensemos en El Zorro. Si mencionamos a una mujer caprichosa, muy bella, de ojos verdes que ya lo pensará mañana, seguro que se nos ocurre Escarlata O´Hara. Aunque venga del cine, todos sabemos que la mujer con ensaimadas en el pelo es la Princesa Leia y pocos dudaremos de que un hombre muy pálido que solo sale de noche y se oculta tras una capa larga sea un vampiro.

Caracterización de personajes básica en Harry Potter

En la edición de tapa blanda de Salamadra con la que trabajo, todos lo personajes de relevancia de Harry Potter y la Piedra Filosofal están descritos y son fácilmente reconocibles antes de la página 127 de un total de 259. Para la mayor parte de estas caracterizaciones se usan muy pocos rasgos físicos. Lo más importante a la hora de reconocer a los personajes de Harry Potter son, en muchos casos, sus actitudes y la opinión que de ellos tienen otros personajes o el propio narrador, que cuenta la historia desde el punto de vista del propio Harry. Sin embargo, las pocas líneas que JK Rowling usa para describirlos físicamente son tan efectivas que no es necesario más para reconocer, por ejemplo, a Minerva McGonagall 80 páginas después de la primera mención que se hace de ella. Veremos por qué.

La caracterización de los Dursley

La familia Dursley, los antagonistas de Harry en el mundo real, son los primeros personajes que se describen. El texto es el siguiente:

El señor y la señora Dursley […] estaban orgullosos de decir que eran muy normales, afortunadamente.” […]

El señor Dursley era el director de una empresa llamada Grunnings, que fabricaba taladros. Era un hombre corpulento y rollizo, casi sin cuello, aunque con un bigote inmenso. La señora Dursley era delgada, rubia y tenía un cuello casi el doble de largo de lo habitual, lo que le resultaba muy útil, ya que pasaba la mayor parte del tiempo estirándolo por encima de la valla de los jardines para espiar a sus vecinos. Los Dursley tenían un hijo pequeño llamado Dudley, y para ellos no había un niño mejor que él.

Dudley Dursley era un chico grande y rubio […]. Estaba muy gordo y aborrecía el ejercicio, excepto si conllevaba pegar a alguien, por supuesto.[…] Dudley se parecía mucho a tío Vernon. Tenía una cara grande y rosada, poco cuello, ojos pequeños de un tono azul acuoso, y abundante pelo rubio que cubría su cabeza gorda. Tía Petunia decía a menudo que Dudley parecía un angelito. Harry decía a menudo que Dudley parecía un cerdo con peluca.

Veamos qué funciona en estas pocas líneas que determinan el comportamiento de estos tres personajes a lo largo de los siete libros de la saga:

  • Los Dursley son una familia que se considera normal.
  • El marido es un hombre gordo con bigote.
  • La mujer es una rubia delgada muy cotilla.
  • El hijo es un niño malcriado y abusón.

A priori no parece que haya nada de normal en estos cuatro puntos. La mayor parte de la gente no es obesa ni se pasa la vida estirando el cuello para ver qué hacen los vecinos, ni se dedica a acosar a los más débiles. El truco está en la perspectiva desde la que estos datos se ofrecen: Son los propios Dursley los que dicen de sí mismos que son normales. Así, cuando el narrador nos ofrece la visión de Harry, esta es mucho más cercana a la que ya nos hemos formado nosotros como lectores porque nosotros, que también nos consideramos normales, no nos identificamos con los Dursley y su mezquindad. Por eso todos nos sentimos muy inclinados a darle la razón a Harry cuando dice que Dudley parecía un cerdo con peluca.

La caracterización del personaje de Albus Dumbledore

Estamos ante uno de los personajes determinantes del desarrollo de la trama cuya caracterización varía a medida que la saga se complica. En este primer libro se lo describe como un brujo agradable, uno de esos viejos sabios un poco chiflados:

En Privet Drive nunca se había visto un hombre así. Era alto, delgado y muy anciano, a juzgar por su pelo y barba plateados, tan largos que podría sujetarlos con el cinturón. Llevaba una túnica larga, una capa color púrpura que barría el suelo y botas con tacón alto y hebillas. Sus ojos azules eran claros, brillantes y centelleaban detrás de unas gafas de cristales de media luna. Tenía una nariz muy larga y torcida, como si se la hubiera fracturado alguna vez. El nombre de aquel hombre era Albus Dumbledore.

No parece una gran cosa para tratarse del único mago temido por el gran supervillano. Y es que el personaje de Dumbledore no se caracteriza por sí mismo, sino por la opinión que otros tienen de él, por cómo otros lo describen, por lo que cuentan de su vida. De hecho, una caracterización más detallada del director de Hogwarts aparece en el envoltorio de una golosina:

Albus Dumbledore, actualmente director de Hogwarts. Considerado por casi todo el mundo como el más grande mago del tiempo presente, Dumbledore es particularmente famoso por derrotar al mago tenebroso Grindelwald en 1945, por el descubrimiento de las doce aplicaciones de la sangre de dragón, y por su trabajo en alquimia con su compañero Nicolás Flamel. El profesor Dumbledore es aficionado a la música de cámara y a los bolos.

Parece que Dumbledore sea una figura con poder, pero lejana. No se le atribuyen emociones ni toma partido salvo por Hagrid, lo que le sitúa en el bando de los buenos, como comentábamos en este artículo anterior en el que hablamos de los bandos contrarios en la narrativa. Sabemos que toma decisiones, que sus órdenes se obedecen y que ha cosechado grandes éxitos profesionales. Nada más.

Desde mi punto de vista, este personaje dibujado solo a medias hasta bien avanzada la trama principal es una de las pequeñas grietas que delatan la realidad de la saga; a saber, que la autora no había previsto una historia tan larga y compleja. De ahí que los personajes que servían a su propósito en una novela para público infantil se quedasen a medio camino en entregas posteriores. El ejemplo más claro de esto es, sin duda, Draco Malfoy.

La caracterización de Minerva McGonagall

La bruja más relevante de la saga, con permiso de las villanas y de las alumnas, es la profesora de transformaciones. La primera vez que aparece lo hace en forma de gato; sin embargo su forma humana y su carácter quedan definidos en exactamente cinco líneas en la pagina 20 que se repiten casi palabra por palabra en la página 103:

[…]una mujer de aspecto severo que llevaba gafas de montura cuadrada, que recordaban las líneas que había alrededor de los ojos del gato. La mujer también llevaba una capa, de color esmeralda. Su cabello negro estaba recogido en un moño. Parecía claramente disgustada.

Una bruja alta, de cabello negro y túnica verde esmeralda, esperaba allí. Tenía un rostro muy severo, y el primer pensamiento de Harry fue que se trataba de alguien con quien era mejor no tener problemas.

No sabemos nada más de Minerva McGonnagall hasta que tiene lugar la persecución con escoba, momento en el que, inexplicablemente, deja de lado su carácter severo y, en lugar de castigar a  Harry, lo propone para el equipo de Quidditch. Durante el resto de la saga la profesora mantiene su carácter adusto, su sentido de la disciplina y su justicia salomónica. Si me preguntáis a mí, este es uno de los muchos errores de JK Rowling, que podría haber empleado casi cualquier otro método para recompensar a Harry por sus talentos naturales si hubiera dedicado un poco más de tiempo a pensar cómo hacerlo. Por ejemplo, podría haber empleado a algún alumno influyente, o podría haber castigado la infracción además de ofrecer la recompensa. Pero la autora se enamoró de su protagonista y eso perjudica a los demás personajes y a la trama. Chicas, chicos, no hagáis esto en casa. Como no habéis escrito una saga millonaria os llamarán cosas muy feas y perderéis credibilidad.

En cualquier caso, con esas pocas líneas basta para saber qué podemos esperar de esta profesora y cómo se comportará (al menos casi siempre), por lo que estamos ante una caracterización breve, simple y efectiva. La jefa de la casa Griffindor es siempre absolutamente reconocible.

En este vídeo se demuestra gráficamente cómo unos pocos rasgos bastan para definir un personaje. Disfrutad dibujando, no todo va a ser escribir

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Sobre mí

Teo Palacios

Hace 10 años yo era como tú, un autor más con una novela bajo el brazo que nadie quería publicar. Hoy tengo cinco novelas publicadas por editoriales internacionales en ocho países, tengo firmados los contratos de dos novelas que aún no he escrito y ¡vivo de la literatura!

Teo Palacios

Escritor y creador del Método Pen

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