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Carta abierta a ti, que publicas mi trabajo

¿Cómo es posible que casi el 60% de la población española asegure leer de forma asidua, según el informe sobre hábitos de lectura de la Federación del Gremio de Editores y, sin embargo, el sector editorial esté tan en crisis que los grandes empresarios necesitan salir en los medios para pedir que se cuide más los derechos de autor?

Ya hablé sobre la piratería (en un artículo que rompió todos los records de visitas y comentarios de la página), un tema que está haciendo mucho daño. Pero sería absurdo pensar que la piratería es el único mal que afecta al sector editorial. Porque aquí hay tres partes implicadas: Consumidor, Proveedor de servicios y Fabricante. El proveedor es el escritor, que hace todo lo que puede por ofrecer el mejor producto al fabricante. Pero la guerra está entre los otros dos extremos.

El consumidor debe cambiar sus hábitos, sí. Pero el fabricante debe darse cuenta de que el consumidor demanda una serie de cuestiones que son ya una realidad y que, siendo factibles, no está recibiendo. Y así, entre consumidor y fabricante, se ha creado una guerra abierta que está amenazando al sector. Así pues, ¿qué puede, o incluso qué debe, hacer el fabricante, la editorial? ¿Qué le pide el consumidor y qué responde el fabricante? ¿Qué puede hacer el sector editorial en su lucha contra la piratería?

Consumidor: Precios más económicos. Al menos en los E-books.

Editorial: Imposible bajar los precios. De hacerlo, estaremos colapsando un sector que ofrece miles de puestos de trabajo.

Reflexión: Es cierto. Hay miles de personas que trabajan en imprentas, almacenes, flotas de vehículos, mecánicos, libreros, etc. que dependen de un sistema establecido desde hace decenas de años. Si se bajan los precios, será necesario prescindir de muchos de esos puestos de trabajo porque, en realidad, ya no serán necesarios. Ahora bien, eso no es problema del consumidor. Al lector, el que va a comprar un libro, le importa poco el trabajo de otra persona. Él entiende, con toda la lógica del mundo, que un libro electrónico no puede costar 14€ cuando el mismo libro en pasta dura tiene un precio de 21€. No puede costar lo mismo porque hay una serie de temas, librero, almacén, flota de vehículos, repartidores, comerciales, imprenta, materia prima (papel, tinta, etc), que desaparecen del proceso de fabricación. Los problemas del resto del mundo no los hace propios, porque nadie hace propios los del consumidor. Por tanto, si el sector editorial debe cambiar el sistema, tendrá que hacerlo, y con urgencia, sin tener en cuenta otras consideraciones. Todos esos puestos de trabajo tendrán que reciclarse, tendrán que buscarse otras opciones; pero no pueden pagar por ellos los consumidores. El resultado del inmovilismo editorial es el hecho de que la piratería afecta como en ningún otro país. Y no podemos culpar exclusivamente al consumidor. La piratería es, en gran medida, una reacción a una situación que debe cambiar.

Consumidor: No es posible que tenga que pagar dos veces por un mismo producto.

Editorial: Los costes de un libro en papel y en digital no están unificados en una misma cuenta. Son bienes diferenciados, por tanto hay que pagar por ambos.

Reflexión: Vale, son productos distintos; pero hay que saber que el lector, una vez ha pagado por el libro en papel, no comprará el libro en digital. Lo descargará, sí o sí, porque ya tiene ese libro. De este modo lo único que se consigue es tener al consumidor enfadado y de uñas, hablando permanentemente mal de la industria que le “roba” al tener que repetir compra (que además entiende que son caras, según veíamos en el punto anterior). Y de lo que se trata en cualquier sector de venta al público es de tener al cliente satisfecho. Señores, si de todos modos se lo va a descargar gratis. Si no van a ver un céntimo de esa descarga… ¿No sería más inteligente aportar una descarga gratuita con la compra de un libro en papel? ¿No tendrían al consumidor más contento y se le fidelizaría, que es justamente de lo que se trata? ¿No se le puede aplicar al menos un descuento si ya se ha comprado uno de esos productos? Replantéenselo. Problablemente encontrarán más beneficios que contras.

Consumidor: Descargar libros piratas es más fácil que comprarlos.

Editorial: En mi página web puedes comprar mis libros sin complicaciones, y evitando intermediarios.

Reflexión: Es evidente que aquí hay un problema de comunicación: No han sabido comunicar a su consumidor que, ¡oye! No hace falta que te vayas a comprar el libro a ningún otro sitio. ¡Que yo te lo vendo! ¡Y en mi página, puesto que no hay intermediarios, lo encuentras un X% más económico! Es necesario que se realice un esfuerzo en ese sentido porque, señores editores, ¿no se dan cuenta de que están desaprovechando un nicho de mercado enorme con el que, además, se facilitaría el bienestar del consumidor? La inmensa mayoría de libros electrónicos NO se compran a través de la página de la editorial. Se compran en librerías Online.

Lucha contra la piratería
No se trata de secuestrar el acceso al contenido, sino de facilitarlo.

Se están dejando ustedes por el camino un dinero importante. Sean inteligentes. Sean avariciosos. Creen un método por el cual se remita al consumidor a su página a descargar su libro. Acostumbren al lector a ello. Es tan fácil como saturar de enlaces cada una de las comunicaciones que hagan al respecto. Si publican el último libro de King, o de K. Neville, o de J.K. Rowling, dirijan al lector a su página. Y facilítenle la tarea de compra, que puedan pagar con facilidad. Que no les pase lo que me ocurrió ayer mismo a mi cuando adquirí un libro en Google Play. Eso no se puede permitir. Mientras sea más fácil descargar un libro pirata que comprarlo, tendremos un problema.

 

 

Consumidor: Los que más piratean a los autores son los editores, que se quedan el 90% del valor del producto.

Editorial: En realidad, la editorial solo se queda en torno a un 25-30% El resto va para la distribución y venta. De ese porcentaje es de donde se paga a editores, correctores, maquetadores, imprenta, agentes de prensa, gestores, contables, etc.

Reflexión: Es cierto, la editorial no se queda con el 90% del precio de venta del libro. Arriesga mucho, unas veces gana y otras pierde. Pero lo que subyace es un desconocimiento profundo de adónde va el dinero que se recauda por el libro. Y no es que no lo sepa el lector (a todos nos gusta saber en qué gastamos los euros que ganamos); es que no lo sabe nadie: excepto la editorial. ¿Y qué se consigue con ese secretismo? Pues que el consumidor piense que, puesto que los precios son caros, y dado que la editorial es la primera que roba al autor, no tiene ninguna importancia que ellos hagan lo mismo. Es necesario romper ya esa barrera de oscurantismo. Estamos en el S. XXI. Los cines de toda España conocen su recaudación de manera casi instantánea gracias a los métodos de venta. ¿Cómo es posible que mil cines hagan eso en toda España y 3000 editoriales no lo hagan? ¿Cómo es posible que no haya un listado abierto de ventas? ¿Cómo es posible que para conocer una aproximación, muy poco aproximada, por cierto, a las ventas haya que gastar un pastizal en un informe externo, el Nielsen, cuyo precio es prohibitivo? No, señores editores. Es necesario que la transparencia se imponga.

El escritor puede hacer poco con lo que está pasando. Lo único que está en su mano es crear la mejor obra posible, esforzarse en cada palabra, en cada signo de puntuación, en cada metáfora y cada personaje para que su obra sea de la máxima calidad posible. A partir de ahí, está en manos de lectores y editoriales. Ambas partes están enfrentadas. Ambas tienen la culpa de ese enfrentamiento: el lector por el “lo quiero todo, lo quiero ya y lo quiero gratis” y la editorial por no darse cuenta de que es necesario que cambie su modelo de negocio.

O ambas partes se lo replantean y llegan a un acercamiento, o el sector se enfrentará a un gravísimo problema. Habrá quien diga, “pues como el de la música”. Sí, en efecto: como el de la música. Con una diferencia: un músico hoy por hoy vive de los conciertos, no de la venta de discos. ¿Tú, que estás leyendo esto, estarías dispuesto a pagar 30€ por una entrada para que el escritor de turno se pusiera durante 2 horas a leerte su última novela?

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Sobre mí

Teo Palacios

Hace 10 años yo era como tú, un autor más con una novela bajo el brazo que nadie quería publicar. Hoy tengo cinco novelas publicadas por editoriales internacionales en ocho países, tengo firmados los contratos de dos novelas que aún no he escrito y ¡vivo de la literatura!

  • Jordi

    Lo siento, esta vez no estoy de acuerdo con usted. Con 20 euros lee un libro todos los miembros de mi familia dispuestos a leerlo; con 20 euros de gasolina apenas puedo hacer 150 Km con el coche; 20 euros es lo que vale una entrada en el gol norte para ver al equipo de mi ciudad…sólo por ponerte algún ejemplo.
    Como ya se dijo en el post anterior, es un problema social. Cualquier producto con botoncitos y pantallitas cuesta cientos de euros y nadie se plantea el coste de distribución ¿verdad? Pero claro…un libro no tiene botoncitos, pantallitas, no hace ruido ni tiene lucecitas, por lo tanto tiene que ser barato. Con todos mis respetos, usted tiene que crear y mantener lectores, no a ludópatas en potencia. ¿Si usted no valora sus obras literarias, quien las va a valorar? Le aconsejo, si me lo permite, que fomente la lectura para recibir la remuneración que le corresponde.

    • TeoPalacios

      No veo la relación entre el hecho de que la gente demande los libros electrónicos más baratos con el que yo valore o no mis libros… Es de cajón que un libro electrónico tiene un coste de producción sensiblemente inferior, porque se ahorra en materiales y en todo el proceso de distribución. Si el % de distribución es de entorno al 60%, lo lógico es que el libro electrónico fuera, al menos, en torno a un 40% más económico que en papel.

      En cuanto a que fomente la lectura, no se preocupe, que en eso trabajo todos los días del año con Biblioforum o el programa de radio que dirijo y presento. Y otro montón de cosas más.

      Pero eso no tiene nada que ver con la necesidad de que las editoriales se den cuenta de que su modelo de negocio debe cambiar necesariamente.

  • Hola, Teo
    esta vez estoy de acuerdo casi con todo; sólo señalaría, respecto a la cuestión de la venta directa a través de la editorial, que un problema básico en ese aspecto es la ley española (y de otros países) sobre el precio único. A medida que disminuya el peso de la venta en papel (y a fortiori, de la distribución a través de librerías, que es a la que pretende beneficiar aquella ley), tendrá menos sentido del poco que tiene ya hoy la exigencia de que el precio de venta sea el mismo en todas partes. Una vez que cada vendedor (librería, editorial, comercio electrónico, etc.) pueda fijar el precio que le venga mejor, veremos muchas más ofertas y una reducción generalizada del precio.

    • TeoPalacios

      Sí, conozco la ley de precio único. Pero eso no impide que puedas hacer ofertas…

  • Jordi

    ¿Acaso el valor literario de sus obras es inferior en formato electrónico que en papel? ¿Es que tiene más valor el coste en materia prima que el contenido de sus obras? ¿No se da cuenta que está menospreciando su trabajo?
    No, claro que no. Usted sólo percibe que entre el autor desconocido en Amazon y usted no hay tanta diferencia. Pretende que las editoriales bajen sus precios para que las novelas de autoedición acaben a 1 euro o simplemente desaparezcan y así eliminar a la competencia.
    !Como se alegró usted al conseguir que su obra la vendieran en Amazon a 1,99 durante un día!
    ¡Sí, su obra en el top 100 durante unos días gracias a una jugosa oferta y la curiosidad generada con su anterior articulo! ¿Se preguntó si a esa gente le gustó su trabajo o simplemente actualizó su cuenta corriente?
    En el articulo anterior le ofrecí mi apoyo pensando que usted había cometido un desliz, pero ha demostrado que fueron pocos los palos recibidos.

    • TeoPalacios

      No sé si la novela ocuparía algún puesto en Amazon o no, tampoco me preocupa demasiado. Y por supuesto que el valor literario no es distinto dependiendo el formato. Lo que sí es distinto es el precio del formato en sí. ¿O entonces por qué existen las ediciones de lujo? Porque llevan una encuadernación especial, o maquetado especial, o cualquier otra cosa (no son tantas las obras “de lujo” que aportan material extra). No, mi querido señor. No podemos pedir que un formato valga igual que otro para el consumidor cuando el precio de fabricación es diferente.

  • Jordi

    En ningún momento he dicho que tengan que valer lo mismo.
    Se lo explicaré de otra forma: Usted dice que un libro de 21 euros en papel se está vendiendo a 17 euros en formato digital, y según usted debería ser más barato porque no hay distribución ni costes de producción. Y según usted la editorial percibe un 30% aprox.
    Usaré 20 euros como precio del libro en papel para simplificar la operación. El 30% de 20 euros es 6 euros; por lo que el coste de producción de 1 libro rondará a…. ¿1 euro aprox?
    Las distribuidoras perciben otro 30% aprox. por lo que tenemos 6 que se abarata el producto que no requiere distribución (libro en formato digital)
    6 euros de descuento por ausencia de distribuidora más 1 euro de descuento por ausencia de gastos de producción, hacen un total de 7 euros.
    20 – 7 = 13 euros valdría el libro. ¡Pero ojo! Que falta añadir el IVA (21%) 13 + 2,73 = 15,73
    Para haber hecho las cuentas a ojo, creo que me he acercado mucho a eso 17 euros ¿verdad?
    ¿Sigue pensando que son caros los libros digitales?

    • TeoPalacios

      Hay muchas, muchas editoriales, que marcan precios bastante por debajo de 10€. Algunas de ellas de las “grandes”. ¿15€ por un libro digital cuando en bolsillo están a 10-12? Sí, me sigue pareciendo caro, la verdad.

  • Jordi

    Como salta por la tangente…¡Pero si utilicé sus cifras!.
    “Él entiende, con toda la lógica del mundo, que un libro electrónico no puede costar 14€ cuando el mismo libro en pasta dura tiene un precio de 21€.”
    ¿Quién escribió eso usted o el butanero?
    ¿Qué será lo próximo, tú más o rebota, rebota y en tu culo explota?
    ¿Quien firmó un contrato para que vendieran su libro a 20 euros? Ahh, se me olvidaba…Todos tienen la culpa menos usted.

    • TeoPalacios

      Ay, de verdad, solo vemos lo que queremos ver…

      Para empezar, sabrá más que bien que en los contratos editoriales no suele aparecer el precio de vente. Y sí, utilizó las mismas cifras. ¿Y? A usted le parece que un libro electrónico a 15€ está bien de precio. Me parece bien, respeto su opinión. En la mía, ese precio es excesivo, y queda demostrado por la gran cantidad de editoriales que publican sus libros digitales a precios inferiores. No creo que sea tan difícil de entender. Pero si usted se empeña en llamarme corto de vista y en decir que me enroco cambiando las piezas según mi conveniencia, siga con ello.

  • Jordi

    Volvemos a las mismas…Cada obra literaria tiene un valor más un precio de manufactura y un precio de distribución (si lo hubiera). ¿15 euros es un buen precio? Pues depende como sea la obra literaria. No me compare El Quijote en digital con Teo fue a cagar al monte en papel. (El otro Teo, usted haga sus necesidades donde quiera)
    Como escritor que es usted no me afecta el grado de ceguera que padezca, que juegue al Lego con las palabras o su nivel de comprensión lectora. Lo que me aterra es que por sus manos pasan manuscritos de mucha gente, y quien sabe, entre ellos quizá el mio (escalofrío).

    • TeoPalacios

      Qué tendrá que ver una cosa con la otra…

  • Creo que el problema reside, en el fraude que se comete descargando gratis.

  • Perico

    Digamos que un libro físico tiene una serie de costes derivados de su propia naturaleza material, como son los derivados de su creación (imprenta y derivados), transporte, y venta, y digamoslo, esos costes son muchas veces mas de la mitad y hasta 3/4 del libro. Igual no lo quiere decir, pero ¿cuanto cobra el Carreful o ECI por poner un libro en sus superficies? Lo ultimo que leí hablaba de al menos un 30% para los del carreful.

    Bueno, eso en un libro digital no existe, ¿porque el lector debe pagar mas o menos lo mismo? Es inasumible.

    A la distribución digital todas llegan tarde, y no pueden competir con Amazon. Hace poco ofrecían el ultimo de Matilde Asensi (no es autora de mi cabecera) gratis para Kindle, directamente gratis (después de registro), no se como encaja eso con la politica de precio minimo pero es asi o si lo hacen operando desde otro pais, pero vamos, lo ofrecian.

    Creo que el autor debe dedicarse a escribir. Atreverse a publicar por su cuenta si no le convence lo que las editoriales les ofrecen. Demandar claridad y trasparencia por parte de estas. Utilizar los medios. No pueden dar conciertos, pero pueden hacer lecturas publicas, dar la chapa por aparecer en coloquios, reuniones, usar sus twitters y facebooks, mojarse con el lector.

    Las editoriales tienen que reinventarse. Se perderan puestos de trabajo, seguro, porque se vendera menos libro fisico, pero se crearan otros. Contra eso no se puede luchar, sin trabajo se quedaron alfareros. Y deberan ofrecer cosas dignas, hasta Lara el otro dia reconocia que solo ofrecen mierda vendible.

    Lo que no se puede es criminalizar a una parte, ni culparla de males que no son otra cosa que resultado de la evolucion de la tecnología y los hábitos

  • Mg

    Tampoco es necesario echar las culpas de todo esto al pobre Johannes Gutenberg el pobre hizo lo que pudo.
    Para ser exactos el soporte papel tiene todos los costes añadidos. Compras un libro y ya está.
    Lo puedes dejar leer a todo el mundo sin pagar más. y esto ha ocurrido durante miles de años.
    El libro digital tiene como soporte el fichero, el lector electrónico, la conexión y diferentes versiones que harán que tengas que comprar las nuevas para estar al día.
    La industria de la cacharrería se esfuerza para que el ebook sea barato mientras que sus aparatos no tanto.
    Pero tengo que aceptar que el consumidor es el que manda.
    Por eso el libro electrónico es el 1% de la venta del libro en papel.
    Mañana? no lo sé… Seguirá siendo lo que el consumidor quiera.
    Para Aclarar:
    Coste de producción:
    Pre-Impresión+Impresión
    20%
    Editor:
    20%
    Autor
    10%
    Distribuidor
    10%-12%
    Puntos de venta
    30-40% descuento medio entre pequeñas y grandes librerías
    Para terminar
    Si un libro es bueno se venderá sin problemas sea cual sea el continente.

  • Excelente post Teo y concuerdo contigo en que un ebook no puede -para redondear la idea- superar las dos cifras, no porque no lo valga, sino porque no tendrá público, porque los lectores no lo comprarán.

    MG, la distribución digital se lleva el 15% del PVP como mínimo: http://goo.gl/nmduRR

  • sergio

    Interesante debate. Volviendo a los números. Si un libro en papel vale 20€, tenemos que tener en cuenta que a la editorial llegan entre 8 y 10 (al estar los costes de distribución entre 50-60% dependiendo de las condiciones). A esto hay que sumar el coste físico de producción, que varía muchísimo según tiradas (a mayor tirada menor coste), número de páginas y formato (tapa dura, cartoné, bolsillo), pero que estará generalmente entre 1,5€ y 3€. Lo que le deja a la editorial un total de entre 5€y 8€. En buena lógica, ese debería ser el margen de precios de las novedades editoriales en ebook, salvo avaricia editorial (qué es lo que suele pasar), que se puede “justificar” con intentar compensar con tales márgenes de beneficio los riesgos del papel. Pero claro, también habría que tener en cuenta que las labores de edición y corrección del texto ya se han hecho para el libro en papel, sería justo aplicarle también esos costes al ebook? Eso podría hacer incluso reducir aún más los precios del ebook.
    Algún comentarista indicaba que tampoco sería justo porque la calidad de la obra y la labor del escritor es la misma para un formato que para el otro, por lo que la compensación debería ser la misma. Yo no lo duda, es el mismo manuscrito (salvo que en formato ebook puedan utilizarse links y otras variantes de texto enriquecido), pero también es verdad que el 10% o el 8% de 20€ (libro en papel) serían entre 1,6€ y 2€ por libro vendido, pero que en ebook se mueve el autor en márgenes del 25%, por lo que si el libro vale 8€ también se lleva 2€.
    Lo de la política del precio único no es el único problema que se encuentra el editor para intentar hacer venta masiva de sus publicaciones en su web de forma directa, diría que incluso es la menor. Si un libro vale 20€ también en su web, al lector le da igual comprarlo ahí, que en cualquier otra web o tienda. con una diferencia. Los 20€ netos de ganancia sin intermediarios (bueno, habría que quitarle el iva y tal), son tales que podría incluir gastos de envío por cuenta de la editorial, tal y como decía Teo, regalar versión ebook y todo lo que quiera que lo hiciera más atractivo al lector. ¿Por qué no se hace? Porque las distribuidoras son las que manejan realmente la industria editorial y ese sería su fin. Todas presionan para que las editoriales no hagan esas actividades de venta directa, muchas directamente no aceptan editoriales con esas políticas o peor aún, las mantienen en su catálogo, pero no hacen nada por difundirlas. Por eso muchos links de las webs editoriales para vender sus libros te llevan a las webs de librerías, porque de ahí la distribuidora pilla su comisión. Porque tragan las editoriales? Bueno, la mayoría porque sin la visibilidad que ofrece una buena distribuidora no tendrían futuro (en los tiempos actuales, con la consolidación de la venta online, la cosa quizá cambie) y los grandes grupos no tienen ese problema porque las distribuidoras con las que trabajan son de su propiedad y son otra parte de su negocio.

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Teo Palacios

Escritor y creador del Método Pen

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