Hoy proseguimos, aún a riesgo de contrariar a cierto dicho en lo referente a la calidad de las segundas partes, con la continuación del primer artículo de esta serie de escritos sobre «cómo diseñar el worldbuilding de una novela», que puedes leer aquí. Tal y como ya te explicaba en dicha publicación, hoy expondremos los elementos fundamentales del worldbuilding para lograr que el esfuerzo del escritor abarque los aspectos básicos que su historia necesite.
Ojo, esto no es ninguna fórmula matemática ni pretende serlo, sino más bien una serie de propuestas de preguntas para que el autor se interrogue a sí mismo sobre ese mundo que está creando. ¿Las respuestas que encuentre? ¡Harán único al escenario de su historia!
Por último, no quiero abandonar esta introducción sin recordar que este artículo consistirá únicamente en un acercamiento general. En los siguientes artículos se procederá a analizar por separado y en profundidad cada uno de estos elementos fundamentales del worldbuilding, ¡Así que no dejes de leerlos!
Tabla de contenidos
ToggleUn breve recordatorio de los dos tipos de escenarios
Como ya vimos en el artículo anterior, a la hora de hablar de cómo diseñar el worldbuilding (o demiurgia) prefiero hacerlo desde la perspectiva de la creación del escenario más que de un mundo, porque no todas las novelas requieren del diseño de un universo diferente pero la mayoría sí que requiere, en mayor o menor medida, del worlbuilding. Por ejemplo, esto puede verse, como deja de manifiesto este artículo, en la creación del escenario de una novela de ficción histórica.
Así, para facilitar la tarea del escritor, he optado por hacerme eco de la propuesta de Brandon Sanderson, autor de Elantris: Distinguir entre escenario físico y escenario cultural.
¡Atención! Esto no significa que creemos ambos aspectos del worldbuilding por separado, pues el entorno configura en gran medida las actitudes, creencias y usos sociales de las poblaciones.
Un buen truco, en palabras de Sanderson, radica en abordar en primer lugar el escenario físico para después, durante el desarrollo del escenario cultural, preguntarnos cómo afecta cada aspecto que hemos definido del primero en el segundo. Esto es, en esencia, preguntarnos lo siguiente: ¿Cómo afecta «esto» a la sociedad de mi mundo?
Ahora sí, una vez hechas estas puntualizaciones, ¡entremos en harina!
Elementos fundamentales del Worldbuilding: escenario físico
¿Cuáles son los aspectos fundamentales constitutivos del mundo? A este respecto, podemos ir planteándonos preguntas desde aspectos más generales (top-down) para después abordar aquellas pequeñas y detalladas cuestiones que resultarán vitales para nuestra historia (bottom-up).
Podemos empezar, como diría Patrick Rothfuss, autor de El Nombre del Viento, por la «forma del mundo». Esto englobaría muchísimos elementos fundamentales del worldbuilding a tener en cuenta, pero no os preocupéis, pues a continuación procederemos a abordarlos en los siguientes apartados.
Elementos fundamentales del worldbuilding: La composición del mundo
¿Es un mundo con un único tipo de ecosistema, como tiende a ocurrir en la saga fílmica de «Star Wars»? Puede estar poblado de continentes o, como sucede en la saga de «Terramar» de Úrsula K. Le Guin, tener la mayoría de su superficie ocupada por agua. O, ¡Qué narices! ¿Debe ser esférico? ¡Quizá tenga alguna forma o concepción extraordinaria como ocurre con el «Mundodisco» de Terry Pratchet!
¿Cuál es la historia de este mundo? ¿Cómo ha llegado a ser así? Quizá se trate de un mundo creado (y entonces, ¿hay en él determinismo?) o, por lo contrario, haber surgido como fruto del azar, del caos, la entropía… ¡Explora!
¿Cuáles son las leyes físicas que rigen tu mundo? Seamos sinceros, algunas de las consecuencias de la termodinámica en el mundo real son algo aburridas… ¿A quién le hace gracia la gravedad cuando podríamos volar a voluntad? ¿El tiempo es tan aburrido que SIEMPRE va a ir hacia delante? ¡Sé creativo cuándo diseñes estos elementos fundamentales del worldbuilding!
¿Hay atmósfera? Y, si la hay, ¿cómo es? ¿La vida puede desarrollarse o es necesario algún artilugio tecnológico? Su composición, ¿cómo afectaría al clima? Más importante, ¿hay clima? Quizá, si no hay masas de aire o agua en estado gaseoso… ¿Podría existir algún fenómeno atmosférico increíble que asombre a todo aquél que lea tu libro?
Todo esto, ¡Y más! (estate pendiente de artículos posteriores), debes plantearte cuando decides cómo diseñar cada uno de estos elementos fundamentales de worldbuilding para tu novela.
La vida como uno de los elementos fundamentales del worldbuilding
En tu novela debe, por supuesto, haber vida… ¡Porque si no a ver quién se inventa un conflicto! Ahora bien, esa vida puede no pertenecer a tu mundo, sino que venga de otro, como ocurre con los «Primigenios» del genio de Providence, H.P Lovecraft. Y aún más importante, ¿cómo será esa vida? ¿Qué tipo de seres vivos encontrará el lector?
O, por ejemplo, ¿Todas las formas de vida consideran al resto también como seres vivos? ¿Una piedra que habla está viva?
¿Qué relaciones hay entre las diferentes formas de vida? ¿Depredación, parasitismo…? La vida inteligente, ¿es variada? ¿Hay más de una especie inteligente? ¿Cuál es su biología? ¿Cómo es su fisionomía? ¿Cómo se relacionan con su entorno?
…Antes de continuar…
Detengámonos aquí un instante: respecto a cómo diseñar los elementos fundamentales del worldbuilding, ¿es obligatorio decidir si esta creación es de género fantástico o de ciencia ficción? ¡Siempre pueden fusionarse! Es tremendamente divertido y, si no me creéis, echadle un vistazo a cualquier número de Droids & Druids, revista digital de ciencia ficción y fantasía.
O, por el contrario, y volviendo a la introducción de este artículo, ¡Recuerda que el worldbuilding no es propio solo de esos dos géneros!
Ahora sí, ¡La Magia! O, en su defecto, ¡La alta tecnología!
Tras este breve paréntesis, abordamos uno de los elementos más atractivos de los mundos de fantasía o ciencia ficción cuando nos planteamos cómo diseñar el worldbuilding. Estamos hablando, por supuesto, de la magia y de la alta tecnología.
¿Por qué las metemos en el mismo saco? Porque a nivel narrativo funcionan exactamente igual: ambas deben tener reglas claras que no amenacen a la coherencia de nuestro mundo, deben despertar el sentido de la maravilla en el lector, ¡y resultan siempre un quebradero de cabeza a la hora de evitar que se conviertan en un deus ex machina!
Para que estos elementos fundamentales del worldbuilding se integren orgánicamente en la historia, encandilen al lector, y no sean fruto de inconsistencias en la trama o en el mundo que estemos creando, puede resultar muy interesante conocer las tres leyes de la magia de Brandon Sanderson… que, por supuesto, veremos a continuación.
La primera ley de Brandon Sanderson
La primera ley establece que la posibilidad de resolver problemas de forma satisfactoria por este medio está directamente relacionada con lo bien que el lector entienda la magia o tecnología. Esto es, o bien conseguimos que su funcionamiento sea perfectamente entendible… o evitaremos resolver ningún conflicto por esta vía.
Por ejemplo, en El Señor de los Anillos la magia está presente pero nunca nos explican cómo funciona y, sorpresa, personajes como Gandalf no solucionan los grandes retos del camino con ella. De hecho, ¿Cómo se soluciona el conflicto? Llevando el anillo único hasta el fuego del Orodruin por un medio increíblemente mundano: caminando hasta la cima.
La segunda ley de Brandon Sanderson
Aquí, Brandon Sanderson establece que, ya sea de la magia o de la alta tecnología, sus limitaciones resultan siempre más interesantes que sus posibilidades. De hecho, ¡Lo que no pueda ser hecho por este medio puede incluso ser parte del problema!
Al haber limitaciones, y siendo estas conocidas, podemos sorprender al lector si conseguimos que algún personaje pueda sortear alguno de estos impedimentos por medio del ingenio… ¡y sin que parezca que nos lo hemos sacado de la manga!
La tercera ley de Brandon Sanderson
Y, por último, la tercera ley propone que, antes de inventar nuevos sistemas de magia o tipos de tecnología, exploremos hasta la extenuación las posibilidades de aquello que ya hemos creado. ¿Hasta dónde se puede llegar con esas reglas? ¿Cómo puede afectar a las personas? ¿A las sociedades? ¿Al mundo? ¡Exprime al máximo estos elementos fundamentales del worldbuilding!
Elementos fundamentales del worldbuilding: Escenario cultural
¿Cuál es la historia?
En primer lugar, deberemos establecer una cronología clara de los diferentes sucesos históricos que involucren a todas estas culturas para, después… ¡Plantearnos cómo las interpretan cada una de ellas!
Por ejemplo, si existe una guerra entre dos especies mágicas… ¿Cuál fue el inicio? ¿Quién tiene la culpa? ¿Ambas culturas piensan que ellos son los que están en el lado correcto del conflicto? ¿Por qué? ¿Se equivocan ambas? ¿Los gobiernos pervierten la memoria histórica para lograr que los miembros de sus pueblos piensen que las cosas sucedieron de forma diferente a como fueron?
¿Cómo son los seres inteligentes que pueblan tu mundo?
Otra pregunta importante al abordar cómo diseñar el worldbuilding sería la siguiente: ¿existe la vida? Y, si existe, ¿Hay especies inteligentes? En caso de que exista la vida inteligente, ¿hay solo una especie o son varias? ¿Cómo son? ¿Cómo se relaciona su biología, entorno e historia con los diferentes aspectos de su cultura?
Un apunte a la hora de abordar los elementos fundamentales del worldbuilding en lo tocante a las «razas»: de esa expresión (y de esa forma de concebir el mundo) deberíamos ir, quizá, comenzando a desligarnos. Esta afirmación se abordará con mayor detenimiento en la cuarta entrega de esta serie de artículos sobre worldbuilding: «Cómo diseñar el worldbuilding de una novela (IV). Planificando el escenario físico: biología y especies inteligentes».
Sociedad, gobierno y religión: elementos fundamentales del worldbuilding
En tercer lugar, y muy relacionado con lo anterior, nos encontramos con la religión… cuya primera cuestión a responder debe ser: ¿Es real? No es raro encontrar en fantasía, ¡o en ciencia ficción!, la presencia de dioses o seres de estatus similares.
¿Cómo es esa religión? ¿Qué es lo que ofrece a las gentes para que se conviertan en creyentes? ¿Está organizada en alguna clase de institución? En caso de que estos dioses existan, ¿Hay uno o más? ¿Cómo son? ¿Cuáles son sus objetivos? ¿Tienen pasiones? ¿Cómo se relacionan entre ellos? ¿Y con los seres inteligentes de tu mundo?
Este es uno de los elementos fundamentales del worldbuilding que más interesantes pueden resultar… y también de los que más quebraderos de cabeza pueden proporcionarnos, porque, ¿es necesario depender siempre de los sustratos teológicos y mitológicos clásicos? ¡Escapemos del eurocentrismo!
En cuarto lugar, ¿Cuál es el sistema de gobierno de estas sociedades? ¿Es una teocracia? ¿Una tecnocracia? ¿Una aristocracia? ¿Una meritocracia? ¿Una democracia?… ¿Existe, acaso, una «sociedad»? ¡Quizá el mundo sea un «sálvese quien pueda»!
Recuerda, ¡Nada es irrelevante cuando te planteas cómo diseñar estos elementos fundamentales del worldbuilding en particular!
La sociedad y su relación con la tecnología y (en caso de existir) la magia
En quinto lugar, y aunque ya se encuentre tratada en el escenario físico, ¡No podemos olvidarnos de la magia ni de la tecnología!
Lo más interesante en una novela, siempre, es el conflicto. Así que resultará vital explorar cómo influye la existencia de esta magia o alta tecnología en la sociedad, si cada cultura la trata de forma diferente…
Por ejemplo, en La Espada de Joram el sistema de clases sociales está basado en si las personas son capaces de hacer magia o no. Teniendo en cuenta que la magia forma parte del escenario (perdón por volver otra vez al triángulo de Sanderson), ¡nos encontramos con un conflicto trama-escenario y personaje-escenario!
El prólogo, ¿uno de los elementos fundamentales del worldbuilding?
«Cuando el mundo era nuevo, los siete dioses vivían en armonía y las razas del hombre eran un solo pueblo. Belar, el más joven de los dioses, era amado por los alorn. Él se instaló entre ellos y los estimó, y los alorn prosperaron bajo su cuidado. Los demás dioses también reunieron gente en torno a ellos y cada dios estimó a su pueblo».
Así es como empieza «La Senda de la Profecía», primera entrega de las «Crónicas de Belgarath» escritas por David Eddings y Leigh Eddings en 1982. No han sido los únicos en tomar la decisión de iniciar la novela con un prólogo. Sin necesidad de abandonar nuestra lengua, Javier Miró da el pistoletazo de salida, en «La Armadura de la Luz» (2017), con las siguientes palabras:
«Cuentan las estrellas que, cuando el mundo era joven y la magia de la creación fluía libre por la profundidad de los océanos, nació Abinnayar, la primera ballena. Estandarte de la armonía en los cuatro rincones de los mares de Umheim, Abinnayar era venerada como una diosa de la justicia, la sabiduría y la paz».
Presentar alguno de los elementos fundamentales del worldbuilding en un prólogo ha sido un recurso narrativo empleado en multitud de novelas, en algunas con mayor acierto que en otras. Al final de este apartado verás lo que, para mí (¡y para mi desgracia!), es un prólogo mal planteado.
Cómo diseñar el worldbuilding: el prólogo como elemento del mismo
Reencaucemos el discurso… ¿Qué utilidad tiene el prólogo al servicio del worldbuilding? Fundamentalmente, nos permite presentar aspectos vitales que condicionarán la vida futura de los personajes, de tal forma que otorgue al lector conocimientos necesarios para poder ir intuyendo datos que los protagonistas desconocen.
Esto hay dos formas de hacerlo: mostrándolo durante los capítulos de la novela, o directamente a través del prólogo. ¿Cuándo resulta conveniente hacerlo de una manera u otra? La respuesta es fácil y, como todo lo fácil, complicado de hacer: eligiendo la solución que resulte más orgánica.
¿Necesitas recurrir a una sobreexposición excesiva en diálogos y generar situaciones aburridas o increíbles para poder explicar elementos fundamentales del worldbuilding bordeando peligrosamente el infodumping? Querido escritor, ¡Entonces el prólogo es tu aliado!
Por la misma regla de tres, ¿tu historia y tu pericia invitan a jugar a las insinuaciones en diálogos y escenas con las que ir ofreciendo al lector diminutas migas de pan para que llegue a las conclusiones que deseas? Escapa entonces, ¡por favor!, del prólogo como introducción al worldbuilding.
De entre estas dos opciones, por supuesto, ¡siempre cabe la perspectiva holística! Bien puedes plantear un prólogo y después, mediante insinuaciones en los capítulos, ir tentando continuamente al lector. Y, es que, ¡el prólogo es una herramienta! Depende del escritor hacer, o no, un buen uso de ella.
«Las crónicas de Belgarath», o «el prólogo al servicio de la trama»
Al principio de este apartado, ponía el ejemplo de La Senda de la Profecía. Este es una clara muestra de un prólogo bien diseñado, pues cumple su función: la novela empieza narrando la vida de un niño, y pasa mucho tiempo hasta que se descubre la trascendencia de los hechos narrados. ¿Cómo hacer que al lector le resulte interesante? Presentando en el prólogo algo vital, que indudablemente afectará al protagonista… y luego dejándole pistas que le hagan preguntarse «¿Y cómo llegará hasta este punto?»
Y… el ejemplo al otro lado del espectro
Por el contrario, y por más que me duela, el profesor Tolkien nos muestra cómo hacer un prólogo árido en exceso y con unas primeras líneas que no despiertan el interés en el lector, cometiendo uno de los errores clásicos descritos por Arias (2019): la introducción cargada de datos.
Ya sabéis, aquello de «este libro trata principalmente de los hobbits, y el lector descubrirá en sus páginas mucho del carácter y algo de la historia de este pueblo. Podrá encontrarse más información en los extractos del Libro Rojo de la Frontera del Oeste que ya han sido publicados con el título de El Hobbit. El relato tuvo su origen en los primeros capítulos del Libro Rojo, compuesto por Bilbo Bolsón (…)».
Pero bueno, en este caso… ¡se lo perdonamos todo!
DESPEDIDA
Bueno, mucho me temo que aquí es donde me bajo.
Espero que hayas disfrutado leyendo sobre estos elementos fundamentales del worldbuilding y, sobre todo, que te haya resultado de utilidad. Recuerda que, en los siguientes artículos, continuaremos abordando en profundidad todos y cada uno de estos aspectos.
Por favor, ¡Que nadie se abstenga de escribir en comentarios cualquier cuestión! Ya sea un desacuerdo, algo que deseéis añadir, alguna pregunta… ¡O algo que queráis que se aborde en futuros artículos!
Nos vemos en «Cómo diseñar el worldbuilding de una novela (III). Planificando el escenario físico: historia, geología, orografía y mapas».
¡Un saludo!
MATERIAL DE CONSULTA
Álvarez Elvira, M. (2017). Sistemas de Magia I. Recuperado de https://www.malvael.com/2017/01/sistemas-de-magia-i.html
Arias, C. (2019). Cómo empezar a escribir… ciencia ficción. Recuperado de https://celiaariasfernandez.com/como-empezar-a-escribir-ciencia-ficcion/
González Duque, A. (2016). La magia de Brandon Sanderson. Recuperado de https://www.anagonzalezduque.com/la-magia-de-brandon-sanderson/
Herrero, T. (20 de octubre de 2020). Las leyes de la magia de Brandon Sanderson. Recuperado de https://www.tatianaherrero.es/las-leyes-de-la-magia-de-brandon-sanderson/
Miró, J. (23 de mayo de 2017). 9 nociones básicas sobre worldbuilding. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=SdUmJm0B-_Y&ab_channel=JavierMir%C3%B3
Pinto Heck, N. (2 de junio de 2017). El escenario fantástico y los sistemas de magia de Brandon Sanderson. Recuperado de http://nicopintoheck.com/el-escenario-fantastico-y-los-sistemas-de-magia-de-brandon-sanderson/
Sanderson, B. (s.f). Writing advice. Recuperado de https://www.brandonsanderson.com/writing-advice/