Muchas veces, quien es escritor, y los artistas en general, tenemos algunos caprichos en el momento en que nos disponemos a escribir y crear. Algo así como unas pequeñas manías, ciertas cosillas que nuestra mente necesita (o, por lo menos, eso siente) para llevar adelante una obra y darle flujo al proceso creativo. Estos no son elementos esenciales para la escritura de todos, sino, más bien, unas particularidades de cada uno, unas cábalas, por decirlo de alguna forma, que nos ayudan a la hora de sentarnos y comenzar a escribir. Este escritor no es libre de pecado y admito que soy un poco maniático. Por un lado, me adapto fácilmente a los ambientes; de hecho, puedo escribir en casi cualquier lugar y circunstancia. Sin embargo, hay un par de pecaditos de los que no puedo prescindir a la hora de ponerme a escribir. Os cuento cuáles son… Tomar Coca-Cola me sienta bien Existe un mito, dando vueltas por ahí, que tiene que ver con el consumo de azúcar y el funcionamiento del cerebro. Como si esta sustancia tuviera unas propiedades mágicas que, al momento en que la consumimos, nos diese la energía que el cuerpo necesita para concentrarse en distintas actividades, en espacial las relacionadas con el estudio y la escritura. He de confesar que, cuando me pongo a escribir, siento la necesidad de tomar Coca-Cola, más precisamente cuando me encuentro en la fase de la creación de un proyecto y durante la planificación previa, es decir, la elavoración de personajes y sus historias, las escenas etc. Todo el proceso creativo me invita a formularlo mejor con una Coca-Cola en mi mano, la clásica y original, con todo su azúcar y cafeína, y sus burbujas, que me dan un empujón más a la hora de escribir. Tengo entendido que el azúcar aporta un extra de energía y que el cerebro utiliza alrededor de un 25% de la misma, con lo cual, me puse a investigar si este mito era real o si es tan solo el efecto placebo de mi propio auto-convencimiento. Al parecer, el cerebro no necesita azúcar per se, más bien requiere glucosa, y esta se puede encontrar en una variedad de alimentos. Las personas tienden a identificar glucosa con lo dulce, como puede ser un pastel o galletas, pero lo cierto es que está presente también en alimentos como las patatas y los cereales. Por ende, cuando ingerimos hidratos de carbono complejos, también obtenemos glucosa de ellos. El aporte de esta es fundamental en la dieta, ya que las neuronas, a diferencia de otras células del organismo, pueden utilizarla solamente como principal fuente de energía. El resto de las células tienen la posibilidad de recurrir a los lípidos y a las proteínas como fuente de energía. …y si la acompaño con pipas, aún mejor Mientras escribo y tomo Coca-Cola, me gusta acompañarla con pipas saladas. Por alguna razón, mordisquear y chupar la cáscara me ayuda a concentrarme mejor. Por lo general, cuando estoy escribiendo, necesito estar haciendo, al mismo tiempo, otra actividad que no necesite mucho de mí, como comer pipas. La concentración puede ser difícil de obtener, pero creo que más difícil es mantenerla, o sea, mantenerse enfocado en aquello que uno está haciendo y brindarle la mayor atención, sin distracciones ni tentaciones. Escribir requiere concentración, y hay herramientas que pueden ayudarnos a alcanzarla. Primero que nada, establecer un horario para hacerlo. Yo prefiero por las mañanas, luego de prepararme una buena taza de café, y, en ese tiempo, entre que me levanto, me visto y lo preparo, mi mente se organiza para lo que tengo que hacer. Durante el desayuno, repaso aquello que me había quedado del día anterior y pienso cómo avanzar a partir de eso. La mañana siempre es el mejor horario para empezar y ordenarse. Disminuir al mínimo las posibles interrupciones es fundamental. Por ejemplo, algo tan simple como dejar el teléfono en silencio o desconectar el de línea, aunque sea por unas horas, ayuda a que podamos escribir y mantener una idea en la cabeza. Más de una vez, me han llamado mientras escribía un párrafo, y no se trataba de una urgencia ni nada importante. Saber respetar nuestro tiempo y hacerle saber a las personas que respeten el nuestro es primordial. Todo lo demás, puede esperar. Tomar aire y apartarnos de lo que estamos haciendo también es una buena manera de recuperar la concentración. Cuando la mente se nos pone en blanco y queremos abandonar, es bueno recordarse a uno mismo que lo peor es tirar la toalla. Basta con unos minutos de una canción o prepararnos un té, que nos dé un plus de energía para ponernos de nuevo en juego. Hay que tener presente el bienestar que nos genera terminar un trabajo a tiempo. Mi playlist en Spotify de escritor Al momento de escribir, disfruto también de escuchar música, como ya os conté anteriormente. Puede ser rock melódico o acústico y, a pesar de ser español, tengo preferencia por la música en inglés cuando suelo escribir. Por supuesto que escucho y me considero un gran fanático de la música española; sin embargo, mientras escribo, prefiero oírla en inglés. Es una precaución que me he tomado para evitar distraerme con las letras de las canciones y enfocar mi atención en lo que estoy haciendo. Tengo una lista en Spotify que se llama “Escribiendo” y la utilizo para esos momentos. En cada situación de nuestra vida, sentimos el deseo de escuchar uno u otro tipo de música. Por ejemplo, piensa en qué prefieres escuchar cuando estás triste o cuando estás feliz. Cuando nos ponemos a trabajar, estamos ante una situación distinta, pero que también merece ser musicalizada. La música acompaña cada momento de nuestra vida. Por este motivo, una canción en el momento apropiado es capaz de crear un ambiente especial y de mejorar nuestra productividad. Mis inseparables mascotas Por último, y no por eso menos importante, no puedo prescindir de la compañía de mis perros. Son seres fundamentales
La transición del papel al digital
Desde la invención del papel y la imprenta, hasta nuestros días, los escritores han encontrado una manera rápida y eficaz de comunicar sus hallazgos al mundo, así como para cuestionar, criticar injusticias, crear revoluciones o, simplemente, compartir historias a gran escala para un público más amplio. Todo esto hubiera sido imposible antes de la invención de tal artefacto. En el pasado, se solía escribir primero a mano; sucesivamente, se pasó a la máquina de escribir, y, en la actualidad, hemos llegado al avance del mundo tecnológico con el empleo del ordenador. El salto que supuso este artefacto del siglo XXI, tuvo un impacto en la vida de los escritores y vino de la mano con una transición que constó en diversos dispositivos, hasta llegar al portátil o fijo que todos utilizamos hoy en día. Algo así como una evolución de la máquina de escribir, pasando por procesadores de texto, hasta los ordenadores modernos. Un cambio global Más allá de una cuestión tecnológica, la transición del papel a lo digital supuso un cambio en otros aspectos que hay que tener en cuenta. Con la globalización de nuestro lado, los escritores de todas partes del mundo hemos podido difundir aún más nuestra obra. Muchas veces se hace difícil conseguir libros de autores extranjeros en formato papel, pero casi siempre es posible obtener las versiones digitales de esos mismos libros, desde los clásicos hasta escritores que, en donde nos hallamos, sus obras aún no han llegado y podemos recurrir a una copia digital llamada e-book. No obstante, todo este avance ha permitido un desarrollo de distintas posibilidades, demostrando que es cierto que cada autor tiene sus preferencias y su estilo a la hora de escribir. A continuación, os contaré, según mi punto de vista, cuáles son las ventajas y desventajas de uno y otro método en mi experiencia personal. El buen viejo papel Para algunas personas, hay pros y contras de escribir en papel o directamente desde el ordenador. Por ejemplo, si vamos a escribir en un cuaderno, es mucho más fácil de transportar. Es más económico, ya que solo precisamos de un bolígrafo y un trozo de papel, al cual le dejamos marcado nuestro puño y letra, o sea, nuestro sello personal. Por otro lado, también encuentro algunas dificultades al utilizar este método. Es algo más sucio que el ordenador; a veces puede ocurrir que nos manchemos con tinta los dedos, y, si llevamos más de una hoja, puede ser más desorganizado el trabajo de escritura. También lleva más tiempo escribir a mano, si borramos o tachamos la hoja se verá desprolija, y si nuestra escritura está alejada de ser una caligrafía bonita, también puede que nos cueste entender que quisimos escribir. Muchas veces, uno no entiende ni su propia letra. El nuevo mundo digitalizado Con la llegada de la era digital, muchos escritores terminaron por utilizar el ordenador para escribir sus novelas. Las ventajas de este objeto tecnológico son múltiples, poseyendo practicidad, ya que al escribir directamente en un editor de texto digital tenemos todo en el mismo lugar. Aún más hoy en día, con los servicios en la nube. Por ejemplo, algunos autores, al escribir en papel, anotan sus ideas en páginas sueltas que luego pueden perder u olvidar dónde las han dejado, sin conseguir nunca más recurrir a ese material. Asimismo, uno escribe con mayor velocidad en el ordenador, no solo porque lleva menos tiempo teclear que escribir a mano, sino también porque las correcciones se dan de forma instantánea y uno no tiene que estar borrando manualmente, realizar tachaduras, sacar flechas, o escribiendo palabras por encima. De esta manera, se evita un gran desorden. Es pulcro, prolijo y, al escribir directamente, nuestras ideas ya quedan plasmadas en la pantalla y no corremos el riesgo de perderlas en un papel que escribimos y dejamos olvidado Dios sabe dónde. Se agrega a la lista de beneficios los programas y programas de escritura que son de gran ayuda para que los escritores organicen y planifiquen de qué manera llevarán a cabo su obra. Entonces ¿cuál es mejor? En lo personal, no creo que existan pros y contras, sino momentos para una cosa u otra. Yo disfruto de la lectura en cualquier tipo de formato y, ocasionalmente, me apetece tener un libro físico, y otras veces me resulta más cómodo en digital, para cuando realizo viajes largos, por ejemplo. Con respecto a la escritura, es lo mismo. Hay personas que sienten la necesidad de escribir en papel, unas en máquina de escribir y otras en el ordenador de forma más directa, como es mi caso. Al final, uno debe hacer aquello con lo que se sienta más cómodo y a gusto. En mi caso personal, yo suelo ser algo híbrido y tengo una primera fase de anotaciones a mano, a modo de borrador para apuntar mis ideas allí. Luego traslado esas ideas al ordenador. La segunda parte constituye la planificación de la novela y, por último, la escritura de esta. ¡Puede ser que sea más trabajoso, pero es mi rutina de escritor y me ha dado muy buenos resultados! Mi experiencia personal Como he mencionado anteriormente, escribo en el ordenador mis textos y la planificación de la novela. Estos siempre son digitales. Escribo el texto que les llegará a los lectores en el Word, y, para la planificación, utilizó un programa llamado Scrivener. Funciona de maravilla para esquematizar y plasmar mis ideas en la pantalla; sin embargo, no me encuentro cómodo usando este programa para el desarrollo de la escritura. Por lo tanto, planifico con un programa y escribo con otro. Lo que realizo en papel son las primeras anotaciones acerca de la cronología; es lo que primero trabajo cuando escribo una novela. Se trata de los hechos que quiero relatar, que me sientan mejor en el papel. Acostumbro a realizar las lecturas de documentación en mi sillón favorito, con un libro, ya sea papel o electrónico, y me resulta confortable tener una libreta a mano. En ella escribo los primeros
La historia de Licurgo
Hay personajes, como Licurgo, que le llaman a uno la atención y, si son lo suficientemente interesantes, terminamos incluso por conocerlos, hasta que llegan a formar parte de nuestra imaginación y del proceso creativo en el que nos encontramos al escribir. Para mí, este fue el caso con Licurgo. En mi novela Hijos de Heracles hago referencia a este enigmático personaje, otorgándole a uno de los reyes espartanos, Teopompo, las supuestas innovaciones del mismo. Os voy a contar la historia que hay detrás de este nombre. Licurgo siempre se consideró el responsable de la ley espartana, pero, en los últimos años, hay muchos historiadores que han empezado a dudar cada vez más de su real existencia. Como habréis entendido, a esto aludía con la referencia en mi libro. ¿Quién era Licurgo? Por cuanto absurdo pueda parecer, nadie tiene la respuesta a esta pregunta. Lo que sí os puedo contar es que, por lo que se sabe, Licurgo fue un antiguo legislador espartano. Se cuenta que, probablemente, fue miembro de una de las familias reales de la época y que, además de elaborar la ley que fijaba el orden político en Esparta, fue también un heroico guerrero. Como os había anticipado, se trata de un personaje con un contexto inesperado, y es justamente esto lo que lo hace tan intrigante, ya que no se saben concretamente ni las fechas en las que supuestamente obró, las cuales oscilan entre los siglos XI y VII a.C., ni si existió realmente. Los únicos datos seguros sobre Licurgo son los relativos a la existencia de un santuario dedicado a él en el siglo II d.C. y la práctica generalizada en Esparta de ofrecer sacrificios anuales en su honor. La organización política y social espartana Esparta era una comunidad militar aristocrática, formada por clases sociales muy diferenciadas. Los campesinos formaban la base, seguidos por los pequeños propietarios y la aristocracia de los iguales. A esta última clase pertenecía la Apella, una asamblea formada por los aristócratas mayores de edad, que eran elegidos por los ancianos, y cinco magistrados con poderes de supervisión, llamados éforos. Un grupo en el que se encontraba Licurgo, que determinó la política interior y exterior desde mediados del siglo VI. La figura legendaria de Licurgo, casi divina, nos permite pensar en la constitución de las leyes de Esparta como un concepto que ha ido más allá de la voluntad individual, pero, aún así, construida en un espacio común entre iguales. Esparta, con su disciplina militar, su vida comunitaria y su rígida división de poderes, se convirtió en el modelo mítico. ¿Cuál fue la ley introducida por Licurgo? Según la tradición, a la legislación fijada por Licurgo se le llamaba la Gran Rhetra. Habría sido dictada por Pitia, la sacerdotisa de Apolo en Delfos, al mismo Licurgo, con la obligación de mantenerla inalterada durante siglos. Así que se cuenta que sus reformas legislativas le habrían sido sugeridas por una respuesta oracular: Vienes a mi rico templo, oh Licurgo, querido a Zeus y a todos los habitantes del Olimpo dudo si declararte dios u hombre. Pero más bien espero proclamarte dios, oh Licurgo. Y vienes pidiendo el buen gobierno. Pues yo te daré el que ninguna otra ciudad tendrá en la tierra. Entre las instituciones que se le atribuyen, está gran parte de la organización política de Esparta. Como el consejo de ancianos, conocido como Gherusìa, formado por 30 miembros; la introducción de dos reyes, Díarquia; y la asamblea popular de la Apella, que acabamos de ver. Además, habría tomado diversas medidas para intervenir en la vida social de los espartanos, influyendo en la esfera privada a través de la institución de comidas comunes, en las que estaban obligados a participar todos los espartanos, viejos y jóvenes, y con la introducción de un estricto régimen de educación pública, civil y militar, obligatorio para los mayores de 7 años, llamado Agoghé. Desde el punto de vista económico, la legislación que se le atribuye se opone a la acumulación de riquezas. De hecho, Licurgo afirmaba que los espartanos no debían manejar dinero, pues, de lo contrario, esto les incitaría a superarse en poder. Esto, a su vez, habría provocado una crisis en el sistema político de Esparta, que preveía la igualdad entre todos los partisanos, ya que la desigualdad económica habría provocado desequilibrios. Sin embargo, permitía el empleo de monedas de hierro. Plutarco recuerda que, antes de Licurgo, Esparta se encontraba en un estado de anomia y ataxia, la causa del conflicto entre los reyes y los pueblo; es decir, carecía tanto de nomos, en el sentido amplio de ley, convención, costumbre, como del orden construido, que pueden ser llamados taxis. Nomos y taxis son colocados posteriormente por el legislador: esto significa que el orden de la ciudad, aunque sancionada religiosamente, se crea y se conserva sólo en la medida en que se conoce y se quiere. Jenofonte afirmaba que, gracias a sus leyes, hacía su ciudad particularmente afortunada, y, en esta frase de Licurgo, se refleja su pensamiento sobre estas: Lo importante de las leyes no es que sean buenas o malas, sino que sean coherentes. Solo así servirán a su propósito. El final de Licurgo Licurgo convenció a sus conciudadanos que juraran acatar sus leyes y, sucesivamente, emprendió un largo viaje del que nunca regresó. Murió en Creta, probablemente por suicidio. En su figura se mezclan caracteres divinos, heroicos y humanos. Plutarco de Queronea le dedica a Licurgo un volumen de sus Vidas paralelas, en la que cuenta el último momento de su muerte: Se dejó morir, desprovisto de alimentos, persuadido de que el estadista debe servir al Estado, incluso en la muerte, y que el final de su vida no puede ser menos útil que el resto. Es más, forma parte de sus virtudes y acciones. Para él, que había trabajado hasta completar su misión, el final sería realmente una felicidad suprema; a sus conciudadanos les dejaría su muerte como salvaguarda de las virtudes y los bienes que les había proporcionado en
Como me deshice del bloqueo del escritor
Todo escritor, en algún momento de su vida, ha experimentado la terrible sensación que provoca el llamado bloqueo del escritor. ¿Cierto? Cuando nos encontramos en frente de una hoja en blanco, de papel o digital, con una cabeza y un corazón que no colaboran en el proceso de la escritura, se genera una mezcla de desconcierto y frustración que no nos permite avanzar en nuestro trabajo. Nos empeñamos en escribir algo que sea impactante y que deje inmediatamente al lector enganchado, pero no conseguimos empezar. Es como si no se nos ocurrieran nuevas ideas, o como si hubiéramos olvidado las palabras. Existen diferentes variedades de bloqueos, basándonos en la tipología y extensión de tiempo en el que se desarrollan. Yo, personalmente, los divido en dos grandes categorías: los micro-bloqueos y el bloqueo. Os cuento de qué se trata cada tipo de bloqueo, basándome en mi propia experiencia, y os quiero dar, además, algunos consejos sobre cómo superarlos. Sin duda, una de las preguntas a las que solemos buscar respuesta cuando leemos sobre este tema es: ¿cómo dejo de estar bloqueado? Identificar el bloqueo es el primer paso, así que… ¡enhorabuena! ¡Vas por buen camino! Los micro-bloqueos temporales Este es el tipo de bloqueo del escritor que sufro con mayor frecuencia. Afortunadamente, tienen una fácil solución y duran un tiempo relativamente breve, así que no interrumpen mi trabajo de una forma abrupta. Es más: parece casi que mi cerebro se toma una pequeña pausa para pensar. Este tipo de bloqueo me suele llegar cuando paso de un capítulo a otro, o de una escena a otra. Como si acabara de cerrar un apartado y mi cabeza estuviera pasando a la próxima situación. Cuando tengo este tipo de bloqueos, la planificación es un elemento clave que me ayuda mucho. Os aconsejo que, si sufrís de estas interrupciones temporales, planifiquéis vuestras horas de trabajo ante todo. Sucesivamente, empiezo a hacer pruebas en el mismo papel sobre cómo podría iniciar el capítulo. Comienzo escribiendo una frase y, si funciona, ya he empezado. Si, por otro lado, esa primera frase no me da la solución para emprender el capítulo, me suele hacer meditar sobre qué es lo que necesito para escribir, así que sigo haciendo pruebas hasta cuando doy con la perfecta. El bloqueo del escritor por excelencia Este tipo es la peor categoría, la verdad, porque suele durar mucho más. La causa que lo genera y, por lo tanto, su misma solución suele ser bastante más difícil de interceptar. De hecho, yo mismo he llegado a sufrir de este bloqueo y estuve un par de años sin escribir. En este caso, el remedio no lo pude encontrar a solas y llegué a necesitar ayuda profesional, ya que yo por mí mismo era incapaz de pensar en nada que tuviera que ver con la escritura que me pudiera estar bloqueando. En este tipo de situaciones, mi consejo es que te detengas y empieces por analizar las razones que pueden estar creando el bloqueo. Piensa que las razones pueden ser de muchos tipos. Por ejemplo, por agotamiento, estrés o por la misma falta de organización de tiempo. El problema en este tipo de bloqueo no es tanto la solución, sino la causa. Una vez que sabes a qué se debe, verás que será mucho más sencillo ponerte en marcha. Así que si después de un tiempo descubres que no puedes encontrarla por tu cuenta, ponte en contacto con alguien que logre ayudarte a entender el momento por el que estás pasando. Pasos para superar todo bloqueo del escritor Si tú también has sufrido de micro-bloqueos o del bloqueo del escritor, tranquilo: es algo completamente normal y suele pasar mucho en las mentes creativas. Como habrás visto, pueden ocurrir por mil motivos, así que deja pasar el tiempo, respira y analízate. Una vez que hayas encontrado la razón de tu bloqueo, podrás buscar soluciones. Puede ser que unos breves pasos a seguir consigan ayudarte a identificar tu situación. Empieza por aquí: Reconoce que tienes un bloqueo El primer paso es reconocer el problema: no tienes ideas, no logras escribir y te entra el pánico. En esta fase, es importante que interiorices que el bloqueo por el que estás pasando es fácil de superar, ya que hay muchas maneras de hacerlo. No te dejes sobrellevar por el medio de que no podrás volver a escribir nunca más. Identifica si se trata de un bloqueo pequeño o grande En este segundo caso, puede que sea muy útil que escribas sobre cualquier cosa y que veas si el flujo de tu escritura vuelve. Quizás solo necesites conectar contigo mismo y relajarte para que tus palabras vuelvan a salir. Si funciona, has solucionado tu micro-bloqueo. Si ves que, por otro lado, la situación se extiende, puedes intentarlo planificando tu escritura, o tal vez necesites enfocarte en la causa de tu bloqueo. Escribir tiene que ver con las emociones que cada uno experimenta, que se mezclan con la incertidumbre, e incluso con nuestra propia vulnerabilidad. A veces, factores personales muy alejados de la escritura entran en juego y no nos permiten expresarnos y ser creativos. Para ello, elige la opción que mejor se adapte a ti, a solas o con una ayuda externa; las dos son válidas. Descansa y desconecta si estás fatigado A veces no hay nada mejor solución que un buen descanso para permitirle a la cabeza que desconecte por un momento y que vuelva recargada, llena de ideas e inventiva. Escribir, emociones y creatividad Lo importante es que tomes acción en ese sentido. No puedes esperar que lleguen las musas a inspirarte, ya que, como ya hemos visto, en varias ocasiones la creatividad surge con la constancia. Escribir es experimentar con las palabras, dar forma a los pensamientos, concretar y hacer realidad lo que se mueve en nuestro interior. No es solo inspiración creativa, sino, sobre todo, método y disciplina. No tenemos que olvidarnos que escribir es un proceso mental desafiante que requiere tiempo y entrenamiento. Pero, si ves que
Historia y simbología del arco
No es ningún secreto que el tiro con arco es una de mis actividades favoritas. Os lo conté el mes pasado en mi artículo sobre las pasiones de los escritores. Hoy quiero seguir compartiendo con vosotros esta afición. Os voy a explicar cuál es su origen en la antigüedad. Para ello, viajaremos de los pueblos de la Edad de Piedra hasta los griegos en la Edad de los Metales. Os mostraré cómo el arco ha sido representado en la literatura antigua a través de sus mitos y personajes, y profundizaremos hacia un apartado más espiritual para comprender el significado simbólico del arco. ¿Listos para emprender esta aventura? El origen y la evolución del arco El arco es una herramienta que ha estado asociada a los grandes eventos que se han producido a lo largo de la historia, como, por ejemplo, en las iniciaciones caballerescas o en increíbles conflictos armados como la Batalla de Crécy. De hecho, la misma iconografía del arco se puede observar en muchísimas culturas y lugares del mundo. El arco en las manos de Shiva, uno de los dioses del hinduismo, es el emblema de su poder. También, en el antiguo Egipto, el dios con cabeza de chacal, Anubis, se representa a menudo en el acto de tensar uno. Una arma indudablemente muy antigua que atraviesa todas las sociedades, desde Oriente hasta Occidente. Podemos trazar su origen y evolución gracias a las numerosas pruebas arqueológicas que nos han dejado nuestros antepasados, y reconstruir uno de los tantos puntos de vista y versiones que se pueden crear alrededor de la posible evolución del arco. Edad de piedra En la antigüedad, los pueblos orientales y los egipcios eran grandes arqueros. Es a través de estas poblaciones que tenemos pruebas de la evolución que el arco ha ido teniendo a lo largo del tiempo. Los arcos de los caldeos eran más bien pequeños, mientras que los de los egipcios eran flexibles, potentes y precisos. Tenemos muestras de ello gracias a que los egipcios solían enterrar sus muertos con ajuares funerarios. Estos eran objetos que podrían ser necesarios tras la muerte y que acompañaban al difunto a lo largo de su camino, después de la vida. Por ejemplo, en la tumba de Tutankamón, expuesta en el Museo Nacional de El Cairo, la momia de este antiguo faraón posee arcos de típica factura egipcia que lo acompañan en su sarcófago. Además, en las representaciones del antiguo Egipto, un gran número de personajes y faraones aparecen representados de maneras distintas, como en el acto de la caza o como guerreros, pero siempre armados con este dispositivo. Edad de los metales Los primeros arcos con extremos curvos fueron traídos desde Asia central en las migraciones de los escitas, jinetes nómadas y pastores que transmitieron esta eficaz innovación a los pueblos mediterráneos. Sin embargo, a partir del Paleolítico, se pueden identificar dos tipos fundamentales de arco: el simple de madera, llamado “arco europeo”, presente en Europa y África, y el compuesto, que parece ser de origen oriental. Estos datos también están confirmados por las representaciones en contextos griegos, y cretenses, a lo largo de la Edad de Bronce. Inicialmente, estos pueblos fabricaban arcos simples de tipo europeo, aunque en el disco de Festo ya aparece, en sus jeroglíficos, una muestra de lo que parece ser el primer arco compuesto. El arco en la literatura y cultura helénica En Grecia, existen muchísimas referencias y figuras armadas con arcos y flechas. Por ejemplo, el filósofo Heráclito lo menciona, diciendo: El nombre del arco (biós) es la vida (bíos), pero su función es la muerte. Un sutil juego de palabras típico de Heráclito, ya que sólo cambia el acento, jugando sobre los opuestos que hay en el concepto de la palabra arco. Pero más allá de las reflexiones filosóficas, las figuras que aparecen representadas con esta arma son los dioses, los centauros y las amazonas. Dioses armados de arcos Hay muchísimas deidades representadas con arcos y flechas en diferentes religiones y filosofías, pero, en el contexto griego, vale la pena destacar a Apolo, Artemisa y Eros. Seguramente conoceréis algunos de estos dioses y diosas tan presentes en el imaginario popular del mundo occidental, pero os doy alguna información más para observar mejor su relación con el arco y las flechas. Apolo, hijo de Zeus y Leto, deidad del Sol, la música y la poesía. Sus símbolos principales son el Sol, la lira y el arco, ya que los otros dos nombres que se le atribuyen, Aphetoros y Argurotoxos, significan “dios del arco”. Artemisa es la hermana gemela de Apolo, diosa de la Luna y protectora de la caza. Por esto, se le encarna como un personaje femenino, armado, seguido por las ninfas. Eros, dios primordial del amor, hijo de Afrodita y un hábil arquero que dispara a sus víctimas con flechas de plata para enamorarlas. Los centauros como instructores Estos seres primordiales, mitad hombres mitad caballos, tuvieron un importante papel como maestros de tiro. Quirón, uno de los más conocidos por su inteligencia y buen carácter, aprendió a utilizar el arco gracias a la ayuda de su amigo Apolo, que le enseñó todo sobre este arte. Se volvió tan hábil en el tiro con arco que, sucesivamente, fue el maestro de muchos personajes de la mitología, destacando a Teseo, Enea y el gran héroe griego Aquiles. Las amazonas, expertas guerreras Las mujeres también desempeñaron su papel en esta técnica. Se trata de las amazonas, lideradas por Pentesilea. Esta quedó retratada en un jarrón en el acto de defenderse del valiente Aquiles. El guerrero, armado con una jabalina, se enfrenta a la mujer, quien sostiene firmemente un arco mientras cabalga hacia atrás. Simbología del arco Los hombres, a lo largo de su evolución como especie, siempre han enfocado sus energías en la elaboración de elementos y objetos que fueran importantes para la propia supervivencia. Por esto, el arco tiene un valor primordial sobre muchos niveles conceptuales, así como simbolismos muy fuertes que no se pueden ignorar. Se trata de un elemento transversal, ya que
Mis personajes de ficción favoritos
Siempre he pensado que los personajes son clave en los libros que escribimos. Los personajes, y nosotros a través de ellos, viven la historia. El lector los sigue página tras página, y es con los personajes que ambos, el escritor y el lector, forman un vínculo empático que permite vivir casi en primera persona lo que se escribe o se lee. Ya que los personajes son un elemento tan importante, he decidido que quiero compartir con vosotros cuáles son mis personajes favoritos. Se trata de personajes que no solo me han asombrado por su forma de ser, sino que han sido parte de historias y libros que he vuelto o volvería a leer. En cierto modo me impactaron, me fascinaron y se quedaron en mi memoria, casi como unos compañeros que conocí en algún momento de mi vida y que de vez en cuando vuelvo a visitar para disfrutar de su compañía nuevamente. Aquí vienen mis personajes favoritos. 1. Judá Ben Hur Todos hemos visto la colosal película de Ben Hur basada en la novela del general Lew Wallace. Es un clásico que nunca cansa y Judá Ben Hur es el protagonista, uno de mis personajes favoritos sin ninguna duda. ¿Quién es Judá Ben Hur? Es un joven príncipe judío que es traicionado por su viejo amigo de la infancia, el tribuno romano Mesala. El noble es injustamente detenido bajo la acusación de haber intentado rebelarse al poder de la antigua Roma. Y el resto es historia, no os quiero adelantar nada si no habéis leído la novela o vista la película, pero Ben Hur pasa por muchísimas injusticias y, en fin, tiene una revelación en la que conoce el amor y encuentra una nueva fe. Un personaje lleno de conflictos, aventuras y emociones que me cautivó en mis 17 años. En esa época mi familia se estaba mudando de Sevilla a Barcelona y gran parte de los libros de la casa se quedaron atrás. Así, en una temporada que pasamos en casa de unos de mis tíos, descubrí la novela y nunca más me separé de Judá Ben Hur. 2. Astérix Creo que es imposible que alguien no pueda figurarse la imagen de este personaje en la mente en cuanto se escucha su nombre. Aunque no seas un apasionado del género tengo casi la seguridad absoluta de que tienes una idea de quién es Astérix, pero por si acaso aún no se enciende ninguna bombilla, os doy algún dato más. Astérix es uno de los protagonistas del famoso comic Astérix y Obélix creado por el guionista Goschinny y el ilustrador Uderzo. Para la creación de Astérix sus autores se inspiraron al Rey Vercingetorix. De hecho, su nombre se compone de “aster” que en griego y latín significa estrella y “rix” que en celta significa rey. No es el arquetipo de guerrero celta, ya que no es alto y rubio, sino que es un guerrero pequeño con un gran cerebro, que no tiene una profesión fija y que realiza todas las misiones más peligrosas junto a su fiel amigo Obélix, para salvar a su querida aldea. Es un personaje que me encanta y de hecho me ha dado algunas ideas en mis novelas. Por ejemplo, en Muerte y Cenizas hago un guiño a Astérix cuando Léntulo, el gladiador picto, murmura “Están locos estos romanos”. Llegué a él a través de los cómics de mis hermanos y desde ese momento en adelante es sinónimo de diversión asegurada. Es en este mismo contexto, los cómics, que conocí el próximo personaje que os voy a presentar. 3. El Capitán Trueno Como os estaba anticipando, conocí al Capitán siempre gracias a los cómics de mis hermanos. Este personaje fue creado por Elliot S. Maggin y Curt Swanm como respuesta al Capitán Marvel, y creo que terminaría fascinando a cualquier niño e incluso adulto, ya que sus poderes son realmente ilimitados y sus historias son toda una aventura para el que se deje llevar por ellas. El Capitán Trueno obtiene sus poderes de la hebilla de su cinturón mágico. Al frotar la hebilla dice la palabra mágica “¡Trueno!” y el joven Willie Fawcett se convierte en el Capitán Trueno. Tiene una fuerza inconmensurable, supervelocidad, invulnerabilidad, el poder de volar y una gran valentía, sabiduría y tenacidad. También puede utilizar su palabra mágica para romper la barrera espacio-tiempo y viajar a otras dimensiones. ¿A quién no le encantaría acompañarlo a lo largo de una de sus aventuras? 4. Ivanhoe Este personaje da el nombre al homónimo libro de Sir Walter Scott. Se trata de una de las primeras novelas históricas y fue publicada en 1823. Es una lectura bastante sencilla, pero no por ello pierde su importancia literaria, pues sin duda es un clásico que te aconsejo que leas si aún no lo has hecho. Pero te cuento algo más sobre este personaje que me acompaña desde la adolescencia. Ivanhoe no es el clásico héroe romántico, sino un hombre corriente que aparece en un número muy reducido de escenas. Es el consejero de confianza del protagonista Ricardo Corazón de León, junto con Robin Hood. Los personajes de esta novela están bien caracterizados y sus historias son tan convincentes que el lector no puede dejar de sentirse cautivado por ellos. No puede evitar identificarse con el caballero desheredado que intenta reconciliarse con su orgulloso padre, o con el siervo en busca de su libertad, o con la joven que no renuncia a su religión y a sus ideales, aun a costa del sufrimiento. 5. El Corsario Negro Alrededor de mis 11 años conocí al Corsario Negro. Es un personaje que se ha hecho muy famoso gracias al ciclo de novelas de Emilio Salgari. El Corsario Negro era ligur, de la región italiana Liguria, y pertenecía al linaje de los señores Ventimiglia, una familia que existió en la realidad. Creo que no hay mejor manera para introduciros al Corsario que con sus propias palabras. “¿Quién es usted?” El Corsario arrojó la espada ensangrentada que aún no había
La ciencia ficción, el opuesto de la novela histórica
Hoy voy a compartir algo un tanto inusual: no os voy a hablar de mi género literario favorito, que ya sabéis perfectamente cuál es, sino del género más ajeno a mí. Se trata del opuesto de la novela histórica: la novela de ciencia ficción. Te parecerá extraño verlo de esta manera, pero si lo piensas es la realidad. De hecho, la primera te lleva a investigar el pasado, a mirar hacia atrás, mientras la segunda te hace mirar hacia adelante para descubrir uno de los tantos futuros posibles que tu mente puede imaginar. La verdad es que este género literario se me plantea con tal lejanía que me cuesta sentirme cercano a él, y creo que es porque estoy acostumbrado a lo opuesto. Pero esto no quiere decir que no lo aprecie. De hecho, considero que puedo aprender mucho de él. Como por ejemplo, la especulación sobre los posibles desarrollos de cada historia. La pregunta indispensable de la ciencia ficción Todas las novelas de ciencia ficción empiezan con la clásica pregunta “¿qué pasaría si…?“. Se trata de una duda que todo autor debería plantearse al escribir, independientemente del género al que pertenece su estilo. La ciencia ficción aborda la trama desde una perspectiva distópica. Son relatos de exploración que abarcan al mundo en su matriz técnica y social. De esta manera, el desarrollo científico y tecnológico, así como el progreso antropológico, se sitúan en el centro de la historia y unen la estructura racional de la ciencia con el universo creativo de la fantasía. Narrativas afines: ciencia ficción y aventura Lo interesante es que la narrativa de ciencia ficción presenta varios puntos en común con la narrativa de aventura, como el miedo a lo desconocido y los viajes de exploración. Los protagonistas de los cuentos y novelas de ciencia ficción se mueven en lugares a menudo distantes de la Tierra, situados en otros planetas o galaxias y viven en un tiempo que desconocemos. El efecto de esta ambientación futurista en las situaciones más fantasiosas resultan creíbles por su desarrollo de fondo. La ciencia y la tecnología traspasan fronteras inaccesibles para nosotros, es decir, ya no resultan imposibles, sino que son realizables en un mañana quizá no muy lejano. No obstante esta afinidad, es justamente la incógnita temporal que me aleja del género, y es curioso, porque la ciencia ficción me gusta en el cine, pero no tanto en la literatura. De hecho, soy muy fan de la saga Alien. Elementos esenciales de una novela de ciencia ficción Si investigáis sobre este género literario descubriréis que, de todos modos, no siempre ha tenido una separación tan neta con otros géneros como parece hoy en día. De hecho, la llamada ficción primitiva empezó con los precursores de este género con autores como Mary Shelley con su famosa novela Frankenstein y otros autores como Julio Verne. La ciencia ficción de entonces ha evolucionado hasta desarrollar el género de ciencia ficción por completo con grandes novelistas como Philip K. Dick o Carl Sagan. Como todos los géneros, la ciencia ficción tiene unos elementos esenciales que determinan su producción literaria y ahora mismo os cuento cuáles son. El viaje Este es el primer elemento de las historias de ciencia ficción y que nunca puede faltar. Lo curioso es que esta exploración abarca la estructura física, su desarrollo científico y tecnológico, pero también suele incluir el ambiente social y geopolítico en el que se desarrolla la historia. Entonces se trata de un viaje no solo hacia otro tiempo, quizás Universo, sino también un viaje hacia otras formas de pensar y de ver el mundo que el autor nos presenta. Como he dicho anteriormente es un género que tiene mucho que ver con la aventura, y de hecho al escribir una novela de ciencia ficción se cuentan las aventuras del protagonista en un ambiente futurista a través de dos elementos esenciales que componen el viaje: la aventura y la exploración. El escenario Otro elemento imprescindible es el escenario en el que se desarrolla la novela de ciencia ficción. Una historia de este género puede estar ambientada en el mundo real, o en lugares y tiempos completamente reinventados por el autor, pero lo más interesante de todo es que podrían existir. Por esta razón los escenarios suelen ser el espacio o incluso la misma Tierra en la que podríamos estar viviendo en un hipotético futuro en el que las cosas han ido muy diferentemente de cómo lo esperábamos. A veces los autores crean escenarios en otros planetas e inventan por completo su sociedad, su cultura y su entorno. En el caso de la Tierra tenemos que expresar qué cambios ambientales y sociales ha producido nuestra sociedad, identificando un futuro hipotético realista. La especulación La especulación nos permite ir más allá de la experiencia para que podamos reflexionar profundamente y llegar a la esencia de nuestro pensamiento. De esta manera, a pesar de que no hayamos tenido una experiencia directa con los acontecimientos y los ambientes de nuestra historia de ciencia ficción, podemos imaginarla y dejar que nuestra mente fluya hacia nuevos Universos. La ciencia y la tecnología El género de la ciencia ficción se diferencia de la fantasía en que lo sobrenatural debe explicarse de forma científica. Y normalmente suele ir acompañado por un avance tecnológico que nos permite hacer cosas que no somos capaces de hacer en la vida real; en algunos contextos pasa lo opuesto, con un fracaso de la tecnología en el que la humanidad ha retrocedido a sus orígenes a causa de un evento catastrófico. Hay que recordar que el contexto y la estructura social en la que se sitúan los personajes influirán en las tecnologías, que a su vez influirán en la construcción del mundo, por eso es tan importante definirlas bien. El sentido de la existencia humana El último elemento es una reflexión de fondo que toda novela de ciencia ficción lleva consigo: el sentido de la existencia humana. A través de la narración de desarrollos futuros imaginados se pueden expresar
La música y la literatura son dos artes hermanas
La música y la literatura en la vida de los escritores suelen ser dos elementos esenciales que se compenetran. Letras y notas musicales se entrelazan, bailan, se entienden y despiertan la inspiración. Son dos artes hijas de la misma madre. Las dos artes hermanas La música puede llegar a lugares del alma que están más allá de las palabras. De una cierta manera, la música es el arte más abstracto de todas. Con el sonido es capaz de despertar sentimientos, sensaciones e imágenes, que serán distintas para cada persona gracias al hecho de que su interpretación está desligada de los conceptos y es casi del todo libre. Por otro lado, su hermana la literatura es más sólida y concreta. Aunque cada uno interprete en su imaginación lo que lee aplicando su propio punto de vista, si se lee la palabra elefante la mente de todos nos llevará a un concepto común y compartido, tiene un sendero más marcado. La relación entre música, literatura, escritores y músicos La relación entre las dos artes siempre ha sido muy profunda. De hecho, tenemos como ejemplo a muchos escritores de diferentes épocas que han visto la música como parte esencial de sus vidas y de su producción literaria. Entre ellos cabe destacar a Italo Calvino, Julio Cortázar, Eugenio Montale, James Joyce, Jack Kerouac y Marcel Proust que dijo: La música ha sido una de las grandes pasiones de mi vida… Me ha aportado alegrías y certezas inefables, y me ha dado la prueba de que existe algo más allá de la nada, contra la que me he estrellado en todas partes. Corre como un hilo por el laberinto de toda mi vida. He de admitir que yo tampoco puedo prescindir de la música durante mi proceso creativo. Me encanta escuchar música no solo cuando escribo siguiendo mi rutina como escritor, sino también en otras ocasiones, como por ejemplo a lo largo de un viaje. La música me hace sentir bien. Pero no solo los escritores se han visto inspirados por la música, también los cantantes se han dejado llevar por la literatura llegando a crear a través de la misma algunas de las piezas musicales más conocidas del mundo: Tales of Mystery and Imagination de los Alan Parsons Poject es un álbum basado en siete historias de Edgar Allan Poe; El extranjero de Albert Camus inspiró a la conocida Bohemian Rhapsody de Queen y a otros grupos como The Cure; y, en fin, la relación entre los Led Zeppelin y J. R. R. Tolkien tiene claras referencias en algunas de sus piezas musicales como Ramble On. La literatura influye a la música así como la música influye a la literatura. Géneros musicales, personalidad y personajes Las notas de las canciones nos alimentan, así como lo hacen las palabras de los libros. Ambos crean un sentimiento dentro de nosotros, son determinadas por nuestro carácter e influyen en nuestro humor. Esto podría querer decir que al escribir con la música nuestros personajes cobran vida, y quizás inconscientemente les estemos atribuyendo unas canciones o unos cantantes favoritos en el proceso. La psicología de la preferencia musical estudia justamente los factores que existen detrás de la elección de un género con respecto a otro. Muchos estudios han demostrado que existe una afinidad entre la música que se escucha y la personalidad que se tiene. Por ejemplo, se dice que las canciones clásicas, el jazz, el folk y el blues son escuchadas principalmente por personas extrovertidas, con alta autoestima y abiertas a nuevas experiencias. Pero, como todo, son generalizaciones que a veces se aplican y otras no. Lo que sí es innegable por la experiencia de cada uno de nosotros es que la música acompaña a las emociones, por esto una canción en el momento adecuado es capaz de crear un ambiente determinado. ¿Qué género musical o qué canciones te gusta escuchar cuando estás feliz? ¿Y cuándo escribes? Música que me encanta escuchar Mis gustos musicales se ven liderados por el género folk, tanto internacional como español, y la música celta que disfruto inmensamente. No obstante, aunque entre mis álbumes musicales favoritos destacan varios autores españoles, he de admitir que mientras escribo prefiero no escuchar música en español. Es una pequeña precaución que me gusta tomar para evitar que mi mente se distraiga y que termine poniendo toda su atención en la letra de la canción y no en lo que en ese momento estoy escribiendo. Os comparto algunos de mis autores musicales favoritos, quizás descubráis algún nuevo álbum que os hará compañía a lo largo de vuestras horas de escritura diaria. Dire Straits Esta banda nace en la Inglaterra del 1977 y, aunque esa fuera la época por excelencia de la música punk, los Dire Straits desarrollaron un estilo de rock con influencias country, jazz y blues. Eran modestos y no seguían los estereotipos de la época. Al principio de la carrera de la banda, los hermanos Knopfler solían a pedir a los gerentes de los pubs donde tocaban que mantuvieran el volumen de los amplificadores bajos para permitir a los clientes conversar libremente durante sus actuaciones. Descubrí a los Dire Straits a lo largo de mi niñez. Soy el menor de cuatro hermanos, y como alguno de ellos los escuchaba terminé por descubrirlos muy pronto. Me enamoró desde el primer día. Fue así como hasta el día de hoy Mark Knopfler sigue siendo, sin dudas, mi cantante favorito. Me encantan todos sus álbumes, tanto en el grupo como en solitario, y hace unos años finalmente pude verlo en concierto. Si tuviera que elegir un álbum sería Alchemy, el directo por excelencia de Dire Straits. Es el disco que más veces he escuchado y sigo poniendo a menudo. Una pieza para mi irrenunciable. Coldplay, Travis y Keane Estas son tres diferentes bandas musicales formadas a lo largo de los años 90 en el Reino Unido. Todas llegaron a mí cuando ya tenía unos treinta años, en un momento muy específico de mi vida. En ese periodo complejo, su estilo
Las pasiones de los escritores (además de escribir)
A los escritores no nos gusta solo escribir. Aunque sí es cierto que nuestra mayor pasión es la escritura, en la vida del escritor también hay espacio para otras aficiones. Yo, como muchos otros escritores del presente y del pasado, cultivo pasatiempos muy diferentes e incluso que no tienen nada que ver con la literatura. Por supuesto, estos hobbies pertenezcan a un mundo distinto al de la escritura, pero lo interesante es que a menudo terminan influenciando la manera de ser de uno y por lo tanto su forma de escribir. Os voy a contar cómo algunas pasiones terminaron influyendo, o no, en el trabajo de distintos escritores y, en fin compartiré, con vosotros también los míos. ¿Listos para descubrir los hobbies más disparatados del mundo de la literatura? Vladimir Nabokov y las mariposas Todos conocemos a la famosísima obra Lolita del ruso Vladimir Nabokov, también conocido con su pseudónimo Vladimir Sirin. Pero la verdad es que este autor no llegó a ser conocido solo por sus libros. La comunidad científica lo conocía por otros logros en el mundo de la lepidopterología, una rama de la entomología que estudia las mariposas. Su pasión lo llevó tan lejos como sus obras literarias. Su afición no fue simplemente un pasatiempo, sino que llegó a ser un estudio muy profundo. De hecho, terminó trabajando en el Museo de Zoología Comparada de la Universidad de Harvard. Durante su periodo de investigación sobre las mariposas descubrió un gran número de nuevas especies de lepidópteros, y el entomólogo Francis Hemming nombró el género de las mariposas Nabokov en su honor. Vladimir tenía una pasión tan grande hacia las mariposas como hacia la literatura, como lo confirman sus mismas palabras: La literatura y las mariposas son las pasiones más dulces de la humanidad. Y de hecho unió sus dos pasiones llegando a escribir diversas obras sobre las mariposas, y los mismos eventos que sucedían alrededor de sus actividades entomológicas llegaron a influir en sus obras. Como el mismo Nabokov cuenta, en una ocasión pensó haber descubierto un nuevo espécimen, pero la revista The Entomologist le respondió que ya había sido descubierto por un tal Kretschmar. Sucesivamente, Nabokov utilizará el mismo nombre para bautizar un personaje un poco afortunado en su novela Risa en la oscuridad. El bóxeo para Julio Cortázar Uno de los grandes genios del siglo XX, el argentino Cortázar, conocido en todo el mundo por su obra maestra Rayuela y por colecciones de cuentos e historias, nos relata en uno de sus cuentos su primera experiencia con el boxeo: Fue nuestra noche triste; yo, con mis nueve años, lloré abrazado a mi tío y a varios vecinos ultrajados en su fibra patria. Se refiere a un episodio del 1923 conocido en el mundo del boxeo. En aquella pelea, el púgil argentino Luis Ángel Firpo perdió contra norteamericano Jack Dempsey, marcando así la memoria de Cortázar y ciñéndolo para siempre a su gran afición. De hecho, esta pasión lo acompañará para siempre, e incluso intentará trabajar con locutor en las peleas, aunque su intento de carrera en ese sector tendrá una vida breve. En algunos de sus cuentos, Torito, se manifiesta su gran afición hacia este honorable deporte. La cocinera Emily Dickinson Ya os he dicho que como escritores no tenéis que ser esclavos de la inspiración, pero en este caso podemos hacer una excepción porque se trataba probablemente de algo inconsciente y porque es Emily Dickinson. La poeta americana probablemente se sentía inspirada cada vez que horneaba panes y pasteles, así terminaba escribiendo poemas detrás de las recetas. Esta colección se ha recogido en la obra Profile of the Poet as Cook. Aquí puedes leer una de las poesías de ese libro: Las Cosas que jamás volverán son diversas La niñez ciertas formas de Esperanza los Muertos Aunque las Alegrías como los Hombres a veces Viajan lejos Y aun así perduran No sufrimos por el Viajero, o el Navegante, Sus Caminos son bellos Más bien pensamos sin descanso en lo que nos contarán cuando estén de vuelta aquí ¡“Aquí”! Hay “aquís” típicos Lugares profetizados que el Espíritu no soporta Solo cualquiera sea la Profundidad De su Tierra Natal Este poema se encontró detrás de la receta del budín de coco, un ingrediente muy exótico en ese siglo que llevaba a la mente a viajes y localidades lejanas, como su composición. De hecho, fue conocida por ser una gran cocinera, e incluso ganó un concurso de panadería con una de sus recetas de pan. Pero cocinar representaba mucho más para ella, reflejaba probablemente su forma de ser más íntima, así como sus expresiones poéticas. La esposa de su hermano, y también gran amiga, dijo de ella: Hay muchos hogares a los que se enviaban constantemente sus delicados tesoros de frutas y flores y platos deliciosos para los enfermos que siempre extrañarán esos delicados vestigios de su desinteresada devoción. Iván Turguéniev, escritores, caza y ajedrez El escritor ruso era un cazador experimentado y le encantaba además jugar al ajedrez, como él mismo decía: El ajedrez es una necesidad tan imperiosa como la literatura. Pero fue justamente la caza la que ocupó una de sus obras. Turguéniev creció en la Rusia rural y estuvo siempre en contacto con la naturaleza y el mundo de la caza, así escribió Memorias de un cazador, una colección de relatos cortos en los que el autor nos describe el contexto rural desde el punto de vista del cazador. Agatha Christie, su segundo amor y la arqueología Durante su infancia, la pequeña Agatha soñaba con descubrir tesoros subterráneos, pero dejó de lado ese sueño hasta que volvió a casarse con su segundo gran amor. Agatha conoció a Max Mallowan, un reconocido arqueólogo. Y desde ese momento en adelante quiso conocer todo lo que pudo sobre la arqueología y las antiguas civilizaciones; hasta que se convirtió en una experta y terminó colaborando con su propio marido en los trabajos de transliteración de textos cuneiformes y sumerios. Esta gran pasión cultivada con tanta ferocidad influyeron
La rutina del escritor
Antes de empezar este artículo quiero que te deshagas del mito de la rutina del escritor. No existe una rutina general perfecta que debes perseguir para transformarte en un escritor. Lo que sí puedes hacer es buscar inspiración en todas aquellas pautas que han desarrollado grandes y pequeños escritores a lo largo del tiempo y empezar a construir una rutina a tu medida. Además, a menudo se le da a la palabra “rutina” una acepción negativa. Pero las rutinas son algo verdaderamente importante no solo en la vida de un escritor, ya que en general son indispensables para perseguir cualquier objetivo. Tener rutinas no tiene por qué estar relacionado con la idea de una vida aburrida o monótona; es erróneo verlo de esta forma. De hecho, se puede tener una vida muy emocionante y llena de aventuras aún aplicando una rutina. El rol de la rutina es la de atribuir equilibrio, constancia y tranquilidad en la vida de las personas sin que estas se sientan restringidas o atrapadas en una repetición cotidiana. Como una vez el mismo Mario Benedetti dijo: Hoy fue un día feliz. Solo rutina. Ha llegado el momento de descubrir los elementos que pueden formar tu rutina del escritor, esto te permitirá ser mucho más constante, una de las claves para conseguir tus sueños y, más específicamente, uno de los elementos indispensables para lograr ser escritor. Voy a definir para ti unos consejos y elementos principales que en mi opinión componen la mayoría de las rutinas. Te contaré las rutinas de otros autores, así como mi propia rutina, para que puedas buscar un poco de inspiración. Quién sabe, a lo mejor te verás reflejado y puede que alguna encuentre un espacio en tu vida cotidiana. Marca los horarios de tu reloj biológico La hora a la que te despiertas y a la que vas a dormir no solo tienen un rol indispensable en tu funcionamiento biológico, sino que marcan el tiempo que tienes a disposición para cada actividad cotidiana. Además, las horas que duermes se relacionan con la calidad del sueño y consecuentemente con la energía que el día siguiente tendrás a disposición. Por estas razones, darle una rutina a tus horarios, si aún no la tienes, no es mala idea. Yo personalmente no amanezco ni duermo tan pronto, pero sí es cierto que mi día tiene unos horarios bien estructurados. Aunque los cursos de escritura ocupen gran parte de mi tiempo, procuro tener las mañanas de los jueves y los viernes dedicadas a escribir. Normalmente me despierto y a las ocho ya estoy trabajando. Hago un descanso a las diez para desayunar y sacar a Lolo y Bilbo, mis queridas mascotas. A las once vuelvo a escribir hasta las dos y media. Como muchos autores, prefiero la mañana para escribir: la mente suele estar más limpia y la concentración se adquiere con mayor facilidad gracias al reposo de la noche anterior. Pero he de decir que me gusta tener un momento para dedicarle a mi trabajo de escritor también por las noches, que suele estar dedicado sobre todo a la lectura de documentación. Digamos que un día de trabajo suele durar aproximadamente unas seis horas. Definir un número de página diario Hay algunos autores que prefieren definir un número diario de páginas y otros, como Gabriel García Márquez, que se dejan llevar por momentos de locura y en vez de establecer una rutina trabajan día y noche sin parar, así fue como el mismo autor dio a la luz Cien años de soledad en solo cinco meses. Yo personalmente no soy de los que se marcan un mínimo diario de páginas. Mi día de trabajo está compuesto por seis horas aproximadamente, y la verdad es que hay veces que en esas seis horas escribo solo una página y otros días en los que escribo una decena, que luego hay que revisar, por supuesto. La cantidad de páginas para mí es subjetiva y depende del día. Quizás marcarte una pauta de páginas diarias puedes serte útil por un lado mientras que por otro puede resultar frustrante. Inténtalo y decide qué es mejor para ti. La comida es parte de tu rutina del escritor La comida es otro elemento indispensable para tu bienestar, por eso, aunque no soy un sibarita, sí me gusta prestar un poco de atención a los ingredientes con los que cocino. Elige no solo sobre la base de la salud de los ingredientes, sino también unas comidas que te gusten y que puedas disfrutar durante tu día a día, porque disfrutar de las cosas es otra clave indispensable en tu bienestar. Yo, por ejemplo, mientras escribo no suelo comer, pero sí me permito un pequeño pecado de gula y me gusta tomarme una Coca-Cola de vez en cuando. Aunque sé que no debería, la verdad es que me procura bienestar más allá de si es saludable o no. Además, me encantan algunas comidas manchegas como las migas y las gachas de almortas, u otras recetas clásicas como el arroz con pollo, el cocido y la clásica tortilla de patatas. Ponle cariño a tu comida y disfrútala, este es un consejo del corazón para que puedas armar mejor tu rutina. Haz algún deporte o actividad física Esto vale no solo para los escritores, sino para todos, ya que es una costumbre saludable que nos hace siempre sentir mejor. Pero he de admitir que para un escritor se trata de un elemento aún más importante. Al pasar la mayoría del tiempo sentado, es indispensable construir un hábito deportivo. Personalmente, considero que este es uno de los puntos claves junto con el horario. Haruki Murakami es un buen ejemplo, ya que no solo es muy conocido por sus novelas sino por sus rutinas. Sus libros tienen a menudo notas autobiográficas, y él mismo ha escrito libros sobre rutinas que se convirtieron en pasiones como correr, de hecho corre 10 kilómetros cada día. Como cuenta en su libro De qué hablo cuando hablo de correr, en el