Si has llegado a este artículo es porque, seguramente, estés buscando algún método para dejar de procrastinar. Aunque leyendo mi blog, en este momento, estés procrastinando, te doy la enhorabuena, ya que estás a un paso de romper malos hábitos, e incluso de aprender algunas técnicas que te ayuden a solucionar este problema tan molesto.
Si te puede ser de consuelo, que sepas que la mayoría de los escritores hemos pasado por ello, así que no tienes una patología incurable. Solo necesitas encontrar la forma adecuada para ponerte a la acción y empezar a escribir.
¿Listo para dejar la procrastinación a un lado?
Tabla de contenidos
ToggleIdentificar la procrastinación y sus causas
El primer paso hacia el camino que te liberará de toda procrastinación es identificar correctamente qué es la procrastinación.
Procrastinamos cuando perdemos el tiempo conscientemente, aplazando tareas importantes sin tener una justificación real. Por ejemplo, quizás tengas que empezar a escribir otro capítulo de tu libro, responder a los correos de tus lectores, o, simplemente, aplicar tu hábito diario dedicado a la escritura, y decides no hacerlo sin ninguna razón concreta.
¿Por qué decidimos no hacer una tarea que sabemos que es más relevante que cualquier otra en ese momento?
La respuesta reside, por un lado, en nuestra inteligencia. Siendo seres perspicaces, desarrollamos todo tipo de técnicas para autoengañarnos. Creamos excusas para aplazar el momento de la escritura, o fingimos que existen otras tareas más cruciales que tenemos que terminar antes de poder empezar con aquella que seguimos procrastinando.
Por otro lado, nuestros miedos más profundos contribuyen al autoengaño. Esos miedos que, a veces, no revelamos ni siquiera a nosotros mismos. Podríamos estar asustados de que, poniéndonos realmente en juego, dejando de procrastinar, terminemos descubriendo algo sobre nosotros mismos que no nos guste. O peor: que nuestros mayores temores se vean reflejados en la realidad puesta en marcha por nuestras acciones.
Lo cierto es que si nunca lo intentas, nunca lo sabrás y terminarás viviendo en la sombra de esos miedos. Además, te recuerdo que ser escritores es una profesión que se aprende con el tiempo, así que enfréntate a tus temores, identifica tus malos hábitos, toma en mano la responsabilidad de tu vida cambiándolos y transfórmate en el escritor que siempre has querido ser.
Quizás tu problema no sea procrastinar
Otro aspecto bastante relevante a la hora de identificar la procrastinación es saberla diferenciar de otros problemas. Muchos suelen confundir la procrastinación con la ausencia de organización.
Si no te ves reflejado en lo que acabo de exponer y, simplemente, te bloqueas porque estás demasiado saturado de tareas, lo que probablemente necesites es organizarte mejor.
La organización y la planificación son elementos clave en la vida de todo escritor. Así que antes de echarle la culpa a la procrastinación, asegúrate de que tu problema no sea la mala organización.
Los métodos para no procrastinar
Una vez que hayas identificado que, efectivamente, tu problema es la procrastinación, tienes que encararte con las causas que la generan.
Descubrirás las ingeniosas modalidades con las que te engañas a ti mismo, enfrentando, con total honestidad, a los temidos miedos que dejaste enterrados hace tiempo (nunca dije que fuera lo más fácil del mundo, pero tú puedes). Cuando logres este primer gran paso, finalmente podrás aplicar algunas de las técnicas que te sustentarán a lo largo de tu nuevo camino, libre de toda procrastinación.
Silencia los dispositivos electrónicos
La distracción es uno de los primeros enemigos que tienes si quieres dejar de procrastinar. Aunque tengas una fuerza de voluntad de acero, no des espacio a la posibilidad de que algo te quite el foco y la concentración.
Como ya intuyes, la primera técnica para no procrastinar es una acción extremadamente sencilla. Aun así, muchos no lo hacen: apaga o pon en silencio todos los dispositivos electrónicos que no vayas a utilizar para escribir. Esto incluye desactivar las notificaciones de redes sociales, correos, llamadas (a no ser que tengas alguna urgencia a la que debas atender) y, por supuesto, todos los mensajitos instantáneos que hoy en día llenan nuestras vidas.
¡El mundo podrá sobrevivir sin nosotros por algunas horas, y, al final del día, te lo agradecerás a ti mismo!
Crea tu espacio de trabajo ideal
A todos nos gusta estar en un ambiente de trabajo agradable. Nunca olvides que tu escritorio es tu templo.
Organízalo como más te guste y crea un ambiente que estimule la concentración. Por ejemplo, yo suelo ponerme una ligera música de fondo para ayudarme con el flujo de escritura. Asociar algo que te haga disfrutar en tu actividad de escritor te ayudará a no procrastinar porque tendrás ganas de entrar en esa agradable rutina que has creado para ti mismo.
Organiza bien todo tu material de trabajo
Puede parecer una técnica descontada, pero los escritores somos seres creativos y, como tales, tendemos al desorden y al caos.
Generar orden y organización es necesario para nuestro propio bien, pues, en un segundo momento, nos ayudará a encontrar el material sobre el que estamos trabajando sin hacernos perder tiempo, ya sea una investigación, unas notas que hemos tomado en un autobús o el título de un libro que queríamos investigar.
Organiza tu material de escritura (digital o no) en un espacio bien definido. Verás que tenerlo todo ordenado será un excelente antídoto contra la procrastinación.
Haz una tarea a la vez
Esta segunda técnica va de la mano con la primera. Para no procrastinar, necesitamos concentrarnos. Por ello, es indispensable que te dediques a una tarea a la vez. Hacer más cosas al mismo tiempo no solo es un mito de la productividad, sino que es contraproducente.
De hecho, aunque tengas la impresión de que estás haciendo muchas tareas con un alto taso de productividad, lo que realmente estás consiguiendo es sobrecargar tu cabeza y, desafortunadamente, terminarás mucho más cansado, siendo incapaz de continuar tu labor.
Conócete y gestiona tus emociones
Como hemos visto, las causas que desencadenan la procrastinación están ligadas al autoengaño, a las excusas que creas para no hacer una determinada actividad, y a los miedos que se desencadenan a raíz de tus emociones.
Conocerse a uno mismo es una clave esencial para todo ser humano, y aún más si eres escritor. No te tengas miedo, descubre tus lados oscuros y acepta que existen. El primer paso para cambiar es reconocer que existen elementos que queremos mejorar, y además, si te permites conocerte, con el tiempo reconocerás con facilidad tus emociones, serás más equilibrado, transparente y sabrás gestionarte mucho mejor. No hay nada que perder.
Aprende a optimizar el tiempo que tienes
Uno de los problemas que tiene nuestra sociedad moderna es el tiempo, o, mejor dicho, la falta de tiempo. Si te organizas bien, podrás optimizar tu tiempo, pero, ante todo, es indispensable que te pongas metas realistas.
Acepta que el día tiene 24 horas, que tienes que escribir y ser productivo, pero que también necesitas pasarlo bien, tener tus ratos de ocio, disfrutar de la vida, de las relaciones con tus seres queridos… Encuentra el equilibrio que mejor se ajuste a ti. Poco a poco, lo irás consiguiendo.
Establece un hábito de escritura diario
Nunca me cansaré de repetirlo: es esencial que, como escritor, escribas todos los días.
Ponte esta meta diaria, y nunca dejes que pase un día sin escribir. Con el tiempo, verás que podrás construir un hábito y un compromiso contigo mismo. Claramente, ¡está prohibido procrastinarlo!
Dejar de procrastinar es posible
Quizás no crees lo suficiente en ti mismo. Tienes temor de que los demás piensen que no se te da bien escribir, te da pánico lograr metas por miedo al éxito o, simplemente, te inquieta ponerte a escribir porque piensas que no se te da realmente bien. Entonces, prefieres procrastinar a hacerlo realmente.
No dejes que todo esto te atrape en tu mente. Enfréntate a ello, sal de tu cabeza y empieza a poner en marcha tu plan para dejar de procrastinar.
Cada vez que sientas que empiezas a procrastinar, vuelve a este artículo y aplica los pasos indicados para recuperar el rumbo perdido.
Gracias, Teo. En realidad necesitaba leer sobre la procrastinación. Me ha servido mucho el artículo.
Acabo de leer en tu artículo justo lo que necesitaba. Muchas gracias por compartirlo.
Gracias Teo!! justo esto es lo que hago procrastinar, no lo sabía pero me has permitido identificarlo.