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Los conectores literarios

Una de las primeras cosas que les digo a mis alumnos del Método PEN es que a todos nos enseñan a escribir cuando somos niños, pero no a narrar. Además de conceptos básicos e irremplazables como la comprensión, la literatura es mucho más que simplemente hacerse entender, y por eso es tan difícil ser escritor. A diferencia de cualquier otro texto cotidiano, la narrativa literaria se basa en lo fundamental en la asociación de ideas, en el enlace entre cada una de las partes que forman un texto. Todo está conectado en una obra literaria de un modo u otro: una palabra con la siguiente, una frase con la que viene a continuación, y un párrafo con el que le sigue. Y para ello utilizamos una serie de expresiones que cumplen esa función de «enganchar», a los que llamamos conectores gramaticales. Hoy voy a hablaros de este tipo de términos y lo importantes que son.


¿Qué son los conectores?

Quizás te suene a chino eso de «conectores», pero en realidad son expresiones que usas a cada instante. De hecho, desde que empecé esta sección ya he utilizado dos conectores: «pero» y «de hecho». Los conectores sirven para unir ideas relacionadas entre sí o incluso que no lo están pero sobre las que deseamos crear dicho vínculo. Para hacerlo más sencillo asociaremos «idea» con «frase», porque es la fórmula principal de expresión hablada o escrita. Digamos que es una manera de pasar de una frase a otra de manera fluida, sin cortes bruscos, como una cortinilla en un vídeo editado. Los conectores nos ayudarán a crear esa secuencia lógica de manera que, además de servir de «cambio de idea», permita añadir una pequeña información nueva. Veámoslo con un ejemplo muy sencillo:

«Aníbal comprendió que sus hombres se estaban desmoronando ante la presión de los legionarios romanos. Entonces decidió que debía cambiar su estrategia.»

En este caso, nuestro conector es «entonces», llamado «de temporalidad» y de «causa-consecuencia» porque su cometido es establecer una conexión, sí, pero también aporta una información basada en el tiempo y en la consecuencia de un acto: reafirma que es entonces, en ese momento y no en otro, al comprenderlo, cuando Aníbal decidió cambiar de estrategia. ¿Se podría obviar el uso de este conector? Sí, por supuesto, pero un texto es más rico y se desarrolla de una manera más fluida gracias al uso de los conectores.

unir frases


Características de los conectores

Hay tantos conectores que es imposible enumerarlos por completo en un simple artículo, aunque te aseguro que los conoces y utilizas todos, la mayoría de las veces sin darte cuenta. A nivel teórico se suelen dividir por el tipo de relación que establecen entre las ideas de un texto. Dentro de cada grupo, hay casos en que son intercambiables. Por ejemplo, podemos utilizar indistintamente «pero» o «sin embargo»:

«Decidimos irnos de vacaciones ese año, pero antes dejamos a punto todo lo que teníamos pendiente.»

«Decidimos irnos de vacaciones ese año, sin embargo antes dejamos a punto todo lo que teníamos pendiente.»

Esto es fantástico, pues nos ayudará a evitar muchas de las terribles repeticiones en las que caemos al escribir (de eso hablaremos en otro artículo). Pero ojo, no siempre es así. Al igual que no cualquier cargador sirve para un teléfono móvil concreto, a pesar de pertenecer a un mismo grupo algunos conectores son inconmutables por motivos más que obvios:

«Antes de aquello ya tenía un montón de seguidores en YouTube.»

«Después de aquello ya tenía un montón de seguidores en YouTube.»

conectores literarios unión


Tipos de conectores

Hay un montón de categorías de conectores. Vamos a verlas y definirlas de manera muy rápida, aunque algunas se describen a sí mismas con mucha claridad:

  • Aditivos. Como su nombre indica, añaden información: también, además, de igual forma, por añadidura, hasta, del mismo modo, igualmente…
  • Oposición. Marcan el contraste entre ideas: a pesar de todo, no obstante, por otra parte, sino, en cambio… En este grupo estaría el más famoso de todos los conectores, nuestro querido pero.
  • Causa-consecuencia. El nombre también es suficientemente explicativo. Aquí destacan expresiones como porque, pues, entonces, o sea, por otro lado, en pocas palabras, luego…
  • Comparativos. Establecen similitudes: del mismo modo, más que, tan como, igual que, como, de modo similar…
  • Reformulativos. Sirven para indicar que vamos a reproducir algo que ya se ha dicho anteriormente: es decir, en otras palabras, en resumen, por ejemplo, mejor dicho, o sea…
  • Temporales. Aportan información temporal o establecen la cronología de las ideas conectadas: luego, al principio, inmediatamente, apenas, desde que, a partir de…
  • Espaciales. Idéntica función que la anterior, pero en relación al espacio o los lugares: arriba, abajo, en el fondo, al lado, en lo más alto…
  • Ordenadores. Destacan en qué parte del texto nos hallamos, como el inicio del discurso (ante todo, para comenzar, en primer lugar…), el cierre (por ultimo, en conclusión, para resumir…) o si estamos ante una transición (a continuación, acto seguido, por otra parte…)
  • Condicionales. Marcan una condición que se da entre las dos ideas conectadas: siempre que, sí, mientras que…
  • Certeza. Sirven para reforzar una idea expuesta: indudablemente, en realidad, efectivamente, en verdad…
  • Finalidad. Pretenden clarificar el propósito de la idea: con el fin de, de manera que, para que…

tipos de conectores literarios


Conclusiones

Como veis, hay un montón de conectores, y todos son tan conocidos que como decía los utilizas a todas horas. Por curioso que parezca, y es algo que he comprobado como profesor de escritura y narrativa, a pesar de que usamos constantemente los conectores cuando hablamos, hay alumnos que por algún motivo no los utilizan a la hora de narrar. El resultado suele ser textos cuyas oraciones están desconectadas unas de otras, por lo que la narrativa no fluye, sino que transcurre a saltos y dificulta la lectura.

Así pues, el uso de los conectores es vital para que nuestra escritura sea agradable para el lector. Por supuesto, hay que utilizarlos de manera correcta, donde su presencia sea adecuada y sin abusar. Como siempre digo, una buena narrativa se basa en el equilibrio.

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Sobre mí

Teo Palacios

Hace 10 años yo era como tú, un autor más con una novela bajo el brazo que nadie quería publicar. Hoy tengo cinco novelas publicadas por editoriales internacionales en ocho países, tengo firmados los contratos de dos novelas que aún no he escrito y ¡vivo de la literatura!

  • Luz Elena Montoya

    Es un articulo muy útil para las personas que empiezan el recorrido de la escritura, muchas gracias por compartir

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Teo Palacios

Escritor y creador del Método Pen

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